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jueves, 9 de enero de 2014

Lacalle desoye a los vecinos y comienzan las obras del Bulevar

Cabecera de la manifestación 

Unos 10.000 vecinos se han manifestado a lo largo del último mes en contra de la construcción del Bulevar
Por Burgos Dijital

Lacalle da una nueva prueba de su debilidad en forma de autoritarismo y se niega a escuchar a los vecinos del barrio más importante de Burgos.  Vecinos que en un ejercicio de responsabilidad  dicen que no es el momento para acometer esta obra. Debilidad e irresponsabilidad del alcalde porque está demostrando una total incapacidad de variar el rumbo de una política suicida.  Lacalle que, en esta ocasión podía haber contado con la complicidad de los vecinos de Gamonal ha preferido convertir a Burgos en el tren de los hermanos Marx.  Mientras recorta en personal y sube las tasas y los impuestos, en nombre de la sacrosantos recortes presupuestarios, se empeña en hacer obras que ya casi nadie le pide "Más madera, es la guerra...". 

Y ya sabemos donde lleva la política de bulevares.  Tenemos la experiencia del otro bulevar: el del ferrocarril.  Un bulevar muerto, que nada tiene que ver con los  bellos dibujos de Herzog y de Meuron.   Dibujitos que le salieron a la ciudad a cojón de Santiago Calatrava.  Es preciso recordar que el primer bulevar está inacabado, no hay ni sombra de los bellos tranvías, y han generado unos descampados en pleno centro de la ciudad que tienen todos los visos de permanecer.  Eso sí también ha producido una deuda gigante de cerca de 100 millones de euros cuyas costuras apenas comienzan a abrirse por los cooperativistas de la Cellophane.   Pero Lacalle, ex-concejal de fomento, es el hombre de los des(cons)tructores de la ciudad, a ellos se debe a pesar de que la empresa principal de la UTE esté al borde de la suspensión de pagos.  Los amigos son los amigos, y siguen siendo millonarios aunque sus empresas no paguen a casi nadie.  


Así pintaba el  bulevar del ferrocarril en los dibujos de Herzog y de Meuron
Las máquinas ya están en Gamonal.  Es el regalo que el propio Lacalle se quiere hacer a sí mismo para antes de las elecciones.  Regalo pagado principalmente con el dinero y la paciencia de los vecinos de Gamonal y del resto de la ciudad.  El alcalde que no es capaz de hacer un nuevo mapa de autobuses en dos años de legislatura, depende de una empresa como Arranz Acinas que ya ha dado muestras de incapacidad de cumplir con los plazos de los contratos por impagos a proveedores.  
Acaso Lacalle haya esbozado una leve sonrisa atisbando una victoria pero debería andarse con cuidado porque puede ser que se esté metiendo el solo en un avispero peligroso.  
Aún con las excavadoras en marcha,  en la manifestación del pasado 7 de enero quedó patente que sigue habiendo mucha gente en Gamonal que piensa que Burgos no es de Lacalle sino que la calle es de Burgos.  




sábado, 23 de noviembre de 2013

Vídeo: Gamonal dijo " No al bulevar "


Vídeo de la manifestación contra el Bulevar de Lacalle.  Miles de vecinos del Barrio de Gamonal, salieron a la calle para decir no al proyecto personal del alcalde.  Un proyecto que levanta desconfianza y suspicacias.  Se hace sin escuchar al barrio y para favorecer los intereses de empresas constructoras y  electoralistas de Javier Lacalle.  




Gamonal dijo " No al Bulevar "



Unos 4.000 vecinos dijeron el viernes por la noche que no quieren oír hablar del bulevar de Lacalle.  Gamonal está en contra de una obra que consideran caprichosa y frívola.  La gente preguntaba en carteles quién iba a pagar la obra, qué tasa o impuesto subirían, qué puestos de trabajo recortarián.  La pancarta que abría la manifestación no niega que se hagan inversiones en un barrio con tantas necesidades sino que se haga de otra forma. Los vecinos de Gamonal desconfían de los poderes locales.  Es un barrio que ha sobrevivido y sobrevive a pesar de ellos, por eso quiere que si ayuntamiento mete la mano en el barrio lo haga escuchando y pensando en los vecinos, no poniendo los intereses de Gamonal al servicio propio de Lacalle y de la familia Arranz-Acinas.  

Eso es lo que manifestaron los vecinos ayer tanto en los lemas coreados como en las preguntas que este medio hizo a algunos de ellos.  Resonó con fuerza el lema de "La calle es de Burgos, no Burgos de Lacalle", y el rechazo explícito a la obra "Gamonal, no quiere el bulevar".  Algunas personas coincidían en señalar que la manifestación era un éxito aunque también otros estaban convencidos de que el autoritario gobierno del PP haría oídos sordos.  Todos coincidían en señalar que tras la construcción del bulevar se esconde, en realidad, el favorecer un negocio redondo a una de las empresas constructoras que más ha maltratado al barrio en los últimos diez años.

