Estimado Antonio Muñoz Molina,
La
Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina ha recibido con estupor,
tristeza e indignación la noticia de su viaje a Jerusalén el próximo 10 de febrero, para
recibir de las manos del Presidente israelí y del Alcalde de Jerusalén, el
Premio de literatura llamado Premio Jerusalén. Nos dirigimos a Usted en
representación de todas las personas defensoras de la paz, los derechos humanos
y la legalidad internacional que se han adherido a la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el sistema de
ocupación, colonización y Apartheid israelí.
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Fuente : www. noticiasdenavarra.com |
Desde
su creación manu militari en
Palestina en el año 1948 y la expulsión de más de 750.000 habitantes
autóctonos, Israel ha sometido al pueblo palestino a una ocupación que ha sido
calificada de ilegal en decenas de resoluciones de Naciones Unidas. Su régimen
colonial ejerce múltiples formas de opresión y comete graves violaciones de
derechos humanos contra la población palestina.
En la última década, las muertes provocadas por los asesinatos
selectivos y crímenes de guerra cometidos por el Ejército israelí alcanzan
la cifra de más de 10.000 personas.
A fecha de hoy, sigue habiendo miles de presos
políticos palestinos en cárceles israelíes, muchos de ellos en régimen de detención
administrativa, sin derecho a tener un juicio ni a conocer el delito del que se
les acusa. Israel mantiene el ejercicio
de la tortura y sigue sin firmar el Convenio Internacional contra esta
práctica inhumana, que ya ha sido ratificado por 153 países.
Israel
ocupa ilegalmente los territorios
palestinos de Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este y los Altos de Golán
sirios, restringiendo los movimientos de personas dentro de estos territorios
inconexos y en sus fronteras. Entre las políticas de ocupación del estado
sionista, resultan de especial gravedad: la construcción del Muro de Anexión declarado ilegal por el
Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, la edificación galopante de asentamientos en Cisjordania, la destrucción de casas palestinas en
Jerusalén y el bloqueo inhumano que
sufren 1,5 millones de personas en la Franja de Gaza.
Además,
Israel impide el derecho al retorno de
seis millones de personas refugiadas, muchas de ellas en míseros campos de
refugiados de los países vecinos, y el regreso a sus hogares de miles de
palestinos y palestinas que tuvieron que emigrar a Europa, Estados Unidos u
otros países en búsqueda de una vida digna. El racismo institucional israelí discrimina también a millón y medio
de ciudadanos de Israel que descienden de las familias palestinas que, a
finales de los años 40, lograron escapar de las matanzas cometidas por las
milicias sionistas y permanecer en el territorio convertido en el estado
israelí. Esta comunidad, que representa más del 20 % del total de la población
israelí, conocida internacionalmente como palestinos del 48 (aunque Israel
sigue designándolos como árabes israelíes), no puede disfrutar de los mismos
derechos civiles, educativos, culturales, lingüísticos, laborales, sociales y
económicos que el resto, al no ser de ascendencia ni de confesión judía.
Ante
la incapacidad y falta de voluntad de la comunidad internacional en hacer valer
el derecho internacional y proteger a la población palestina, más de 170 organizaciones
de derechos humanos, ONG y asociaciones culturales, sindicales y profesionales
palestinas lanzaron en el año 2005 la campaña
internacional de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el Estado de Israel
hasta que éste cumpla con la legalidad internacional. Esta campaña ciudadana global,
no violenta y legítima, se inspira en la campaña que acabó con el régimen
colonial y racista del Apartheid surafricano.
Por
el trabajo que Usted desempeñó en la dirección del Instituto Cervantes, será
muy conocedor de como la cultura puede ser instrumentalizada con fines
propagandísticos, ideológicos y políticos. Si bien no suele ser objeto de
debate público, ni en el estado español ni en Estados Unidos, el caso de Israel es quizás uno de los ejemplos más
remarcables de supeditación de las instituciones culturales a las políticas
gubernamentales. El gobierno y las administraciones públicas de Israel
destinan ingentes cantidades de dinero al envío de artistas e intelectuales
israelíes en el mundo, y a la organización en Israel, de eventos culturales y
artísticos internacionales a los que suele invitar a representantes del arte y de
la cultura de Europa, Estados Unidos y América Latina principalmente.
El proyecto cultural “Brand
Israel”, del que son responsables los Ministerios israelíes de Exteriores y de
Cultura, fue creado en 2006 con el objetivo declarado de limpiar la imagen de Israel en el extranjero, y con otra
motivación, esta vez no declarada, de echar una cortina de humo sobre la
ocupación ilegal de Palestina, las violaciones de la legalidad internacional y
los crímenes de guerra que Israel comete en total impunidad. Muestra de la
subordinación de la cultura a los fines propagandísticos de Israel, el ex Vice
Ministro de Asuntos Exteriores Nissim Ben Shitrit, declaró en un periódico
israelí: “Vemos la cultura y la Hasbara
como herramientas de propaganda de primer orden. No hago diferencia entre
cultura y Hasbara”.
