Poner en valor

Una expresión manida en los últimos tiempos, utilizada por los políticos para justificar ciertas actuaciones urbanísticas y así vender proyectos carentes de sentido.

Ponen "en valor" el parque de la Isla cerrándolo como una fortaleza, o la catedral, actuando sobre la Plaza Rey San Fernando con la colocación de unos míseros bancos y un peregrino arrugado cansado de turistas y flashes.

Igual hemos olvidado que el espacio público "no tiene precio". Nos lo están hurtando a base de actuaciones anodinas, de manera que ya no lo sintamos como parte de nosotros al romper los vínculos que nos unen a él y que forman parte de una experiencia colectiva.

Ahora todas las ciudades son iguales, el mobiliario urbano se compra por catálogo, tal como reza en la publicidad de la empresa que está suministrando "esculturas" a nuestro ayuntamiento:

"Estas creaciones están a disposición de cualquier cliente, listas para ser colocadas en cualquier parque de cualquier pueblo o ciudad, grande o pequeño, da igual, el Arte no tiene fronteras "

O es "cedido" por grandes corporaciones y bancos, que utilizan el espacio público como escaparate para venderse a sí mismos, creando obstáculos no solo físicos en la ciudad, si no también en nuestras mentes. Esto deriva en una falta de identidad con el espacio que habitamos, un espacio con vocación generadora de intercambios, de relaciones, de libertad, que está siendo sustituido por una pantalla de ordenador donde nuestra dirección es un IP fácilmente localizable, usado como otro elemento más de control.

Pero volvamos al principio, poner en valor = cero, eso es lo que está haciendo el ayuntamiento de Burgos con el espacio público, que ahora ya tiene precio, el que ellos deciden con sus intervenciones, sobre las que la ciudadanía ha perdido cualquier poder de decisión.

                                                   La Dolores