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martes, 18 de junio de 2013

En torno a la Asamblea Ciudadana de Burgos

Por Víctor Atobas
Los rayos de sol tuestan las espigas. Las nubes son ciudades que se desperdigan en callejas y avenidas de una nieve mullida que se desplaza al tiempo que Asamblea; habiendo caminado un rato y bebido en la fuente, se detiene ante un poste al que han clavado tres carteles de madera y letras negras; los carteles que indican la dirección de URNAS y FIL DEL CAMINO apuntan en la misma dirección, a la dirección contraria que ENCUENTRO. El suspiro de Asamblea levanta su cabello dorado, que reposa de nuevo sobra la cabecita de la niña, que se pregunta ¿Dónde se supone que tengo que dirigirme?
Ahora supongamos que Asamblea decide desgastar las suelas de sus zapatos nuevos en caminar hacia el encuentro que se produce siempre en las plazas con Movimientos Sociales; concluida las manifestaciones, Movimientos Sociales, que cuando se moviliza para frenar un desahucio o denunciar a Deuda, se viste con ropas de distintos colores; camisetas verdes,  batas blancas y lazos negros, se encarama a la estatua de un antiguo rey lanzando un discurso que habla de que SÍ SE PUEDE recuperar la política y contrarrestar la ofensiva neoliberal.
El discurso de los movimientos sociales invita a Asamblea para que participe de una acción de carácter social que rompe con las supuestas verdades de la Transición, pacto entre las élites económicas y políticas del posfranquismo que concertaron el modelo territorial, de jefatura de Estado o el sistema de partidos, entre otros. El régimen del 78 se desmorona y, las nuevas formas de organización social, emergen ocupando la primera línea de acción frente a la decadencia de unos partidos políticos y unos sindicatos alejados del pueblo como espacios privilegiados y maniatados a las normas del parlamentarismo – con los problemas del electoralismo y la democracia de audiencias - o el pactismo en el caso de los sindicatos.
Si Asamblea quiera seguir desgastándose los zapatos… convertirse en una herramienta útil que empodere a la mayoría social, sería una idea a considerar, puesto que la crisis de la política afecta al sistema partidista distanciando a la clase trabajadora; es decir, los discursos tecnocráticos o de marca (la famosa Marca España o Sonríe, es Burgos… sonríe que vamos a cerrar las escuelas infantiles de Río Vena y Gamonal) preparan el terreno para un nuevo pacto de las élites – que tanto demandan algunos medios de comunicación- y que impongan una determinada verdad en los grandes debates.
Antes de que Asamblea escriba el libro que siempre piensa en escribir, nuestra niña de cabellos dorados debería acercarse a las plazas y a los parques para jugar con otros niños, nutriéndose del resto de experiencias políticas y secundando las movilizaciones que convoquen; este 20 de junio, CGT convoca una manifestación en defensa de lo público, una oportunidad fantástica de que Asamblea se movilice denunciando la situación del Hospital Universitario de Burgos; cierran plantas y despiden médicos e impulsan las jubilaciones forzosas, negándose a operar a personas de edad avanzada, relegando los tratamientos costosos pero necesarios o facturando cantidades ingentes a inmigrantes y, en definitiva, comerciando con la sanidad pública; un derecho universal que, desde el Hospital de Burgos, gestionan siguiendo criterios económicos de rentabilidad que desmantelan la atención sanitaria y un sistema público que trataba a tod@s por igual. Facturan miles de euros a inmigrantes porque gestionan la sanidad siguiendo criterios de rentabilidad propios del mercado privado…
El caso es cómo podría Asamblea escribir un programa de mínimos desconociendo todavía qué dirección tomar. El cartel de URNAS resulta tentador para algunas aves de rapiña que se posan en las rocas esbozando una mirada aguileña sobre Asamblea.
Supongamos que Asamblea sigue el cartel que indica la dirección de URNAS, que es al mismo tiempo el derrotero que conduce a FIN DEL CAMINO, puesto que las instituciones son el altavoz de las demandas y debates de la calle, el espacio público de adoquines y reivindicaciones; los y las trabajadoras, paradas, jubilados y estudiantes, pugnan por el empoderamiento de la mayoría social que representan y Asamblea debería trabajar las alternativas desde abajo, empoderando a quienes hasta ahora han delegado la representación en un sistema partidista que se ha regido por la supremacía del mercado sobre la política, la legitimidad de la opresión se encuentra en crisis mientras rescatan a banqueros y desahucian a obrero. Si Asamblea sigue el camino de URNAS, se enfrentará con los problemas del electoralismo, la representación y las relaciones entre la política municipal y constructoras- ó, transformarse en una organización que sea lo que tod@s queramos que sea y que sirva, en definitiva, para hacer política desde abajo;
¿Qué camino crees que seguirá Asamblea?

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