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domingo, 15 de junio de 2014

De la vieja a la nueva política


Por Burgos Dijital 

Tras celebrar unas elecciones al parlamento europeo y cambiar de Rey en quince días, aunque el congreso y consejo de ministros nos sigan decepcionando los viernes, habrá conceptos semánticos y lingüísticos que han alterado el cómo percibimos el mensaje que los comunicadores políticos hacen llegarnos.
En primer lugar tenemos “la Casta”; Puede definir a algunos políticos por el contenido y las formas en que toman decisiones que nos afectan. Aquélla que delimita los privilegios a las élites y los poderes económicos y deja sin valor “el mérito y capacidad” para desarrollar la tarea encomendada. En segundo lugar tenemos los aparatos de partido; Formas de organización política corrupta basadas en la verticalidad y la jerarquía, cuya participación se reduce a elegir un delegado, el pago de la cuota de afiliado y los viajes pagados en campaña electoral. En tercer lugar tenemos la ausencia de sinergias con los movimientos sociales que luchan por recuperar derechos universales y básicos para la vida, y que recoge nuestra vieja constitución.

Sin entrar en confluencias ni análisis electorales, hay conceptos que rulan en medios digitales y redes sociales que alteran los discursos políticos. La nueva política se impone por regeneración demográfica. El modelo Neo-liberal de monopolio de mercado y sus desmanes y especulación con la deuda aportan al cambio. La “Casta”, la mayoría de nuestros representantes, nos han endeudados para varias décadas. La vieja política se ahoga en su propia mierda.

La nueva política ha entrado con fuerza en el imaginario popular de muchos movimientos sociales que albergan la ilusión de un vida mejor para la mayoría. Jóvenes y sobradamente preparados hay, con capacidad para tomar decisiones y educados en una cultura colaborativa, cooperativa y eficiente. Precarizados, en muchos casos, y sobradamente preparados algunos/as piden paso en la escena política asumiendo métodos horizontales de decisión y participación. Pero todavía entre lo nuevo y lo viejo existe un “dislatediscursivo y formal que crea tensión entre activistas, sobre todo los incluidos en aparatos de partidos y los no acostumbrados a no tener el control de las asambleas y la toma de decisiones colectiva.

La nueva política exige nuevas caras, nuevas expresiones y nuevos métodos. Un ejemplo de por donde pueden ir las cosas en lo local puede ser lainiciativa que Ada Colau está organizando en Barcelona agrupando a ciudadanos para presentarse a la alcaldía de Barcelona. Sin las siglas de ningún partido capitaneando la iniciativa, pero donde las formaciones políticas y, en especial, los movimientos sociales tienen cabida y deciden.

Nuevas formas para nuevos tiempos y el miedo cambiando de bando. 

viernes, 14 de marzo de 2014

Lucha de clases y represión en Burgos



Foto de archivo : Manifestación en Burgos   15M  2011

Por Víctor Atobas

En el siguiente artículo analizaremos la relación entre la lucha de clases que tiene lugar en Burgos, tomando como modelo el movimiento de Gamonal, con la represión política y social que imbuye las relaciones de la ciudad.

Burgos es una ciudad enraizada en el escabroso y autoritario legado franquista, lo que denominaríamos franquismo sociológico, con que suponemos también una escasa cultura política de la clase obrera, desorganizada y presa de contradicciones originadas, en numerosas ocasiones, por su propia condición de pequeña propietaria de tierras en el mundo rural, cuya propiedad habrían heredado de la generación anterior a la industrialización de la ciudad, al éxodo desde los pueblos.

Cuando nos referimos a franquismo sociológico hablamos, por una parte, de un modo autoritario en las relaciones sociales (y políticas) que se establecen no sólo en la lucha de clases sino también en el interior de una masa desorganizada que sólo ha demostrado involucrarse activamente cuando un movimiento social, como las luchas vecinales de Gamonal, se ha lanzado con todas las fuerzas a conseguir un objetivo concreto, vinculado a demandas obreras como empleo y servicios públicos, a la identidad de un barrio perfectamente capaz de auto- gestionarse. 

