Humor sin límite, objetos misteriosos, intriga, conspiraciones, crítica, detectives llanos, y mucho más es lo que podremos encontrar en la última novela de Rubén de la Peña: ¡Por Dios!.
Este autor burgalés ya sorprendió con su opera prima Héroes de bodega en la que se adentraba en los personajes más olvidados de esta ciudad , como por ejemplo, una joven de origen magrebí que se dedicaba al top manta, una familia de gitanos o un obrero. Una novela agridulce que te dejará absorto, al igual que lo hará su personaje principal, la hija de unos bodegueros que resulta ser muy ingeniosa.
Pero “¡Por Dios!” es una novela diferente. El marco al que el autor nos hace viajar es un Burgos en el año 1969. La trama es llevada de la mano de tres personajes, cada cual más curioso. Por una parte, nos adentraremos en la historia con Lano Lanero, quién se dedica al oficio de la lana. Es por ello, que en un colchón encuentra tres misteriosos objetos, que le llevarán a ahondar en una fascinante investigación. Pero no estará solo en su aventura, le acompañarán el caradura de su compañero de piso, Arquímedes y Botavino, un hombre de Villadiego que se dedica a vender antigüedades en el mercado de la Plaza España de los domingos.
Estos tres personajes se enfrentarán a una multitud de aventuras para poder descubrir que es lo que encubren esos tres objetos haciendo, de esta manera, un recorrido histórico por los lugares más emblemáticos de esta ciudad. Y es que la novela histórica situada en diversas ciudades está muy de moda. Pero el acierto de Rubén de la Peña, es situar el marco geográfico en su ciudad, y demostrar que la conoce al dedillo. Otro de sus éxitos son los personajes, ya que son héroes llanos, quizá situados cerca del último peldaño del escalafón social.
Al igual que en Héroes de bodega, Rubén de la Peña mantiene un estilo literario bastante divertido, colaborando en que la lectura sea amena y fácil para el lector. La crítica social es sin duda un arma bien empleada en esta narración.
Sin duda tras leerla nos quedamos con ganas de más aportaciones de este original escritor burgalés.
En el 69 ya estaba el mercado de antigüedades en la Plaza España los domingos?
ResponderEliminarNo he leido todavía esta novela, pero fuentes cercanas me han revelado que está super-interesante, no deja impasible a nadie....
ResponderEliminaren el 69 no estaba el mercadillo de antigüedades en la plaza de España,estaba en La Flora y en las Llanas.
ResponderEliminarYo he leído la novela y la recomiendo. Una alabanza a la gente llana y sencilla frente a las personas oscuras, corruptas y cargadas de ambición.
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