Y a la tercera, o la cuarta o la quinta… fue la vencida. Tras los diversos anuncios realizados en los diversos pseudoboletines oficiales (mal llamados periódicos) del Partido Único, pasquines de dudosa utilidad y hojas parroquiales varias por parte del Presidente de la Junta de Castilla y León el nuevo “Hospital Universitario” de Burgos comienza su andadura.
Quizás ya por estas fechas se hayan olvidado las polémicas, debates, y numerosas manifestaciones realizadas por los pesaditos de turno, que en todos los sitios tiene que haber de todo, sobre las infundadas sospechas acerca de la privatización paulatina de servicios sanitarios. Por esto y mucho más voy a aprovechar este rincón para quitar posibles miedos y pesadumbres a los progres que tienen salpullidos cada vez que oyen o intuyen que hay una empresa privada por medio repartiendo caridad en la Administración Pública. Porque como ya sabréis todos la SANIDAD NO ES RENTABLE.
Vamos a hacer memoria. En octubre de 2005, la Consejería de Sanidad tramita un expediente de contratación con una inversión inicial prevista en 231.745.812 euros. Este contrato de concesión de obra pública recoge la construcción de la obra civil, el equipamiento y la explotación de catorce servicios no sanitarios, además de las zonas comerciales, del nuevo Hospital de Burgos, y el plazo previsto para esta concesión de obra pública es de 30 años, a contar desde el día siguiente de formalización del oportuno contrato, periodo en el que se contemplan 36 meses para la ejecución de la obra y seis meses más para el equipamiento. El resto hasta los 30 años se considera periodo de explotación.
El objeto del concurso es el otorgamiento de la concesión de obra pública del nuevo Hospital de Burgos a un concesionario para que éste la ejecute y explote con la obligación de mantener la infraestructura hospitalaria y la prestación de catorce servicios no sanitarios con la calidad necesaria para la correcta asistencia sanitaria, reconociéndole el derecho a percibir una retribución por uso de las infraestructuras, por la prestación de servicios y obras accesorias o vinculadas y por los ingresos procedentes de las zonas comerciales, en total 1010 millones de euros a pagar en 30 años. En cualquier caso, si las cosas se tuercen el pliego de condiciones contiene una cláusula de salvaguarda de los intereses del concesionario. Así, si el proyecto de construcción se incrementa "por nuevas necesidades o causas imprevistas", la empresa adjudicataria será compensada, básicamente a través de las siguientes vías: mediante el alargamiento del plazo de concesión o con un incremento de las tarifas que sirven para determinar el canon anual. PORQUE AL FIN Y AL CABO LA SANIDAD NO ES RENTABLE.
En febrero de 2006 se resuelve el concurso de construcción del nuevo hospital de Burgos y se adjudica, gracias especialmente a que el precio ofertado es el más ajustado de los presentados, a una unión de empresas autodenominada “Nuevo Hospital de Burgos, S.A.” y formada fundamentalmente por ISOLUX y ARRANZ ACINAS. Lo demás ya se sabe: varios modificados en el presupuesto y varios retrasos justificados por parte del Consejero de Sanidad y de su Presidente por diferentes razones, algunas tan peregrinas como que el nuevo hospital iba a ser “Universitario”. Resultado: más de tres años de retraso (ver claúsula de salvaguarda en el párrafo anterior) y unos 90 millones de euros más de los presupuestados, que digo yo si no es sancionable que una UTE gane fundamentalmente un concurso por lo ajustado de su precio y luego ese factor se lo salte a la torera junto a la Administración que la contrata. ¿O a caso ambas partes ya sabían esa suma aproximada y preparan el chachullo de marras para que la adjudicataria sea la prevista y se la compense a través de la letra pequeña? NO, PORQUE LA SANIDAD NO ES RENTABLE.
Hay quien dice que el futuro hospital de Burgos y su modelo de gestión está basado en experiencias tan eficaces y maravillosas como la británica, país que como todos sabréis es un ejemplo a seguir en el sistema público sanitario. Este modelo se puso en marcha en el Reino Unido hace quince años, y se ha seguido ampliando. El mismo se basa en que una empresa privada pone el dinero para construir un hospital y la administración le paga durante un periodo de tiempo que es variable entre 30 y 60 años determinadas cantidades que se fijan en el contrato inicial. Pero además esa empresa privada se hace cargo de la parte del hospital que se considera no sanitario, aunque delimitar qué es sanitario y qué no lo es puede ser algo demasiado complicado.
De la experiencia británica se han elaborado al menos tres informes, uno de ellos llevado a cabo por la organización mundial de la salud, y de dichos informes se derivan varios problemas. Uno de ellos es que se produce un sobrecoste notable que, en el caso de Burgos, puede ser alarmante porque aquí no se ha determinado una cuota fija a pagar y variará en función del número de diagnósticos, consultas u otras actividades que se realicen en el centro.