Así mismo, nos referimos al propio funcionamiento de las oligarquías económicas, estrechamente ligadas al resto de aparatos ideológicos, que habiéndose desarrollado durante el franquismo, aún cuentan con los mismos núcleos, esto es, las mismas familias “de posibles”, cuyas redes empresariales se expanden configurando la agenda política.

La derecha se ha nutrido del modelo de familia tradicional impulsado por la Iglesia, apoyándose en un modelo aséptico de ciudad orientado hacia el aburguesamiento y la desaparición de espacios y experiencias colectivas; pretendiendo que el individuo quede aislado. Las sectas religiosas como el Opus Dei expanden sus redes por la ciudad, consolidando un entramado utilizado para transmitir las ideas dominantes, tejidos implantados en otros puntos de la ciudad: la universidad, las profesiones liberales y diversas asociaciones económicas, culturales o religiosas.


Polígono Industrial de Burgos

No obstante, Burgos sigue siendo una ciudad de obrer@s. 
El índice industrial de la ciudad se sitúa por encima de Valencia, Bilbao o Sevilla. La lucha de clases es una realidad en nuestra ciudad y, para entender el movimiento antifascista, debemos atender al miedo y la reacción de una clase burguesa que advierte el estado de las condiciones materiales y que responde manteniendo la paz social, una ilusión construida sobre el velo que cubre las condiciones subjetivas, que permitirían la toma de conciencia.

El movimiento antifascista burgalés se ha caracterizado por intentar desentrañar las relaciones de poder que se establecen en la ciudad, esclareciendo las conexiones entre el franquismo sociológico que aún perdura en la ciudad, y los aparatos represivos que, dirigidos y ordenados por unas instituciones servidoras de los intereses e instituciones burguesas, han actuado como “cuerpos de choque” y expansión de la ideología dominante.

La oligarquía de la ciudad ha advertido que la represión y la criminalización de la protesta no han conllevado la desmovilización pretendida, continúan criminalizando a los movimientos sociales al tiempo que utilizan preceptos e ideas franquistas como que introducirse en política supone problemas personales; no te signifiques, no ejerzas tu libertad, parecen decir.

Las acusaciones vertidas contra l@s activistas del movimiento antifascista procuraron impedir sus actividades políticas, incurriendo en graves ilegalidades. Uno de los ejemplos más infames lo encontramos en el montaje policial orquestado en abril de 2010; detenciones arbitrarias y amenazas a l@s militantes, además de una persecución constante hacia el movimiento.

Un conocido escritor calificaba a Diario de Burgos como “un periódico que trata bien los temas sociales”; a este respecto sólo pude responder con cierta indignación, puesto que habían criminalizado a mis compañer@s y vecin@s. Diario de Burgos ha publicado, en multitud de ocasiones y negándose a rectificar, información falsa sobre los movimientos sociales, utilizando un lenguaje sesgado y autoritario que busca la reacción temerosa del lector ante imágenes o titulares que, vinculando el activismo de izquierda con el vandalismo o el terrorismo, sustraen el significado político de las protestas o lo desvían.

Pero la represión política la padecen también las mujeres, l@s compañer@s LGTB que han sufrido agresiones homófobas por parte de fascistas; la represión se palpa en el aparato escolar, que reproduce la ideología dominante sometiendo a l@s alumn@s a reglas autoritarias que califican la fuerza de trabajo según las necesidades de la economía y no del conocimiento. La censura también alcanza a aquellos discursos silenciados, sexualidades no normativas y formas de vida alternativas, desplazadas a círculos underground.

Cuántas veces he escuchado que lo mejor es callarse, tragar, interiorizando el miedo y la frustración como si fuera algo natural. Los burgueses se pasean por El Espolón, y distinguen su clase con altanería, desprecio y soberbia; nos miran mal, estamos maldit@s y resacos@s, somos abertxandals… y al final, quienes bajaron la cabeza fueron ell@s, recuerdas, cuando el barrio lo hizo.

