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miércoles, 7 de enero de 2015

Primer Aniversario: Gamonal contra la corrupción


Por Juan Vallejo

Este mes de enero de 2015, Gamonal celebra el primer aniversario de un movimiento que desveló la corrupción del Ayuntamiento de Burgos. Cómo unos concejales con el alcalde a la cabeza, Javier Lacalle,  trataron de enriquecer, más si cabe, las arcas de los codiciosos del hampa burgalesa: Méndez Pozo y compañía. Para ello urdieron una enorme zanja en donde tuvieran cabida garajes y una especulación brutal del subsuelo de la calle Vitoria que atraviesa el barrio de Gamonal a la vez que se diera sepultura a las aspiraciones de unos vecinos para mejorar su calidad de vida. 
Miles de personas, de esta insuerte, serían abocados a aparcar donde Dios les diera a entender, a la par que unos cuantos hubieran tenido ocasión de la mordida correspondiente en los sótanos de esta barbarie mientras que los sátrapas del invento, atiborrarían sus cuentas corrientes a costa del sacrificio de un barrio cuyas carencias sociales son del todo manifiestas.

Las gentes de Gamonal se echaron a la calle con un clamor de injusticia proyectado al especulador por antonomasia, el constructor Antonio Miguel Méndez Pozo, que ya desprestigiara a la ciudad con el famoso Caso de la Construcción por los años noventa por lo que fue encarcelado. La contumacia de los vecinos tuvo resonancia nacional e internacional, hasta el punto de alentar una nueva forma de hacer política social que emergió en el famoso 15 M, la cual está haciendo temblar a una casta impregnada de sinvergüenzas que han hecho de la política una putrefacta mafia, y que sin el aliento de Gamonal 2014, no hubiera tomado resuello; hablo de Podemos.

Una serie de actos y acontecimientos, a lo largo de este mes de enero, tratarán de recordar que si las plazas y las calles no se ocupan y gritan esta pestilente corrupción, acabarán dejando el barrio como un solar y reventando las arcas de los caciques de Burgos inspirados desde Promecal, el emporio por donde Méndez Pozo manipula la información e idiotiza a los abúlicos seguidores de tan pervertidos medios. Tal es el asunto de las obras de la Plaza de Toros cuya obra supone un canallesco capricho que engrosará las sacas de tan siniestro personaje, y que, caprichosamente, el alcalde Lacalle y su segundo palafrenero, Ibáñez, le han concedido para resarcirle del fallido intento de destrozar Gamonal.

Las palabras codicia y avaricia, han tomado una nueva acepción en el lenguaje de estos vecinos que no cesan de reclamar que su dinero sea proyectado en las perentorias necesidades que les acucian. La carta de naturaleza de estos vocablos, suponen para el país un conjunto de acepciones nuevas que sirven para nutrir su lenguaje de reivindicaciones. Por todo esto, el ayuntamiento burgalés ha quedado en el escenario del Partido Popular, en el cual cientos de sus prebostes están en la cárcel o a punto de entrar, cuando no procesados e imputados, como un tratado de cómo se roba y prevarica y se paga a las mafias como bien instruyó su tesorero Bárcenas (en la cárcel) pagando peajes al ex alcalde y ex ministro Aparicio y al Infausto alcalde Peña, muñidor del Caso de la Construcción, según tiene anotado dicho tesorero en su famosa lista de trincones.

El tesón de los habitantes de Gamonal, no es otra cosa que la respuesta de una conciencia que licúa la precariedad y el insulto a su inteligencia por parte de un alcalde instalado en la soberbia cuando no en la inutilidad, dada su calamitosa actitud y su personalidad abyecta, y lo vierte sobre los Plenos de un ayuntamiento sordo, inútil y vengativo. Un alcalde distanciado sideralmente del pueblo, por el que la chabacanería y la incultura tienen su templo.

El que algunos vecinos estén todavía procesados por defender esta causa honesta y democrática, es el reflejo de la crueldad de una debilidad de la que hacen gala los responsables que mantienen este proceso. El amedrantamiento, el miedo, la amenaza de las fuerzas antidisturbios, vertidas sobre los pacíficos manifestantes de Gamonal, son peores que en la época del dictador Franco, lo cual da idea del pavor que impregna a este Gobierno de corruptores y corruptos, de mentirosos ante el asomo de un nuevo lenguaje en donde las palabras avaricia y codicia, corrupción y latrocinio serán ensambladas e insertadas en un nuevo diccionario encuadernado por un barrio cuya honestidad y valor, enseñó y abrió el camino de la libertad .

