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viernes, 28 de octubre de 2011

Propuestas de solución para la Deportiva Militar (VI)

Durante varias semanas y a través de sucesivos artículos hemos ido tratando en Burgosdijital la problemática que supone la persistencia en su carácter y estado actual del complejo que conforma la Deportiva Militar para la ciudad de Burgos.

Para ello hemos tratado de acercarnos inicialmente al origen de estas instalaciones que nacen dentro de la voluntad (fascista) de la época de dotar a la Capitanía General de la VI Región militar de una serie de equipamientos de formación, acuartelamiento y, en el caso concreto de la Deportiva Militar, de un lugar para la confraternización y el esparcimiento del estamento militar. Encuadrado todo ello, mientras, en un contexto de carestía generalizada emanada del desgaste ocasionado por la fratricida contienda que había sumido al país hasta hacía pocos años antes.

Desde esos controvertidos orígenes, con un carácter castrense y emplazada entonces en una ubicación periférica de la ciudad, no hemos tenido por menos que aproximarnos al carácter singular que adquiere la Deportiva Militar en la actualidad; muy diferente a la de otros centros de naturaleza similar existentes por todo el país, tanto por su ubicación, dimensiones y modelo de gestión.

Hoy en día la Deportiva Militar se encuentra plenamente absorbida (junto con otras instalaciones militares aún existentes) por el crecimiento urbanístico experimentado por la ciudad en las últimas décadas, suponiendo con ello un obstáculo al desarrollo y comunicación principalmente de los barrios de Gamonal y Capiscol.

De la misma forma y en base a sus particulares criterios de admisión y utilización, las instalaciones que conforman la Deportiva Militar suponen un agravio y una distorsión en la utilización de un espacio de titularidad pública, así como un inadmisible desaprovechamiento de un inmenso espacio dotacional (13 ha.) muy necesario en pleno corazón del barrio más populoso de la ciudad.

Esta es la razón por la que desde Burgosdijital hemos creído necesario recuperar de nuevo la atención sobre este asunto que otros en su momento, como Luis Castro desde su calidad entonces de concejal en el Ayuntamiento, ya plantearon infructuosamente.

Son muchas las soluciones que pueden plantarse con el fin de solventar la controversia y la problemática real que supone la persistencia inalterable de este enorme complejo lúdico-deportivo, de uso privativo, ubicado en plena ciudad. Creemos que este asunto no sólo debería de haber sido ya seriamente planteado, sino que tendría que haberse incluso definitivamente resuelto por las administraciones implicadas, con la normalidad propia que se debe de exigir a las tareas de planificación responsable y ordenada de los espacios urbanos.

Así pues desde aquí apostamos por una serie de medidas mínimas e imprescindibles que permitan poner en valor “social” estos terrenos de titularidad pública escasamente aprovechados y que a su vez permitirían mejorar el tránsito y la comunicación de los barrios de Gamonal y Capiscol con el resto de la ciudad; en ese sentido proponemos:

- Habilitar un paso (no rodado) como prolongación de C/ San Bruno que permita la conexión del barrio de Gamonal con las instalaciones municipales de El Plantío y Fuentes Blancas.

- Desaparición de las caballerizas que permitan una “digna” comunicación del barrio de Capiscol con el centro de la ciudad a través de la adecuada prolongación de la C/ Villafranca.

- Cambio de titularidad de los terrenos situados en el sector más oriental del complejo de la Deportiva Militar en los que se ubican entre otros: el molino, pista de atletismo, picadero, caballerizas y campo de fútbol.

- Cambio de titularidad de la ribera del cauce molinar que linda con la C/ Infantería para su conversión en parque público, de los que tanto adolece el barrio de Gamonal.

- Eliminación en su totalidad de las barreras arquitectónicas existentes (muros y tapias) y sustitución por tipos de cerramiento menos agresivos.




Mediante la aplicación de estas medidas (entendemos nada pretenciosas y perfectamente razonables) se conseguiría una mejor configuración de la trama urbana, solucionándose los problemas de comunicación de estos dos importantes barrios con otras zonas de la ciudad. Además debemos de tener en cuenta que el mantenimiento de las caballerizas supone de por sí una "vulneración" de la normativa sanitaria en la materia que impide el alojamiento en suelo urbano de este tipo de establecimientos, por lo cual su desaparición debería de materializarse independientemente de que se pudiesen o no llevar a la práctica estas medidas que aquí proponemos.

Asímismo y mediante la obtención municipal de la propiedad del terreno señalado (bien mediante compra y/o permuta) se lograría dotar a estos populosos barrios de nuevos espacios de esparcimiento y de uso deportivo de los que tanto carecen actualmente, pudiéndose aprovechar, tal y como ya existen, la pista de atletismo y un campo de futbol.

Como ya indicábamos en artículos anteriores resulta inadmisible que se mantenga para unas instalaciones lúdico-deportivas un cerramiento (de casi 2 Km.) de tipología "apartheid" mediante muros de 4 metros, alambres, espinos y cristales rotos que no resultarían permisibles por parte de los técnicos municipales para cualquier otra instalación cuyo propietario no fuese el del gremio de la guerra. Así pues y a este respecto apostamos por la sustitución de los cerramientos actuales por tipos menos agresivos y más humanizados como ya existen a la entrada del mismo complejo o en las instalaciones deportivas municipales próximas.

No obstante a todo ello, la solución definitiva que creemos más adecuada, aunque también somos conscientes de que resultaría menos factible a corto plazo (sobre todo teniendo en cuenta la actual coyuntura económica), sería trasladar la totalidad de las instalaciones a un emplazamiento fuera del núcleo urbano como ya se hizo con otras dependencias militares (Castrillo del Val) o como ocurre con otros clubes de carácter recreativo ubicados a las afueras de la ciudad (Club de Tenis, El Soto, etc.).

Tanto en la adopción de una solución como de otra (puede que una más factible y otra a más largo plazo), la iniciativa debe en cualquier caso partir del "Ayuntamiento" en su convencimiento de la problemática que supone la persistencia en su emplazamiento y fisonomía actual de la Deportiva Militar y de los inconvenientes que suponen para la correcta articulación de la ciudad en general y de los barrios de Gamonal y Capiscol en particular.

Así pues, desde aquí instamos al Ayuntamiento de Burgos a que inicie las gestiones con el Ministerio de Defensa, de la misma forma a como ya se realizaron anteriormente para otros casos, con el fin de buscar parcial o de forma integral una solución a una situación que desde hace décadas debiera de estar ya resuelta para el beneficio de toda la ciudadanía; salvo por el posible motivo que “no” se nos escapa de que la Deportiva Militar (preferiblemente con el mismo esplendor con el que la conocemos hasta ahora) pudiera ser precisamente destino accesible y predilecto por parte de los mismos que han venido hasta ahora dirigiendo el Ayuntamiento, sus más queridos familiares y entrañables colegas.

jueves, 27 de octubre de 2011

Homenaje a las Brigadas Internacionales en el 75º aniversario del campo de concentración de San Pedro Cardeña.