Sobre la confrontación con los aparatos represivos: el enemigo es el burgués.

Es fundamental identificar al enemigo de clase. El burgués se apropia de la plusvalía y es quien, en definitiva, utiliza a los cuerpos represores según sus intereses, defender la propiedad privada y las relaciones dominantes, a cualquier precio.

La confrontación con la policía carece de sentido, en la mayoría de ocasiones. Sólo si las condiciones materiales desembocan en una estrategia revolucionaria con una hoja de ruta, esto es, con objetivos surgidos de la movilización contra la clase dominante (y no contra la policía), y dicha estrategia es respaldada. El derecho de rebelión es reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, que lo califica en su preámbulo como “recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”. En los momentos en que la lucha de clases y la opresión económica se acentúan, en situaciones de sometimiento a la autoridad o estallidos revolucionarios, la confrontación con los cuerpos represores parece inevitable.

 La función social de la policía es contrarrestar precisamente esa “ira” de la clase proletaria, que advierte a las fuerzas de la autoridad como enemigos directos cuando no lo son. Es este punto el conflicto es desviado hacia la policía, que se interpone como “cuerpo de choque” entre las relaciones antagonistas de la sociedad, entre los intereses de la burguesía y las demandas de la clase trabajadora.


Intereses de la burguesía -> Fuerzas de la autoridad <- Intereses de clase trabajadora.

En este sencillo esquema advertimos que los cuerpos policiales son insertados en el engranaje de la lucha de clases como una pieza que contrarresta los antagonismos y contradicciones mediante distintos instrumentos de represión y control. La sociedad disciplinaria ha sido hegemonizada por las ideas dominantes y, en última instancia, por preceptos autoritarios que perpetúan la sociedad clasista. La instalación de cámaras de vigilancia, una campaña impulsada desde el Diario de Burgos y la derecha burgalesa, supone un ejemplo del aumento del control social.

Las protestas de Gamonal acertaron señalando al verdadero enemigo, significado en la famosa pancarta de Méndez Pozo que rezaba: Ser rico me ha costado lo vuestro. Estas luchas han servido para desentrañar las relaciones oligárquicas de la ciudad, sustentadas de forma no democrática. Cabría preguntarse quién ha entregado Burgos a Méndez Pozo, Arranz Acinas o José María Arribas. La respuesta es que siempre ha sido suyo, a menos que la clase trabajadora se implicara en una lucha, apoyándola de forma determinante, consiguiendo victorias como la del Bulevar.

La legislación represiva.


Foto de archivo: Plaza Mayor de Burgos    Movimiento 15M- 2011
El 15M planteó formas de protesta hasta entonces poco conocidas, escraches y acciones de desobediencia civil que empoderaban políticamente a sus participantes. La Ley Mordaza representa la adaptación última del poder a las nuevas formas de protesta; el miedo es parte fundamental en dicha mezcla, la nueva legislación represiva se entiende en imponer grandes multas y castigos a unos pocos activistas, ateniendo a un posible efecto contagio de desmoralización y miedo.

El poder se blinda por todos los frentes; nueva legislación represiva, acompañada de la privatización de la justicia y campañas de desmovilización como multas y detenciones arbitrarias, uso de las tecnologías de control, vigilancia a través de la red e intercepción de comunicaciones, infiltración en manifestaciones e inversión en antidisturbios y material represivo.


Foto de archivo :Movimiento 15M en la Plaza Mayor de Burgos: "La ciudadanía no es mercancía"

En Burgos, el 15M también sufrió la represión de los cuerpos policiales. Produciéndose identificaciones arbitrarias en los accesos a la Plaza Mayor, donde fue levantada una acampada que llegó a contar con centenares de activistas, que plantearon iniciativas de ocupación, autogestión y empoderamiento. Un mes más tarde, la acampada fue levantada dejando paso a una caseta informativa con carácter permanente, que fue levantada por orden del ayuntamiento sin dialogar ni comunicarlo. Durante la investidura del gobierno municipal, dos compañer@s fueron detenid@s, llegando la policía a personarse en el domicilio de una tercera persona.

