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domingo, 9 de febrero de 2014

La prensa burgalesa: licencia para mentir, licencia para insultar, licencia para ocultar (II). Los errores de Diario de Burgos.

Por Carolina R. Tenaz

Manifestación frente al edificio de PROMECAL.
La revuelta vecinal de Gamonal ha demostrado que muchas personalidades de la ciudad no están a la altura del puesto que ocupan.  En primer lugar Lacalle e Ibáñez, pin y pon, ya han sido amortizados, prematuramente si tenemos en cuenta la edad de los finados.  No podemos olvidarnos del subdelegado del gobierno José María Arribas, a quien sólo le faltó llamar al ejército para aquilatar las noches de toque de queda en el barrio de Gamonal.  Raúl Briongos, es el otro gran perdedor de esta batalla.  La torpeza demostrada ha desvelado que tampoco él ha estado a la altura. El director de Diario de Burgos, capitán de agua dulce, ha dejado el navío tocado en la primera tormenta en alta mar.  El decano de la prensa en Burgos en papel está enfermo, como todos los demás.  Que desaparezca de los quioscos, es sólo cuestión de tiempo, pero los insultos vertidos desde su diario al veinte por ciento de la población de la provincia, y el hartazgo mostrado por los vecinos de Gamonal sin duda acelerará el proceso.

Raúl Briongos se ha cargado el trabajo de un lustro en una semana.  En los últimos años, Diario de Burgos se había caracterizado por moderar ese tufillo a tardofranquismo y nacionalcatolicismo  rancio.  Había dejado de ser la hoja parroquial para subirse al carro de la patronal rampante.  Aromas de neoliberalismo se conjugaban sin desentonar con  plumas  de progresía en las macilentas hojas del periódico.  También encontraron hueco bajo el ala de Briongos pesoístas ilustres de la carrera de la edad cansados.  DB era un periódico más centrado que el Correo, que no pasa de ser un sucedáneo diario de la revista Plaza Mayor.  Diario de Burgos incluso sacó a relucir un par de escándalos como los de la cafetería Espolón, o el de Eduardo Villanueva.  Al principio de la legislatura y ante la inoperancia de la oposición se lo podía permitir, de esa forma, además de enviar avisos y marcar el paso a Lacalle el breve, se presumía de independencia periodística.

Todo eso se vino abajo con la revuelta vecinal de Gamonal.  Briongos y el diario que dirige volvió a mostrar tics de otras épocas y alineó el discurso  del periódico con la ultraderecha y la caverna mediática.  El editorial de los primeros días lo podría haber firmado Intereconomía, la Gaceta o la Sinrazón de Marhuenda.  De las páginas de Diario de Burgos volvió a emerger un desprecio de clase atávico.   El mismo que profesaba el arzobispo Pérez de Castro quien no quería que se implantaran industrias en la ciudad para que Burgos  no se infectara de obreros que atraían el marxismo y la prostitución.  El que se intuye en el día a día en las caricaturas malintencionadas que se hacen de los vecinos de Gamonal. 

En efecto, como  el propio Diario afirmó, el bulevar fue un pretexto.  Pero lo fue tanto para el barrio que se oponía, como para la plutocracia burgalesa que lo apoyaba.  ¡Claro! Todo es un pretexto.  La  única forma de entender toda la absurda política del ayuntamiento en la última década es si la entendemos como pretexto de algo.  Sólo así se pueden entender la cantidad de obras estúpidas que no valen para nada, desde el aeropuerto hasta el paseo de la Isla, pasando por  el plan catedral.  El objetivo de la gestación y realización estás obras era repetir y así afianzar  ritos de poder que se justifican en sí mismos.  Era el ejercicio del poder para mostrar que puede.  Lo que se decidía en el Bulevar no era saber si los vecinos querían o no la enésima obra, sino si los aquelarres vecinales, como les denominó el otro diario de la ciudad, son sujetos políticos, o son objetos pasivos,   si son actores o espectadores de las políticas de la ciudad. 

Al director de Diario de Burgos o le entró el pánico o no fue consciente de lo que tenía frente a las narices, y tomó una decisión que posiblemente le pesará durante años:   la de cerrar filas con el equipo municipal más incompetente de la historia.  Su torpeza, no le pesará por haber criminalizado a los vecinos del barrio más grande de Burgos, ni por haber sugerido de forma infame sus relaciones con el mundo abertzale de otras épocas.  El error del que posiblemente ya se esté arrepintiendo es el de haber dejado demasiado expuesto a su jefe,  Méndez Pozo.  La torpeza de Briongos al alinear tan claramente Diario de Burgos con la obra querida de Lacalle e Ibáñez ha promovido un juicio mediático que ha dejado maltrecha la imagen y la reputación del dueño del mismo.  En una obra en la que la familia no tenía muchos intereses, Raúl Briongos ha conseguido dilapidar la falsa imagen de empresario-filántropo para convertirla de nuevo en la del  empresario-cacique de la ciudad.  Bravo.


10 comentarios:

  1. Esperaba mas de un diario critico...ver en el escandalo de Villanueva, independencia periodistica y no una clara advertencia a Lacalle, un primer aviso de quien es el jefe, y un segundo aviso cuando "echo" a Braceras con la clarisima advertencia de u obedeces o vais detras Ibañez, compañero de parrandas (y paradas en carretera) de braceras y el mismisimo alcalde...a raiz de eso no queda mas que obedecer...aunque se monte la "de gamonal" y te llame el mismisimo Marrano o te deje plantado y sin policias el delegado de gobierno.

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  2. Estoy de acuerdo con el comentario anterior. La campaña de DB contra Villanueva y Braceras fue un aviso del cacique para dejar claro quien manda en Burgos, probablemente para obtener alguna obra a cambio.

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  3. BUENÍSIMO artículo....

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  4. Que cierre ya, o que cambien de nombre como le pasó a Unió mayorquina, ese burdo boletín ha dejado de ser útil para envolver el pescado, huele demasiado a Méndez pata negra. (o mano negra)

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  5. Muy bueno lo de definir a El Correo como el sucedáneo del Plaza Mayor.

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  6. Ahora te falta seguir con un análisis de las emisoras de radio, para cerrar el círculo de los medios subvecionados y dóciles de Burgos, y las relaciones que hay entre ellos.

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  7. Excelente y clarificador para quienes no vivimos en Burgos, o sea para los que creemos que lo sucedido en Gamonal no es un hecho aislado y marginal. Todo tiene su porqué y sus medios para llevarlo a cabo. En este caso, como en muchos otros en todo el país, los caciques locales quedan retratados a las primeras de cambio. ¿Veis como no es tan difícil cambiar la situación?

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  8. Lo más clarificador del artículo son estas dos palabras: “la” “familia”

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  9. Yo .no comprare en mi vida un periodico de este señor que se lo coma todo para el

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  10. Aunque la mona se vista de seda.........En algunos momentos intestaron ser mas neutrales, pero son quien son piensan como piensan y lo expresan como lo sienten y eso no se cambia.

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