El ayuntamiento plantó una nueva estatua en la ciudad. En esta ocasión en reconocimiento al coraje a las personas con alguna discapacidad reconocida. La obra se titula "Superando barreras". Valores estéticos aparte, que son más que discutibles, nos parece más apropiada que algunas otras de las que han proliferado por la ciudad de unos años a esta parte, como el búho del Parque de San Agustín, o el herrero vikingo de la Calle San Lorenzo.
La obra ha costado 50.000 euros. Curiosamente también fueron 50.000 las personas que se manifestaron el pasado 2 de diciembre contra los recortes que más afectan a las personas con discapacidades. Nos preguntamos si el alcalde se muestra a favor o en contra de esos recortes. No nos consta su oposición, más bien al contrario, parece que también se afana en llevar a la ciudad por el sendero más corto al precipicio. Siendo esto así, inauguraciones como la de la presente estatua constituyen una muestra del sarcasmo más grosero, y de la más insoportable muestra de hipocresía.
si sirviera para algo ,pero en época de crisis mejor guradarlo para otras necesidades...
ResponderEliminarLos valores estéticos, que también tienen, tratándose del arte, que ver con los éticos (existe una relación directa), de esta escultura, así como de la inmensa mayoría de las que han sido inauguradas en los últimos tiempos en la ciudad, siempre debidas al mismo "estudio arquitectónico" (por decirlo así), son bastante cuestionables, ciertamente.
ResponderEliminarPero peor aún son los escultóricos regalos envenenados de algunas instituciones, singularmente la caja del círculo. Lo de los gigantillos no tiene nombre y menos aún la "obra" dedicada a la familia que está frente a la parroquia de la sagrada familia, cerca de la antigua residencia sanitaria, que parece reivindicar las formas del realismo socialista, eso sí, sesenta años después, y digo que parece porque supongo que es meramente fruto de la incompetencia artística del autor del engendro.
En todo caso, sobran el noventa por ciento de las estatuas y estatuillas colocadas por Aparicio y Lacalle, que a buen seguro han enriquecido a alguno, siempre al mismo, un esforzado artesano que no ha tenido inconveniente en colocarnos dulzaineros de dos metros y medio de alto cuando le sobraba material (lo que luego reflejaría generosamente en la factura, supongo). O sea, un caso claro de nepotismo municipal, dejando de lado la agresión estética continuada, el crimen que no cesa (lo del toro de la avenida del cid es un escándalo de hortericia y mal gusto). Por lo demás, de acuerdo totalmente con el artículo: la hipocresía es una de las señas de identidad de la casposa derecha española.
Salud
50.000 euros expuestos a los cientos de personas que pasean por alli con salarios ridículos de 400 euros.En crisis es una tomadura de pelo.
ResponderEliminar50.0000 euros que le dan al Ayuntamiento para más de 3.000 horas de servicio de Ayuda a Domicilio,de ese que ahora están recortando,racaneando horas a los abuelos y a las personas con discapacidad,como la de la foto
ResponderEliminarDe acuerdo con todos los comentarios. Sólo destacar un aspecto positivo: su valor simbólico para colocar pancartas, realizar acciones de protesta, ruedas de prensa y manifestaciones varias contra los recortes en prestaciones y servicios sociales. La estatua revela el valor que nuestros gobernantes dan a los derechos sociales: el valor de la imagen, hueco y sin contenido.
ResponderEliminarMe gusta tu idea, propongo utilizar estos lugares como arietes simbólicos para evidenciar el vacío de las políticas neoliberales, de recorte y entrega de los bienes públicos a chupópteros y merodeadores...
EliminarMuy de acuerdo con el comentario anterior
ResponderEliminarNo sé a que viene tanta manía a estas estatuas que representan oficios y gentes del pueblo...y nadie dice nada en contra de esas otras estatuas de reyes desconocidos y gerifaltes de otras épocas que abusaban de nuestros antepasados, y ademas proliferan mucho más que éstas...(por ejemplo los cuatro reyes, que son ocho y nadie sabe nada de ellos)
ResponderEliminarla manía viene en que las pagamos entre los ciudadanos,50.000 euros, y a mi padre de 86 años le deniegan la solicitud de dependencia.¿Comprendes?
ResponderEliminarEsta obra pertenece al artista burgalés Ángel Sáiz Manrique. La trayectoria de este artista es densa en la ciudad y fuera de ella. Ha realizado varias exposiciones con sus obras, y ha colaborado con su arte en Burgos(al margen de cualquier color político).
ResponderEliminarCuando a un artista se le encarga una obra hace cuatro años (Aprox. año 2009), la realiza y la entrega al Ayuntamiento. Lo lógico cuando encargamos algo a un profesional es pagarle. Y también es lógico que cualquier trabajador debe recibir su salario por su trabajo. El artista pagó al taller de fundición de su bolsillo hace mucho tiempo y ha tardado mucho en cobrarlo. Ya sé que pasamos por un momento de crisis, pero no por ello los funcionarios, los contratistas, los suministradores, etc. deben quedarse sin cobrar lo que les es justo.
Esta obra nada tiene que ver con otras esculturas que hay en la ciudad.
Es de un artista de Burgos que trabaja por y para Burgos.
estos argumentos para gastar 50.000 euros no sirven, mañana podeis gastaros 200.000 en una estatua de reconocimiento a las mujeres con cancer o 50.000 para down....invertidlo en la causa y abaratad los costes de los adornos callejeros...y no seáis tan hipócritas, con 50.000 euros son muchos salarios para personas dependientes...lo que pasa que de ahí a la persona del ayuntamiento no le queda ni un euro en su bolsillo y así......seguro que un rolex o viajecito le ha salido de gratis....
ResponderEliminarAdemás con todos los respetos la estatua no es bonita....