Seguimos en Burgosdijital.net

Seguimos en Burgosdijital.net
Nos hemos trasladado a Burgosdijital.net
Mostrando entradas con la etiqueta violencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta violencia. Mostrar todas las entradas

lunes, 28 de diciembre de 2015

Suicidio en Navidad



Por Juan Argelina
No pudiste más ¿verdad? Ansiedad, angustia, impotencia, sensación de abandono, soledad, autonegación,... Todo se convirtió en rabia por no ser lo que los demás querían que fueses, y tras los insultos, vejaciones, humillaciones y agresiones que soportaste, llegaron las fatales preguntas: ¿Vivo lo que realmente quiero vivir? ¿Debo resignarme a continuar sometido, vaya donde vaya, a la violencia cotidiana? Al final el miedo venció a las ganas de seguir luchando, y ante ti se abrieron las puertas de la muerte como única salida a lo insoportable.
No has sido el único adolescente en tomar esta trágica medida, en poner fin a una vida a la que ya no veías sentido. Solo tengo que echar un vistazo a las cifras del Instituto Nacional de Estadística para comprobar el número: 125 jóvenes entre 10 y 24 años se suicidaron sólo en 2010, y muchos de ellos se sintieron frustrados, como tú, Alan, ante la incomprensión de aquellos que sólo vieron en ti a una víctima, a un monstruo desnaturalizado, impulsados por el odio propio de la ignorancia de una sociedad repleta de represiones y marcada por las consignas de la herencia religiosa y de un mercado que sólo emite mensajes en género binario. 
Ser transexual ha sido tu estigma. No quisiste ocultarte y has pagado el precio de tu valor al exponerte tal cual eras, pero tu sacrificio demuestra el fracaso de tus agresores, el del sistema mismo en el que vivimos. Todos los que nos comenzamos a sentir diferentes durante los inicios de nuestra socialización en la escuela, aprendimos que para sobrevivir había que callar, mentir, reprimir nuestros impulsos y simular ser como los otros, sobre todo cuando tu autoestima frente al conflicto de identidad te arrastraba a la debilidad, al mundo "femenino", en una etapa de configuración de roles fuertemente unidos a la sexualidad. 
La mente infantil y adolescente es una esponja que absorbe las actitudes y las conductas de los mayores. Cuando todo es blanco o negro, bueno o malo, masculino o femenino, ... cuando los signos de pertenencia a un grupo definido vienen determinados por categorías impuestas por un sistema de valores muy riguroso (familia patriarcal, heterosexualidad normativa, superioridad masculina y machismo generalizado) y sobre todo cuando la educación obligatoria no ofrece apenas garantías para intentar revertir esos "valores", la presencia de elementos que distorsionan ese sistema siempre es vista como un peligro, y se atacan sin piedad. Parece que la legislación no basta. Pero si hasta un juez te había permitido cambiar tu nombre en el DNI. No fue suficiente. Ni el amor de tu familia lo fue. La sociedad no cambia sólo a golpe de decisiones judiciales o administrativas. Ayuda, si, pero la realidad es mucho más cruel. Desde la política las grandes palabras no se han traducido en hechos, y nuestra educación sigue siendo pobre en generar conductas de respeto y conseguir una transición positiva entre la adolescencia y la madurez adulta.