Programa:

Exposición: del 25 de octubre al 11 de noviembre 
Lugar: Espacio Tangente
C/Valentín Jalón 10, bajo
Horario: 
18:30-21:30h (Lunes a Viernes)

Charla: 4 de Noviembre de 2011
Lugar: Salón de actos del edificio de sindicatos
C/San Pablo 8 - Burgos
Horario: 20 horas.

Homenaje a las Brigadas internacionales.
6 de noviembre 2011
Lugar: Monasterio de San Pedro Cardeña
12 horas


Para más información sobre los actos y sobre el campo de concentración de San Pedro 
Cardeña recomendamos visitar este interesante blog burgalés.
http://thejailynews.blogspot.com/

martes, 25 de octubre de 2011

Hacemos un añito.

Hace ya un año comenzó a caminar el proyecto de Burgosdijital.  Las frías cifras: más de 200 entradas, y casi 60.000 páginas visitadas, dejan entrever que se ha realizado un trabajo con más tenacidad y responsabilidad del que nos imaginábamos cuando empezamos.  Haciendo camino al andar, hemos avanzado y hoy, al ver  la aún breve senda, sentimos orgullo por el trabajo realizado.  

Empezamos esta aventura con la huelga general del 29 de septiembre de la mano de los sindicatos que no pactaron la reforma de las pensiones, y desde entonces hemos tratado de estar presentes en todos los acontecimientos sociales que se han desarrollado en nuestra ciudad, al lado de ecologistas en acción en contra de las obras en la Isla, junto a la CGT contra del pensionazo, con los antinucleares exigiendo el cierre definitivo de Garoña...  En este apartado, mención aparte, merece nuestro respaldo desde el principio a toda la gente que tomó las calles y las plazas de Burgos reclamando una democracia real y otro mundo, más justo.  

También hemos sido livianos altavoces de ese otro Burgos al que el poder temeroso se empeña en amordazar.  Hemos hablado con los vecinos de Gamonal, con los inmigrantes con problemas con la hipoteca, con los representantes de los gitanos, con los nudistas que defienden nuestro derecho a no avergonzarnos de nuestros cuerpos, o con la gente de la Despensa ecológica, que se organiza para consumir y alimentarse de una forma más saludable personal y socialmente. 

Finalmente , hemos sacado a la luz debates encerrados bajo siete llaves, como es la privatización del uso de los terrenos públicos de la Deportiva militar, y hemos denunciado las negativas consecuencias sociales y urbanísticas que genera este apéndice del franquismo.
Si en Burgos se ha tomado la calle, Burgosdijital ha tomado la palabra.  En esta labor, ni somos los primeros ni hemos estado solos.  Después de un año de esfuerzo, es un placer reconocer el valor y el trabajo de los que empezaron antes que nosotros:  la gente del Diario de Vurgos, la de Onda expansiva, y a los perdigones herederos de Virgilio Mazuela.  En este año, la familia ha crecido no sólo por nuestro alumbramiento.   Sombras en la ciudad e Infoburgos también han dado un paso al frente.  De este modo, comienza a establecerse en la ciudad una red, que esperamos siga creciendo y robusteciéndose  este año.  

Queremos agradecer a todas las personas que siguen el blog la atención prestada, y muy especialmente a quienes han escrito artículos o han sido entrevistados/as.  También queremos mandar un afectuoso y fraternal abrazo a todas las personas que sufren la injusticia de la crisis en un año que ha sido especialmente voraz: a las que no encuentran trabajo, a las que temen perderlo, a las que los bancos les roban la casa, a los trabajadores precarizados, a las personas que son reprimidas por la policía por exigir derechos y justicia.  A todas ellas, les enviamos un abrazo cargado de ánimo, resistencia, y optimismo.  Más temprano que tarde se abrirán nuevas alamedas.

Burgosdijital es  hijo de la indignación que,  como un torrente subterráneo,  va erosionando las entrañas del  páramo yermo.  Fruto del compromiso con nuestra ciudad, Burgos, y con nuestra patria, la humanidad.  El próximo año, pretendemos que nuestra voz siga la senda  de aquellas que se rebelaron contra el discurso ideologicida del poder.  Haciendo camino al andar queremos seguir diciendo con la humildad y convicción de un Galileo: Eppur si muove a nuestra inquisición, y con  inocencia infantil, a veces proscrita,  seguir gritando a pecho partido que el rey va desnudo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Asamblea Universitaria.

Este Martes 25 de Octubre, se celebra la III Asamblea Universitaria en el Tablero de Ajedrez, dentro de los Jardines de la Facultad de Derecho Burgalesa.
Nos parece interesante destacar la unión de profesores y alumnos para el análisis y debate, dentro del centro docente, con el fin de exponer al conocimiento general del alumnado, las formas y maneras de generar más participación activa en la vida universitaria.

viernes, 21 de octubre de 2011

Réquiem por los muertos en la N-1


Más de 250 personas han perdido la vida en esta carretera, los políticos quieren ignorarlo y no hacer nada.
La Nacional 1, una de las carreteras más transitadas de España, sigue siendo el mayor punto negro de accidentes.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La Ciudad deportiva de Gamonal, episodio de la militarización de Burgos en la posguerra (V)

Artículo de Luis Castro
Profesor de historia , escritor y
ex-concejal del ayuntamiento de Burgos por IU.

Los reportajes de Burgosdijital reflejan bien con sus fotos y comentarios la aberración que supone la Ciudad Deportiva Militar en términos urbanísticos y sociales: el uso privativo y acotado de amplios terrenos de ocio junto a Gamonal, barrio masificado sin apenas espacios públicos; el estrangulamiento de la comunicación de esta zona con el centro urbano y con el pulmón verde de Fuentes Blancas; la soberbia falta de respeto a los vecinos y a la más elemental racionalidad urbanística. Es cierto que, cuando se construyó, la Deportiva ocupaba una tierra de nadie alejada de la ciudad e incluso de Gamonal, que era un minúsculo arrabal en torno a la iglesia de la Antigua. Pero parece increíble que a lo largo de cincuenta años, cuando la instalación ha resultado una especie de quiste urbanístico cada vez más infecto, no se haya abordado alguna solución o paliativo, como si los asuntos que tienen que ver con el ejército siguieran siendo tabú, al igual que en tiempos de la dictadura.