La lucha de Gamonal: Claves de la victoria.

A continuación daremos algunos apuntes para entender la victoria de Gamonal, que no sólo supone haber doblegado los poderosos intereses de la clase dominante, sino también un modelo para futuras movilizaciones y un conjunto de lecciones que pueden ser leídas tanto por la izquierda, como por los movimientos sociales, sindicatos alternativos y, en definitiva, por el tejido social, tanto como por la derecha, desde la perspectiva de la derrota.

Entre las lecciones que podríamos mencionar:

Las formas de organización: La auto-gestión de l@s vecin@s, cristalizada en la decisión colectiva de que el Bulevar no se construiría, desbordó por completo a toda aquella forma de organización que no permitiera su empoderamiento, esto es, tanto la plataforma de asociaciones vecinales, como partidos y demás organizaciones, fueron desbordadas por la movilización de l@s vecin@s.

El movimiento asambleario y horizontal permitió agregar las demandas colectivas; defendiendo la necesidad material de aparcamiento, se consiguió paralizar el Bulevar (es visible puesto que están tapando la zanja). Construyendo espacios liberados, comunes, se podrá organizar la vida social del barrio.
Los espacios liberados permiten el empoderamiento de l@s vecin@s. La posibilidad de organizar su formación y su ocio, su lucha, no se sujeta a las normas y estructuras de organizaciones como partidos u otras organizaciones, sino que parte de su propia libertad, puesta en común en las asambleas y grupos de trabajo de forma que la práctica sea definida por l@s vecin@s y no por una dirección, así como la ausencia de disciplina que, en definitiva, es una idea dominante.


La disputa de la hegemonía: La hegemonía comenzó a disputarse en la propia composición de las protestas, secundadas por la juventud oprimida pero también por personas mayores y de mediana edad, en su inmensa mayoría de clase trabajadora, con la acción subsidiaria del pequeño comercio de Gamonal, que defendió a l@s vecin@s de la manipulación. En este sentido, debemos aplaudir la convocatoria de huelga estudiantil durante las movilizaciones, uniendo las luchas de obrer@s y estudiantes.

Señalaremos que la toma de la hegemonía fue posible gracias a la superación de los conflictos entre vecin@s. Los intereses corporativos de las asociaciones vecinales y de las peñas, cuya manipulación por parte del ayuntamiento quedó demostrada posteriormente, quedaron desbordados y diluidos. Así mismo, fueron superadas las distinciones generacionales. El liderazgo, en este caso de mediana edad,  además de acertar leyendo los tiempos de la protesta, se preocupó por los cauces de comunicación entre las diferentes propuestas y formas de entender las protestas, intentado extraer elementos comunes y compatibles.

En los momentos en los que la hegemonía oscilaba del lado de l@s vecin@s, el aparato represivo incrementaba el empleo de la violencia. Las “virtudes” que los aparatos ideológicos asignan a los distintos roles sociales; para l@s obrer@s de Gamonal, sumisión, modestia y resignación, cambiaron en el momento en que la hegemonía se disputaba, l@s vecin@s de Gamonal respondieron según “las auténticas virtudes” de su clase; esto es, lucha, dignidad, rebeldía.


Foto de archivo: manifestaciones  contra la construcción del bulevar de Gamonal

La solidaridad: La extensión de las luchas por todo el Estado español, supuso el refuerzo del discurso de l@s vecin@s, elevando la repercusión del movimiento.

La identidad (el barrio): Partiendo de que la identidad de pertenencia a un barrio obrero, se halla relacionada con la conciencia de clase de forma evidente, la capacidad de agregación con la que cuenta Gamonal se entiende en movilizaciones como las del Bulevar, de un seguimiento masivo por parte del barrio, o de al menos de ciertos sectores del mismo, quedando patente en la manifestación que reunió a más de 10.000 personas.

