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viernes, 3 de octubre de 2014

¿Qué ciudad queremos los Burgaleses y Burgalesas?

Por Burgos Dijital

Este septiembre de 2014 hemos cumplido cuatro años. Desde nuestros inicios, allá por la Huelga General de 2010, sentimos la necesidad, al igual que muchos otros ciudadanos, de asumir parte de la responsabilidad colectiva en la construcción de nuestras sociedades. Sentíamos un profundo desapego al modo en cómo se contaban las cosas y cómo se construían las presuntas realidades a través de los medios de comunicación controlados por las corporaciones y las élites. En nuestro contexto local de Burgos, esto es tan evidente que ofende la inteligencia. Así que aprovechando las facilidades brindadas por las nuevas tecnologías optamos por ofrecer nuestro punto de vista e intentar contrarrestar el pensamiento único que reduce la democracia al papel de un pelele, que se agita a conveniencia de la agenda de intereses corporativa.


Porque creemos en una democracia participativa, apostamos por la polifonía, como garante de una pluralidad amenazada. Desde el principio nos identificamos con las sensibilidades y perspectivas reunidas en lo que podríamos definir como izquierda crítica, por así decirlo, una mirada arrinconada en una ciudad en la que los intereses corporativos establecen las prioridades de agenda de arriba a abajo, y apuntan desde el monólogo de los medios de comunicación que controlan: qué se debe hacer, cómo y también quién. Había que abrir ventanas y ventilar.

En este sentido, hemos asumido una actitud de crítica y denuncia, tratando de desvelar, en todo momento, los intereses que se esconden tras el enunciado de actuaciones, aparentemente buenas para los burgaleses. El secuestro del “burgalesismo”, o de lo que significa ser burgalés, por parte de una determinada minoría que decide lo qué es correcto y lo que no, también ha sido, y es, objeto de nuestro cuestionamiento continuo.

Desde nuestra humildad, hemos cumplido largamente, acaso no en todas las cuestiones, con la labor de denuncia ciudadana que nos hemos adjudicado. Y es, en este punto, repasando los cuatro años que llevamos cabalgando, donde nos tropezamos con el muro de nuestras limitaciones, y siendo conscientes, no hemos sido capaces de superarlas, de momento.

En septiembre del 2010, ante las agresiones económicas y sociales que dejan maltrecho el contrato social acordado entre los ciudadanos y un sistema político que evidencia sus carencias, era necesario organizar la resistencia, así también fueron naciendo el 15M y muchos movimientos ciudadanos (mareas, etc...) que mostraban su estupor ante una embestida concertada entre élites mundiales neoliberales y sus tentáculos de intereses locales con los que comparten una ideología sencilla de describir: “¡qué se jodan!”, expresada con magistral oratoria por la diputada por Castellón, Andrea Fabra.

Ha pasado el tiempo, mostrándose cada vez con mayor contundencia el fracaso del sistema económico, dejando al descubierto las enormes carencias del Régimen político que lo envuelve y sostiene. Los movimientos sociales y políticos que fijamos nuestro horizonte en la transformación de las realidades, de repente hemos sido conscientes de nuestro potencial, por una vez hemos sentido la posibilidad de hacer realidad algunos de nuestros sueños. La prueba palpable de este cambio es percibir como el miedo ha cambiado de bando, y algunos no parecen sentirse tan seguros en la posición de poder que ocupan y llevan ocupando décadas.

Sin embargo, frente a esta realidad, que nos sitúa con responsabilidades imprevistas, la crítica, aunque necesaria, se muestra completamente insuficiente. En BDj somos conscientes de esta carencia, nos lo han hecho saber amargamente algunos de nuestros seguidores. No podemos adoptar eternamente posturas defensivas, dejando la iniciativa en manos de aquellos a los que criticamos. ¿Somos capaces de ofrecer alternativas, ideas, un proyecto de ciudad para Burgos?

Sin embargo, con ser importante para nosotros, lo fundamental, no es que nosotros demostremos tener escasas ideas, lo realmente alarmante es que este mal se extiende al grueso de los partidos y personas que se mueven en la izquierda, y que sueñan con una ciudad diferente. Venimos constatando, con cierto dolor y creciente frustración, cómo parece que estamos siendo incapaces de traducir nuestros valores, nuestro modo de entender la vida, la sensibilidad de “izquierdas” de la que hacemos gala, a una propuesta ilusionante y realista para Burgos y para los burgaleses, en definitiva no estamos siendo capaces de construir, ni de ofrecer suficientes respuestas.