Actividades 1º Aniversario: 
http://burgos-dijital.blogspot.com.es/2015/01/1-aniversario-de-la-lucha-vecinal.html

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viernes, 14 de noviembre de 2014

Mafiocracia en Burgos (I)

Por Carolina R. Tenaz

En Burgos manda la mafiocracia.  El poder, bajo unos rituales democráticos, lo ostenta y ejerce una oligarquía de una casta hereditario-empresarial que la parasita y la subyuga.  Una de las pocas cosas positivas de la actual situación es que cada vez más gente empieza a despertar del sueño del simulacro democrático en que vive nuestra ciudad desde la Transición.  Los plenos del ayuntamiento aparecen cada vez con más claridad como un teatro de títeres en donde se vota lo que otros ya han decidido en despachos donde se reúnen personas que nunca se han presentado a unas elecciones.  Los alcaldes recientes de Burgos siempre han estado al servicio de la casta económica de la ciudad pero ninguno como Lacalle ha depreciado tanto este cargo público.  La crisis y unos tiempos revueltos han dejado al aire las nalgas de la incapacidad y bajeza de Lacalle.  El que será recordado como el peor alcalde de Burgos, se ha comportado sin  rubor como un pelele en manos de los capos del ladrillo. Sumiso con el poderoso, y autoritario con la ciudadanía, Lacalle cuyo cargo le debería llevar a ser principal defensor de la ciudad, se ha acomodado bien a la labor de miserable testaferro de nuestra insaciable casta extractiva.

Sede de DB y PROMECAL desde donde se hace apología de la corrupción
Si en la UBU hubiera algo de vida inteligente y menos cantante de bienaventuranzas alguien hubiera propuesto el estudio de la casta en Burgos desde la creación del polo de desarrollo.  El  Burgos de hoy y su configuración no es hija de la Transición, sino de la creación del polo de desarrollo.  La casta dirigente actual esta compuesta por los herederos de los industriales y constructores que medraron en Burgos antes de la muerte de Franco.  Cuando la feliz noticia llegó a Burgos la cosa sí que estaba atada y bien atada.  Burgueses, la prensa, en especial DB, y jerarquía eclesiástica, tenían en su mano todos los ases para que la llegada de nuestra depauperada democracia no fuera nada más que una maniobra lampedusiana.  Algo cambió para que en el fondo nada cambiara y José María Peña fue la personificación de todo esto.  El niño mimado del franquismo, quien fuera gestor desde 1967 del polo de desarrollo, fue el primer alcalde votado, que no democrático, de Burgos.   

Peña convirtió a Burgos en la vanguardia de la corrupción en España.  El que fuera condenado junto a il capo  en el juicio de la construcción de Burgos, y posteriormente indultado por el gobierno de Aznar trabajó bien al servicio de los  señores feudales de la ciudad.  Gracias a él los burgaleses de los 80 y los 90 teníamos que pagar las viviendas más caras de España, sólo por detrás de Madrid, Barcelona, y Bilbao.  En Burgos, además de impuestos legales como el IBI, se pagaba y se sigue pagando un impuesto de corrupción, piovra y pernada a los señores del ladrillo.  Nuestra ciudad ha sido la pionera en montar y normalizar un  establecimiento de impuestos al margen del estado que evoca al siciliano.   Las familias que accedían a una vivienda en los 80 y 90 tenían que trabajar años enteros para pagar el sobrecoste de los precios de la vivienda en Burgos.  Los beneficiarios principales eran los señores del ladrillo, los capos, aunque también las cajas hacían negocio a base de engordar las hipotecas.   Como en Sicilia o Nápoles los burgaleses se veían obligados a pagar un impuesto por un derecho que debería haber sido garantizado por la constitución y unos poderes públicos que sin embargo estaban al servicio de esos señores del ladrillo.   El que alguien pagara una parte del piso en B, a la manera de Bárcenas, ha sido algo tan habitual en Burgos como la morcilla, y el que los familiares de muchos constructores tuvieran en propiedad pisos de protección oficial subvencionados con el dinero de todos también, por citar solo dos casos.  Esa temática se podía oír con el volumen con el que rezan las viejas en las conversaciones y situaciones más variadas: en las pescaderías, en los mercados, en los bancos públicos, o en el rellano de las casas.  Normalmente entre pocas personas, y bajando el tono de la voz, en el caso de que se acercara alguien desconocido porque los señores feudales exigen además de sacrificio fidelidad sin límites:  la omertá.   Esa misma omertá, ese silencio cómplice con el que según Bárcenas fue recompensado con 190.000 euros al entonces alcalde José María Peña.