Esta capacidad de agregación se sustenta por una parte en la interpelación; cuando una movilización recibe el apoyo de la masa, “el barrio llama a la lucha”, esto es, todas las personas que viven allí son interpeladas como sujetos a “la voluntad del barrio”, a sus necesidades materiales de aparcamiento y de servicios públicos. Cuando los grupos de jóvenes eran perseguidos, hostigados y apaleados por los cuerpos represivos, esto suponía un efecto llamada al resto de grupos juveniles de Gamonal.

Aquí se advierte ya un tejido social, porque la identidad se construye sobre lo común y, los espacios de auto-gestión y participación del barrio, los grupos de amigos y la música rap, las bibliotecas liberadas y el deporte, en definitiva los campos políticos donde se desarrollan las relaciones cotidianas, resultan fundamentales para entender la identidad; qué defenderíamos, si no tuviéramos nada en común.

La politización de la juventud: La juventud es el objetivo primordial de la autoridad, y para liberarse debe tomar conciencia, enfrentándose a sus propias contradicciones. 
L@s jóvenes suelen politizarse a partir de su ocio y el poder se ha preocupado, siempre, en sustraer el significado político de este. Si las Llanas o Bernardillas suponen espacios artificiales donde el sexo es cosificado, habiendo sido convertido en mercancía, el entrenamiento organizado de forma no democrática, orientado hacia las técnicas contra- limitativas, se vacía de significados.

El movimiento antifascista ha politizado un deporte tan importante para la clase obrera como el fútbol. En El Plantío pueden escucharse los cánticos habituales, pero también consignas en contra de la burguesía, representada por Méndez Pozo. Otro de los campos de socialización política se encuentra en los institutos.

Concluyendo, las protestas de Gamonal han supuesto la politización de jóvenes que se han acercado por vez primera a los movimientos sociales, y la represión se ha centrado precisamente en este perfil.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Sugerencia-regalo: Vídeo y libro "El lugar que ya no está" La represión franquista en la provincia de Burgos.

Por Burgosdijital

Los mejores regalos son los que ni se venden ni se compran:  un beso, una caricia, una confidencia.  Hay otros regalos que también alimentan el alma aunque cuestan unos eurillos.  Es ahí donde nos permitimos hacer unas sugerencias por si, llegado el momento, la imaginación o las ideas flaquean. Que conste, sobre todo a los malpensados, que lo hacemos desde la convicción y el más completo altruismo.  

Hoy recomendamos un documental sobre la represión franquista en la provincia de Burgos:  "El lugar que ya no está".  Esta obra ha sido editado por una de los respiraderos artísticos y culturales de nuestra ciudad:  El Espacio Tangente,  y fue presentado el año pasado en el teatro Salinas, antigua cárcel, en un acto que constituyó un evento en la ciudad.  Sí amigos y amigas en la ciudad sigue habiendo gente que trabaja la cultura, la crea, y nos regala retos para la mente, los sentidos, el espíritu y la memoria individual y colectiva.  

Se trata de un material histórico de una solvencia impecable, en el que se tratan varios escenarios de la represión franquista en la provincia de Burgos: Los fusilamientos de los primeros días de la sublevación, los campos de concentración, la situación de los presos políticos en la cárcel de Burgos y la lucha de las familias por recuperar los cuerpos de los represaliados y la dignidad de su recuerdo.  El documental es una mixtura de rigor y emoción a partes iguales.

Adquiriendo el documental también se ayuda al espacio Tangente, editores del mismo, y que son hostigados por unas instituciones gobernadas por un partido que no desaprovecha  ni la oportunidad para ignorar a las víctimas del terrorismo franquista ni de tratar de acallar todas las voces que van contra sus intereses.

