Bajo mi punto de vista,
no sé si hace falta mucho debatir (algo que ni siquiera hacen estos
señores que hay en el Congreso, puesto que los argumentos brillan
por su ausencia en las intervenciones de los partidos mayoritarios;
menos mal que hay partidos minoritarios que sí recuerdan algunas de
las ideas importantes) para extraer la conclusión final a la que
cualquiera llega rápidamente: esto está hecho una mierda.
He tenido que viajar en
coche miércoles por la tarde y jueves por la mañana, y en lugar de
escuchar música (que me habría hecho el camino mucho más
agradable), he decidido torturarme escuchando las intervenciones de
nuestros representantes políticos. Y digo bien torturarme, porque se
hace una de cruces escuchando según qué palabras /palabrerías...
Una de las que más me ha
llamado la atención ha sido una frase que decía algo como “todos
tenemos una historia, y no es usted el más indicado aquí para
reprochar ciertas cosas” (así en castellano llano y directo un:
“habló de putas“la polvillos”).
Pues bien, igual esa
persona no era la más indicada para hacer reproches. Pero,
efectivamente, todos tenemos una historia. Y la de la mayoría
de los ciudadanos (nosotros, que no se nos olvide) es una Historia de
trabajo, pago de impuestos y cotizaciones, lucha por nuestros
derechos y otros que no son nuestros pero consideramos que deben ser
derechos para otros que puedan/quieran disfrutarlos, lucha por
ofrecer a los nuestros unas condiciones de vida dignas (Alimentación,
Salud, Educación...). Y nos han emborronado esta historia que íbamos
construyendo.
No sé si unos por no controlar lo que debían controlar, no sé si otros por intentar sacar beneficios a costa de cualquier cosa... Lo que sé es que todos tenemos derechos, y todos tenemos deberes. Y quienes nos gobiernan no han cumplido con sus deberes, y además nos echan la culpa a nosotros.
No sé si unos por no controlar lo que debían controlar, no sé si otros por intentar sacar beneficios a costa de cualquier cosa... Lo que sé es que todos tenemos derechos, y todos tenemos deberes. Y quienes nos gobiernan no han cumplido con sus deberes, y además nos echan la culpa a nosotros.
Así que, aunque haya
“quien no sea el más indicado”, nosotros sí que tenemos
derecho a reprochar cosas. Y no pocas. Así que no nos fijemos tanto
en quién dice qué, sino en qué dice, porque quizá podamos
hacer nuestras sus palabras.
Una ciudadana hasta las pelotas de cargar con muertos ajenos
No hay comentarios:
Publicar un comentario