Precisamente como se prevé la nula reacción del ayuntamiento la Plataforma ya ha programado otra asamblea para el día 4 de diciembre y otra manifestación para el 13 de diciembre.







domingo, 17 de noviembre de 2013

Javier Lacalle: el alcalde Nini

por Carolina Rueda Tenaz

Francisco Javier Lacalle es un alcalde  Nini:  Ni ideas, ni dinero.  No tiene  ideas para adecuar la política a la cruda realidad de la crisis en la ciudad, y no tiene dinero para seguir realizando la política que nos ha llevado a ser una de las ciudades más endeudadas de España.  Los cerca de 500 millones de euros de deuda hablan de una ciudad que corre el riesgo de seguir los pasos de Marbella o Detroit.  La cosa tiene tintes de tragedia griega, de las clásicas o de las contemporáneas elijan la que quieran, pero al final quien va a pagar los platos rotos no va a ser el principal muñidor de la política de la ciudad en el siglo XXI sino toda la ciudadanía.

Nadie ha defendido como él los intereses de las grandes empresas constructoras de la ciudad durante la burbuja inmobiliaria.   Durante el periodo dorado de la fiebre del ladrillo, 2003-2008,  mientras el dinero corría a raudales entre los Aragón Izquierdo, Arranz-Acinas,  Tubitos, y  Mendez-Pozos, miles de burgaleses eran encadenados  a hipotecas vitalicias, Lacalle, entonces concejal de “fomento” y alcalde de facto en las largas ausencias de Aparicio, se había propuesto transformar la ciudad a base de excavadora y hormigonera.  Entre sus debes se encuentra el haber sido uno de los principales promotores de  grandes fiascos como el aeropuerto de Burgos, que compite con el de Castellón, Huesca o Albacete, como paradigma de la locura y la irracionalidad en la construcción de infraestructuras innecesarias.  

Lacalle es también uno de los principales responsables del tsunami financiero que amenaza a la ciudad como consecuencia de la construcción de lo que se conoce como bulevar ferroviario.  Lacalle  fue a por lana y la ciudad ha salido trasquilada.  El alcalde quiso subirse a la ola de la especulación con esta obra y aceptó que el ayuntamiento pagara el desvío del tren a cambio de los terrenos liberados por RENFE.  Con el precio de los terrenos y las viviendas subiendo dos dígitos anuales la operación parecía suculenta.  Sin embargo, la pertinaz crisis hizo su aparición, y los terrenos prometidos ya no valían nada porque a nadie interesan.  El balance del primer bulevar de Lacalle nos ha supuesto más de 100 millones de euros de deuda.  Y el bulevar sin terminar.

Lacalle, en lugar de enmendarse, no quiso ser consciente de los nuevos tiempos y en plena  oleada de recortes siguió tirando de crédito para empezar obras no siempre deseadas por los vecinos, o al menos controvertidas, como la Isla, o la transformación de la Plaza del Rey San Fernando.  Estas obras costaron cerca de 8 millones de euros y se realizaron en 2011 siendo terminadas justo antes de las elecciones municipales.   Javier Lacalle se hacía de esta manera un regalito a sí mismo pagado con intereses por todos los burgaleses.   Sin embargo, a pesar de las obras realizadas, y del desplome generalizado del PSOE,  Lacalle perdió apoyos con respecto a las candidaturas de Aparicio. 

Cuando ya se ha esfumado la mitad de una legislatura caracterizada por los recortes en personal, la subida de tasas e impuestos municipales y por las dimisiones de concejales sospechosos de corrupción Lacalle pretende poner en marcha lo que considera sus dos grandes obras de legislatura, el  Burgos Arena, y el Bulevar de la Calle Vitoria.

 ¿A qué se debe esta tozudez?  ¿Es lo que más necesita la ciudad? ¿A qué viene insistir en una política suicida que tan malos resultados ha dado?  ¿Por qué hacer obras cuando incluso los vecinos muestran una nada velada hostilidad a las mismas?  Las explicaciones pueden ser varias y van desde la sicología patológica a la realpolitik municipal.

 En primer lugar, cabe decir que, ni al propio alcalde se le escapa que, en el mejor de los casos, es un político mediocre  y un malísimo candidato.  Entre sus huestes no levanta las simpatías de Aparicio y a pesar de que hay quien dice que un mono liderando la lista del PP en Burgos saldría de alcalde, es muy posible que a Lacalle se le esté empezando a aparecer con frecuencia el espectro de Ariznavarreta.  Lacalle es un alcalde acomplejado, necesita presentar algo palpable: obras, carcasas, continentes sin contenido,  no importa que sean tan espectaculares como absurdas e ineficaces.  La falta de carisma y de encanto de Lacalle le hace buscar estas obras, aunque ahora ya casi nadie se las pida.  Lo paradójico del caso es que una parte creciente de la ciudad empieza a mostrar un rechazo  a esas obras, porque las toman como megalómanas y contradictorias con  la letanía de austeridad a ultranza.  Sin embargo, la principal razón del creciente rechazo es que, al no poder acudir al crédito, los ciudadanos empiezan a establecer una relación directa entre las obras frivolas del alcalde y las numerosas subidas de tasas e impuestos de estos últimos años.


