Llevo escuchando durante toda la campaña electoral y los meses previos a su inicio oficial, mensajes de los candidatos hacia la ciudadanía. Mensajes dedicados a convencer a los/as votantes sobre la conveniencia de ejercer el derecho cuatrienal de elegir a los/as “representantes municipales y autonómicos” de sus partidos políticos. Llevo escuchando, aunque no quiera, las consignas de los partidos políticos que han gobernado los consistorios y parlamentos del estado español desde las primeras elecciones tras la apañada transición de la dictadura del general Franco a la monarquía parlamentaria de Juan Carlos I.
Escucho consignas y eslóganes publicitarios, que desde altavoces en bacas de furgonetas trascurren por las céntricas calles de ésta y otras ciudades. Observo los carteles de paredes y marquesinas especialmente preparadas para la ocasión, con los rostros y proclamas de los/as candidatos/as maquillados/as para mostrarnos sus mejores perfiles, galas y convencernos que ellos y ellas son los/as mejor preparados/as para asumir la tarea de gobernar y gestionar los impuestos de los/as ciudadanas/os.
Desde hace poco tiempo, leo los mensajes y discursos que la Red de redes nos distribuye sobre los beneplácitos que supondría elegir a él o ella como mi candidato/a el día señalado.
Y ante tanto discurso y proclama me imbuyo en razonar cuál mensaje, cifra, dato convence a mi razón que tal o cual candidato/a porta la mejor voluntad, la más férrea constancia y sobre todo es honrado/a y consecuente con la palabra dada. Corrupción en España.
Comparto con amigos/as y colegas mis razonamientos y observaciones. Escucho y aprendo con ellos/as gracias a sus experiencias y aportaciones, me enriquezco debatiendo la mejor solución a problemas y encrucijadas y agradezco a los tímidos/as su participación a pesar de su sonrojo.
Pero desde hace un tiempo, denoto que los políticos, no me representan, no comparten, no debaten con sus votantes de igual a igual, no son consecuentes con la palabra dada y no son honrados.
Entonces, creo entender, porque las generaciones nacidas y criadas en democracia ya no creen a sus representantes políticos, porque no se fían de sus discursos, porque no quieren que se apropien de su discurso ni quieren relacionarse con partidos políticos y sindicatos. Tal vez será porque no les escuchan...
Y creo entender, por que se organizan desde el espacio que mejor conocen, con sus códigos y normas, por que van cambiando el individualismo en el que fueron educados por la colectividad y el consenso de los bienes y servicios comunes, por que el 15 de Mayo no será un San Isidro cualquiera.
P.d. Dedicado a todas las personas que regalan su tiempo y esfuerzo al beneficio de todas y todos sin importar raza ni credo, color o posición social.
muy buen escrito....da gusto leer estas cosas todavía.
ResponderEliminarSociedad Civil ? yo no soy sociedad Civil.
ResponderEliminarRespuesta: en cuanto ésta se lo permitió
ResponderEliminarSobre el tema:
ResponderEliminarhttp://www.readyfortomorrow.com/el-secuestro-politico-de-la-soberania-popular/
Evidentemente no todos somos sociedad civil, también hay militares y el cuerpo de la Guardia Civil...
ResponderEliminar¿por qué ser político es un chollo ?
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