Otro problema que plantea esta nueva gestión es tanto en el número de camas como en el número de personal. Así se coloca una ratio de 1.9 camas por mil habitantes (teniendo como universo la provincia) cuando en España la media es de 4 camas por mil habitantes.
Y el problema básico de todo esto será que el hospital estará en manos de dos empresas diferentes, una privada con fines lucrativos que en cualquier momento podría salir a bolsa, y la administración que se supone vela por los intereses de los pacientes, intereses que chocarán y harán que la calidad sanitaria baje. PERO YO NO LO CREO PORQUE PARA LAS EMPRESAS LA SANIDAD NO ES RENTABLE.
Para hacer entender y tranquilizar a nuestros lectores de que probablemente esto no ocurra en nuestra maravillosa ciudad, vamos a poner un ejemplillo cercano más spanish.
En la Comunidad de Castilla-La Mancha están al borde de la privatización de 4 hospitales públicos, con la excusa de que no son rentables (¿?). Parece ser que CAPIO SANIDAD va a ser la empresa privada de gestión sanitaria a la que se le van a conceder la gestión de los cuatro hospitales públicos. Algunos de sus accionistas y directivos nos pueden dar pistas de lo poco rentables que son estas asociaciones de caridad: Rodrigo Rato (ex ministro y actual presidente de Bankia), Ignacio López del Hierro (el ya famoso marido de Maria Dolores de Cospedal), o Teresa Echaniz Salgado (hermana del Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Comunidad de Castilla-La Mancha). Así mismo esta cofradías de beneficencia están hermanadas con todo tipo de asociaciones, fundaciones y patronatos como, en este caso, el Patronato Confías, cuya principal patrocinadora es la Fundación Alicia Koplowitz, mujer que como todo el mundo sabe ha sido Premio Nobel de la Paz y Príncipe de Asturias de Derechos Humanos.
Lo cierto es que, a la chita callando, empresas como Capio ya controlan buena parte de la sanidad pública de este país. Una vez dicho quien está detrás de CAPIO SANIDAD, ahora voy a pasar hablar de la empresa, o mejor dicho del holding “Grupo Capio”. Se trata de uno de los principales proveedores europeos de asistencia sanitaria, líder del mercado en Suecia y España, cuarto en el Reino Unido y segundo en Francia. Además tiene presencia en Noruega, Finlandia, Dinamarca y Alemania y también está ligado a actividades inmobiliarias (¿os suena de algo esta actividad a la que normalmente hacen ISOLUX y ARRANZ ACINAS?, ¡para nada!). En nuestro país ya cuentan con 28 centros, 14 de ellos hospitales, entre ellos, la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, el Hospital General de Cataluña en Barcelona, el Hospital Sur de Alcorcón de Madrid o el de Las Tres Culturas, en Toledo.
En enero de 2005, compró Ibérica de Diagnóstico Cirugía (IDC) que era el primer grupo hospitalario privado español por 330 millones de euros. Está ya presente en siete CC.AA. y factura más de 300 millones de euros. En 2007, Capio fue objeto de una OPA por parte de la multinacional Apart Partners SA (APSA), una entidad financiera de capital riesgo con base en el Reino Unido que opera en Hong Kong y otros países (¡Conmovedor!).
Además de Madrid y Castilla La Mancha también tiene puesta su zarpa en la Comunidad Valenciana. Así participa ya en la gestión de los hospitales de Alcira, Manises, Torrevieja, Elx y Denia, junto a Ribera Salud, cuyos accionistas principales son Bankia, otra vez, y la ya extinta CAM, ahora Banco Sabadell.
Parece ser que la jugada se basa en que en estas fórmulas de financiación público-privada y concesiones de Obra Pública, la financiación, gestión (y en algunos casos la prestación de servicios) corre a cargo de consorcios integrados de empresas constructoras (levantan los edificios), entidades bancarias (adelantan el dinero) y aseguradoras (gestionan los servicios); una vez entregado el centro, la administración paga un canon anual por 20-30 años que se paga a cargo del gasto corriente del presupuestos (no al capítulo de inversiones), por lo que no computa como deuda pública a pesar de que el coste de los centros (endeudamiento real) multiplica por siete el coste real de los mismos. Nuevo trasvase del dinero público a intereses privados. AUNQUE LA SANIDAD NO ES RENTABLE.
Mientras tanto, aquí de nuevo en la capital burgalesa, nos estamos preocupando, o más bien sólo nos hacen preocupar porque el aparcamiento durante todo el día en el nuevo hospital va a ser 1,04 euros más caro que en el aparcamiento de la avenida del Cid que da servicio a todo el entorno del Hospital General. A ver que no digo yo que eso no joda, pero a lo mejor los mismos que nos informan nos están desviando un poquitillo de lo razonablemente más importante.
