Una vez más, y mucho me temo que no va a ser la última, volvemos a este foro para hablar de los medios de comunicación que no comunican, o de intoxicación como acertadamente son designados en más de una ocasión.
En concreto, estas líneas van dirigidas a reflexionar sobre el papel jugado por una parte de la prensa de máxima difusión en nuestra ciudad durante lo acontecido en los últimos casi dos meses, y más específicamente el llevado a cabo por las personas encargadas de su dirección, las cuales al fin y al cabo son las máximas responsables de lo publicado en los mismos.
A lo largo de lo sucedido desde el 15 de Mayo pasado, estos medios de comunicación mayoritarios han ido recrudeciendo sus editoriales en contra de la población que ha ejercido sus derechos en la calle, desde la simple mentira continuada al principio de las movilizaciones acerca del número de manifestantes y sus actividades, hasta rozar la acusación directa en los últimos tiempos, pasando por el ninguneo constante hacia todo el que no comulgue con sus intereses.
En sus reportajes aparece sistemáticamente la misma versión, ya sea la de los grupos políticos afines o la de la policía, sin contrastar debidamente la información y sesgando las noticias. Las reflexiones sobre la realidad que nos rodea, las causas y consecuencias de lo que está pasando, así como referencias o entrevistas que puedan reflejar puntos de vista distintos a su línea de actuación brillan por su ausencia. Durante los disturbios que los grupos de poder han provocado e intentado generalizar con el fin de identificar el movimiento como violento, se han saltado constantemente la presunción de inocencia respecto a las personas implicadas en sus crónicas, y eso no puede hacerse pasar por un ejemplo de periodismo, ya que con una búsqueda simple en la red encontraremos varios ejemplos de informaciones, sobre todo en formato audiovisual, que desmontan en muchas ocasiones las versiones oficiales.
Pero la cosa no ha quedado ahí, sino que el día 11 de Junio pasado, jornada de la toma de posesión del equipo de gobierno municipal, pudimos ver como las llamadas fuerzas del orden intentaron obstaculizar el acceso a la información en favor de unos cuantos medios de comunicación. En las fotos adjuntas, correspondientes a dicha fecha, se observa claramente como la policía cierra el paso a lo que está pasando durante las detenciones efectuadas en la zona de Sombrerería, salvo a unos medios determinados, los cuales no encuentran obstáculo alguno para poder llevar a cabo su labor.
Ante todo esto surgen varias preguntas: ¿con que intención estos medios de comunicación despliegan toda esta serie de acciones?; ¿Estamos ante un intento de apagar o distorsionar la voz de la calle?; ¿Es simplemente casualidad, o es otro intento de manipulación para seguir imponiendo una determinada conciencia colectiva afín a los grupos de poder de nuestra ciudad?...
En este punto queremos dejar claro que no tenemos nada en contra de los periodistas y demás trabajadores de estos medios de comunicación mayoritarios, tanto los que se encontraban realizando su trabajo en la citada fecha, como el resto que lo lleva a cabo diariamente de la manera más profesional posible. Es más, desde Burgosdijital queremos expresar nuestro apoyo a dichos profesionales, así como a los medios de comunicación que sí son responsables con los contenidos que ofrecen, que intentan informar sobre lo que en realidad sucede en Burgos, y que son críticos con los intereses privados que intentan fiscalizar lo que la ciudadanía puede conocer o pensar.
Esto nos lleva a otra reflexión, la de la situación laboral de dichos trabajadores. La creciente precariedad a la que se ven sometidos endurece considerablemente su sometimiento a las directrices marcadas desde los equipos de dirección, y la libertad para poder trabajar es algo muy importante en un oficio como el de periodista. Todo ello puede provocar una multiplicación de actuaciones como las descritas anteriormente.
Estamos acostumbrados a diversas distorsiones de la realidad por parte de ciertos medios, para manipular y controlar la opinión pública en Burgos. La pregunta es, ¿Cuál será el próximo atropello?
En general, pero de forma ostentosa en nuestra ciudad, los principales medios de comunicación no son más que gabinetes de prensa: periodismo de redacción y no de calle.
ResponderEliminar¿Contrastar la información? desde cuándo éso es algo importante, ¡¡anda que tenéis unas cosas!!
ResponderEliminarjoder que pedazo artículo y lo mejor es que es cierto.
ResponderEliminarsensacional atrevimiento en una ciudad pequeña.
ResponderEliminares cierto que algunas veces los periodistas hacen fotos que depués pasan a la policía y son utilizadas para buscar a algunas personas, ello explica que convivan en algunas actividades, unos con las porras y otros con las cámaras. Esto es legal?
ResponderEliminarcomo siempre sois GENIALES, muy buena redacc`´on.
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