Es cierto que probablemente Lacalle no tenga desarrollado el pensamiento abstracto aplicado a lo público, y por eso no conciba otra política que la que se plasma en el espacio tridimensional.  Sería injusto, sin embargo no reconocerle alguna virtud.  El alcalde está siendo fiel hasta el final al lobby de las empresas constructoras, incluso ahora, que no son ni sombra de lo que fueron.  Empresarios que, lejos de crear riqueza, están dejando cicatrices en el rostro de la ciudad que quiere ser Patrimonio de la Humanidad.   Acaso para saber el porqué de una fidelidad a una política tan absurda y tan injusta haya que remontarse a esos viajes que el hoy alcalde hizo a la Costa Azul en 2006 acompañado de algunos de los constructores de la ciudad.  Lacalle o lacayo, lo dicho:  un alcalde  Nini.  Ni ideas, ni dinero…ni vergüenza.


martes, 12 de noviembre de 2013

Manual de instrucciones para participar en la campaña "Colapsa el ayuntamiento" de la Plataforma contra el bulevar (de Lacalle).

Como mucha gente ya sabe, la semana pasada se reunieron cerca de 800 vecinos de Gamonal en asamblea para decidir qué se haría con el objeto de mostrar la oposición del barrio a las obras del bulevar de Lacalle.  De momento, como para entrar en calor, se propuso realizar la campaña "Colapsa el ayuntamiento" que consistía en varias acciones que desembocarían en una presencia de los vecinos en el pleno de esta semana:  Viernes 15 de noviembre.

Aquí les dejamos un pequeño manual de instrucciones si quieren participar en esta campaña:


A través de e-mail

Accediendo a la página web, www.aytoburgos.es/servicio-010, debemos seleccionar en el apartado de “tipo de consulta”  la opción de sugerencias “quejas”. En el siguiente apartado “Escoja Canal de Respuesta” seleccionar la vía entre “teléfono” o “email”. En la exposición de preguntas copiar lo siguiente:

En las próximas semanas dará comienzo la obra del Bulevar de la calle Vitoria, con un coste para nuestros bolsillos de 8 millones de euros. Nuestro Ayuntamiento soporta una deuda de 470 millones de euros -sumando los consorcios-, en nuestra ciudad hay 16.645 paradas/os, casi uno de cada cuatro burgaleses/as viven bajo el umbral de la pobreza, se han cerrado dos guarderías municipales, nos han subidos tres veces las ordenanzas fiscales en dos años, etc.

¿Por qué continúan en su propósito de gastarse ocho millones de euros en el Bulevar de la calle Vitoria si los vecinos no lo queremos, en lugar de invertir en la ciudadanía para ayudarla a superar la crisis?



A través del registro municipal

Descargarse el texto del siguiente enlace, rellenarlo, hacer una fotocopia y presentarlo en el registro del ayuntamiento.

http://erasdegamonal.blogspot.com.es/2013/11/para-llevar-al-registro-no-al-bulevar.html


A través de teléfono.

Llamando a Atención Ciudadana del Ayuntamiento al  010 

Libro de reclamaciones de la Cadena Ser al 947 264 625 

Debemos dejar claro que no estamos de acuerdo con que se gasten ocho millones de euros en la obra del Bulevar. La ciudadanía burgalesa necesita que se invierta en aquello es importante nosotros.

En importante decir que queremos que nos respondan a la siguiente pregunta.


¿Por qué continúan en su propósito de gastarse ocho millones de euros en el Bulevar de la calle Vitoria si los vecinos no lo queremos, en lugar de invertir en la ciudadanía para ayudarla a superar la crisis?




El viernes 15 de noviembre día del Pleno municipal.

  • Concentración en la Plaza Mayor a las doce de la mañana.
  • Un grupo de voluntarios utilizaran el turno de preguntas del Pleno para mostrar al Equipo de Gobierno que no queremos el Bulevar ahora.




viernes, 8 de noviembre de 2013

Gamonal se organiza para detener el bulevar de Javier Lacalle


La casa de la cultura de Gamonal se quedó pequeña el pasado miércoles.  Más de 800 personas acudieron a la llamada de la Plataforma contra el bulevar de la Calle Vitoria.  Si para los organizadores, la asamblea era un test para saber cómo respiraba el barrio, la respuesta fue contundente.  Gamonal no quiere el bulevar, o por lo menos no ahora, y no así, es decir, no quiere el bulevar de Javier Lacalle.  El barrio más importante de Burgos no quiere pagar los platos rotos de lo que consideran una aventura frívola del alcalde.  