Pues no se trata solo de la Deportiva, si hablamos de las instalaciones militares ubicadas en Gamonal y sus alrededores (como refleja el plano de Infoburgos). Estas campean por los cuatro costados de este atribulado barrio, ejemplo de “explotación urbanística rayana en la barbarie”, al decir del urbanista Chueca Goitia. Hay que hablar también de la cercana residencia de oficiales (“solteros”, se dijo inicialmente, pues los que tenían familia iban a la contigua barriada militar), de la Academia de Ingenieros con el anejo Parque de Intendencia, del Gobierno Militar y de la ampliación de 30 hectáreas de los aeródromos de Gamonal–Villafría, cuyas pistas fueron operativas durante la Guerra Civil gracias a la Luftwaffe y se usaron para bombardear el País Vasco y Cantabria. Sin olvidar la larga persistencia de instalaciones castrenses anteriores: el parque de automóviles de Capiscol, el cuartel de Intendencia “Capitán Mayoral” y algún almacén de pólvora. (No muy lejos estaban los campos de tiro y maniobras de Vista Alegre y de Santimia, que sirvieron como lugar de fusilamientos durante la Guerra Civil).

La mayoría de estas instalaciones fueron obras de nueva planta propiciadas por Juan Yagüe durante su largo mandato como capitán general de la VI Región Militar (1943-1952), siguiendo directrices del propio gobierno de Franco.  “Hay que dotar a la ciudad –decía en 1945– de unos servicios de los que estaba necesitada en el orden castrense: residencias y viviendas, además de instalaciones deportivas que, con carácter cívico-militar estén prioritariamente al servicio de las necesidades del ejército (cuadros y unidades)”. La Ciudad Deportiva no estaba concebida para adiestramiento de tropas (y en esto corrijo un poco el reportaje de Burgosdijital ), sino para el mantenimiento físico de oficiales y suboficiales, en sintonía con la mentalidad del nazismo, para el que el soldado era o debía ser el exponente más refinado de la raza, tanto en lo físico como en lo espiritual. Yagüe, como ministro de aviación (el primero que tuvo Franco), había visitado la Alemania nazi y visto de cerca cuáles eran las pautas de la Luftwaffe y de la Wehrmacht a ese respecto.

La Deportiva se diseñaba también dentro de ese espíritu clasista y señoritil que tanto gustaba a los militares españoles de otras épocas; de ahí que inicialmente no solo se discriminaba a los civiles en ella, sino que las instalaciones de los oficiales estaban separadas de las de los suboficiales (lo mismo que las viviendas militares contiguas).  De ahí también las anacrónicas competiciones hípicas, cuando los caballos hacía tiempo que habían perdido la batalla ante los carros de combate. ¿Qué importaba que la Deportiva invadiera un cauce molinar y varios caminos locales?  Se trataba de lograr un ambiente ”distinguido”, cosa que sin duda se conseguía sobre un trasfondo social de muertos de hambre y rojos escarmentados.

Es necesario recordar el contexto histórico de la época para entender el trasfondo de esa militarización del territorio burgalés, que se remonta al siglo XVIII, cuando la ciudad fue “designada” como capital militar (por no recordar las fazañas y guerras civiles medievales). Conviene saber que Franco, de la misma promoción que Yagüe, había sido nombrado en Burgos, seis o siete años antes, Jefe del Gobierno y del Estado, Generalísimo de los tres ejércitos, capitán general y Jefe Nacional de FET de las JONS. Tanto Yagüe como Franco mantuvieron una especial relación con la “capital de la Cruzada”, cuyas fuerzas vivas habían acogido al llamado Movimiento Nacional con especial entusiasmo y luego albergado y sostenido la mayor parte  de las altas instituciones del Nuevo Estado (todas no, pues no cabían), empezando por el Cuartel General y la residencia oficial del flamante Jefe de Estado y Caudillo.

La situación del país en 1939 hubiera exigido por parte del Nuevo Estado una atención prioritaria a la reconstrucción de las infraestructuras, a las necesidades básicas de la población civil y, en lo posible, a paliar los terribles desgarrones en la convivencia de la sociedad española. Pero en esa época la dictadura no pudo ni quiso atender como debía esas exigencias, ya que seguía en pie de guerra y vigilante frente a sus enemigos interiores y exteriores. Resulta dolorosamente significativo que el primer Desfile “de la Victoria” se celebrara el 19 de mayo de 1939, la misma fecha en que aparecía en el Boletín Oficial del Estado el decreto de racionamiento de recursos básicos, que se prolongó hasta 1952. Esa fue, en esquema, la antinomia con la que tuvo que bregar el pueblo español durante lustros: una dictadura militar “ostentórea” y opresiva, por un lado, y la penuria y el hambre, por otro. El estado de guerra siguió operativo en España hasta 1948 y buena parte de los militares profesionales de la contienda siguió en nómina (entre ellos el 90 % de los alféreces provisionales), creándose además la Policía Nacional y los Tribunales de Responsabilidades políticas y de Represión de la masonería y el comunismo.

El contexto internacional tampoco invitaba a bajar la guardia. Hacia 1943 las cosas se estaban poniendo muy difíciles para el Eje Roma-Berlín en la II Guerra mundial, y en más de una coyuntura el régimen de Franco temió que su previsible derrota les arrastrara al basurero de la historia. Sin embargo, Yagüe, que era un “echao pa’lante”, como se dice vulgarmente, no descartaba una intervención española en el conflicto.  Algo de eso podemos ver en este pasaje de su discurso de toma de posesión como capitán general: “Preparaos y preparad a vuestros hombres, físicamente, técnicamente y, sobre todo, moralmente, para estar en todo momento dispuestos a lanzar si fuera preciso el Arriba España que levante nuevamente  en vilo a los españoles (...) Sé también que, si sonase el clarín, formaríais en filas con el mismo entusiasmo que en el año 1936, y una vez más enseñaríais al mundo de lo que son capaces los hombres de España”.

En el plano interior, los trabajadores eran mirados aún con desconfianza (de ahí que las barriadas obreras, como Illera y Yagüe se localizaran lo más lejos posible del centro) y la actividad guerrillera, si no un peligro, fue una fuente de preocupación, al menos durante los años de la II Guerra Mundial y tras la derrota de los fascismos.

Cuando Franco se despidió de Burgos, en octubre de 1939, prometió a las autoridades locales un futuro de desarrollo industrial como premio a sus sacrificios durante la guerra. Pero no estaba el horno para demasiados bollos en ese momento y el único “premio” que hubo –así se presentó el asunto– fue la concesión de la academia de ingenieros. Aunque en la inmediata  posguerra se implantaron en la ciudad empresas de cierta envergadura (la Sedera, INDUPISA, Campofrío, la FNMT, etc), pronto se decantó el crecimiento urbanístico hacia lo castrense, respondiendo a ese contexto histórico que hemos apuntado, a la vieja inercia de ciudad cuartelaria y a la concepción de las fuerzas armadas como controladoras del territorio y de la población civil, algo propio de regímenes dictatoriales. Como ocurriera en el siglo XIX, las fuerzas vivas locales consideraron que, mientras llegaba el tren de la industrialización, cabía basar la prosperidad y el prestigio de la Cabeza de Castilla en su proyección como base militar de envergadura.

