La última noticia que nos llega desde la UBU es que desde el pasado 26 de febrero se instaló una cámara de seguridad en el hall de la Facultad de Humanidades. Parece que las protestas de los estudiantes inquietan a los dirigentes de la universidad pública, que pretenden mermar el creciente impulso de la organización estudiantil. Una de las reuniones de la Asamblea Autónoma no pudo celebrarse en el Salón de Actos de dicha facultad porque la UBU se lo impidió. Las acciones llevadas a cabo durante las jornadas de huelga estudiantil alarmaron a los mandamases de la universidad; pintadas que exigían una educación pública y de calidad o piquetes informativos, por ejemplo. Desde la universidad y medios como Diario de Burgos se encargaron de criminalizar las protestas del movimiento estudiantil (1).
La gestión de los máximos responsables de la UBU se encuentra en entredicho, especialmente la labor de Alfonso Murillo. La adaptación de la universidad a la EEES ha derivado en que las empresas privadas dirijan las tareas de investigación que se plantean en el centro público. La UBU envía e-mails promocionando una campaña publicitaria del Grupo Julián. Además, la configuración de los nuevos Planes de Estudio acusó la falta de medios de la UBU, que prefirió contar con los docentes que ya había contratado que emplear a especialistas en las materias correspondientes a los nuevos Grados. La escasa suplencia de docentes supone que se produzcan largos periodos en los que, o bien los alumnos se encuentran desamparados y sin recibir clase, o bien se enchufe a una nuevo profesor afín al departamento correspondiente. Recordemos que la UBU es considerada una de las peores universidades públicas del Estado español.
En lo referente a las prácticas que los y las alumnos suelen realizar en el último curso de la carrera, la normativa tarda tanto en aprobarse que los estudiantes desconocen cómo y cuándo iniciar los trámites necesarios para realizar las prácticas.
Foto de archivo Jornadas en la Universidad de Burgos |
También podríamos señalar la falta de recursos administrativos, especialmente en la Facultad de Económicas y en Derecho. Me refiero a que, luego de haber cursado un año entero, la UBU notificó a varios estudiantes (entre ellos a mí) que anularía su matrícula por falta de información (fotografía). Después nos dijeron que muy posiblemente habían perdido el documento.
Por seguir con otro ejemplo, en multitud de ocasiones me he acercado al aula de informática de la Facultad de Derecho – la que se encuentra junto a Secretaría-, aula que encontré cerrada en varias ocasiones pese a que debería haberse abierto según los horarios que rezaban en la puerta. ¿Problema? No había nadie encargado ni pendiente o el becario había decidido no aparecer.
En la UBU todo es un caos. Si quieres que te convaliden algunas asignaturas, prepárate, puesto que los criterios dependen del profesor y de que, durante los trámites administrativos, la UBU decida contestar. Respecto a las convalidaciones, ni siquiera los empleados de la administración del centro tienen claro qué criterios seguir, especialmente en las carreras de nueva implementación.
Alfonso Murillo realiza su labor ajeno a las demandas del estudiantado; la presencia del Opus Dei en la universidad pública no le inquieta, como tampoco que ni siquiera se adquieran las licencias informáticas necesarias para que se impartan determinadas asignaturas o que se encentre abundante simbología religiosa en la UBU.
Además, los rumores apuntan a que posiblemente Alfonso Murillo cargó costosas cenas a cuenta de la universidad. Desconozco la veracidad de dichos rumores, pero en el Patio de Romeros se celebran suculentas catas a las que acude lo más rancio de la sociedad burgalesa.
Durante la pasada campaña electoral, Murillo fue el único candidato y la participación de los alumnos fue mínima, puesto que el estudiantado desconoce las formas de participación o los órganos de gobierno de la universidad. Unas elecciones de las que yo me burlé presentándome como candidato alternativo a rector.
El señor rector debería replantearse sus objetivos a partir de ahora. El estudiantado está organizando campañas críticas con la UBU y no se descartan acciones que exijan la dimisión de Alfonso Murillo.
NOTAS:
¿Porqué será que nada de esto me sorprende?
ResponderEliminarEl nivel de algunos profesores de la UBU deja mucho que desear....solo hay que consultar que la UBU en el ranking nacional está en investigación casi la última....
ResponderEliminarCenorras del rectorado, camaras de seguridad, represión estudiantil, docencia caduca. ¿Quién dice que no lo sabíamos? Basta ver la política de sus apéndices como el "Espacio Tangente" o a quien colocan en las listas de los PPartidos Políticos.
ResponderEliminar¿Pero qué tendrá que ver Espacio Tangente con la gestión de la UBU y con el rector? Que colaboren en el ciclo de cine no quiere decir nada más, que no se nos vaya la pinza, Espacio Tangente no es apéndice de nadie.
ResponderEliminarEspacio Tangente tiene subvenciones de la Universidad.
ResponderEliminarEspacio Tangente tiene una subvención del ayuntamiento que no cobra, porque el ayuntamiento no quiere pagar.
ResponderEliminarDesde Facebook, si eres un troll vete a DB que tienen pocos comentarios y te necesitan, si sabes algo que quieras contar y sea interesante, puedes decirlo de manera anónima y sin censura, es lo bueno que tiene este espacio.
salu2
Joder, mucha, mucha gente tiene subvenciones de la UBU. Si crees que por eso están teledirigidos por el rector o le deben favores pagados, resulta que Murillo tiene una legión de servidores y es un poder fáctico impresionante. Que no se nos vaya la pinza.
ResponderEliminarEl Espacio tangente por todo lo que realiza debería tener el presupuesto del IMC.
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