En la asamblea se criticó la elección del proyecto elegido por resultar más caro que otros. Además salió a relucir la inquietud que produce el que la obra la ejecute Arranz Acinas, empresa morosa, que atraviesa por problemas económicos importantes, que no paga regularmente ni a proveedores, ni a las  comunidades de vecinos.  El ayuntamiento, lejos de penalizar a una empresa que no es capaz de construir a tiempo la guardería de Gamonal, le concede una obra presupuestada en más de 8 millones de euros en el mismo barrio.  A este respecto también se mencionó la herida abierta de la Plaza de Vega, y lo que eso supondría en el caso de que algo parecido ocurriera en la Calle Vitoria.    

Vecinos del barrio, representando a diferentes colectivos como jóvenes, asociaciones y comerciantes expresaron su preocupación por el efecto de las obras y la tozudez del alcalde y de Ángel Ibáñez:  Por un lado, los comerciantes señalaron que tras años de crisis, y el incremento del impuesto del IVA, muchos comercios de Gamonal ya habían tenido que echar el cierre, y que otros tantos no soportarían el año y medio de obras en el entorno de la Calle Vitoria

Miembros de las Eras de Gamonal, denunciaron la campaña de intoxicación llevada a cabo por el gobierno del PP de Lacalle con el objeto de desacreditar a la asociación y a los vecinos que se oponen al segundo bulevar de Lacalle.  Anabel señaló que en la Plataforma contra el Bulevar no hay partidos políticos, sino organizaciones vecinales, aunque invitó a todos los colectivos a apoyar la causa del barrio.  

Paco Cabrerizo, explicó que, en una ciudad con más de 500 millones de deuda, que no paga a proveedores, que recorta servicios, y puestos de trabajo y que no tiene ni para luz, no puede hacer de la construcción del bulevar y el arena las prioridades.  Paco, insistió en que el barrio tiene necesidades desde hace mucho tiempo, pero que no son atendidas por los alcaldes.  Denunció, que antes de las necesidades del barrio, lo que buscaba el alcalde eran obras de relumbrón pagadas por los vecinos para poder ser expuestas como logros personales antes de las elecciones, es decir:  Gamonal, al servicio de los intereses electorales de Lacalle.  

El ex-presidente de las Eras de Gamonal también señaló algunos de las chapuzas técnicas de la obra como: el colapso que sufrirán las calles adyacentes, la destrucción de aparcamientos gratuitos para favorecer la venta de aparcamientos de pago, la destrucción parcial del Parque Gonzalo de Berceo, la construcción de un párking en la Calle de Lavaderos justo frente a las escuelas infantiles.  Cabrerizo sugirió que el dinero del bulevar se utilizara para realizar mejoras en la biblioteca Gonzalo de Berceo, en la Plaza de Roma, en la Barriada Inmaculada, o el Pueblo de Gamonal.  

Otra persona presentó a la asamblea las primeras acciones contra el empeño de Lacalle. Se trata de la campaña "Colapsa el Ayuntamiento" que consiste en presentar miles de quejas a través del registro municipal, con llamadas al  número de atención ciudadana 010,  y a través de la web del ayuntamiento.  La asamblea aprobó por aclamación esta campaña así como la presencia en el pleno municipal del día 15 de noviembre y la convocatoria de una manifestación posiblemente el día 22 de noviembre.

Durante la intervención de las personas que no estaban en el estrado se hicieron preguntas e intervenciones de todo tipo. Hubo quien reivindicó que el barrio es de los vecinos y no de los comerciantes.  Otra de las intervinientes recordó que no es la primera vez que Gamonal se enfrenta a Lacalle, y  que ya entonces demostró, por un lado, su tozudez al aceptar que no se hiciera el parking sólo cuando los vecinos tomaron la calle.



sábado, 11 de mayo de 2013

Petición: Paralización del Proyecto del Bulevar de Gamonal

Petition by Isabel Lucas

Ayuntamiento de Burgos: Paralización del Proyecto del Bulevar de Gamonal

Ante la negativa del Ayuntamiento a parar el proyecto del Bulevar de Gamonal Calle Vitoria, ha nacido una iniciativa ciudadana con el objetivo de recoger firmas para oír la voz de los implicados. Teniendo en cuenta que los vecinos y comerciantes de Gamonal no quieren el bulevar de la calle Vitoria (87,2% de los encuestados por parte de UPyD) y los que apoyan esta obra creen que es mejor posponerla a cuando la situación económica mejore. El argumentario que defiende nuestra propuesta viene respaldado por la encuesta de UPyD que ha salido en los medios: la preocupación por la falta de aparcamientos o porque estos sean de pago alcanzó el 32,9% de las respuestas, el malestar que podrían generar las obras el 19,9%, la pérdida de ventas en el comercio el 19,4% y el endeudamiento que supondrá para el Ayuntamiento o la creencia de que es un derroche el 16,9% restante. Con menos incidencia, el 11,9% vaticina un empeoramiento del tráfico, el 11,1% cree que la poca accesibilidad es un problema y el 10,9% considera que es una obra innecesaria. El 16,5% ve todo inconvenientes. Fuente: http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/2013-05-01/el-872-de-los-vecinos-de-gamonal-se-opone-al-bulevar-de-la-calle-vitoriaQueremos que la ciudadanía burgalesa tenga voz y voto en decisiones tan importantes como es el proyecto del Bulevar de Gamonal, ya que afecta a una de las principales vías de comunicación de la ciudad.

