Lo que ya hemos conseguido (II).

Manifestación del 20 de mayo.

El movimiento que pide una "democracia real ya" está teniendo una relevancia absolutamente inesperada en nuestra ciudad.  Contrariamente a lo que venía sucediendo hasta ahora, Burgos no ha ido a remolque de otras ciudades.  Los/as burgalesas tomamos las calles desde el mismo 15 de Mayo, y las movilizaciones con asambleas y manifestaciones masivas no han tenido parangón en otras ciudades de nuestro entorno.   La fuerza de este movimiento que fue capaz de organizar una manifestación a la que acudieron más de 6000 personas en las vísperas de las elecciones es, entre otras muchas cosas, un claro síntoma de que algo se está moviendo a orillas del Arlanzón.

Uno de estos cambios es la progresiva pérdida de influencia de los medios de comunicación tradicionales, sobre todo de la prensa escrita.  Ha sido alegremente lamentable constatar el ridículo hecho por el Diario de Burgos con “b” y la sección local del periódico el Mundo que se enteraron de la convocatoria pero ni la publicaron ni posteriormente la cubrieron.   Deseaban, esperaban y apostaban por  un fracaso seguro al no contar con su apoyo explícito.  Andaban atareados sirviendo de altavoces de la infame campaña electoral.  Después, cuando ya no eran necesarios trataron de subirse al carro, probablemente para desacreditar el movimiento que no fueron capaces de ocultar.  Hasta hace dos semanas para que una manifestación  tuviera éxito en Burgos tenía que contar  con el apoyo del grupo PROMECAL.   Ha quedado demostrado que ya no es así. 

 El número de lectores de las ediciones impresas disminuye sin cesar desde hace una década  y sus ediciones digitales se hallan estancadas desde hace dos años, tendencia que tiende a reforzarse porque  las generaciones más jóvenes no se sienten atraídas ni por el formato ni por el contenido.  Acaban de celebrar 120 años, ¿Serán capaces de llegar al 130º aniversario?  ¿Ocurrirá como con otras cabeceras del mismo grupo en Castilla la Mancha?  La irrupción de internet en todas las escenas va a acabar con el monopolio de la palabra de la élite empresarial y en especial del grupo PROMECAL en la ciudad.  Probablemente esto no ocurra pasado mañana, pero apostamos por ello en el medio plazo. 

El primer campo de batalla es la palabra, y en el horizonte se atisba la oportunidad de romper el pensamiento uniformizador,  neoliberal y  casposo de la prensa tradicional en nuestra ciudad.  La izquierda social de Burgos debe ser lo suficientemente audaz como para no dejar pasar el tren,  porque la derecha tradicionalista y empresarial ha estado más de un siglo contándonos, definiendo, y diciendo la ciudad.   La ciudadanía, que  durante dos semanas,  ha demostrado un ansia inusitada por ser escuchada  debe continuar en el empeño, porque si no hablamos, otros lo seguirán haciendo en nuestros nombres y en sus intereses.  

Desde Burgosdijital queremos dedicar este artículo a Diario de Burgos que desde hace unos días nos sigue a través de nuestra cuenta en Twitter.