Desgraciadamente, el bullying sigue siendo el mal general de nuestras escuelas, y sus víctimas se pueden sumar a las de la violencia machista, pues las actitudes que lo provocan bien pudieran estar en el origen de ésta. 
El acoso sistemático a lo largo del tiempo no sólo tiene verdugos y víctimas, también tiene testigos y colaboradores. Y ahora que el ciberespacio ha entrado en la intimidad de todos, y que las redes sociales han ocupado y multiplicado la capacidad de relacionarse, también ha aumentado la presión sobre la autoestima respecto al efecto de impunidad que da el uso de la tecnología como intermediaria en la comunicación. 
Facilita de hecho que alguien crea que puede someter a otro sólo por el hecho de haber encontrado en él una debilidad de la que se puede aprovechar. Imagino que éste también pudo haber sido el caso de Alan. 
El agresor siempre piensa que es impune y que nada va a pasar. No es consciente de las consecuencias de sus actos, ya que ha entrado en una vorágine psicopatológica que el entorno escolar no ha sido capaz ni de prever ni de corregir. El resultado es que la víctima acaba adaptándose al maltrato hasta el límite del suicidio, como en este caso. Pero además, el suicidio por bullying tiene, en mi opinión, en esta época, un añadido muy siniestro en el sentido institucional: estas muertes cuestionan notablemente el sistema. 
Ahora, como nunca antes, la familia tradicional ha estallado, presa de una gran conmoción social, donde aparecen tergiversados los derechos humanos, donde parece que los transgresores tienen más derechos que las víctimas (es la víctima del acoso la que se cambia de centro escolar como si fuera un apestado), ya que, aparentemente, no hay sanción; donde todo se explica como un derecho individual (lo colectivo, lo colaborador, queda relegado frente a lo competitivo e individualista), donde todos quedamos perplejos ante la violencia. Esto horada los procesos de identidad. Quizás ésta sea la peor herencia de este proceso político que termina. 
Muchos jóvenes que se han confiado y han expuesto su identidad se sienten absolutamente abandonados y a la deriva. No comprenden por qué se les ha mentido cuando se les prometieron garantías de libertad y seguridad y se encuentran en medio del horror de la incomprensión y la tortura social, especialmente en una etapa tan difícil de adaptación y crecimiento físico y psíquico. 
Los jóvenes que sobrevivirán a esta situación se darán cuenta del proceso hipócrita y corrupto a que nos han sometido los delincuentes que nos han gobernado en esta última época, y que han propiciado el deterioro de nuestra educación y el clima de violencia que se vive en nuestros centros escolares. Ellos son, en última instancia, los responsables de estas muertes, ya que son los inductores de un proceso de identidad devastado.

Relacionado:
Concentración en la Plaza Mayor de Burgos por el trágico suicidio de Alan

sábado, 14 de noviembre de 2015

Burgos se concentra en la Plaza Mayor por los atentados de París


Por Burgos Dijital

La ciudad de Burgos se une en solidaridad por los más de 129 muertos y 352 heridos en la capital de Francia. Una gran concentración ha tenido lugar en la Plaza Mayor de la ciudad que ha unido a diversas personas y sensibilidades en solidaridad con las víctimas de estos horribles atentados.

Se ha leído un manifiesto de apoyo al país vecino y a los principios que fundamentan la República Francesa; sin embargo, no se ha realizado ninguna reflexión que conecte estos hechos de barbarie acontecidos en el país vecino con la situación actual que vive el mundo. 
La pena y el dolor es grande ante hechos de esta barbarie y magnitud pero también hay motivos para estar apenados por haber  perdido un momento clave para haber explicado a la ciudadanía que los refugiados, los civiles víctimas, tanto del terrorismo yihadista como de los bombardeos y los daños colaterales de las operaciones bélicas, son consecuencia de lo mismo: las guerras en Oriente Próximo, las intervenciones de las potencias mundiales en base al petróleo y a los recursos, así como las ansias de control o expansionistas de algunos estados y dictadores de la zona que con sus políticas fomentan el caldo de cultivo para la guerra y el terror.

Y en ese contexto sería un error eludir la responsabilidad que atañe a los países que participan y colaboran con las guerras, guerras amparadas en el pretexto de solución de conflictos en las que el paso del tiempo ha dejado ver un grave empeoramiento en la región y ha constatado el fracaso de las intervenciones armadas para solucionar conflictos violentos y de terrorismo. No quedan muy lejos las imágenes de desplazados por la guerra, ahogados en las costas de Turquía y Grecia, huyendo de ese mismo horror y barbarie; parecía que la muerte y el dolor tan solo se iban a quedar en ese papel reciclado de la prensa escrita, o en las pantallas de nuestros dispositivos. No ha sido así; como quiera que haya sido, ha llegado muy próximo.