La secuencia de alcaldes de Burgos da cuenta de que, lejos de combatir la mafiocracia impuesta por Peña San Martín, la insignificancia, nulidad y decadencia de quienes han ocupado el cargo, ha favorecido su consolidación.  Sin embargo nadie como el actual alcalde y su banda sintetizan la servidumbre hacia il capo, y sus adlárates.  Nadie como Lacalle, aquel torpe estudiante de derecho, ha postrado de forma tan poco delicada los intereses de la ciudad a los de su mentor y amo.  Nunca en los últimos setenta años Burgos había estado en un riesgo de ruina como el que hoy amenaza a nuestra ciudad.  Ese es el efecto natural cuando un ser vivo no puede sacudirse a los parásitos que viven de ella.  No hay progreso común en la ciudad dónde los alcaldes trabajan al servicio de saqueadores.  La ruina es el único camino cuando los cargos públicos funcionan como Caballos de Troya del capo, traicionando a la ciudadanía a la que juraron servir. 

domingo, 5 de octubre de 2014

Oferta de empleo: Campaña de publicidad para la dignificación de los empleados públicos



La Consejera de Hacienda Pilar del Olmo invertirá dinero público para descubrir la dignidad

Por Burgos Dijital

Llegó, vio y venció. La Consejera de Hacienda y responsable principal de la Función Pública Doña Pilar del Olmo se cayó de un guindo la noche del 22 de septiembre y tras una noche de insomnio, pero bien aprovechada, llegó a la reunión de Consejeros de la Junta y planteó la gran idea de la legislatura: anunciar la licitación para contratar una empresa que se encargue de hacer una campaña publicitaria que haga llegar a la ciudadanía el concepto de "dignificación de los empleados públicos de esta Comunidad".  Es decir informar a los ciudadanos de esta Comunidad del cariño que los políticos del Partido Popular profesan por “sus trabajadores” y ya de paso que los mismos se sientan mucho mejor…

Atrás debe quedar la mala prensa y la artillería bien cargada que los propios políticos y altos cargos designados “digitalmente” por ellos utilizaron durante la primera parte de esta nefasta legislatura para justificar la destrucción de la oferta de recursos humanos en los servicios públicos. Quizás sea bueno recordar las maravillosas frases pronunciadas por compañeros de viaje de Juan Vicente Herrera y de Pilar del Olmo como la famosa perorata de Beteta, Secretario de Estado de Administraciones Públicas, sobre los empleados públicos "de lectura de periódico, cafés y poco apego al trabajo", o el famoso “¡Qué se jodan! de Andrea Fabra, Diputada e hija del sátrapa de Castellón, tras el robo de la paga extra a todos los empleados públicos, a sus familias, a sus hijos…

Por otro lado resulta contradictorio dignificar a personas que son ya dignas por la ilusión, la fe y el esfuerzo empleado durante años, meses y muchas horas en condiciones de igualdad mérito y capacidad para poder formar parte del servicio público y hacer el trabajo de forma digna, día a día atendiendo al ciudadano.

En la campaña, y mira que sería una gran oportunidad, no se detalla ningún capítulo económico destinado a la dignificación de los políticos que manejan a su antojo y saquean esta Administración. Quizás, quién sabe, hayan tanteado esa posibilidad y ninguna empresa haya querido hacerse cargo de semejante propósito. Quizás pensaran que sería muy difícil y que no habría dinero en la Comunidad para hacer creer que individuos como Milagros Marcos o Juan José Mateos pudieran ser “vendidos” como gente seria, justa, preparada y digna... Vamos, que eso de llevarse el dinero público calentito a casa de una manera u otra es parte ya del acervo cultural entre la ciudadanía y harían falta muchos años de campaña para que cambiara el concepto que tenemos la mayoría de los ciudadanos sobre los políticos de esta Comunidad. Más si cabe, cuando se sabe que algunos de sus Consejeros están relacionados con cobros millonarios del Caso Gürtel, que dicho ya de paso nuestra administración y el partido que la gobierna era uno de sus "mejores clientes":
Anticorrupción prepara el tercer frente de el "caso Gürtel"
De derrochona a reina del recorte, artículo sobre Silvia Clemente, actual Consejera de Agricultura y Ganadería

