Obras Plaza de toros: El ático ilegal del alcalde se convierte en escenario de cargas policiales contra los manifestantes

Fotografía: Efecto Gamonal

Agente tratando de arrancar la pancarta a las jóvenes que la sostienen

Por Burgos Dijital

La concentración en contra de las obras de la plaza de toros comenzaba hoy a las 20:00h, puntual como siempre, en la Plaza del Cid, en pleno corazón de la capital burgalesa. Varios integrantes de la Asamblea contra la Especulación recordaban a los asistentes los motivos de la discordia, entre ellos y muy importante, que el ayuntamiento de la ciudad miente sobre el futuro uso del coso cubierto. Que la multimillonaria reforma que quieren acometer no servirá ni para albergar eventos multitudinarios ni deportivos, y que las condiciones con una cubierta no retráctil tampoco mejorarán los escasos eventos taurinos que acoge la ciudad.

Momento en el que el policía carga (izda.) ante la mirada de unos jóvenes

A continuación, se ha recordado la ingente deuda que tiene la ciudad, y algunos de los servicios sociales que se han ido suspendiendo paulatinamente desde los inicios de la “crisis”. Se ha calificado la obra, nuevamente, de inmoral, innecesaria e inútil. También se ha pedido la comparecencia del alcalde para pronunciarse sobre los últimos sucesos acaecidos en las calles.

Se ha pasado posteriormente a recoger propuestas de los presentes y a decidir entre todos si se procedía a una concentración o a una manifestación. La opinión mayoritaria ha sido la de manifestarse por las calles del centro en dirección a la residencia del alcalde (el ático ilegal, y de pago de dudoso origen). Hasta allí se ha dirigido la manifestación de forma completamente pacífica, flanqueados en todo momento por numerosos agentes policiales y de las UIP.

Ya delante del edificio en el que se encuentra el domicilio de Javier Lacalle, la presencia policial se ha incrementado notablemente, aumentando por este motivo la tensión entre los manifestantes, al sentirse acorralados. Un agente ha intentado arrancar la pancarta de las manos de los manifestantes (algo que ha recordado tristemente a los sucesos de Valladolid durante la Convención Nacional del PP que precedieron a una brutal e indiscriminada carga policial), y esto ha provocado nervios y confusión que ha derivado en ataques por parte de la policía a participantes en la manifestación. La rabia por la detención de un miembro de la asamblea que ha sido agredido por un policía ha desencadenado el lanzamiento de objetos e insultos a los agentes.

Posteriormente, en una de las calles colindantes, hemos sido testigos de un enfrentamiento verbal protagonizado por el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, y dos acompañantes, un hombre y una mujer, con unos jóvenes que habían participado en la manifestación. Se han cruzado insultos, en los que han increpado a los jóvenes y les han dicho cosas como “deberíais estar estudiando para los exámenes”, “vaya pinta de obreros tenéis”, “ya podíais preocuparos por otras cosas”, a lo que los muchachos y muchachas han respondido con exclamaciones de “ladrones”, “estamos reclamando que no se desperdicien los impuestos de todos”, o “luchamos por lo nuestro, intentamos que gente como vosotros no nos robe a todos”.

Mañana domingo se ha convocado una concentración frente a la comisaría de policía a las 13:00h, para pedir la libertad del detenido.

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César Rico ignora a las víctimas del terrorismo franquista.

Cráneo con entrada de proyectil. Fosa de Estépar. 

Por Lucas Mallada

Mientras algunos colectivos ciudadanos, apoyados por la iniciativa del Espacio Tangente y aportaciones económicas personales se han empeñado en asumir de forma particular la exhumación de una parte de nuestra historia reciente, en la que entronca nuestra democracia, las autoridades institucionales locales y regionales han brillado por su ausencia. Ni una palabra, ni un gesto, y mucho menos la presencia de la Diputación de Burgos, de la Junta de Castilla y León o de la Subdelegación del Gobierno de España, frente a los restos humanos desenterrados en la fosa común de Estépar, silenciados desde el aciago año del golpe de Estado de julio de 1936.

Mal está que no se repare de forma suficiente la eliminación sistemática de civiles por parte de un Estado, que en primer lugar tiene cierta responsabilidad histórica en los hechos y en segundo lugar les debe un homenaje por representar el germen de la resistencia a la intolerancia del terrorismo impuesto por los generales golpistas encabezados por Franco.

La ausencia de las instituciones políticas en el homenaje realizado en Estépar a las víctimas del terrorismo franquista no puede considerarse solamente un inocente olvido, mas bien parece toda una posición frente a algunas víctimas que no son reconocidas del todo por la democracia nacida en el año 1977. Este silencio y esta ausencia tan estruendosa retratan a los representantes institucionales que no han comprendido el enorme daño de legitimidad que generan a un Régimen político que, o no sabe, o no quiere, reconocer de forma idéntica a aquellos que han sido asesinados por defender la libertad de todos.

Tiempo tienen para reparar sus errores, porque las exhumaciones continuarán, en la medida que se consiga financiación (aportaciones desinteresadas), hasta desenterrar los restos de las 400 personas que se estima fueron exterminados en el Monte de Estépar, tras ser sacados del Penal de Burgos.

Por tanto invitamos: a César Rico como Presidente de la Diputación de Burgos, a Baudilio Fernández-Mardomingo, como Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, y a José María Arribas Andrés, como Subdelegado del Gobierno a que reconozcan, aunque sea con algunas décadas de retraso, a todos aquellos españoles que fueron asesinados por defender una España democrática y plural.

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