Es un momento crucial para la ciudadanía, para hacer una lectura solidaria y al mismo tiempo crítica de la situación, es un momento para despertar y analizar de forma crítica nuestra posición desde las organizaciones supranacionales a las que pertenecemos, OTAN, Unión Europea, para demostrar nuestra valentía y solidaridad con las personas que huyen de las miserias y de la crueldad, para evitar la criminalización y el racismo. No se debe olvidar que aquellas víctimas que aparecieron ahogadas en las fotos de nuestros periódicos son víctimas del mismo odio y miseria que las víctimas de París.

viernes, 2 de octubre de 2015

Cuando la seguridad ciudadana deja de servir a los ciudadanos



Por Carles Giménez

Es ya una vieja excusa conocida, un justificante del beneficio, una especie de concesión económica a la opinión pública (cuando las circunstancias son difícilmente justificables) el esgrimir por todo lo alto el llenazo hotelero de la ciudad que suponen eventos de todo tipo, incluso algunos molestos, o incluso algunos generados por la soberbia de un alcalde y la justificación de los actos de una mafia de la construcción en la imposición de obras faraónicas esencialmente cuando están pagadas por los contribuyentes. 
Sí, estoy hablando de aquél llenazo hotelero que se esgrimió desde las oscuras páginas del boletín de Promecal en el que se alabó la afluencia de antidisturbios que se necesitaron para… ¿cómo decirlo? imponer el orden y que bajo ese orden ya se pudiesen imponer también (no es cosa ya de los agentes) los abusos de poder por parte del consistorio sobre el barrio.

Además de estos beneficios económicos con los que se pretendió justificar una actuación de fuerza desmedida contra la propia población de Burgos (por cosas similares fuera de la OTAN y especialmente en Oriente Medio eres invadido por las fuerzas de Estados Unidos y el Mosad con gran rapidez) uno llega a preguntarse, ¿cuál es la delgada línea que separa la actuación de funcionarios de seguridad pagados por nosotras para proteger y mantener el orden entre eso y pasar a mantener el orden para que los intereses de un grupo cerrado de dirigentes se desenvuelvan bajo la permanencia de una desmedida apariencia de control e incluso del miedo?

Si analizamos que el uso del pánico y del miedo, sin hablar del término “terror” ya demasiado politizado e inocuo de su verdadero significado, cuando nos encontramos en una situación con un grupo armado con pistolas y escudos frente a civiles desarmados ¿qué diferencias encontramos cuando sirven para el mantenimiento de un orden social o cuando sirven a un orden que al mismo tiempo beneficia a la expansión de la corrupción urbanística?
¿Pueden los escudos, la apropiación sistemática de una bandera, los santos patrones, los estautos y mandatos sobre papeluchos dotar ya no de legalidad (no vamos a discutir la ley) pero sí de legitimar moralmente a un grupo armado sobre la población civil a estas alturas en España (mientras el ministro de Interior se reúne con criminales imputados)?

Porque si se tratase de otra circunstancia, en el caso del conflicto del barrio de Gamonal ¿qué llevó a los agentes a detener entre otros a personas inocentes que no formaban parte de la protesta? Unas detenciones sin control no ayudan a mantener un orden sino tal vez a expandir el miedo. 

Si la estrategia hubiese sido tal tampoco podríamos culpar al cuerpo entero de una posible actuación no profesional, sabemos que en este tipo de organizaciones prevalece una jerarquía de hierro y que al igual que en otro tipo de organizaciones con funcionariado existen “cargos políticos” en las antípodas de la tecnocracia que actúan de maneras que la ciudadanía desconoce. 

Es sabido que en un grupo u organización con escudo, colores o bandera, si es de tipo piramidal, prevalece una especie de fidelidad a la organización que si alguna vez puede llegar a ser cuestionada (por discrepancias con altos cargos) bien se sabe también que prevalece la fidelidad a un grupo cercano o finalmente a los compañeros más allegados. Los altos dirigentes, expertos en utilizar grupos (ya sean partidos, plataformas, funcionariado etc…), saben de sobras que hay una gran facilidad para dividir grupos y que es difícil que un funcionario politizado pueda comprender a los ciudadanos que le están pagando y pueda llegar a haber una sintonía o empatía entre una fuerza de seguridad y la gente del barrio, aunque incluso se haya dado la orden de extender el miedo.

