Santiago González Braceras, Gopasa y la corrupción

Santiago González Braceras: alguien que le conoce le define como un gañán subido a un cuatro por cuatro. Es el característico personaje de una época, que en España nos gustaría enterrar. Este constructor, del barrio de San Pedro de la Fuente y conocido como “El Tala”, pertenece a la estela de los tipos como “El Pocero”, pero con dimensiones de barrio provinciano. Efectivamente no juega en la Primera División, como nuestro otro “honorable vecino” Méndez Pozo, si no en Segunda B, aunque, en el fondo sus objetivos no se distingan tanto. Ambos son amigos de lo ajeno, sobre todo de los bienes públicos, vistos en esta piel de toro, como propiedades sin amo. “El Tala”, amiguísimo inseparable de Ángel Ibáñez, es Concejal de Obras del Ayuntamiento de Burgos, algo así como poner al zorro a cuidar de las gallinas. Una gran visión política la de Javier Lacalle... ¿o agradecimiento de favores innombrables?

GOPASA Xxi S.I.: empresa de la construcción, constituida, el 15 de febrero de 1996, por Santiago González Braceras, según aparece en el Registro Mercantil. Con domicilio social en la C/ Lopéz Bravo, 96, - Nave 10 Naves Degesa, Burgos. Teléfono: 947250366. Hoy en día la llevan sus hijos y arrancan suculentos contratos de obra relacionados con servicios municipales, siempre subcontratados. Conocimos el caso de Urbalux, la concesionaria de mantenimiento de las luminarias de la ciudad, que subcontrató a Gopasa; pululó por ahí la “telebaldosa”, ninguneando el trabajo de la Brigada Municipal de Obras; y ahora sale el desafuero de las obras hechas en el Parking del MEH, subcontratadas por Parkmusa, la empresa municipal gestora a....adivínenlo ustedes. Con naturalidad cualquier pequeño empresario de la construcción puede ver pulular por la ciudad las furgos de Gopasa, sabiendo que ellas tienen más que el jornal asegurado...

Corrupción: dícese de aquellas acciones que llevan a cabo personas con cargos de responsabilidad pública y que cuentan con información privilegiada, que utilizan su posición y la información para favorecer a determinados intereses, vulnerando la ley. En este proceso ellos se quedan con parte del patrimonio público por las gestiones y apuros pasados, como si se tratara de un derecho de pernada. La estrategia es grosera, pero simple, GOPASA no se presenta a ningún concurso público, no lo necesita, su juego se centra en la siguiente fase, ya en manos de la empresa adjudicataria, asegurándose las subcontratas, de tapadillo y con más discreción.  Los beneficios se reparten, y todo el proceso queda supuestamente amañado, entre el cargo político, la empresa adjudicataria, responsable también, y la empresa de los familiares del cargo político. Una burda parodia, tanta veces repetida en la “España de la construcción”, que en Burgos se resiste a ser erradicada.

Podemos informar que hace unos días, uno de los hijos de Santiago González Braceras llamó a Ángel Ibáñez. Parte de la conversación trascendió a algunos funcionarios, que no han dudado en extenderlo. Venían a decir que hay que explicar que Gopasa no tiene nada que ver con su padre... Si es que Angelito, hasta para ser “malo”, hay que saber serlo, que ni para eso vales....y una recomendación de última hora Ángel Ibáñez, últimamente no aciertas a escoger a tus amigos...

La corrupción es el cáncer de la democracia, ni en Burgos, ni en lugar alguno donde consideremos que el bien público merece ser dedicado a los intereses comunes, personas como Santiago González Braceras merecen estar lejos de las instituciones públicas. Santiago González Braceras debe dimitir, y quienes le han aupado, si le protegen también.