El plan de ordenación urbana encargado por el ayuntamiento al ingeniero José Paz Maroto en 1943 respondía a esa idea. Identificaba  la expansión de la ciudad con un ensanche moderno situado al este del casco histórico consolidado, en la zona de las Calzadas y los Vadillos. Para su plasmación eran necesarios, entre otras cosas, el encauzamiento de los ríos Pico y Vena y el traslado de los viejos cuarteles regimentales de la calle Vitoria y sus alrededores (no muy lejos estaba la casa cuartel de la Guardia Civil). Estos irían desplazados a una gigantesca área militar que se preveía al este de la ciudad, ocupando la mayor parte del término de Gamonal –entonces aún no anexionado– desde la Barriada Militar, ya parcialmente construida, hasta los aeródromos de Gamonal-Villafría, a lo largo de unos seis kilómetros longitudinales Allí había terrenos más que suficientes, cuando la palabra especulación aún no figuraba en el argot de los constructores cuatreros, tan característicos del panorama social posterior.

Es cierto que estos planes no se realizaron en su integridad (¿cuándo se han cumplido los planes urbanísticos en la ciudad del Juicio de la Construcción?), pero marcaron en buena medida ese destino castrense que hemos señalado para Gamonal (y que caracteriza también al conjunto de la ciudad hasta los años sesenta). Luego vino otro problema: al no cumplirse el plan Paz Maroto en esa zona, ni haber una orientación alternativa para el desarrollo urbanístico de Gamonal en los años decisivos de su militarización y de su industrialización (desde los años 40 a los 70),  la construcción de grandes edificios residenciales respondió casi únicamente a los intereses crematísticos de propietarios de suelo y constructores, con el desastroso resultado que tenemos a la vista. En esa época está el origen del Gamonal actual: cuando se integró en Burgos (1955) y multiplicó vertiginosamente su población (de unos 2.000 habitantes a más de 30.000). Como diría el entrañable Virgilio Mazuela, “a Burgos le ha salido un bulto en un costado, a modo de tumor disforme, al convertirse un pueblo, un grupo de casitas dignas y acogedoras, en un barrio improvisado”. Con los cuarteles y la deportiva a un lado y el polígono industrial –gran dispensador de puestos de trabajo en los años del desarrollismo– al otro, Gamonal bulle como una colmena creciente “... y hoy es el día en que, –añadía Virgilio– con casi 50.000 almas, anda buscando una identidad dentro de esa cultura de aluvión, hija de distintos padres y de distintas circunstancias”.  Virgilio no residía en el barrio, pero lo conocía bien, por sus amigos y sus reuniones en el Ateneo Popular; podía testificar también que, al menos, los vecinos y sus asociaciones plantaban la cara y luchaban cuando los agravios eran demasiado abusivos (av. Eladio Perlado, 6º instituto, etc).

Por lo que se refiere a las instalaciones militares de la época de Yagüe, no solo hacían falta terrenos, que el ayuntamiento era propenso a ceder gratuitamente –incluso en el caso de que hubiera que comprarlos–; había que urbanizar, dotar de accesos, construir los edificios, amueblarlos, sostener sus gastos ordinarios... En circunstancias normales, todo ello debería haber ido a cargo de las arcas del Estado, pero no fue así en este caso, algo que, por otro lado, tampoco resulta especial dentro de las ciudades sostenedoras de grandes infraestructuras militares (por ejemplo, las sedes de las capitanías generales). No podemos dar demasiados detalles, pero podemos afirmar que todo ello supuso una gravosa carga para las arcas locales, muy castigadas ya durante los años de la guerra, y debió de redundar muy negativamente en los planes de rehabilitación de la ciudad y en sus servicios asistenciales, justo en el momento en que eran más necesarios.

Sólo a título ejemplo diremos que en 1939 el presupuesto del Ayuntamiento de Burgos rondaba los 3,5 millones de pesetas, la tercera parte del cual se iba en amortizar una deuda que se había multiplicado durante la guerra. Pues bien, en esa situación los ediles se apresuran a negociar un préstamo con la Caja de Ahorros municipal de 1.100.000 pesetas para financiar la construcción de la Academia de ingenieros. Paralelamente, la asignación de casa baratas pasó de 10.000 a 50.000 pesetas, lo cual nos da una idea de cuáles eran las prioridades del momento. Es cierto que el régimen construyó barrios de casas “ultrabaratas” (así se llamaban oficialmente), como los de Yagüe e Yllera, pero muy lejos de las que se necesitaban. No llegaron a 1.000 viviendas en esas dos urbanizaciones, siendo así que hacían falta más de 2.500. 

Y es que en Burgos, a pesar de haber sido “capital de la cruzada”, la cosas no iban mucho mejor que en el resto de la “España nacional”. Hacia 1940 el 60 % del parque de viviendas de la ciudad eran “sórdidas” y se hallaba en malas condiciones (falta de sanitarios, agua corriente, etc.), según el arquitecto municipal, el falangista José Luis Gutiérrez. La miseria era tal que en algunos barrios periféricos, sobre todo al sur del río y en San Pedro de la Fuente, la mortalidad infantil superaba el 150 por mil. Algunas familias vivían en cuevas y tugurios del extrarradio, periódicamente visitados por la policía. A pesar de todo, las autoridades locales se afanaban dando prioridad a las obras militares y prodigando actos y monumentos laudatorios del Nuevo Estado y de sus caudillos. La compra del Palacio de la Isla por el ayuntamiento y la diputación de Burgos para obsequiar a Franco es un ejemplo señero de esa actitud servil. Pero no podemos extrañarnos de ello, viendo la nómina de los personajes políticos locales de esa época.  ¿Qué crítica o reserva ante los planes oficiales podían hacer los alcaldes Florentino Martínez Mata o Aurelio Gómez Escolar, ambos “camisas viejas” falangistas, a un Yagüe, carnicero de Asturias y de Badajoz, miembro del Consejo Nacional de Falange y uno de los pocos que alguna vez había sacado los pies del tiesto franquista sin que ello le costara la vida?, ¿qué podía decir el entonces teniente coronel Carlos Quintana –sucesor de Gómez Escolar en la alcaldía– a su capitán general cuando este le reprochaba con malos modos su poca atención a las obras militares, él, que ya había sido servidor de la dictadura de Primo de Rivera y luego juez especial en los consejos de guerra y primer gestor de las Comisiones de incautación de bienes?, ¿qué objeciones técnicas podía poner el arquitecto municipal, camarada José Luis Gutiérrez, quien había pedido días de permiso en julio del 36 para dedicarse al “Alzamiento”?, ¿qué podía alegar un Honorato Martín Cobos, presidente de la Diputación Provincial, cuya hoja de servicios al régimen comienza siendo enlace de la guarnición de Burgos con el general Mola, director de la conspiración?, ¿qué, en fin, un Alejandro Rodríguez de Valcárcel, gobernador civil y Jefe provincial del Movimiento, que inició su cursus honorum en la “batalla de Pancorbo” (en la que un grupo de falangistas y guardias civiles acorraló en la Casa consistorial a algunos vecinos armados de escopetas) y lo terminó tomando juramento a Juan Carlos I como rey, siendo él presidente de las Cortes franquistas? Todos ellos habían colaborado decisivamente en la gestación de esa criatura monstruosa que ahora les seguía exigiendo sacrificios patrióticos, siempre a la espera de algún reconocimiento más sustancial que los títulos honoríficos, los milenarios de Castilla o las periódicas estancias del Caudillo en el palacio de la Isla.