jueves, 21 de marzo de 2013

Ecologistas en Acción: sobre el Bulevar de la calle Vitoria

Ecologistas en Acción de Burgos rechaza las obras del aparcamiento y Bulevar de la Calle Vitoria
El proyecto no está previsto en el actual Plan General de Ordenación Urbana y supone un gasto desorbitado.
Ecologistas en Acción de Burgos ha presentado alegaciones en el período de información pública del anteproyecto de obra del aparcamiento y bulevar de la Calle Vitoria solicitando que no se ejecute. Con la justificación de “devolver la calle a los vecinos”  y de dotar de plazas de aparcamiento al Barrio de Gamonal se presenta un proyecto con un presupuesto de 18 millones de euros con un “carácter especial que identifique y unifique la nueva zona del Bulevar”.
El anteproyecto de obras, afecta al tramo de la Calle Vitoria desde el inicio de la Calle Juan Ramón Jiménez hasta su confluencia con la Avda. de la Constitución.  En primer lugar, el anteproyecto no se ajusta al planeamiento de ordenación vigente, que no prevé ninguna de las infraestructuras que contempla; el proyecto no se ajusta a las condiciones del concurso inicial, lo que debería retrotraer las actuaciones al momento del concurso y no hay una garantía de que los residentes estén dispuestos a utilizar esas plazas de garaje.  Por si esto fuera poco, se adjudica el mantenimiento de la calle a la empresa adjudicataria: una nueva fórmula de privatización de una calle de todas las personas.
Pero lo más incoherente de todo es destinar un presupuesto de 18 millones de euros a realizar demoliciones, movimientos de tierras, firmes y pavimentos cuando en la actualidad no hay presupuesto para realizar muchas obras que hacen falta de manera urgente en la ciudad: pintado, iluminación y elevación de pasos de cebra, señalización de velocidad máxima a 30 km/h, instalación de aparca-bicis, mejora de los accesos peatonales al Hospital Universitario…
Sin duda la restricción del tráfico en la Calle Vitoria mejoraría la calidad de vida de las personas al reducir los niveles de ruido y contaminación e incrementarse la seguridad de esta vía. Sin embargo hay otras herramientas alternativas más económicas de regeneración urbana que pueden reutilizar lo que ya está hecho y da servicio sin necesidad de realizar todo obra nueva. Aunque ya sabemos que la obra nueva siempre es mejor negocio para los constructores.
La memoria del proyecto incluye un aparcamiento disuasorio de 537 plazas y un aparcamiento en la Calle Vitoria de 246. A éstos habría que añadir los aparcamientos que contempla el Plan Director de Gamonal-Capiscol en la Plaza San Bruno y en Lavaderos, a nuestro juicio sin una garantía de que se vayan a adquirir y con la sospecha de que alimentará la especulación.  El proyecto calcula que en tres años se habrán vendido y alquilado la totalidad de las plazas a un precio de 17000 euros (más IVA), aunque no tiene en cuenta que los datos  del incremento del paro, la pérdida de masa salarial y la subida del precio de los combustibles modifica las prioridades de las personas.

lunes, 27 de agosto de 2012

Pagando los caprichos de Lacalle

El nuevo curso político en el ayuntamiento de Burgos se anuncia caluroso, denso  y conflictivo.  Nuestra ciudad, tras casi una década de poder absoluto del PP, se asoma a su año más complicado.  Lacalle no puede ni podrá recurrir al pretexto de la herencia recibida para justificar las draconianas medidas que está tomando ni al posible futuro desastre al que ha abocado a la ciudad.  Es él junto con su escudero  Ibáñez los principales responsable de dos legislaturas de política de baldosa y verbena “cultural” que lo único que han conseguido es situar a Burgos a la cabeza de las ciudades más endeudadas de España en el peor momento para hacerlo.

El año y medio de gobierno Lacalle ha confirmado lo que muchos sabíamos, que esta sería la legislatura del pago de los caprichos de Aparicio, Lacalle e Ibáñez.  Caprichos como el de la Isla, el Plan catedral, o la contratación de Herzog y de Meuron cuyos honorarios ascendieron a 4 millones de euros para planificar una calle a la que algunos se empeñan en llamar bulevar.  Tampoco podemos olvidar esas fastuosas noches “Blancas” a medio millón de euros para fortalecer la quimera de la “capitalidad cultural europea”.  Ahora Burgos está de resaca y tiene que pagar la cuenta del bar. 

