21 de noviembre de 2011. El principio del fin del turnismo de partidos de esta segunda Restauración borbónica que comenzó en España con el fallecimiento del Tecnócrata-golpista en su cama, el año 1975, ha comenzado. Hoy, se alza el telón del segundo acto. Uno de los dos partidos políticos que se han beneficiado de los pactos de la Segunda Restauración (conocida popularmente como Transición) y que han participado en la gestión política del Estado español durante varias legislaturas, ha sufrido una derrota, que expresa el hundimiento de sus posibilidades política a largo plazo. En sólo dos años de gestión ha dilapidado gran parte de su haber político y la confianza de los ciudadanos, probablemente muchos de ellos hayan cambiado el sentido de su voto definitivamente. Por tanto, uno de los pilares del sistema ha quedado completamente desarbolado.
La victoria, del otro partido político, por lo contundente, concede a sus cuadros, el mayor poder político del que pueda haber disfrutado una opción política en este periodo. De cualquier modo la llegada al Gobierno del señor Mariano Rajoy, probable marioneta de poderosos poderes extranacionales, no tendrá excesiva transcendencia, aunque ahora nos lo parezca. Seguramente, el retorno de los egipcios a la Plaza Tahrir peleando por la democracia, tenga mayor importancia en el próximo futuro que unas elecciones políticas que presentan candidaturas con las manos atadas, y con un programa al diktak de Bruselas, del FMI y de sinuosos entramados político-financieros.
A partir de hoy, asistiremos al progresivo y rápido desgaste de los ganadores, que a buen seguro será mayor y más rápido cuanto mayor sea la percepción de su propia victoria, y de la soberbia que se permitan destilar. Lo cierto es que el bipartidismo turnista no funciona con un régimen de partido único, que es lo más parecido a lo que se inaugura hoy. La espectacular, -y merecida-, derrota de los compañeros de camino deslegitima el sistema, esto en el fondo es un importante traspiés para los ganadores[1]. Quedarse solos será con el tiempo una victoria amarga y pírrica, porque no está en juego el éxito de un partido político, si no el sostenimiento del sistema. Sin alternancia creíble, no es posible augurarle larga vida, el desgaste está tomando velocidad de crucero. Con el rodillo de la mayoría conservadora, la poca política que quedaba en las Cortes saltará a la calle, espacio abierto donde los ciudadanos de forma organizada podemos ejercer la democracia. Los movimientos sociales, los veteranos y los más jovenzuelos van a tener mucho que decir.
¿Los pequeños partidos, que se han abierto paso con una ley electoral injusta y hecha a medida para fomentar el bipartidismo y los feudos de los partidos localistas, serán una incipiente alternativa que pueda construir modos nuevos para tiempos nuevos? Inician un camino largo, pero iremos viendo cómo y hasta dónde. También se producirán necesarios cambios en el propio sistema, al tiempo...
Elecciones de Mayo 2011 |
La fe de los españoles en el sistema democrático, acudiendo a depositar su elección a las urnas parece aún inquebrantable, aun a sabiendas que el partido se juega en otro campo y que las Cortes españolas, cada vez se parecen más a aquellas Cortes medievales o de la época moderna que los reyes convocaban a su antojo con el único objetivo de sancionar sus propuestas y ampliar la legitimidad de las mismas, que generalmente tenían que ver con la recaudación de impuestos o fondos para mantener costosas guerras, ¿les suena?, ahora nos exigen pagar los trasvases de dinero público a entidades y manos privadas, la confrontación continúa.
¿Y en Burgos?, en nuestra circunscripción electoral, como en muchas otras, dadas las actuales reglas de juego, queda consagrado el bipartidismo, ad aeternum. El resto de consideraciones, quedan para amenizar el café de la mañana.
Desde hace muchos años tienen "soluciones". |
Suma y sigue. Acaso estemos cruzando las últimas etapas de un periodo histórico, y es importante que estemos atentos para percibir los signos de cambio y ser capaces de interpretarlos. Más aún, la página siguiente de la Historia está en blanco, nos llama a escribirla, si declinamos el ofrecimiento, otros, quizá los de siempre, una vez más la emborronen con su egoísmo, recreando sus archiconocidas estructuras de poder. Nos encontramos ante una apasionante oportunidad de mostrar que necesitamos otras palabras alejadas de las consabidas: productividad, competitividad, crecimiento, acumulación... Y sospecho que los futuros Gobiernos de Rajoy no caerán en la tentación de tomar otros derroteros..., mas que nada porque no saben hacer las cosas de un modo distinto, ni siquiera son capaces de construir discursos ajenos al lenguaje oficial del la religión del Mercado, es decir, de los más ricos del planeta.
Lucas Mallada.
[1] Propongo profundizar en una interesante comparación histórica. Examinen lo ocurrido durante el reinado de Alfonso XIII, durante la última parte de la Restauración Borbónica , sobre todo, como a partir de la Semana Trágica (1909) se van descomponiendo los partidos liberal y conservador, sostén del sistema político. De la misma manera, aquella democracia limitada, fue incapaz de integrar a una oposición creciente, teniendo que refugiarse en la Dictadura de Primo de Rivera, lo que dio al traste con el propio régimen.
los tapones azules son mayoría.
ResponderEliminarlas soluciones las traen en autobus...
ResponderEliminarmuy buen análisis , si señor, sois los mejores portavoces de la realidad.
ResponderEliminarPara que el PSOE se hunda definitivamente y no se recupere, para que podamos echar abajo uno de los pilares del actual sistema, debemos ser claros: no aceptarles en ninguna reunión, plataforma, asamblea, etc, que se cree para hacer frente a los ataques del capital. Si se nos suben a la chepa otra vez, como durante el período de Aznar, acabarán aprovechándose del trabajo del resto de personas y organizaciones.
ResponderEliminarla primera foto cojonuda, como os pasais....
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