Es especialmente sangrante como la principal responsable de aplicar sumisamente y sin despeinarse los recortes y robos a los empleados públicos sobre sus retribuciones y derechos laborales, a la vez que coloca a los suyos en las empresas públicas que Herrera dijo suprimiría, se lleva calentito a casa un salario superior a los 100.000 euros anuales como inspectora de la Agencia Tributaria, puesto que como todos os podéis imaginar ahora mismo no ejerce, junto a un sobresueldo que paga el Partido de 18.000 euros anuales por formar parte del Grupo Parlamentario y 180 euros más en concepto de dietas por asistencia a cada pleno de las Cortes.

En este momento comienza el periodo del concurso de contratación y evidentemente no es aún conocido qué empresas estarán interesadas aún en percibir los 249.260 euros  en realizar esa campaña que ha puesto sobre la mesa la Consejera de Hacienda. Quizás sobraba dinero de los presupuestos del año 2014 y algún cuñado lo necesitaba, pero lo cierto es que es triste, bochornoso, miserable y molesto que se tenga que contratar una empresa privada para hacer una campaña de dignificación del empleado público cuando previamente ha sido la propia Administración la que se ha encargado de desprestigiar a sus empleados. En cualquier caso, a buen seguro que detrás de la tajada estarán, porque no hay mucho más, el grupo PROMECAL de Méndez Pozo y los Correos homólogos de El Mundo, y así de paso se les arreglan las cuentas a final de año.

Dignifiquense ustedes que falta les hace…  Si no saben vestir el atuendo de político serio y responsable, aún considerando que han sido colocados a través de listas cerradas, dejen la política y dedíquense o a buscar trabajo o a cubrir la plaza que dejaron en excedencia, si es el caso.

viernes, 9 de mayo de 2014

Vecinos de Fuentecillas reclaman un bulevar diferente al trazado por el Ayuntamiento


Por Burgos Dijital
Esta mañana se congregaron los vecinos de Fuentecillas delante y en el pleno del Ayuntamiento para reclamar una entrevista con el alcalde Javier Lacalle para dialogar y reclamar unas obras justas y bien hechas de lo que debería ser la continuación del masterplan de bulevar ferroviario de Herzog y Meuron. En la concentración fueron acompañados en solidaridad por vecinos del barrio de Gamonal y miembros de la Asamblea de Parados de Burgos. La motivación de los vecinos de Fuentecillas es hacer llegar al alcalde un comunicado (para una posterior entrevista y diálogo) en el que sin oponerse a las obras del Bulevar (porque lo consideran una infraestructura necesaria), reclaman que las obras se realicen tal y como están contempladas en el Plan General de Ordenación Urbana en lo que se refiere al tramo del Puente de los Ingleses. 

PGOU de Burgos Plano P0 4-21a
Según reza el comunicado añaden que solo respetando este plan es como mejor uso podrán hacer los vecinos de una carretera que va a costar 2.896.557,24 de euros y atañe a los vecinos de Fuentecillas, Barriada Yagüe, Barrio del Pilar y los trabajadores del polígono de Villalonquéjar. La reclamación se debe a la modificación del proyecto inicial a la que cada día se le añaden más parches como radares, pantallas antiruido, limites de velocidad a 30 km/h, escalera de acceso peatonal... que además de elevar los costes y lejos de solucionar el problema lo agravan aún más para los ciudadanos.
Los vecinos justifican que este nuevo proyecto distinto al inicial es equivocado y así debe de ser entendido por el concejal de Fomento porque de su propia boca salió que era un plan “provisional”.

Este tipo de incoherencia (con el Plan General de Ordenación Urbana) así como las medidas improvisadas que han sido tomadas también han sido denunciadas por Ecologistas en Acción Burgos, organización que solicita al Ayuntamiento la anulación del proyecto y su licitación porque consideran que el proyecto pretendido y que se licita es inviable y contrario al planeamiento por lo que no puede obtener licencia alguna.

Solución adoptada del "proyecto que se pretende
llevar a cabo"
Entre otros problemas también resaltan que no se van a cumplir las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para su acceso y utilización, algo que manifiestamente ocurre en el caso de la escalera que según la prensa propone el Ayuntamiento y que no han encontrado reflejada en el proyecto a licitación.

Según esta organización los terrenos afectados por el proyecto se expropiaron en su día en beneficio del Consorcio para el desvío del ferrocarril, que fue de este modo el beneficiario de esa expropiación.