La existencia de cargos políticos, de funcionarios cercanos a autoridades que a diferencia de compañeros suyos no les baste con la mera tarea de servir a los ciudadanos sino aspirar a algo más cerca de los poderosos nos lleva a plantearnos a qué tipo de puertas giratorias pueden aspirar las fuerzas de seguridad, a qué tipo de organizaciones de seguridad privada acceden funcionarios tras su labor para con los ciudadanos, qué tipo de requisitos son necesarios para pasar de ser agente a llegar tal vez al cni, u a otro tipo de organizaciones con mayor retribución. 

Si existen requisitos más allá de la valía, y en este país es bastante posible, en favor de las amistades o lazos con dirigentes de los “santos despachos” es muy probable que sea la base junto al poder económico de una red de funcionarios que en ocasiones trabajen para intereses más allá del deber común o habitual. 
Esto ya ocurre en diferentes áreas del funcionariado, sobre todo en regiones con tradición de mayorías absolutas como la nuestra.

En un mundo donde el imperio del beneficio es la norma ¿hasta dónde puede conducir la represión dentro del margen legal de actuación?
En países de habla hispana lejanos encontramos ejemplos que han demostrado que los agentes de seguridad lejos de actuar en el mantenimiento del orden movidos por sabe dios qué oscuros intereses han llegado a colaborar con cárteles del narcotráfico y relaciones directas con alcaldes y caciques locales. 

Podríamos hablar de la complicidad para entregar a más de 40 personas a la suerte de un cártel por parte de los agentes resultando más de cuarenta desaparecidos de por medio que luego se han encontrado asesinados y enterrados en fosas ocultas.
Claro está que este tipo de hechos que han consternado a la comunidad internacional son un ejemplo lejano y extremo pero no dejamos de describir una realidad en la que fuerzas de seguridad hacen utilización de su autoridad para servir a intereses más allá de su deber y poniendo en entredicho la ética y la moral, un espejo donde resultaría muy delicado reflejarse e inimaginable llegar cruzando la delgada línea entre el deber y el poder.

El día día prosigue en nuestra ciudad con un diario que sigue criminalizando e inflando cifras contra una protesta en la que se dijo “basta ya de corrupción con nuestro dinero” y el consistorio, con la complicidad de una fuerza que dice ser de izquierdas,, continúa el linchamiento contra el barrio colaborando con esa misma corrupción urbanística que tanto colaboracionista y adepto tiene en nuestra ciudad.

Siguen empeñados en convencernos de que la protesta es de criminales y gastarse más de 20 millones de euros de dinero público en bulevares y plazas de toros es de gente honrada y respetada, rodeada de premios, becerros de oro varios.
Burgos seguirá con su estación de tren fantasma, algún día nuestros nietos acabarán de pagar la deuda del bulevar ferroviario, el cielo amanecerá algún día con uno o dos caciques fallecidos a cuyo nombre destinarán una calle o unos distinguidos premios. Pero nosotros nunca nos cansaremos de contar la historia de un barrio agotado que indignado dijo basta y que hizo capital cultural a Burgos 2014-15.

jueves, 24 de abril de 2014

Los Violentos Itinerantes y el Diario de Burgos

Por Alberto San Martín

El Barrio de Gamonal que consiguió parar la construcción del Bulevar, sigue meses después, alimentando titulares y opiniones criminalizadoras en grandes medios de comunicación.  En ellos, muy explícitamente, vinculan la lucha vecinal con “grupos violentos desplazados desde otros puntos del Estado español”. También llama la atención en estos  artículos el empleo de otro  viejo y conocido recurso: “la conexión abertzale”.  Al parecer, que ciertos medios se hagan eco de los mismos o muy parecidos titulares, apunta a que es una estrategia diseñada desde un despacho. Al servicio de ese despacho trabajan grupos de estudio, Think Tank  que elabora informes y que actúa de correa de transmisión a través de los grandes medios de comunicación con el objetivo de incidir en la opinión de la ciudadanía. Estos “tanques de pensamiento” crean una pantalla avasallante de mensajes, que casi de manera infalible, colocan a toda una opinión pública de su lado.  El propósito ya lo conocen: criminalizar  la protesta social. 


Medios de comunicación en el Edificio  Promecal, sede de Diario de Burgos
El Diario de Burgos
A poco que se hayan seguido los acontecimientos en Gamonal, desde el inicio de las protestas, se adivina fácilmente el origen y sucesión de esos mensajes. Ministerio del Interior, Subdelegación del Gobierno, Diario de Burgos. “¡Ese es el orden, Sancho!” diría Don Quijote a su Escudero.  El empleo de las palabras “violentos” e “itinerantes” no es, por lo tanto, fortuito o aleatorio.  