Con el acceso a créditos prohibidos por el gobierno de Rajoy y con una deuda de cercana  500 millones de euros si contamos la de los consorcios del ferrocarril y Villalonquéjar, Burgos es hoy una ciudad intervenida.   La capacidad de actuación del ayuntamiento es nula.  Uno de los últimos en querer darse cuenta parece haber sido el alcalde cuya tozudez, torpeza y falta de tacto le hicieron presentar a la ciudad la construcción del Burgos Arena y el Bulevar de la Calle Vitoria, proyectos que la realidad calamitosa del ayuntamiento han pospuesto sine die.  Podemos anticipar sin temor a equivocarnos que durante mucho tiempo no habrá grandes obras en la ciudad.   Este año la inercia de la anterior política de construcción de continentes sin mucho contenido ha llegado a su fin lo que ha permitido que la revista Plaza Mayor siga haciendo álbumes de fotos del alcalde gracias a proyectos ya empezados como la biblioteca municipal (¿Habrá dinero para libros?) o como el mamotreto del auditorio, que se perfila con fuerza como el nuevo edificio absurdo de la ciudad.

Puesto que de pagar los platos rotos se trata, Lacalle se afana en seguir el paso que marca el jefe Rajoy, y como éste, en su ámbito lleva a cabo una política de empobrecimiento masivo de la ciudad, y al grito de “¡más madera, es la crisis!” va dejando los servicios del ayuntamiento y los bolsillos de los ciudadanos como el tren de los hermanos Marx.  Con tasas que suponen récords de parados en la ciudad, el PP burgalés decide facilitarles la vida aumentando con agosticidad y alevosía el precio, muy por encima del IPC  de prácticamente todo lo que tiene a su alcance:  grúas, actividades de los CEAS, la ayuda a domicilio, las escuelas infantiles, el bus, las instalaciones deportivas, las escuelas deportivas, bicibur, aguas, basuras y el IBI.  En definitiva: todo.  Sin embargo todo esto supone una gota de agua en el desierto financiero del ayuntamiento así que se emplea a fondo en incrementar el número de parados/as en la ciudad despidiendo a todo el que puede, y aplaude los cables que le echa Rajoy cuando sube la jornada laboral y quita la extra de diciembre a los trabajadores públicos. 
 
Sorprende en este contexto adverso, las dádivas y mercedes que ofrece el ayuntamiento a determinadas personas.  A pesar de la enorme deuda  que pagamos todos/as, a Lacalle no le duelen prendas a la hora de regalar patrimonio municipal a determinadas empresas y sectas. Este año se ha cedido gratuitamente durante los próximos 20 años a una Universidad Privada los antiguos laboratorios municipales o unos terrenos valorados en 700.000 euros al Opus Dei para erigir un nuevo centro de culto. ¿Cómo es posible demandar sacrificios a la gente y luego regalar el patrimonio de todos?

Como ven, no todo es recesivo en el ayuntamiento de Burgos.  La inmoralidad cotiza al alza, y así una de las escasas partidas que han  aumentado de presupuesto respecto a años anteriores son las de sueldos a concejales.  Hay 7 concejales con dedicación exclusiva, 5 del PP y 2 del PSOE.  Sin embargo la asignación de la misma no responde a los intereses de la ciudad, sino a los intereses particulares de los concejales.  De esta forma, tres de los pesos pesados del ayuntamiento como Ángel Ibáñez (Vicealcalde), de Foronda (Hacienda), y Carolina Blasco (Industria y Medio Ambiente) no tienen dedicación exclusiva porque les resulta más rentable seguir cobrando de sus otras actividades económicas.  Igualmente resulta sorprendente que el supuesto líder de la oposición Escribano, tampoco figure entre los concejales con dedicación exclusiva.  Entre los concejales con virtud ligera, sin duda merece mención aparte, Ángel Ibáñez, anterior concejal de hacienda a quien en el futuro se le recordará con el cariño con que se recuerda  una plaga bíblica ¿Qué ha hecho Burgos para merecerlo? No lo sabemos, pero parece sorprendente que después de su gestión de las cuentas del ayuntamiento, y de escándalos como el del “Caso Espolón” se siga manteniendo a la derecha de Lacalle. 

