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| Foto de archivo Cabecera de la manifestación 9 de mayo de 2013 contra la LOMCE en Burgos |
Por Burgos Dijital
El ridículo y el absurdo, protagonistas en el Juicio
El día 23 de junio se ha celebrado en un Juzgado
de lo Contencioso-Administrativo de Burgos el juicio para la impugnación de una
sanción impuesta desde la Subdelegación del Gobierno de Burgos a una persona
integrante de la Plataforma por la Escuela Pública, Laica y Gratuita de Burgos
por una supuesta infracción de "alteración del orden público".
La vista del juicio resaltó lo
absurdo de la acusación realizada a esta persona, hasta el punto de que sólo
cabe esperar una sentencia favorable que anule la sanción.
Los hechos se remontan al pasado 9 de mayo de 2013 cuando la Plataforma por la Escuela Pública, Laica y Gratuita de Burgos celebró una manifestación comunicada en tiempo y forma, en contra de la aprobación de la LOMCE, y la supuesta infracción consistiría en que en el transcurso de esta concentración, durante la lectura del manifiesto y desde el estrado, se "convocó otra concentración ilegal", según la Subdelegación del Gobierno.
La Plataforma por la Escuela Pública, Laica y Gratuita de Burgos, sostiene que además de ser "inexistente" ese llamamiento "ilegal", se imputa a una persona que ni siquiera se dirigió a los manifestantes, y tampoco estaba en el estrado.
Una vez recibida la denuncia, la persona denunciada ha llevado a la Subdelegación del Gobierno pruebas consistentes que demuestran la imposibilidad de la comisión de la infracción, pero no ha servido de nada. Los agentes de policía que realizaron la denuncia apoyados por la Subdelegación sostienen de forma absurda la "acusación", sin querer entrar en razones ni hacer caso a pruebas fotográficas y testigos presenciales, lo que ha obligado a la persona denunciada al pago de la multa de 300 euros que ha hecho efectiva la Plataforma y con ello acudir a los Tribunales para defender su inocencia.
En el juicio se han mostrado pruebas fotográficas y vídeos así como el testimonio de varios testigos que estuvieron presentes en aquél acto.
Cabe destacar que ningún agente de la policía se ha presentado para ratificar la denuncia.
El ridículo y el absurdo han sido protagonistas en el juicio, y todo apunta a un "invento de los agentes de policía" que formularon la denuncia, sin escribir en ese momento ni un solo nombre, "una denuncia falsa", ya que la representante de la Administración solo ve pruebas exculpatorias y tuvo que reconocer en un informe final que no existían pruebas de la comisión de la infracción.
Ahora todo queda por decidir por el juez.
Una vez más se puede pensar que los agentes de Policía han recibido órdenes para intimidar y reprimir a una Plataforma muy activa, reivindicativa y molesta para los poderes públicos y la denuncia ha recaído sobre una persona que en la actualidad es muy activa en la Plataforma.
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