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lunes, 15 de octubre de 2012

El frío otoño caliente de CCOO y UGT

Manifestante en la protesta del pasado 15 de septiembre en Madrid.  
El pasado domingo siete de octubre los grandes sindicatos CCOO y UGT convocaron una manifestación en nuestra ciudad para exigir al gobierno un referéndum sobre los recortes sociales y que, según sus dirigentes, iba encaminada a preparar una futura huelga general.  Si usted no se enteró, no se preocupe; en realidad casi nadie lo hizo.  Los organizadores no tuvieron vergüenza en admitir que lograron convocar a 2.000 manifestantes.  Cifra que se antoja harto magra para sindicatos que cuentan con decenas de miles de afiliados en Burgos, aunque no tanta a tenor de la nula publicidad dada al evento.   Seguro que muchos afiliados a los que les hubiera gustado acudir estuvieron deambulando por el mercado medieval ajenos a la manifestación.

Las cúpulas de estos dos sindicatos en nuestra ciudad nos tienen acostumbrados a estas muestras de desidia que acaban convirtiendo las manifestaciones en una especie de procesión sosa.  El tufillo a sainete que despedía la del pasado domingo 7 de octubre fue confirmado al final.  Los líderes provinciales de CCOO y UGT se dejaron acompañar en el estrado por Luís Escribano, cabeza de lista del PSOE.  Muchos de los que allí se encontraban debieron considerar esta ocurrencia como una muestra de mal gusto, y sin duda una torpeza si se pretende recuperar el prestigio perdido como defensores de los derechos de las y los trabajadores.  

Lo que se escenificó el pasado domingo en Burgos es preocupante pero va en la línea de la actuación de las direcciones de CCOO y UGT en la presente crisis.  Después de la connivencia de Toxo y Méndez con los recortes de Zapatero, pactar con el PSOE el incremento de la edad de jubilación a los 67, y la reducción de las pensiones, parecen no querer o no saber cambiar de rumbo.  Estos sindicatos, que hace años dejaron las calles por las mesas de negociación, se hallan en una crisis existencial sólo equiparable a la de los partidos socialdemócratas.  Mientras CCOO y UGT son ninguneados sistemáticamente en unas mesas de negociación que  han pasado a ser mesas informativas de los recortes,  en la calle se muestran incapaces de tener la relevancia de los movimientos como el 15-M,  el de “ocupa el congreso”, o el de los jornaleros de Gordillo. 

¿Para qué están sirviendo estos sindicatos?  De momento, para demorar una respuesta ciudadana más contundente.  Lo que de caliente está teniendo el otoño con el que amenazaron a Rajoy tras los últimos recortes  se está llevando a cabo al margen de estas organizaciones.  Probablemente acaben convocando una huelga, tardía y a contrapelo.  Probablemente cada vez más gente se preguntará si el objeto de la misma sea el de defender los derechos de la clase trabajadora o el de que esta salve la cara una vez más a unas organizaciones que, con la determinación demostrada en actos como los de Burgos la pasada semana, cada vez tienen menos credibilidad.

Carolina R. Tenaz

6 comentarios:

  1. los sindicatos verticales CCOO y UGT o hacen algo este año que tenga efectos practicos en la vida diaria de las personas o dejaran de poder auto darse la represntacion de los trabajadores, al menos en burgos. Hasta CNT y CGT juntas son capaces de aunar casi a la misma cantidad con mil veces menos recursos. Por no hablar ya de movimientos tipo 15m o 25s

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  2. No convocaban CCOO y UGT, sino la Cumbre Social (creo que se llama así) que agrupa a más de un centenar de organizaciones, eso para empezar. Cierto es que no hubo tiempo para dar publicidad a la convocatoria (yo recibí los carteles para colgar en mi centro de trabajo la mañana del viernes, y, como afiliado a UGT, me mosquee un montón, tengo que reconocerlo) y que esto fue un error de libro. Cierto es que ahora se llega a mucha gente a través del correo electrónico, lo que hace menos importante la publicidad de tipo clásico (ya no se tiran octavillas, je), pero también lo es que no se pueden hacer las cosas deprisa y corriendo, tarde mal y pronto, como decía mi abuela, y como con cierta desidia, como si fuera cosa de cubrir el expediente más que de obtener un éxito en la movilización, que es de lo que, en principio, debería de tratarse.