Sin embargo, en los documentos manejados por Ecologistas se indica que la titularidad de los terrenos es del Ayuntamiento, algo que no se acredita, toda vez que, insisten, su titular es el Consorcio y por ello debería probarse que los terrenos son del Ayuntamiento, debiendo figurar cómo los ha adquirido, si los ha comprado, reexpropiado,...  y naturalmente obrando el título adquisitivo en el expediente.
Según Ecologistas es necesario probar la titularidad de los terrenos afectados pues en otro caso no podría llevarse a cabo la obra.

Escrito dirigido y entregado al Alcalde de Burgos





miércoles, 12 de febrero de 2014

Gamonal: Del General Yagüe a la mafia del ladrillo

Capitanía General de Burgos
Por Alberto San Martín
Durante las décadas de los años 40 y 50, Burgos es una ciudad con escaso peso industrial, de carácter muy agrícola y con una fuerte herencia militar desde 1938, año en que Burgos es nombrada Capital de la Cruzada en plena Guerra Civil.  Finalizada la contienda y trasladada la capitalidad a Madrid, en Burgos queda aún una grandísima población reclusa de carácter político. 

Cientos de sus familias se desplazarán a Burgos desde muchos rincones del Estado español para estar cerca de sus familiares presos. Mujeres e hijas de los prisioneros trabajarán como criadas del hogar en casas de oficiales militares y en casas de los cuadros de mando políticos y económicos de la dictadura franquista. 
Son los años en que el general Yagüe ocupa la Capitanía General de Burgos (1943-1952). El tan extendido dicho de que Burgos era una ciudad de curas y militares es cierto sólo a medias, también lo era de familiares de presas y presos republicanos, de cientos de exiliados internos y de innumerables fosas comunes bajo nuestros pies.


¿Cómo diseñaron el espacio urbano en Burgos los vencedores? 
En el Plan de Urbanización de Burgos, redactado por Paz Maroto (1943), se refleja un diseño urbanístico donde la presencia militar juega un papel destacado en el trazado urbano. Se construirían nuevas instalaciones militares siempre, cómo no, con la participación del Ayuntamiento de Burgos ya que muchos de esos edificios castrenses se levantaron sobre terreno municipal.  Aquel plan de urbanización preveía una gran zona militar entre la ciudad y el término de Gamonal. El objetivo era ocupar, llenar el espacio existente entre los apenas tres kilómetros que separan el centro de la ciudad del pueblo de Gamonal. Cualquier persona nacida en los años cincuenta podrá recordar cómo la calle Vitoria se encontraba jalonada de edificios militares, algunos de ellos aun hoy en pie. Unos ya existían entonces, como los Cuarteles de Caballería o la Barriada Militar. Y otros de nueva planta como el Gobierno Militar, la Academia de Ingenieros, la Residencia de Oficiales, la Deportiva Militar, el acuartelamiento Dos de Mayo (frente a las piscinas descubiertas del Plantío) o los conocidos como Chalets de Aviación entre otros. Sí, Chalets para oficiales de aviación. Más allá de Gamonal aun se conservaba el aeródromo militar además del Parque de Intendencia.


Aquellos Chalets fueron quedando con el tiempo rodeados de edificios en el Barrio de Gamonal, absorbidos de la noche a la mañana por aquella vertiginosa transformación del pueblo de Gamonal en Barrio a partir del año 65. Sin duda aquellas dos expresiones arquitectónicas chocaban y eran resultado de dos concepciones bien distintas. Una, con fuerte huella militar, la del Plan redactado por Paz Maroto (1943), bajo la atenta mirada e influencia del Capitán General Yagüe. Y otra, que más tarde se implantaría en Gamonal a partir de la creación del Polo de Desarrollo Industrial en 1960, de marcado carácter especulativo forjado entorno al nuevo poder tecnocrático franquista. 


La década de los 50, pues, supone un transito, un gozne, entre un modelo de planificación urbana aun dependiente de intereses militares y el nuevo capitalista especulativo nacido al calor del desarrollo industrial de los años 60, y que tendrá como paradigma el caos constructivo del Barrio de Gamonal.

Esta orgía del ladrillo tiene un punto de inflexión importante en 1992 cuando la Audiencia de Burgos sentenció que el constructor Mendez Pozo había recibido un ilegal trato de favor por parte del Ayuntamiento y condenó no sólo al constructor y al alcalde sino también a tres concejales. Hecho insólito en este Estado donde aun costaba someter la actuación de responsables públicos a controles jurídicos, máxime cuando éstos venían de las filas del Movimiento en los años 60 y 70.