Conscientes
de esta manipulación, personalidades del
mundo entero dedicadas al arte y la cultura, han manifestado públicamente su
negativa a actuar en Israel y a participar en eventos culturales patrocinados
por instituciones israelíes, de acuerdo con las recomendaciones de la
campaña de boicot cultural contra el Apartheid israelí. Artistas e
intelectuales de distintas nacionalidades y origen, incluyendo israelíes y
judíos, han proclamado su adhesión al boicot cultural como medida de presión
para acabar con este régimen colonial. Entre los más conocidos figuran Elvis Costello, Emma Thompson, Roger Waters,
Santana, Pixies, Mike Leigh, Ken Loach, Snoop Dogg, Damon Albarn,
Klaxons, Jean-Luc Godard, Brian Eno,
Yes Men, Cassandra Wilson, Peter
Brook, Udi Aloni o Devendra Banhart, y los escritores Iain Bankds, Eduardo Galeano, Stéphane
Hessel, Juan Goytisolo, Ilan Pappe, Naomi Klein, Henning Mankell, Mahmoud
Darwish, John Berger, Arundhati Roy y Alice Walker entre otros.
Para Ronnie Kasrils,
antiguo comandante del Congreso Nacional Africano y exministro de Seguridad de
Sudáfrica, la situación de los palestinos hoy en día es peor que la de los surafricanos
negros bajo el Apartheid. Su visita a Palestina le inspiró al arzobispo surafricano
y Premio Nobel de la Paz Desmon Tutu,
las siguientes palabras: “De la misma
manera que decíamos durante el Apartheid que era inapropiado que artistas
internacionales vinieran a actuar a Sudáfrica en una sociedad basada en leyes
discriminatorias y en la exclusividad racial, al igual hoy en día, sería
erróneo que la Ópera de Cape Town fuera a actuar a Israel”.
Después del ataque israelí a la
Flotilla de la Libertad, que ha sido recientemente calificado de crimen de
guerra y de lesa humanidad por el fiscal de la Audiencia Nacional en España, el
escritor británico Iain Bankds escribió
en The Guardian que “la mejor forma
de convencer a Israel de su degradación
moral y aislamiento ético, era simplemente de romper relaciones con este estado
que se había situado fuera de la ley”. En Israel, desde entonces, no ha
cesado de crecer la cifra de actuaciones y participaciones de artistas e
intelectuales internacionales canceladas por razones políticas. Esta misma
semana, el famoso guitarrista y pianista de jazz, Stanley Jordan, ha anunciado que no participará en el Festival israelí de Jazz del Mar Rojo, cuyo cartel encabezaba.
La prensa dice que Usted irá a recoger
su premio en Jerusalén. ¿Sabe que Israel ocupa ilegalmente toda la parte
oriental de Jerusalén incluyendo su Ciudad Vieja? ¿Conoce el número de casas palestinas
demolidas por la municipalidad de Jerusalén en los últimos diez años? ¿Sabe que
el alcalde que le recibirá ha permitido el cierre de teatros, centros
culturales y festivales palestinos de literatura y música, y hasta dejó que la
policía irrumpiera armada en la inauguración de un festival internacional
organizado por el consulado británico y la UNESCO en el Teatro Nacional
Palestino de Jerusalén Este?
Tal es la persecución de la población palestina en el
municipio de Jerusalén, que el poeta israelí, Aharon Shabtai, al rechazar participar en el festival
internacional de poesía en Jerusalén en 2006, hizo pública la siguiente
declaración: “Gracias por la invitación
pero quisiera borrar mi nombre de la lista de participantes. He leído estos
días sobre la barbaridad cometida en el check point de Qalandya. Me opongo a la
celebración de un festival de poesía en una ciudad donde los habitantes árabes
son sistemática y cruelmente oprimidos, encarcelados entre muros, privados de
sus derechos y de sus viviendas, humillados en los check points y donde se
violan las leyes internacionales. Creo que hasta los poetas no deberían haber
ignorado en el pasado, ni deben hoy en día ignorar, las persecuciones y
discriminaciones basadas en criterios de raza o nacionalidad”.
