Puyazos de verano IV
Por Lucas Mallada
Nuestra (o suya, según se mire…) Junta de Castilla y León pregona a los cuatro vientos que cuida de nosotros como si de sus hijos se tratara y que tiene en cuenta las necesidades de las personas más vulnerable. He ahí las personas mayores, que de esos habitan muchos por estos lares.
Por Lucas Mallada
Nuestra (o suya, según se mire…) Junta de Castilla y León pregona a los cuatro vientos que cuida de nosotros como si de sus hijos se tratara y que tiene en cuenta las necesidades de las personas más vulnerable. He ahí las personas mayores, que de esos habitan muchos por estos lares.
Últimamente
la Consejera del ramo, Milagros Marcos, ha presentado orgullosa, lo que quiere
vender como un programa novedoso de atención integral a los mayores desde las
residencias de ancianos ubicadas en los pueblos, a modo de cubrir de forma
territorial sus necesidades. Vaya por delante que eso ya se venía haciendo desde
instancias públicas de los servicios sociales diseñadas por la propia
Consejería hace más de veinte años. La iluminada del ramo, ya conocida por
eliminar de un plumazo las prestaciones a los cuidadores familiares en la Ley
de la Dependencia, más allá de lo que le indicaba la normativa estatal y dar
preeminencia a las prestaciones si el gasto se realiza en residencias privadas,
sigue en connivencia con el sector. La patronal de las residencias de mayores
estará muy satisfecha y ya le estará guardando un buen puesto para cuando se
retire.
Mientras
tanto, y por otro lado, la misma Consejera, Milagros Marcos, no tiene la misma celeridad en acondicionar y
dotar espacios públicos en residencias públicas, así ya vimos lo que sucedió en
la Residencia de Miranda de Ebro, y lo que es más grave aún, lo que está
sucediendo en la Residencia de Mayores de Cortes, en Burgos. En esta
residencia, reformada no hace demasiado, se encuentran, según informaciones de
trabajadores de la propia residencia, dos plantas desocupadas, según dicen
porque no hay dinero para dotarlas de mobiliario, y así llevan largo tiempo. Lo
que parece en realidad es que no hay es interés, ni ganas, escudadas en la
falta de fondos. Es preocupante el nulo aprecio que tienen nuestros políticos
por el bien público, me pregunto que ocurriría en una empresa en la que el
corporativo de turno despreciara con tanto énfasis como hace Milagros Marcos,
las instalaciones, los bienes de equipo y el personal de su empresa…, imagino
que lo despedirían, si es que no se va él por vergüenza. Sin embargo, es
habitual que en la Administración Pública, los políticos-gestores de turno se
vanaglorien del desprecio que sienten hacia lo público. Algo hacemos mal cuando
situamos a personas que no aprecian lo que se supone tienen que mimar. ¿O es
que acaso hay mala idea para beneficiar otros intereses? Y digo yo que también
tendrá alguna responsabilidad en ello el Gerente de Servicios Sociales nombrado
en Burgos: D. Ignacio Díez Azcárraga,
quien calla, otorga…
Así
mismo, algo huele a podrido en el reino de Dinamarca cuando las listas de
personas mayores que solicitan residencia pública crecen y se demoran, mientras
hay plazas que no se cubren por desidia/intencionalidad de las personas
responsables, elegidas por nosotros. No creo que esto haga gracia a todos
aquellos que están pagando un alto precio en residencias privadas. Está claro
que tenemos que reflexionar más a quien queremos que organice nuestras cosas.
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