El ejercito español mantenía hasta hace pocos años algo más de dos millones y medio de metros cuadrados de instalaciones, muchas de ellas a lo largo, como ya hemos dicho, del corredor de la calle Vitoria. Progresivamente y de acuerdo a nuevos criterios de “modernización” el Ministerio de Defensa, desde 1995, decide ir vendiendo buena parte de esos terrenos al Ayuntamiento de Burgos con la condición de que fueran destinados a viviendas de protección oficial.


El resultado final ya lo conocen: recalificación y venta de esos terrenos al mejor postor, ofreciendo suculentos beneficios a la mafia del ladrillo. Y debo recordar que esos terrenos en origen fueron cedidos o aportados por el Ayuntamiento de Burgos al ejercito en tiempos de la Capitanía del General Yagüe en un contexto de miseria generalizada de la población burgalesa que contrastaba obscenamente con el tren de vida de la oligarquía local en los duros años de posguerra.  Con esto se evidencia el poder del General Yagüe en los años 40 que con su presión obtiene terrenos públicos para instalaciones militares y que décadas después pasan a manos de intereses y negocios privados. 

 Mientras, el problema de la vivienda sigue siendo un quiste para las exiguas economías familiares burgalesas que tienen que comprar su casa en uno de los mercados inmobiliarios más caros del Estado Español junto con Madrid, Barcelona o San Sebastián.

Aquellos chalets de los que hablaba, una vez abandonados por el ejército, fueron ocupados por jóvenes en 1996 siendo escenario de una de las tantas experiencias de autogestión y ocupación desarrolladas en Burgos por diversos colectivos y organizaciones antifascistas. 

Se visibilizaba ya una actitud en el Barrio de denuncia de la falta de espacios públicos y dotaciones y también de las dificultades de accesibilidad a la vivienda por los jóvenes de entonces. “La Okupa de los Chalets de Aviación” albergó en las Fiestas de San Pedro de 1996 las jornadas que llevaban por título “5 Años de Ocupación y Resistencia” (en el 91 se ocupaba la casa de la Llana de Afuera) organizadas por la Asamblea Ocupa de Burgos. Aquella noche los jardines de la Ocupa de Aviación rebosaban de gente viendo al grupo Def Con Dos.


Ese mismo año se ocupaba otro espacio abandonado, las dependencias de la fábrica de leche CELEBUSA, también en el corazón de Gamonal, en el actual parque Félix Rodríguez de la Fuente. Aquel verano en la Ocupa de CELEBUSA se hacía cola para ver a Reincidentes y Andanada 7.
La creación del Polo de Desarrollo Industrial en los primeros años 60 abre la puerta de par en par a iniciativas especulativas y a la búsqueda de rentabilidad inmediata para muchos constructores y políticos. ¡Hagan negocio señores! Era la consigna.  El reparto del suelo en Gamonal se hizo atendiendo a conveniencias particulares. Cualquier intento de planificación representaba un estorbo para los que se frotaban las manos esperando las altas plusvalías de las ventas de las casas nido de los altos bloques que se erigían de forma desordenada y abigarrada a lo largo y ancho del joven barrio de Gamonal.

En resumidas cuentas, desde el responsable de la Matanza de Badajoz en el 36 Juan Yagüe, hasta los alcaldes de Burgos en tiempo de democracia (desde José María Peña hasta Javier Lacalle) el funcionamiento de la administración pública local está sujeto a una suerte de influencias personales, clientelas e intereses económicos que permiten el relevo de la corrupción a lo largo de los años. 
Ello queda muy bien expresado en el caso de la construcción en Burgos. Argumentos sobran para decir a los defensores del modelo de Transición que lo que hubo realmente a lo largo de los años 70 y 80 fue un continuum en lo que a corrupción se refiere. Pero también de represión hacia los movimientos que cuestionaran aquellas prácticas.

En Gamonal se lleva mucho tiempo sufriendo estos abusos, pero también tomando conciencia de que otro mundo es posible. El pueblo organizado paró el Bulevar pese a quien le pese. Hay una historia detrás. Aunque muchos tertulianos y periodistas al servicio de esos viles intereses sigan criminalizando a un pueblo que se empodera.

El Burgos de los señoritos está tocando fondo.