Ese es el contexto histórico de las instalaciones militares del Burgos de la posguerra. Pasan los años, y ya a finales de siglo viene el momento de la desaparición de las capitanías generales y de la desafección de muchas dependencias militares por todo el territorio nacional. Es la época de los convenios de los ayuntamientos con el Ministerio de Defensa. O, mejor dicho, con la Gerencia de Infraestructuras, que actúa con un criterio siempre –o casi– aplicado a rajatabla: las enajenaciones de terrenos militares siempre serán onerosas. Dicho en plata: que esos solares, en su mayoría cedidos al ejército en otros tiempos gratis et amore (amor a la Patria, claro), carecen de derecho de reversión, no vuelven sin cargas a la institución que los cedió, sino que son objeto de una tasación según los valores de mercado y vendidos al mejor postor. De ahí que los solares del parque de automóviles se vendieran como si hubiera petróleo debajo de ellos, de ahí la astronómica cifra que el ayuntamiento hubo de pagar (en incremento de aprovechamientos urbanísticos) por la recuperación del aeródromo de Gamonal. Sin embargo, la literatura oficial habla de la “cesión” del aeropuerto al Ayuntamiento, que luego lo transfiera al Estado (AENA).

Pero, al parecer, la Deportiva Miliar no se desafecta, sino que sigue dando un agradable servicio de esparcimiento y relax a la guarnición posmoderna y a sus amiguetes. En su momento, hace bastantes años, el que suscribe propuso obras de remodelación de la Deportiva que, al menos, paliaran esa aberrante situación que hemos descrito. Por ejemplo, la prolongación de la calle San Bruno hasta Fuentes Blancas, o la de Villafranca (calle que, por cierto, puede ser considerada como tramo del camino de Santiago entre los montes de Oca y Burgos), eliminando las caballerizas. Todo con el fin de facilitar la conexión del barrio con los paseos y frondas de Fuentes Blancas y del Arlanzón. Del mismo modo se planteaba la prolongación de la avenida de Obdulio Fernández, que viene a morir ignominiosamente ante las tapias de la Comandancia de Obras. Y tantas otras cosas. Está de más decir que estas propuestas recibieron la callada por respuesta. Pero quizá lo peor de todo es que el tema de las relaciones del ayuntamiento con el ministerio de Defensa en torno a cuestiones urbanísticas nunca fue objeto de debate público, de modo que los acuerdos y convenios solo eran conocidos por la opinión pública cuando ya se habían firmado. Eso está en el haber de los partidos mayoritarios, PP y PSOE, así como de la inefable SI, tantos años liderada por el inolvidable Peña.

No está mal que el asunto salga ahora a la calle; más vale tarde que nunca, aunque la tardanza en abordar los problemas casi siempre deriva en su agravación.
Pero ojalá me equivoque en esta ocasión.

Luis Castro

domingo, 16 de octubre de 2011

Respuesta masiva en Burgos al llamamiento del 15-O

Por miles han de estimarse los asistentes ayer en Burgos al llamamiento hecho por el movimiento 15-O, lo cual indica que el espíritu que ya se expresó masivamente 5 meses atrás continúa aún muy vivo y sigue clamando a través de su voz por unos verdaderos cambios en los ámbitos político y financiero.

El movimiento 15-O Unidos por un #Cambioglobal al que se sumaron más de 950 ciudades repartidas por 82 países puede tildarse de un rotundo éxito a nivel mundial y en esta ocasión nuestra ciudad tampoco ha querido ser menos, mostrando a través de gritos y pancartas el malestar existente con la situación general actual, las medidas (no) puestas en marcha  hasta el momento y de forma más cercana con la propia política municipal.














viernes, 14 de octubre de 2011

Razones burgalesas para el 15-O


El tiempo parece dar la razón a todas aquellas personas que dudaban en poder encontrar una salida a la crisis económica y político-institucional dentro de lo que se ha dado en llamar “estado de derecho”. Las personas que se consuelan con el mal de muchos pueden estar tranquilas, en ésto Spain no es different. El mal aqueja a todo el autodenominado mundo libre y es que los bruscos movimientos de los políticos para satisfacer los intereses de la minoría adinerada están haciendo trizas la legitimidad de un sistema que se nos vendían hasta ahora con la etiqueta de “democracia”.

Hace unas semanas nos enterábamos de que 700 manifestantes del movimiento #occupywallstreet en Nueva York eran detenidas por cortar el puente de Brooklyn. Paradójicamente esas personas protestaban, entre otras cosas, por la impunidad que gozan aquellos que han provocado la mayor crisis económica de las últimas décadas. La justicia esgrime la espada pero nadie sabe donde esconde la balanza.

El PSOE y el PP debieron tomar mala nota del mensaje que les envió la ciudadanía durante esta primavera. Así, mientras los presidentes de las nuevas cajas practicaban una austeridad sui generis poniéndose sueldos de ocho cifras, Zapatero, Rajoy y Rubalcaba “cedían” a las demandas de mayor participación política reformando la Constitución de todos/as sin consultar a nadie y certificando la ausencia de esperanza para toda una generación de españoles. Éso sí, todo en nombre del “estado de derecho”.

Nuestra pequeña ciudad no ha estado al margen de los acontecimientos. Hace tres meses y medio Lacalle se convertía en regidor de la ciudad y ese mismo día, como en Nueva York, también se detuvieron a tres personas por decirles a los concejales: “Que no nos representan”, “No hay pan para tanto chorizo” y que lo que hace el Ayuntamiento “Lo llaman democracia y no lo es”.

Después de 100 días de gobierno: Lacalle, Ibáñez, Conde y todos los demás; se esfuerzan en darnos la razón y en animarnos a volver a tomar las calles. El partido que presume de bajar los impuestos resulta que subirá por ejemplo el 10% el precio de los servicios sociales que prestan los CEAS, la ayuda a domicilio y las guarderías. Magras subidas si se las comparas con la del agua porque en ésto los y las burgalesas podremos llegar a pagar hasta un 85% más en nuestros recibos, no así la industria que probablemente habrá movido sus hilos para evitarlo.