La dramática situación de la ciudad da lugar a situaciones de humor negro.  Por ejemplo, tiene su gracia que la flamante candidata a capital europea de la cultura no tenga dinero para mantener las bibliotecas abiertas más tiempo.  Tampoco podemos olvidarnos del estado montaraz y de abandono de los jardines de Burgos que sin duda envidiarían el de la Isla antes de que enterraran 4 millones de euros en su reforma.  A este respecto mención aparte merece el aeropuerto de Burgos:  Es un chiste en sí mismo. Lo poco que aparece Lacalle hablando de él es un síntoma de su completo fracaso como director del consorcio.
Al hilo del desastre aeroportuario burgalés cabe señalar otro fracaso de aún mayores consecuencias el del turismo.  Desde hace una década los esfuerzos de los gobiernos del PP e incluso el de Olivares fue el de convertir a Burgos en una ciudad referente en el turismo de interior.  Al calor de los yacimientos de Atapuerca decidieron reconvertir el alma industrial de la ciudad.  Es en este sentido en el que se deben entender tantos esfuerzos que tanto dinero nos han costado como el del Museo de la Evolución Humana, la nueva Cafetería-auditorio, sin olvidarnos de la capitalidad cultural.  Este año Burgos ha recibido menos turistas que en 2002.  Burgos no resulta atractiva, y campañas absurdas como la de "Sonríe, es Burgos" se muestran completamente ineficaces, ni de cara al exterior, como deberían plantearse, ni para el consumo interno.  La siguiente campaña que nos espera, acaso el último intento, es la de "Patrimonio de la Humanidad".  A pesar de lo que diga el PP burgalés los rábanos no se cogen por las hojas, y parece complicado que una ciudad en la que lo artístico, cultural, y patrimonial siempre se ha supeditado  a intereses del pelotazo urbanístico, se encuentre en buena posición para alcanzar el objetivo.  En cualquier caso siempre esperarán atolondrar a la ciudad que cual mula perseguirá una insípida zanahoria mientras continúan aporreándola sin piedad.
De escándalo en escándalo, de fracaso en fracaso, la ciudad está empezando a salir de su habitual quietud y mansedumbre.  Posiblemente sea la única legislatura en la que la gente atosiga a los concejales por las calles de la ciudad.  La primera, el día de la investidura, al calor del 15-M, la segunda en el mes de julio tras el  último atentado social cometido por el gobierno de Rajoy.  La cuerda de la paciencia está cada vez más tensa, y septiembre viene con hambre de IVA.  ¿Se romperá?  Esa es la incógnita de este año.  La atmósfera va a estar caliente, porque Lacalle y los suyos llevan años comportándose como auténticos pirómanos, la gente empieza a estar al límite y cansada de pagar por los caprichos de un alcalde y un gobierno caprichosos, miopes, torpes y profundamente inmorales. 

martes, 10 de abril de 2012

El bulevar de la Calle Vitoria

Si no fuera porque el ayuntamiento no está perdiendo ninguna  oportunidad para equivocarse, habría que descartar la realización de la obra en la que Lacalle confía para salvar una legislatura perdida:  el Bulevar de la Calle Vitoria.  Tras el fiasco del “Plaza arena”, la apuesta del gobierno por esta gran obra denota la incapacidad del equipo de Lacalle en leer los nuevos tiempos y el apego por una política vieja que además de ser imposible es la responsable del estado de ruina en que se encuentra el consistorio de la ciudad. 

A pesar de las dudas sobre la capacidad del consistorio para embarcarse en una obra que incrementará sus incalculables deudas, lo que ya conocemos sobre este proyecto que corresponde al concurso de adjudicación,  ya puede figurar en la larga lista de despropósitos, negligencias, chapuzas e irregularidades que han jalonado los escasos once meses de legislatura del nuevo gobierno del PP.  Y como siempre merece la pena ilustrar lo que se dice, citaremos a modo de ejemplo: el caso Espolón, la aparición de facturas sin pagar millonarias, el aumento de tasas, deserciones de primeras espadas como Gema Conde,  el ya enterrado “Burgos arena”, etc.  Pues bien, como hemos dicho, a esta lista, ya se puede incorporar con todos los honores la elección del proyecto ganador del bulevar de la Calle Vitoria. 
Hace apenas dos semanas, las asociaciones de vecinos más representativos de Gamonal y los partidos políticos de la oposición presentaron a la ciudadanía del barrio el proyecto ganador.  En primer lugar se cuestionó el chanchulleo institucional al que el ayuntamiento dignifica con el nombre de concurso.  La chapuza es de tal calibre que resulta complicado ordenarla para proceder a su crítica. 