El Diario de Burgos,  órgano de expresión del constructor Antonio Miguel Méndez Pozo, cumple con el propósito de transmitir, sin tregua, noticias y opiniones que dañan constantemente la imagen del barrio. Su rotativo serviría de ejemplo, para un estudiante de la materia, de lo que nunca se debe hacer en un periodismo veraz, científico, independiente y ético.

Sus inmensas plusvalías obtenidas en los años del pelotazo urbanístico y la especulación le permitieron hacerse dueño de numerosos medios de comunicación con el propósito de erigirse actor político en la sombra. Es rara la vocación informativa del periódico burgalés, más bien actúa como herramienta para las relaciones públicas del constructor. A una mínima lectura atenta se  observa la tergiversación de la información haciendo pasar  suposiciones, opiniones o deseos por noticias. La omisión de hechos o acontecimientos o la obsesión por vincular al vecindario de Gamonal con la violencia son algunas de sus estrategias y vicios periodísticos.   Lo vimos ya en el año 2005 cuando el vecindario paró la construcción de un parking subterráneo privado en la calle Eladio Perlado, corazón de Gamonal. El Diario de Burgos sin el menor interés en investigar y contrastar la información  publicó que los desórdenes en esa calle de Gamonal fueron provocados por jóvenes radicales vascos desplazados desde Euskal Herria. ¿De dónde surgió la matriz de la noticia? La subdelegada del gobierno en Burgos de aquellos años, Berta Tricio, expresó sin rubor que la protesta vecinal fue apoyada por grupos de jóvenes radicales vascos. 

Y es que de casta le viene al galgo. Desde el 18 de julio de 1936 el Diario de Burgos servía de vocero, de escaparate, de los artículos y bandos militares que los generales fascistas escribían expresando el odio contra aquellas personas de ideología progresista, liberal, socialista, comunista, anarquista o republicana. Bandos en los que se decretaba la búsqueda y captura de esas personas. No tiene desperdicio, si el estómago se lo permite a uno, los Bandos en los que el General Mola llama a no “ser tibios”  con las personas “afeminadas” o “desviadas” arengando al linchamiento y la estigmatización. Después de la Guerra y en las décadas siguientes el Diario de Burgos ha sido la correa de transmisión de las ideas y opiniones del revanchismo y la desmemoria.

Durante la posguerra, el Diario de Burgos, cumplía con la función de ser un instrumento para la propaganda del miedo.  La prensa escrita y la radio actuaron como  vehículo de transmisión de la incomunicación y la desinformación. La dictadura franquista necesitaba imponerse sobre masas de trabajadores y trabajadoras desinformadas. Sólo de esa manera podían implantar un sistema represivo eficaz.   El Diario de Burgos se convirtió en paradigma de la manipulación de noticias, el ocultamiento de la información y la censura. Y lo que es más grave,  un instrumento al servicio de la represión y la alienación. Bonito curriculum.

Con la llegada de la transición y más adelante, en el 92, cuando Méndez Pozo se hace dueño del rotativo no hay ninguna voluntad de limpiar tan macabro estigma del pasado.  Desde 1936, año tras año, el Diario de Burgos veía la luz cada mañana en una ciudad donde todo, absolutamente todo, estaba controlado por los militares. No era de extrañar, el ejército español ha sido cantera de cargos en los ministerios civiles, las subsecretarías, las direcciones generales, los gobiernos civiles, los ayuntamientos, las diputaciones, las embajadas, los consejos de administración de las empresas públicas y privadas…¡ hasta los quioscos donde se vendía la prensa  servil, en la cual ellos escribían, eran asignados a las viudas de militares en los tiempos del hambre atroz! Todo era suyo.  El desfile de militares  en Burgos por cargos públicos como ayuntamiento o gobernación civil ha sido profuso. Mejor ejemplo de itinerancia que ese no lo hallo por ningún lado.