Los medios informan que el premio le
será entregado por Simon Peres, Presidente del estado de Israel. ¿Sabe
usted que Simon Peres, que fue oficial del Ejército israelí a la edad de tan
solo 24 años, tiene la responsabilidad directa, como Primer Ministro, del
bombardeo de la sede de las fuerzas de la ONU en la aldea de Qana, en el sur
del Líbano, en 1996? ¿Recuerda que más de 800 civiles libaneses habían buscado
refugio en el edificio de la ONU para escapar del fuego israelí, pero que la
bandera azul no fue motivo suficiente para detener la masacre en la que
murieron 103 civiles libaneses y 3 cascos azules, y al menos 110 personas
resultaron gravemente heridas?
¿Sabe que Simon Peres es considerado el padre de las colonias israelíes en los Territorios Ocupados Palestinos, por fundar en 1974
el primer asentamiento en el corazón de Cisjordania, llamado Kdumim? ¿No ha
leído que los asentamientos israelíes, ilegales bajo la legalidad
internacional, hacen inviable cualquier estado palestino independiente, al anexionar
junto con el Muro y las carreteras de uso exclusivo para israelíes, más del 40
% de Cisjordania, dividirla en tres ghettos rodeados por un Muro de 8 metros de
alto y puestos militares, y mantener el control colonial israelí sobre el Valle
del Jordan y el Mar Muerto, que constituyen la frontera occidental de
Cisjordania? ¿Tuvo Usted la curiosidad de leer la última entrevista, muy zalamera
dicho sea de paso, que le dedicó el New York Times a Simon Peres? ¿Percibió lo
que éste decía entre líneas? ¿Comprende la trascendencia que tiene en boca de
un Premio Nobel de la Paz, la afirmación de que “los asentamientos no han eliminado la posibilidad de un estado
palestino”?
¿No piensa Usted que, como pedía el Relator Especial para
los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados palestinos, Richard Falk, en junio de 2010, es
urgente que la comunidad internacional implemente la jurisdicción universal
para perseguir a los criminales de guerra israelíes en sus países, o les lleve ante
el Tribunal Penal Internacional con el mismo propósito? ¿Recuerda Usted los
versos que Bertolt Brecht le dirigió
a Alemania? ¿No cree que hoy en día podrían ir dirigidos a Israel?
“¿Por qué
te ensalzan los opresores?
¿Por qué te acusan los oprimidos?
Los explotados
te señalan con el dedo, pero
Los explotadores alaban el sistema
inventado en tu casa.
Y, sin embargo, todos te ven
Esconder el borde de tu vestido ensangrentado
con la sangre del mejor
de tus hijos.”
Señor Muñoz Molina, ¿sabe Usted de algún permio internacional
de literatura que esté más manchado de sangre inocente que el de Jerusalén?
Respetamos su trayectoria literaria: ¡No nos obligue a poner
su nombre en la lista de los escritores que han optado por legitimar el sistema
de ocupación, colonización y Apartheid israelí!
¡No vaya a
recibir un premio de las manos de un criminal de guerra en una ciudad ocupada
ilegalmente! ¡Piense
bien en las repercusiones de su acto, y en el mensaje que, de ir a recogerlo,
lanzaría a sus lectores y lectoras, presentes y futuros!
No podrá alegar que no sabía nada.
Quedamos a su entera disposición para aportarle más
información sobre la Campaña de boicot cultural contra Israel, y para reunirnos
con Usted.
Atentamente,
Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP)
La RESCOP se compone
de las siguientes organizaciones:
Acsur-Las Segovias
Asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del
Mundo Árabe (Málaga)
Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz – ASPA
Asociación de Amistad Palestina-Granada «Turab»
Asociación Hispano Palestina Jerusalén (Madrid)
Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía
Asociación Unadikum
BDS Catalunya
BDS Madrid
Castelló per Palestina
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (Madrid,
Asturias)
Comité de Solidaridad con los Pueblos - Interpueblos
(Cantabria)
Comunidad Palestina en Canarias
Comunitat Palestina de Catalunya
Coordinadora de apoyo a Palestina (La Rioja)
Ecologistas en Acción (Confederal)
Fundación IEPALA
Fundación Mundubat
Gipuzkoakopalestinarenaldeko plataforma
Izquierda Anticapitalista
komiteInternazionalistak (EuskalHerria)
MEWANDO (Euskadi)
Movimiento Solidaridad Internacional Catalunya - ISM
Cataluña / Valencia Mujeres en Zona de Conflicto - M.Z.C.
Mujeres por la Paz - Acción Solidaria con Palestina
(Canarias) PalestinarekinElkartasuna (EuskalHerria)
Paz Ahora
Paz con Dignidad
Plataforma de Solidaridad con Palestina (Sevilla)
Plataforma Palestina Ibiza
Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid
Red de Jóvenes Palestinos
Red Judía Antisionista Internacional -IJAN
Sodepau
Sodepaz
Sodepaz Balamil
Taula per Palestina (Illes Balears)
Xarxa de Solidaritat amb Palestina de Valencia.