¿Cómo se van a costear entonces obras tan “indispensables” para la ciudad como el paseo de la Isla o la plaza de Fernando III? ¿Cómo se van a pagar obras de costes tan “mesurados” como la del bulevar o Villalonquejar IV? ¿Cómo se va a pagar el sueldo del tan útil, como exitoso e inmaculado, Malvido “viceconcejal” de cultura? He aquí la respuesta ¿Nos contará Lacalle qué subirá para pagar el Burgos Arena? Sobre esto último, sería interesante que nos diera pistas antes de comenzar las obras.

Este afán recaudatorio contrasta con la supuesta desidia, negligencia o choriceo -aún no se sabe exactamente- del caso Espolón. Para los más despistados recordar que el antiguo café Pinedo, al que tan asiduos son los concejales y diputados provinciales, lleva más de 10 años sin pagar el alquiler del local y se estima que en ello hemos perdido todos más de 100.000 euros que ya lamentablemente han prescrito. Lo asombroso es que Ibáñez, a la sazón concejal de Hacienda durante la pasada legislatura, no haya aún conjugado por ello el verbo dimitir, ni que Lacalle haya apoyado una comisión política de investigación en el Ayuntamiento, ni que la justicia haya intervenido directamente de oficio. Mientras, la policía no ha detenido al emprendedor hostelero, ni siquiera le ha cerrado el chiringuito, sino que únicamente ha procedido a retirarle “educadamente” la terraza.

Como sus primos de Madrid el PP de Burgos también ha tomado nota errónea sobre la voluntad de participación política de la ciudadanía. Desde que se inauguró la legislatura miembros de Democracia Real Ya vienen participando en los plenos realizando preguntas al equipo de gobierno, demostrando con ello tener mucho más interés que algunos concejales, como Cristino, que aprovechan esos momentos para dormitar placenteramente. Lacalle, una vez más y mostrando su interés por “fortalecer” la participación ciudadana, estudia ahora la posibilidad de impedir la asistencia de público a los plenos y, por supuesto, la de realizar preguntas en ellos.

Por éstas y por otras muchas razones que se nos han presentado en estos últimos meses, es necesario que Burgos este 15-O se eche de nuevo a la calle para con ello volver a recordar a Lacalle, Ibáñez y compañía lo mismo que ya se decía hace ahora cinco meses: “Que no nos representan”, “Lo llaman democracia y no lo es” y que “No hay pan para tanto chorizo”.

jueves, 13 de octubre de 2011

Reseña de "Testo Yonqui" de Beatriz Preciado

Continuamos nuestro proyecto de presentar las principales obras de la filósofa burgalesa Beatriz Preciado reseñando su segundo libro, Testo yonki, para muchos una de las publicaciones más interesantes y fructíferas de los últimos tiempos, y sin duda una creación original y sorprendente.
Se trata, como nos dice la autora, de “un ensayo corporal, una ficción autopolítica o una autoteoría” una suerte de autobiografía donde el verbo que hiló en el “Manifiesto Contrasexual” deviene carne, ya que durante todo el proceso de escritura del libro se aplicó regularmente Testosterona en gel para experimentar en su propio cuerpo el intergénero al margen de cualquier protocolo oficial de cambio de sexo.
Este contexto le sirve para explicarnos que el capitalismo actual, postfordista, ya no tiene como eje productivo la fábrica ni la empresa, sino que el motor de la nueva máquina capitalista está en la sociedad y en los símbolos que ella produce. El capitalismo ha sabido sacar beneficios de la capacidad de hacer sentir deseo, y así la actual construcción sociocultural del género y la producción de la subjetividad sexual no son más que mecanismos normalizadores y reguladores que aseguran que todo ese engranaje siga dando sus frutos.

Preciado señala la importancia clave que dos elementos juegan en este mundo social y económicamente globalizado. Por una parte, fármacos como las hormonas, los antidepresivos los esteroides... entendidos como procesos de control de un gobierno biomolecular y, por otro lado,  la industria pornográfica como construcción semioticotécnica de la subjetividad sexual. Así, rebautiza el capitalismo postfordista como capitalismo farmacopornográfico frente al cual,  dice, sólo nos quedaría asumir la postura de hackers de género.
Todo este discurso queda atravesado morbosamente por la narración descarnada de las experiencias que le procuran la Testosterona, los inicios de su relación con Virgine Despentes, la gran dama destroy-punk de las letras francesas, y el lamento rabioso por el amigo muerto. Lo personal, nos dice, también es política y ella está dispuesta a vomitarlo todo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Manifestación 15-O en Burgos.























La asamblea del 15-M y Democracia real ya de Burgos convocan a los/as burgaleses/as a una manifestación que partirá este sábado a las seis de la tarde de la Plaza Mayor.  La manifestación se enmarca en la primera convocatoria de movilización mundial, (45 países) y supone continuar  la brecha abierta por las movilizaciones de indignación ciudadana que comenzaron en el norte de África, pasaron posteriormente a España, Grecia e Israel y que recientemente saltaron el charco hacia Chile y los Estados Unidos.  

Imagen de la manifestación del 20 de mayo de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

La Despensa Biológica: Soberanía Alimentaria.

Ya hemos hablado en otras entradas sobre Soberanía alimentaria y el monopolio de las multinacionales en el negocio de la comida. En esta ocasión entrevistamos a una asociación Burgalesa que desde hace más de 10 años lleva practicando la soberanía alimentaria en nuestra tierra, consumiendo a productores/as locales, campesinos/as ecológicos que de otra manera deberían entrar en el gran mercado para dar salida a sus productos. 10 años creando redes de confianza, bien alimentando familias, y generando una riqueza que nos beneficia a todas. 
Una Asociación con más de un centenar de socios/as, que sin ninguna subvención autogestionan su alimentación de forma sencilla y eficiente. 
Un ejemplo a seguir y apoyar 


domingo, 9 de octubre de 2011

‘El ojo que todo lo ve’ se desplaza a El Plantío

En esta ocasión ‘El ojo que todo lo ve’ no tiene por menos que desplazarse hasta las instalaciones municipales de El Plantío para comprobar que el Ayuntamiento no cumple con las expectativas creadas de encontrar una solución al problema de los aparcamientos para estas instalaciones.

Promesas que se hicieron manifiestas en los medios a través del vicealcalde, Don Ángel Ibáñez, y su concejal encargado del área de Deportes, Don Bienvenido Nieto, allá por el pasado mes de junio cuando el problema se acentuó con la apertura de las piscinas municipales y la celebración de la tradicional feria taurina. Desde el Ayuntamiento se informaba que se estaban desarrollando ya gestiones para solventar en parte este problema mediante el acondicionamiento de una parcela existe frente a las piscinas de verano.

Con el inicio de la Liga y la disputa del primer partido del Autocid en casa, ‘El ojo que todo lo ve’ ha podido ser testigo que el problema del aparcamiento en este entorno persiste y que nada de lo adelantado por los representantes del Ayuntamiento se ha materializado. Por el momento, los aficionados que se desplazan hasta este complejo deportivo de nuestra ciudad siguen teniendo grandes problemas para dejar sus vehículos, la parcela que se publicitó como solución al problema sigue sin estar habilitada para tal fin y los vecinos de la zona continúan sufriendo los problemas derivados del mal estacionamiento.