Violencia e itinerancia

Fidel Dávila Arrondo fue uno de los primeros generales participantes en la conspiración militar de 1936 y el primer Gobernador Civil. Bajo su autoridad desaparecieron cientos de hombres y mujeres que hoy yacen aun en cunetas y fosas comunes de nuestra provincia. Al poco tiempo le sustituye en el cargo de Gobernador  Francisco Fermoso Blanco, general también.   Imputado por la Audiencia Nacional en el sumario instruido por Baltasar Garzón, como presunto autor de los delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad cometidos durante la Guerra Civil  española y en los sucesivos años del régimen.

Capitanía General en Burgos
En 1941, el Coronel Servando Fernandez Victorio Camps es el nuevo Gobernador Civil en Burgos. Inaugurará con mano de obra esclava el Tunel de la Engaña. Seis mil novecientos setenta y seis metros excavados durante diecinueve años por presos políticos republicanos y trabajadores forzados. Astronómico negocio para sus empresas privadas.

El 28 de noviembre de 1946, un año después de que fascistas y nazis fueran derrotados en la Segunda Guerra Mundial, toma cargo de Gobernador Civil en Burgos Alejandro Rodríguez de Valcárcel. Falangista militante que a diferencia de los anteriores no sale de la cantera de los cuarteles. Sin embargo, su curriculum no deja de ser menos macabro.  Años después fue presidente del Consejo del Reino, presidente de las Cortes franquistas y presidente del Consejo de Regencia. Este último cargo le hacía responsable del traspaso de poderes de Franco a Juan Carlos I de Borbón.    Y por tanto, uno de los responsables necesarios,  de los últimos juicios con sentencias a muerte por fusilamiento. 

Angel Otaegui juzgado en el regimiento de artilleria de Castrillo del Val ( a los pies de   la Sierra de Atapuerca) el 29 de agosto de 1975, es fusilado un mes después en las tapias del Penal de Burgos.  Si ha habido violencia e itinerancia respectivamente, en Burgos, en los últimos 80 años, ambas han brotado en los eriales de los cargos fascistas militares y civiles hasta bien entrados los años de la democracia.  El paradigma de sembrador de terror, de violencia máxima, está en la figura de Juan Yagüe, poco quiero hablar de él. El día 11 de abril, en Burgos, profesores de distintas universidades e investigadores participaron en una charla debate, que dentro de las Jornadas “Verdad Justicia y Reparación”, analizaron la figura y la responsabilidad del militar y gobernador civil de Burgos en crímenes contra la humanidad.

Pero para itinerancia la de Federico Trillo Figueroa, no el que fuera Ministro de Aznar implicado en el accidente del Yak 42, sino su padre.  Trillo toma posesión como Gobernador Civil de Burgos el 23 de diciembre de 1969. Además de militar, ministro togado de la Armada, Trillo Figueroa fue procurador en Cortes y gobernador Civil en Cáceres y Zaragoza. Alcalde de Cartagena, ciudad de la que fue nombrado hijo adoptivo. Jefe provincial de Falange y JONS en Teruel. ¿Qué relación tuvo Trillo con Burgos para ser enviado aquí de Gobernador? Él había sido cadete de una de las primeras promociones militares con instructores venidos de la Alemania Nazi en Burgos en 1938. Él conocía bien Burgos.  Ante la falta de espacio   se utilizaron edificios públicos municipales como los Teatros Principal y Avenida como academias militares donde los nazis enseñaban lo que después aplicarían a gran escala en la mayor conflagración mundial. Buenos maestros tuvo Trillo.

Habría que recordar que siendo Burgos Capital Fascista,  miles de metros cuadrados municipales y edificios civiles fueron puestos a disposición del ejército. Décadas después miles de esos metros cuadrados lejos de regresar a manos públicas fueron subastados al mejor postor iniciándose una trepidante carrera especulativa, origen y raíz de algunos de los conflictos que se viven en Gamonal.  Si alguna persona sigue señalando como violentos e itinerantes al  vecindario de Gamonal o está ciega, o no conoce nada la historia de su ciudad o sigue albergando odio y revancha contra un Barrio que lucha día a día por la justicia y el pan.

jueves, 6 de febrero de 2014

La imagen del general Yagüe ensombrece Burgos

Fotomontaje: General Yagüe con el concejal de Cultura de Burgos Fernando Gómez

Por Lucas Mallada
Este sábado me he dado una vuelta por la “Feria de las Marcas”, celebrada en IFEMA, Madrid1.
Allí, en la despampanante puesta en escena, me he dado un garbeo muy ilustrativo acerca del estado de salud y capital simbólico que atesoran algunas de las “Marcas” de referencia de las que formo parte.