El DVD y el libro se pueden adquirir en:

Precio 15 euros.  (12 Euros para los socios del Espacio Tangente)

EL ESPACIO TANGENTE  Calle Valentín Jalón, 10.   TELF:  947 216 127.  09005 BURGOS

Masala, tienda y comedor ecológico:  Plaza Francisco Sarmiento, 1

Libreria del Espolón:  Paseo del Espolón 30

Librería Luz y Vida:  Calle Laín Calvo 17




sábado, 2 de noviembre de 2013

Presentación del libro "De la Crisis a la Revolución Democrática", de Manolo Monereo

Resumen de las ideas expuestas por Manolo Monereo en la presentación de su libro "De la Crisis a la Revolución Democrática", el martes 15 de octubre en la Sala Polisón del Teatro Principal (Burgos).  Charla organizada por IU

Por Burgos Dijital

"Este País tiene solución, este país tiene futuro, pero este país son ustedes"
"El señor Felipe González dijo una vez: "El cambio lo voy a hacer yo" pero eso no es cambio porque no viene de todos, eso se llama cambiazo y el cambiazo es otra cosa"

Para analizar la situación en la que nos encontramos es necesario recapacitar y preguntarnos una serie de cuestiones: ¿Qué nos pasa? ¿Por qué nos pasa? y ¿Para qué nos pasa?
Esta reflexión es la base del libro : "De la crisis a la Revolución Democrática". 
La Crisis ha aparecido en nuestras vidas como un mal divino, algo similar a un desastre natural, un tsunami, un terremoto, UN MAL INEVITABLE. ¿Por qué esta crisis llega como para no irse nunca? Porque responde a un sistema económico que se basa en las crisis. 

Sin embargo la crisis actual tiene una cierta peculiaridad: vino precedida por unos cuantos años de supuesto boom económico. Ahora las tornas han cambiado y llevamos cinco años de crisis que es algo que realmente muchos españoles no acaban de creer. Esto también se debe a una otra peculiaridad, la peculiaridad del pueblo español. El pueblo español pasó de vivir en una dictadura a una "Democracia" y comenzó entonces ese sueño de que por fin se había llegado a una meta, por fin éramos europeos. Jose Luis Rodríguez Zapatero representó ese sueño cuando dijo aquello de que España estaba en la Champions League, y no quedó ahí la cosa sino que se atrevió a decir también que España había superado a Italia, y que muy pronto superaría a Francia. Ese fue el sueño colectivo, la gente quería creer ese sueño y por eso volvió a votar a Jose Luis Rodriguez Zapatero aún a pesar de que ya estábamos en plena crisis. El pueblo español en una imperiosa necesidad de querer creer se tragó de nuevo ese sueño del "Boom", un sueño totalmente colectivo.

Recordemos el mito griego de Casandra, sacerdotisa de Apolo con quién pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de profetizar el futuro. Cuando la sacerdotisa accedió a los arcanos de la adivinación rechazó al Dios, y éste viéndose traicionado la castigó con la maldición de que nunca nadie creería sus pronósticos.
Izquierda Unida y el PC se negaron a aceptar el Euro, y años después cuando dijeron: "Todos ustedes están endeudándose salvajemente y esto acabará mal" nadie les creyó y nadie les votó. Izquierda Unida y el PC han sido la "Casandra" de España durante todo este tiempo, y eso a pesar de que las cuentas de aquel boom económico no salían: los beneficios aumentaban y los salarios decrecían, todo el empleo era de mala calidad y precario, el decrecimiento de la pobreza no bajó del 20%. y por si fuera poco, casi todo el país estaba en venta. 
La razón de todo esto estaba y está en el efecto perverso que el Euro ha causado al país. Gracias a la moneda comunitaria España pudo importar por encima de sus exportaciones y endeudarse masivamente. El negocio era tan grande que los bancos extranjeros prestaban todo lo que pedían los bancos españoles y como parecía que esa liquidez no iba a acabar nunca se endeudaron infinidad de empresas privadas y cajas de ahorros. Como las cajas prestaron con intereses, es decir, no prestaron gratuitamente, hicieron el negocio de su vida.
Y mientras este sueño colectivo duraba a los "Casandra" se nos miraba muy mal, e incluso con ira.