Según los ponentes el objetivo buscado en la elección del proyecto no han sido las necesidades de Gamonal,  o buscar la omnipresente austeridad;  era el más caro de todos.   El concurso es sólo la cuartada que pretende legitimar el que el consistorio ofrezca la obra más suculenta de una ciudad arruinada al proyecto tras el que se encuentra Méndez Pozo.  Sólo así se puede entender que con el proyecto ya elegido aún no se cuente con un plan director, ni con los necesarios estudios de viabilidad y movilidad, que con toda seguridad obligarán a modificar sustancialmente el proyecto presentado cuando ya han sido descartados los alternativos.  De este modo, el jurado, cuidadosamente seleccionado tuvo que basarse casi exclusivamente en subjetivos criterios estéticos.  Las irregularidades no quedan ahí.  A pesar de que el concurso tenía que ser anónimo hubo empresas que  trataron de influir en el jurado, con lo que el concurso debía haber sido anulado por incumplimiento flagrante de las bases del mismo.  Para finalizar el conjunto de tropelías, cabe mencionar que el proyecto ganador, al igual que otros, proponen obras fuera del ámbito de actuación de las bases del proyecto que se ceñía a la Calle Vitoria desde la Avenida de la Constitución hasta la Calle Esteban Sáez de Alvarado, con lo que debería de nuevo haber sido descartado.

 Gamonal ha sido sistemáticamente condenada al ostracismo por el ayuntamiento, y la Calle Vitoria necesita desde hace mucho tiempo humanizarse, sin embargo no parece el momento para acometer una obra que costará inicialmente 23 millones de euros, que a buen seguro se doblarán en un momento en el que el despido de trabajadores públicos,  el impago de facturas, y el aumento de tasas e impuestos se están convirtiendo en el deporte de moda en Burgos.  Asimismo quedó en evidencia el concepto de participación ciudadana que maneja el ayuntamiento de Burgos, pero sobretodo, volvió a quedar en evidencia para quienes trabajan y los intereses que defienden los dicen ser los representantes de Gamonal y de Burgos en su conjunto.  
 

Para más información sobre este tema les recomendamos ver la intervención de Raúl Salinero en la charla organizada por las asociaciones de Gamonal 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Charla coloquio sobre el Bulevar de Gamonal.




El Consejo de Barrio G-9 y la Asociación de vecinos de las Eras de Gamonal organizan una Charla-coloquio, en la Casa de Cultura de Gamonal, para informar a los vecinos del Barrio y a la ciudadanía burgalesa sobre los pormenores del "futuro" Bulevar de Gamonal.

Un acto que espera contar con la participación de representantes políticos del Ayuntamiento burgalés y asociaciones de vecinos.

Según nos informan está confirmada la asistencia de los concejales: Antonio Fernández Santos del PSOE, Roberto Alonso de UPyD y Raúl Salinero de IU. Por parte del PP, en estos momentos, no hay confirmación de asistencia. Si así fuera os mantendríamos informados.

viernes, 6 de mayo de 2011

Unas preguntas sobre el Bulevar de Burgos


(Del fr. boulevard; cf. baluarte).

1. m. Calle generalmente ancha y con árboles.

2. m. Paseo central arbolado de una avenida o calle ancha.


¿Dónde están los árboles? ¿Dónde el pasillo central?


 Tenemos árboles. Pero, ¿no debería haber un jardín en vez de un pedregal? ¿Acabarán las piedrecillas repartidas por las calles adyacentes?




Tenemos pasillo central. Pero, ¿es transitable?





¿Por qué los ciclistas deben hacer un "stop" cada vez que se encuentran con una marquesina? ¿Qué hacer: subir a la acera y sortear peatones que esperan al autobús, o ir por la izquierda y exponerse a ser arrollado por uno?


La vía gris a la izquierda del carril-bici está reservada al autobús. ¿No está excesivamente próxima a los ciclistas? ¿No corren peligro de ser atropellados por algún autobús?



¿Podrán estas marquesinas sin paredes guarecer del viento, la lluvia, la nieve y el granizo a los abnegados burgaleses y burgalesas que esperan el autobús? 





¿Qué función tiene esta fuente y pilón donde no se puede beber? ¿Servirá como lavadero? ¿Servirá como abrevadero?





Las farolas, debido a su sujeción, oscilan con el viento. ¿No supondrán una distracción o un peligro a los conductores que circulen por la noche y se vean sorprendidos por luces que se mueven?




¿Esto es provisional? ¿Es el aspecto de un jardín recién inaugurado? ¿Es que es así?






¿Por qué los conductores no pueden girar a la izquierda en muchos cruces, y se ven obligados a dar complicadísimos rodeos? ¿Veremos pronto nuevas obras para la construcción de glorietas? ¿No se ha tenido en cuenta este problema?




¿Se ha tenido en cuenta la eliminación de decenas de plazas de aparcamiento que usaban los vecinos? Teniendo en cuenta que solo hay una carril para coches en cada sentido, ¿cómo podrán acercarse a sus casas para cargar y descargar? ¿Ocupando el carril-bici? ¿Subiéndose a la acera?





¿Es acertado el criterio estético en el pavimento y la disposición del arbolado?




¿Y eso qué es? ¿Un supuesto Cristo de Burgos que promociona la candidatura de la Capitalidad Cultural, cuyo símbolo aparece en la parte superior izquierda? ¿Es un mural espontáneo? ¿Por qué el Ayuntamiento no lo ha tapado como en otros casos?