Veréis, entre todas, he visto a la flamante “Marca España”, en la UVI y muy maquillada por un equipo de generadores de opinión que no permiten que se arrime nadie, se creen que es suya, pero a pesar de ello se olfatean los desahucios, el desempleo, la corrupción rampante, el descrédito institucional y los buenos datos macroeconómicos únicamente de las entidades financieras.

Sin querer, lo prometo, estaba en el suelo y no la he visto, he pisado la “Marca Monarquía española”, decía el responsable que no sabe qué ocurre, que es como si se desprendiera ella sola del estante, y están llamando a los mejores fontaneros, y nada, porque dicen que es un problema de cañerías, que hieden.

Y andando por ahí, me he topado con agradable y cálida sorpresa con una marca recientemente colocada, estaba rodeada por japoneses haciéndose fotos, la “Marca Gamonal”.  Obviamente lejos de estar prevista su presencia en tan alta muestra, la organización ha tenido que reservarle un hueco de última hora desplazando a otras. La “Marca Gamonal” rebosa orgullo, autoconfianza y constituye un nuevo ejemplo para otras.

Finalmente, y he tenido que buscarla, he encontrado la “Marca Burgos”, en la última sala, junto a la puerta sin cerrar del almacén; hace frío y no está muy frecuentada, vaya decepción. La luz macilenta del espacio no invita, la “Marca Burgos” tiene caspa grasosa en la parte superior y está sostenida por ladrillos tabiqueros en forma de hubu, además sobresalen unos sobres cerrados y abultados con los anagramas de las viejas y perdidas cajas de ahorro, leo los nombres que figuran en las direcciones de los sobres, pero por decoro y dolor colectivo me los voy a callar.

Junto a la marca, y recientemente, han colocado una foto color sepia, en ella aparece una persona de uniforme, con aires pretorianos y sonrisa soberbia, de sus manos mana sangre de rojo oscuro que forma un charco alrededor de la foto y que amenaza con impregnar la “Marca Burgos”.  Casualmente pasa una ordenanza, estamos solos y me atrevo a preguntarle por qué no lo limpian. Me responde cansado que él ya ha avisado y parece ser que el único remedio sería retirar la foto del salvapatrias (sic) y que según dicen en dirección el Ayuntamiento de Burgos está conforme con que sea así.  Me quedo consternado por la desolación de la escena, y me arrebata la idea de preguntar a la organización si no se puede proponer alguna medida que mejore el lamentable estado de “Marca Burgos”.

Un rato después, alguien de la organización me recibe, entre curioso y sorprendido por mi interés en una marca tan relegada. Me contó muchas cosas, algunas me hicieron temblar por dentro, otras derramar lágrimas secas y otras me provocaron un extraño activismo irredento por los tiempos perdidos.  Me explicó que el personaje de la foto no era otro que Juan Yagüe, militar golpista, que logró el poder por métodos violentos, años atrás. Que su hija, Eugenia o algo así, se había empeñado en homenajearle, y que el Ayuntamiento de Burgos había ofrecido un espacio público para ello, nada menos que el Monasterio de San Juan, junto al pintor Marceliano Santamaría. Que a él le daba un poco igual, que eso era cosa del concejal de Cultura, un tal Fernando Gómez, que se empeñaba en justificarlo y en mezclar churras con merinas. Que si los dirigentes de la ciudad apostaban por asociar su imagen al franquismo, pues que cosa suya era, que ya les pasó factura con la candidatura de la capitalidad cultural para el 2016 pero que, en su opinión, en la meseta eran muy duros de mollera y no terminaban de aprender.