Zapatero ocultó la crisis al pueblo, ganó las elecciones diciendo que la crisis era una mentira de la derecha. Pero un buen día, un 4 de Agosto, día de su cumpleaños, le llegó una carta firmada por dos socialistas, Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, presidente del Banco de España. A pesar del socialismo de sus firmantes, aquella carta, lejos de ser una carta de amor, resultó ser una advertencia en la que se decía: O hace usted lo que nosotros decimos o arruinamos España. Esta carta que se hizo pública en el libro de Mariano Guindal, "Los años en que vivimos peligrosamente", fue ocultada por el Gobierno de Zapatero al pueblo español. 

Y el Gobierno de Zapatero de repente y para asombro de muchos dio un enorme giro y empezó a hacer todo lo que quería la derecha. Y fue ahí donde Zapatero cometió la alta traición al país, vendiendo España a una oligarquía financiera. Por lo tanto la izquierda socialista es culpable de todo lo que está ocurriendo hasta nuestros días.
No se engañen: Zapatero y Rajoy siguen los dictados del poder financiero representado por el Fondo Monetario Internacional, El Banco Central Europeo, y la Comisión Europea. Fueron el PSOE y el PP los que apoyaron aquella reforma de la supuestamente "intocable" Constitución Española. Fueron ellos los culpables de la modificación del artículo 135 de la Constitución donde se dice: Tenemos que pagar la deuda externa y este pago es prioritario por encima de cualquier otra consideración o consideraciones del Estado.



Ahora mismo nuestro país no es ni más ni menos que un protectorado gracias a un Golpe de Estado perpetrado por los poderes económicos.  No se crean que se está rescatando a alguien, aquí no se rescata a nadie, solo a los bancos que son los que deben dinero de esta juerga permitida por una clase política débil y sumisa a la banca.

La deuda de España es cuatro veces y media el producto interior bruto del país, es decir cuatro billones de euros. La deuda pública es un tercio de la deuda total, la otra es deuda privada. Poco a poco la deuda privada se va convirtiendo en deuda pública y eso significa que la tendremos que pagar nosotros. Y es ahí donde llegan los despidos, los recortes, el retroceso en derechos sociales, el cierre del crédito a las Pymes y muchas cosas más. Tras el Golpe de Estado de los poderes económicos se ha impuesto la Dictadura de los Mercados, convénzanse de que ya no vivimos en una Democracia. El retroceso de nuestras libertades acaba de empezar porque estamos intervenidos y con hoja de ruta. La Crisis ha venido y ha venido para quedarse. No hay ninguna solución fácil y rápida como las que prometieron Zapatero o Rajoy; el pasado no va a volver y este país va a cambiar para peor. 
Según el FMI en España bajará el paro una décima para 2018 y para ese mismo año la deuda pública del país habrá aumentado a un 106 % del PIB. Dentro de esos años solo habremos pagado los intereses del préstamo pero seguiremos teniendo esta deuda porque pagar esta deuda es totalmente imposible.

La hipótesis de este libro es que se necesita urgentemente una Revolución Democrática, devolver al pueblo la soberanía, ejercer el poder que dicen que tenemos. Tiene que haber un compromiso, una política que seamos todos, desde todos. Porque de no ser así corremos el riesgo de que este país sufra una involución civilizatoria. Y hay que hacer política al mismo tiempo que acabamos con la corrupción: la corrupción que viene  favorecida por un sistema perverso que la mantiene para que los corruptos se sigan beneficiando de ella. Acabar con la corrupción que generan las empresas y los poderes económicos sobre los políticos para mantenerlos sumisos y serviles mientras el pueblo escucha las mentiras de los medios de comunicación vendidos a dichas empresas y poderes económicos. 

Este país tiene solución, este país tiene futuro y este país somos todos; por ello debemos actuar colectivamente. Tiene que haber un negarse a seguir como hasta ahora, un decir basta, un compromiso de todos.