Problemática ésta que ya se recogió en burgosdijital el pasado 5 de julio, cuando nos hícimos eco de las quejas manifestadas a este respecto por los vecinos de la zona (http://burgos-dijital.blogspot.com/2011/07/iniciativa-ciudadana-ante-la-pasividad.html).
 
Imágen recogida el viernes, día 30 de septiembre, durante la disputa del partido del Autocid. 







Otra imagen recogida el mismo día durante el partido del Autocid.
Cualquier sitio y cualquier forma es buena para estacionar ante la falta de aparcamiento.





Estado actual de parcela a la que hacía referencia el Ayuntamiento como solución al problema.

sábado, 8 de octubre de 2011

"Los derechos humanos por encima de todo" A.I.



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 los Derechos Humanos
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Acción de Amnistía Internacional por los Derechos Humanos.


Los partidos políticos están ya en campaña, discuten entre ellos, presentan propuestas y contrapropuestas, pero... ¿Dónde están los derechos humanos en sus programas?

La pena de muerte, la pobreza, la impunidad, la tortura... son violaciones que no entienden de crisis económica, o que en algunos caso incluso se agravan con la crisis. Es necesario que los partidos políticos se comprometan a no darle la espalda a millones de personas que en el mundo padecen diariamente graves violaciones a sus derechos.

Los partidos políticos deben poner los derechos humanos en el centro de su propuesta y su defensa debe ser un interés a perseguir en España y en las relaciones bilaterales de España con TODOS los países. Comprometerse a adoptar un Plan de DDHH es una prioridad. Garantizar que todas las personas en España pueden disfrutar de sus derechos es otra.

Escoge el o los partidos a los que quieras dirigirte (¡Bien si son todos!) y, para cada propuesta, envía un tweet. Los partidos políticos a los que nos dirigimos son aquellos que tienen actualmente representación parlamentaria.

Y para quienes no tengáis Twitter, o si aún teniendo te quedas con ganas de hacer más, te invitamos afirmar nuestra ciberacción donde aclamamos ¡No más derecho a la intemperie!  

viernes, 7 de octubre de 2011

Aparcamiento en Juan XXIII y la representación del 'Esperpento'

Según la RAE se define 'Esperpento’ como “un hecho grotesco o desatinado”, derivada dicha acepción del género literario creado por Ramón del Valle-Inclán, escritor español de la generación del 98, y que se caracteriza por la deformación grotesca de la realidad al servicio de una implícita intención crítica de la sociedad.

Con esa misma intención crítica de la sociedad que posibilita el particular prisma del 'Esperpento’ y de igual manera a como ya sucedía en la España de finales del siglo XIX, éste resulta también necesario para entender el comportamiento de ciertos personajes y el desarrollo de algunos acontecimientos de más rabiosa actualidad. De forma contraria y desde el punto de vista del siempre crudo 'Realismo’ (género literario que también se popularizó por aquella misma época), estos hechos y sus protagonistas carecerían de la coherencia y la lógica que se supone debe de regir en el comportamiento humano.

Hace ya más de 5 meses se nos anunciaba a bombo y platillo desde el Ayuntamiento de Burgos y en la voz de su entonces vicealcalde y concejal de Fomento, Don Javier Lacalle, la inminente construcción de un aparcamiento con 280 plazas en la zona de Juan XXIII como fruto de la venta de unos terrenos propiedad del Arzobispado de Burgos a la empresa Burgos Gestión de Aparcamientos que ya había realizado anteriormente operaciones de este tipo en otras ciudades.

En la sorpresiva comparecencia de este alto (ahora más alto) representante del Ayuntamiento para el anuncio de esta iniciativa escrupulosamente privada, se informaba con enorme satisfacción que dicha transacción era ya toda una realidad y que las obras de tan importante infraestructura para el desarrollo de la ciudad (suponemos, puesto que de lo contrario no se entiende este tipo de comparecencia de un representante público en un proyecto de carácter privado) verían su inicio antes de la llegada del verano. Si el anuncio por si mismo resulta a lo menos grotesco, a partir de ese momento es cuando la realidad consigue retorcerse y deformarse hasta lograr el mayor 'Esperpento’, veremos.

En el mes de mayo desde la formación de IU se hace pública cierta documentación que constata que los terrenos próximos a la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, ahora destinados al uso lúdico y deportivo del populoso vecindario, resultan realmente de propiedad municipal por lo que denunciaban la actuación de la Archidiócesis de Burgos con su venta a una empresa privada para la construcción de un aparcamiento en estos mismos terrenos. De esta forma quedaba a si mismo retratada la verdadera cara de un Ayuntamiento que desconoce y mal gestiona su propio patrimonio (mejor dicho, el de todos) mientras que por otro lado acosa con fines recaudatorios  a sus vecinos con la subida incesante y desproporcionada de tasas e impuestos municipales.

La parcela, de 3.000m2 y protagonista de este vodevil, es resultado de una permuta que realizó el Ayuntamiento en el año 1982 con una congregación religiosa femenina (anteriores propietarias del terreno) a cambio de una compensación económica y unos terrenos que el consistorio disponía próximos al Camino de los Andaluces (también en Gamonal) con el fin de ser destinados a un centro educativo. Fruto de aquel intercambio, el Ayuntamiento procedió adecuadamente a inscribir su nueva propiedad en el Registro; pero desde ese mismo momento parece que nadie volvió a prestar atención a estos terrenos, probablemente porque mantuvieron el mismo uso para el disfrute vecinal que ya tenían previamente y que precisamente obligó al Ayuntamiento a realizar la mencionada permuta. Bueno, parece que alguien sí volvió a prestarles una interesada atención, ¿quién? (con la iglesia hemos topado).

En el año 1997 y mediante Decretazo, el primer gobierno Aznar tuvo a bien el congraciarse con los representantes del poder celestial en la tierra y con ello permitirles ratificar la titularidad sobre todos aquellos bienes inmuebles que éstos certificasen como propios (todo fuese que en el futuro alguna inmoral autoridad temporal les quisiese desposeer de ellos). Los mecanismos utilizados, entre otros, fueron simplemente la relación de propiedades que aparecían en los archivos eclesiásticos (por supuesto, todos ellos acumulados durante centurias  fruto del trabajo desinteresado en favor de la fe, la esperanza y la caridad) y ateniéndose al denominado 'exceso de cabida’ se les permitió en muchos casos la extensión de las propiedades más allá de la descripción que mediante título se hace de las mismas. Así pues, ni corta ni perezosa (mediante quién  sabe, visto lo visto, qué tipo de documentación) el Arzobispado inscribió en el año 2009 catastralmente el terreno a su nombre, por lo cual y desde ese momento lo tomaron graciosamente como propio y susceptible de poder ser dispuesto como bien tuvieren, incluidas operaciones de carácter especulativo como ésta.