Y finalmente me advirtió de que la imagen a la que se asocian o como se definen las marcas no era algo público, si no que lo decidían los poderes establecidos, aunque la valoración de esos símbolos sí era cosa de la gente, por tanto, el aprecio o descrédito de las mismas consistía en el acierto de las autoridades en interpretar los valores de los ciudadanos, y que por mucha cosmética invertida no había remedio, como rezaba la Biblia “por sus obras les conoceréis”, y que así estaban las cosas, de momento; cerrando la cuestión con una sonrisita irónica, dejó caer: “y está claro que los “jefecillos” de Burgos últimamente no dan una”.   Salí al aire fresco. No entendía por qué aquel entuerto y empecinamiento, ¿será que en Burgos nos perdimos algún capítulo del “Cuéntame”, y tenemos asignaturas pendientes?

1Para despistados, advierto que es ficción, aunque podría no serlo...

jueves, 16 de enero de 2014

Reflexiones de un Burgalés sobre #Gamonal y la violencia

Por Aaag
Cartas de los lectores


¿ aquí hay violencia ?
Ahí van unas pequeñas reflexiones, seguramente desordenadas, acerca de lo que está pasando en Gamonal, un barrio para presumir de vivir cerca de él.
Yo soy de Gamonal o eso me gustaría, soy de Burgos, del centro.  Aunque ser parte del equipo de realización de dos documentales sobre el barrio ¿De quien es la calle? y Gamonal(es), me hace sentirme gamonalero.  Conozco bien a sus gentes, son gentes honradas, abiertas y solidarias, trabajadoras (quienes pueden) y orgullosas, les queda algo de ese orgullo de clase obrera que parece extinguido. Es gente brava que no se deja engañar por un ayuntamiento corrupto, gobernado siempre, salvo cuatro años por la derecha más retrógrada que nos mal-gobierna de forma dictatorial y que está llevando a este país al abismo.
http://www.ultimocero.com/articulo/la-marcha-atr%C3%A1s-lacalle-agita-a%C3%BAn-m%C3%A1s-la-calle

Las vecinas y vecinos de Gamonal llevan meses movilizándose de forma pacífica, pero las manifestaciones pacíficas, las firmas, los intentos de diálogo no han servido para nada, el ayuntamiento se lo ha pasado por el arco del triunfo, ni ha escuchado, ni quiere escuchar. Este ayuntamiento con 480 millones de euros de deuda, con un anterior bulevar ferroviario sin terminar y sin pagar, impone una obra faraónica sinsentido en un momento como este.   En un barrio donde muchas personas y familias están en una situación extrema, con serias dificultades para poder llegar a fin de mes, donde se acaba de cerrar recientemente una guardería, un barrio que sufre el urbanismo aberrante del desarrollismo franquista.  Decir que lo que está ocurriendo es violencia, que no conduce a nada, que así no se consigue nada,... no es más que palabrería manida y que repite dogmas de un poder alienante:

Violencia es ver a policías dar palizas a personas indefensas
Violencia es que haya miles de viviendas vacías y los bancos echen a la gente de sus casas
Violencia es que la mortalidad del nuevo hospital de Burgos sea mayor que la del antiguo hospital, y se presuma de que se ha ahorrado en tiempo de hospitalización.
Violencia es ver  que 4.000 personas se fueran de la provincia de Burgos el pasado año, porque en esta tierra de caciques nos dejan sin futuro.
Violencia es que las cárceles estén llenas de pobres
Violencia es detener en centros de tortura como son los CIES (centros de internamiento de extranjeros) a personas por el solo hecho de ser de un país pobre y buscar una vida mejor.
Violencia es pasar 10 años en la cárcel por quemar un cajero
Violencia es que en este país haya todavía 130.000 personas desaparecidas y que el portavoz del gobierno diga que la gente solo se acuerda de sus muertos cuando hay subvenciones.
Violencia es no llegar a fin de mes
Violencia es que la ropa que vestimos y la tecnología que consumimos la fabriquen esclavos.
Violencia es una ley del aborto criminal que trata a las mujeres como seres inferiores. 

Esto y muchas otras cosas son violentas.  Lo de estos días en Gamonal es una expresión de rabia, que prenda la mecha y que se extienda la lucha. Basta de un poder corrupto que solo sirve a los poderosos. 
Ojalá esto sea el principio de algo más gordo.  Lucha, solidaridad y apoyo mutuo.
Estos días es un motivo más para amar este barrio. Viva Gamonal! ... siempre en vanguardia!!!!