Sí, también hay alguna que otra noticia sobre el impactante dato acerca de la instalación de una nave y de la supuesta contratación de 180 personas por parte de la potente y reconocidísima empresa gallega “COGESA Logística, S.L.” que se va a encargar de la gestión documental, de momento sólo de eso, del nuevo hospital. Por cierto empresa muy bien instalada y acogida en la Consejería de Sanidad de Madrid, la cual le ha concedido ya varios servicios “no hospitalarios” en diferentes centros sanitarios. Sin ir más lejos, en Aranjuez la Sociedad Concesionaria Hospital del Tajo dio órdenes tajantes en el 2010 mediante un escrito a la empresa Cogesa Logística, S.L. para que procediera a reducir una cuarta parte de la plantilla de TIGAS (Transporte Interno y Gestión Auxiliar). TIGAS es concretamente el equipo de profesionales que realizan las funciones de celadores en los nuevos hospitales de la Comunidad de Madrid. Entre sus tareas están el traslado de los enfermos dentro del hospital, la movilización de los enfermos encamados, prestar ayuda en quirófano, gestión y traslado de cualquier tipo de documentación necesaria para una correcta asistencia hospitalaria y el desplazamiento y transporte de muestras médicas a los distintos laboratorios para su correspondiente análisis (parece ser que estos son servicios no sanitarios). Este proceso de despido comenzó a mediados de junio de 2010, y tras la reducción de plantilla las incidencias medidas a través de los tiempos de respuesta y su capacidad de resolución pasaron de una media de 5 al mes a más de 100 en el mes de julio y agosto. De ello no se podía deducir más que los recursos humanos eran totalmente insuficientes y los tiempos de espera para cualquier servicio era mayor. A pesar de estos malos resultados en la calidad del servicio y el incremento de COGESA LOGISTICA, S.L. en su facturación desde el año 2006 al 2009 que pasó de 330.229,76 € a 1.700.000 €., evidentemente no se volvió atrás en la decisión. Lo siento, yo ahora mismo, aunque no lo parezca, estoy que me subo por las paredes… ¡Pero si LA SANIDAD NO ES RENTABLE!
Un artículo muy interesante y atrevido, aporta información desconocida.
ResponderEliminarsegún Jaime Prats en el país.- http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/02/14/vidayartes/1329245765_285961.html
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/02/actualidad/1333393401_459499.html
La concentración de las empresas dedicadas a la gestión de nuestra salud es muy peligrosa...
Es curioso que una empresa como COGESA, con mas de 100 trabajadores en burgos, no tenga representantes de los trabajadores, contrate a los trabajadores utilizando el convenio colectivo de Madrid en vez de el de Burgos *400 euros mas bajo*, no pague ningún plus a los trabajadores que trabajan de noche, tenga instalaciones deficientes, utilizando pales en vez de mesas, "amenacen" a los trabajadores parta que hagan horas extras a 4 euros, y pagadas dos meses después, etc... y por allí no pase ningún inspector de trabajo, ni de sanidad...
ResponderEliminarY por si fuera poco: http://www.diariodeburgos.es/noticia/ZA368C399-9E6C-5D15-DC5AAF15E128AC53/20120518/cogesa/elimina/60/empleos/vinculados/digitalizacion/nuevo/hospital
ResponderEliminary ahora encima echan a toda la plantilla, doy fe, de que se trabaja en penas condiciones, primero en el militar aguantando de pie las 8 horas para preparar la documentación, y ahora en el centro de villalonquejar que como dice el mensaje anterior se trabaja sobre pales.
ResponderEliminarhay compañeros que trabajan con más de 40º en una de las salas que no tiene ventilación, ni aire acondicionado ni nada, simplemente unos ventiladores pequeños que remueven un poco el aire. lo del convenio de madrid ya es de risa, todo por embolsarse ellos más dinero en los bolsillos. son un panda de ....
todavia vino un día el gran jefe y dijo que no nos quejasemos que cualquier día nos ponia 500€ en la nomina y que no pidiesemos más.
no se como puede existir gente como esa llevando empresas y encima en madrid se les tenga tan bien considerados. no lo entiendo
http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z10E92372-CE52-1581-328F88460EB2F99A/20120614/caos/laboral/firma/encargada/digitalizar/historias/clinicas
En Madrid COGESA se comporta igual o peor que en Burgos.Cuando les dan la gana no pagan las horas extra que ya han sido realizadas sin dar ningun tipo de aviso o explicacion, cuando quieren no pagan la nomina y tampoco avisan, los sueldos llevan años sin subirse, todo el mundo realiza tareas muy por encima de la categoria profesional que tienen, no los compran unforme, les dan los viejos y usados de los que han despedido, el trato es vejatorio hacia ellos, y un largo etc. Despiden a los trabajadores por apuntarse a un sindicato.Los sueldos son irrisorios y las condiciones laborales deplorables. Soy funcionario en un Hospital donde ellos trabajan y me cuentan sus calamidades.La verdad demasiado hacen los pobres para lo que les pagan y como les tratan.
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