Por parte del Ayuntamiento de Burgos, no satisfecho con el sonrojante ridículo hecho durante la rueda de prensa en la que se anunció tan trascendental obra (dispuesta con el fin de demostrar la conveniencia de estos proyectos de índole privado en sustitución de la siempre gravosa e inadecuada iniciativa pública), decidió poner la maquinaria municipal a trabajar concienzudamente en el asunto con el fin de aclarar y dilucidar esta controvertida situación. Lo que nadie suponía es que esta situación, además de controvertida, fuese tan sumamente enmarañada puesto que para dicho estudio y sus correspondientes informes el Ayuntamiento ha requerido de más de 4 meses para su elaboración. Lo cual a todas luces demuestra una no excesiva voluntad en el rápido esclarecimiento de la situación (mejor pensar así, porque las otras opciones posibles resultarían ciertamente aún más preocupantes), habida cuenta que ya en el mes de julio desde la oposición se le recriminaba al equipo de gobierno la falta de conclusiones al respecto de los informes iniciados para este fin.

Hace escasas fechas y tras recabar los sesudos estudios técnicos y jurídicos, el Ayuntamiento vuelve a hacer gala de su gusto por salir a la palestra y difunde sin complejos las conclusiones a los cuatro vientos, antes siquiera de informar de ellas a los grupos municipales. Así pues y en boca de su portavoz, Don Ángel Ibáñez, nos informaban orgullosa y felizmente de las conclusiones alcanzadas; o séase lo que todo el mundo sabía desde hacía meses y para lo que otros … sólo necesitaron visitar el Registro de la Propiedad nº 3 de Burgos para averiguarlo.

A partir de ese momento se ha abierto un período de alegaciones con el fin de que el afectado, es decir el Arzobispado de Burgos, pueda presentar sus razones a los informes remitidos desde el Ayuntamiento; todo sea que disponga de algún argumento extra, además del de tener siempre la mala costumbre de tomarse como propio aquello que directamente no es suyo (como parece el caso) o que únicamente se le cedió temporalmente de forma gratuita para su uso (como resultan así ser los terrenos donde se ubica la parroquia aledaña de Nuestra Señora de Fátima, sin ir más lejos). Permítannos señores decirles que esta forma de actuar en su particular decálogo profesional seguro que se estipula como … Pecado.

Por otro lado y con el fin de terminar de escenificar esta obra del mejor teatro esperpéntico, parece como poco chirriante que una empresa como Burgos Gestión de Aparcamientos, con una amplia y contrastada experiencia en este tipo de proyectos (por lo menos así se nos anunció), esté dispuesta a asumir una operación de esta envergadura sin cerciorarse con total seguridad de estar tratando con los verdaderos propietarios de un bien o … sencillamente con unos simples impostores.

jueves, 6 de octubre de 2011

A vueltas con la Deportiva militar (IV)



Como ciudadanos nos preguntamos, una vez más, si la situación de la Ciudad Deportiva Militar insertada como un quiste dentro de la trama urbana de la ciudad de Burgos es un hecho aislado o bien se produce en otras localidades de España. Tras un rápido análisis podríamos decir que la respuesta se queda entre el sí y el no. Nos explicamos. En todo el estado son comunes los centros deportivos o recreativos dependientes del Ministerio de Defensa para el solaz de sus empleados. Esto es común en este país e incluso tiene su normativa propia.

Ocurre también que la variedad de situaciones es significativa. Lo que parece ser particular de la Deportiva Militar de Burgos, y a tenor de los datos consultados, es la solera de estas instituciones, la calidad de las mismas, la ubicación tan céntrica, ….y sobre todo la presencia masiva de civiles. Esto sí va constituyendo una marca de la casa particular.

En las instituciones similares que hemos consultado, las instalaciones están reservadas a personal militar y en todo caso a empleados civiles del Ministerio de Defensa u organismo próximos. Nos consta asimismo que en algún centro concreto existe un convenio con el Ayuntamiento del lugar para uso de parte de las instalaciones por los vecinos del mismo, reglamentando espacios, usos y tiempos. Lo que no  parece ocurrir en ningún centro de estas características, o al menos no lo hemos encontrado, es que en instalaciones pensadas para el encuentro y fraternidad de los efectivos del Ejército, y por supuesto en espacios propiedad del Ministerio de Defensa, acudan  mayoritariamente civiles. Eso sí civiles escogidos, no cualquier tipo de civil. En este punto es donde entendemos que existe una evidente e histórica discriminación. Y no porque no creamos que haya que regular la entrada, si no en el cómo se procede a su reglamentación, marcando a los “pata negra” por elección y transmisión sanguínea, algo que tiene poco que ver con la cultura democrática y liberal: “todos nacemos con las mismas oportunidades”, que parece se profesa en nuestro sistema político y de ciudadanía. Es más, el espacio de la Ciudad Deportiva Militar pertenece al Ministerio de Defensa, o sea que es un espacio público, en ningún caso tendrían los socios, o su Junta Directiva que decidir quién es apto o no, los socios en sí nos son los propietarios, ni lo podrán ser jamás, en todo caso son los usufructuarios del recinto y de sus instalaciones.

Por tanto, llamamos a la reflexión sobre este extraordinario hecho de “privatización encubierta” del espacio público, por los propios gestores de la Ciudad Deportiva, acomodados a un modus vivendi en el que consienten el acceso a personas no vinculadas al Ministerio de Defensa para soportar los gastos de un centro deportivo que por sí mismos no podrían sostener. Creemos que esta situación debería revertirse y tendrían que examinarla con atención desde el Ministerio de Defensa hasta el Ayuntamiento de la Ciudad. Más aún cuando la misma ciudad es deficitaria en espacios deportivos, por ejemplo los que tienen que ver con la práctica del atletismo, infrautilizados en la Ciudad Deportiva. Solicitamos asimismo la devolución a la ciudad de un espacio verde, escasos en el barrio de Capiscol, como el cauce Molinar, y que poco puede aportar a la confraternización de los soldados, objetivo inicial de la Deportiva Militar.

Queremos que todos los burgaleses reflexionen acerca de este hecho que desde diferentes aspectos nos condiciona a todos y supone un lacerante menoscabo para el interés público, algo que ocurre con aparente naturalidad y que el uso y costumbre parecen normalizar, salta a la vista su excepcionalidad cuando se compara con otras situaciones similares en otros lugares de España, y cuando se profundiza en la naturaleza real de la usurpación de derechos y espacios al común de los ciudadanos.

Podemos decir que hemos contrastado con la situación en otros centros deportivos para militares ubicados en Valladolid, Málaga, Pamplona, Tenerife, Valencia, Madrid (dos, uno de ellos solo para militares de aviación), Valencia, los centros propios de la Marina y alguno más.