    Dicho esto, no es de recibo, en mi opinión, el cargar contra los sindicatos mayoritarios desde posiciones de izquierda como vienen haciendo algunos, tal vez simpatizantes de CGT, CNT u otros. Casualmente, la campaña de la ultraderecha mediática y del PP contra estos mismo sindicatos UGT y CCOO viene siendo en los últimos tiempos de una virulencia desconocida hasta el momento. Algunas de las más radicales conquistas del sindicalismo socialista de UGT y CCOO como es la de obtener financiación de los presupuestos generales del estado es contestada tanto desde la extrema derecha como desde la izquierda. Bueno. Para quienes hemos vivido la dictadura franquista, el hecho de que en los presupuestos generales se incluyan partidas para la defensa de los derechos de los trabajadores, que no otra cosa significan las subvenciones a las centrales mayoritarias, es una triunfo histórico de la clase trabajadora y no una "mamandurria". Afortunadamente, no toda la izquierda se deja llevar por ese contraproducente "izquierdismo" y así vemos como incluso el coordinador general de IU, Cayo Lara, se ha afiliado recientemente a CCOO.

    Respecto a Luis Escribano, diré que le conozco desde hace muchos años y que sé que ha militado en la izquierda desde antes de la muerte del dictador y que es un hombre íntegro e inteligente, cualidades estas que no abundan mucho precisamente en la política nacional. Diría que es importante discriminar un poco. Se puede criticar radicalmente al PSOE y, sin embargo, reconocer que muchos de sus militantes son históricos defensores de los derechos de los trabajadores en esta ciudad.

    Salud.

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  3. Se te ha olvidado añadir que hoy por hoy, cuentista total amén de mentiroso compulsivo.

    A los que durante el franquismo estuvieron trabajando activamente agradecerles de corazón los servicios prestados, pero que se echen a un lado que no se puede vivir de rentas eternamente, porque lo que nos trajeron con el postfranquisimo no me gusta un pelo. En muchos aspectos mejor lo llamaríamos neofranquismo.

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  4. un post sobre el papel del PSOE y Luis Escribano:
    http://viborg1917.blogspot.com.es/2012/10/que-hacemos-con-el-psoe.html

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  5. totalmente deacuerdo con el artículo. Sobre lo de oonvocar como Cumbre Social, no es más que un engaño y una tomadura de pelo: como saben que su prestigio esta a minimos intentan la estrategia clásica de "frente unido" (frente popular) pero que ellos dirijen y rentabilizan ¿quien salió en los medios, en primera linea de la mani....? Ya esta bien de seguir confiando en estos aparatos traidores. ¿Cuando se decididran los afiliados a sacudirse el lastre de esas siglas?

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  6. Amigo Rodri:

    Ahí están las elecciones sindicales para cambiar el curso de los acontecimientos. A mí me parece que dentro de las organizaciones, con el trabajo diario, los afiliados también podemos hacer que cambien las cosas. Hay que tener en cuenta, también, que un sindicato no puede actuar con los criterios políticos de Izquierda Anticapitalista. Los sindicatos mayoritarios forman parte del sistema (y por sistema me refiero al Estado y a la Uninón Europea), como los partidos políticos con representación parlamentaria, y deben actuar con responsabilidad, midiendo cuidadosamente las consecuencias de sus actuaciones. Aquí el problema es que la mayoría de las alternativas que aparecen por la izquierda no están suficientemente meditadas, no existen. Abandonar el euro, la OTAN, la UE, unilateralmente, como algunos pretenden, sería una malísima decisión que acarrearía una serie de desastres económicos que ríete de los ajustes de la troika. A lo mejor es que la mayoría de los trabajadores que ahora protestan por muchos menos estaría dispuesta a perder un cuarenta por ciento de su poder adquisitivo, así, de golpe y porrazo y yo todavía no me había enterado de esa predisposición tan cooperativista de las masas. Y todo esto sin tener tampoco un horizonte próximo de recuperación ni por asomo. La solución, en mi modestísima opinión, pasa por una victoria electoral de la izquierda parlamentaria en España, PSOE e IU, Portugal, Italia y Grecia, que unidas con los socialistas franceses formaran un frente común capaz de discutir las políticas hegemónicas neoliberales que ahora dirigen las instituciones europeas. No es un plan perfecto, ni mucho menos, no iba a acabar como por ensalmo con el sufrimiento de los parados y de los desahuciados y de los pensionistas con pensiones mínimas, pero sería un comienzo que permitiría pensar en un futuro mejor. Y, sobre todo, sería algo real, tangible, cuyos efectos se verían también a corto y medio plazo. Las revoluciones las hacen las personas y son las personas las que deben evolucionar y para ello necesitan un ambiente social propicio, una sociedad, unos poderes públicos que les garanticen derechos y RESPETO. Y eso lo puede conseguir la socialdemocracia, no, desde luego esta derecha neofalangista y cutre que nos gobierna (esto para los que siguen sosteniendo, supongo que por una cuestión de orgullo personal u organizativo, que el PSOE y el PP son lo mismo).

    En síntesis, que la única solución viable a esta crisis brutal es un frente político socialdemócrata mayoritario en los países del sur de Europa que fuerce el cambio de paradigma en la UE. Es mi opinión.

    Salud

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