Observamos con cierto estupor, como han surgido diversas estrategias de política que embarran en la elección de las personas que tienen que llegar a representarnos a los burgaleses, cuando, si somos coherentes con lo que profesamos desde la “izquierda”, lo verdaderamente esencial y prioritario, sería desde nuestro punto de vista ofrecer ideas, un plan, un proyecto de ciudad que atrajera a los ciudadanos más que el actual, fundamentado en obras públicas de cuestionada rentabilidad social. Nos atrevemos a pensar que hasta Javier Lacalle podría haber sido un buen alcalde, no nos importa tanto la persona, como el modelo de ciudad y el estilo en la toma de decisiones, esto es lo neurálgico si apostamos por una democracia viva y palpitante.

Las personas, desde luego, son importantes, pero lo es más el guión sobre el que tienen que trabajar, un proyecto que tiene que ser resultado de un trabajo colectivo, y sobre el que tienen que rendir cuentas. Definitivamente, si van a ser servidores públicos, su compromiso con los ciudadanos no puede quedar reducido a la pobreza de unas jornadas electorales. La democracia se ejercita los 365 días de los cuatro años de gobierno. Nos atrevemos a pedir generosidad a algunas personas y organizaciones que militan en la izquierda burgalesa, que tienen la responsabilidad de compartir un proceso constructivo e ilusionante, evitando pequeñas mezquindades que evidencian la falta de fe en las propias ideas que se defienden en los discursos.

Asimismo, y pensando que todos podemos ser útiles, llamamos la atención sobre algunos curtidos militantes que pudieran tener la tentación de ocupar posiciones significativas; el tiempo político no pasa en balde, y la renovación no puede ser creíble con rostros de la década pasada. Sin embargo su capacidad y experiencia puede ponerse al servicio de un proyecto en el que sus ideas sí salgan adelante. Seguramente las cicatrices políticas convenientemente cerradas serán más útiles ayudando a evitar errores que repitiendo los mismos en una nueva oportunidad.

Faltan ideas sobre, cómo queremos que sea el urbanismo en Burgos, la política de movilidad, los servicios públicos, las prioridades en el deporte, en la cultura, e incluso una postura frente a competencias de las que las ciudades han sido desposeídas y pertenecen a la tradición de la organización urbana desde siglos pasados. Sobre estas cuestiones, y seguramente otras, nos parece que no hemos ofrecido suficientes alternativas que enamoren, que arrastren a la ciudadanía, que sean de verdad transformadoras, esta es nuestra asignatura pendiente. Este es el debate que va a interesar a la ciudadanía, y no las sopas de siglas que no saben digerir.

No queremos mencionar organizaciones, ni mucho menos personas, sólo pedimos reflexión y generosidad, y apelamos a actuar con coherencia con los valores que profesamos, recordando que la forma es el fondo, en definitiva, no pueden estar disociadas, o sólo lograremos sembrar desconcierto, incredulidad y a larga otra frustración. Creemos que los partidos políticos, e incluso nosotros tenemos que tener la vocación de “medio para”, y no de constituirnos en un fin en sí mismo. Si logramos entender esto haremos un gran favor a las ideas que decimos defender.

Las elecciones municipales de mayo del 2015 van a ser una prueba importante, pero tampoco definitiva, los procesos de transformación política necesitan su tiempo, su maduración, aunque de repente parezca que se aceleran. Si nos atenemos a principios de ética, justicia social y democracia directa, lo que implica participación y responsabilidad, seguramente mantendremos el norte. Y si es así y además somos lo suficientemente generosos, acaso, a partir del mayo del año que viene tendremos la enorme responsabilidad de recordar a todas las personas de Burgos que el destino colectivo nos pertenece a todos, que ningún cacique por muy dueño que sea del altavoz más grande puede seguir decidiendo dónde vivimos, cómo, y que pagamos por la vivienda, por el aparcamiento del hospital o por entrar en el futuro Pabellón Arena, o cómo decidan bautizarlo. Tenemos la oportunidad de tomar las riendas de nuestro destino, podríamos decir, que ante el fracaso continuado de sus proyectos, casi es nuestra obligación ciudadana.

5 comentarios:

  1. Buen artículo.Hasta ahora ha sido difícil y complicado que los distintos colectivos unas sus fuerzas. Esperemos que en estos meses previos a las elecciones municipales, todos seamos capaces de dejar el egocentrismo de lado y seamos partícipes con modestia, humildad....Es complicado pero no imposible.

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  2. A mi también me ha gustado el artículo y quiero daros la enhorabuena por estos cuatro años, la verdad que personalmente os he leído mucho aunque creo que es la primera vez que comento.
    Me sumo a la petición de que seamos geneross, e intentaré aportar ideas y algo de trabajo al nuevo proyecto de ciudad que deseamos desde perspectivas críticas de izquierdas.
    Y me atrevo a poner un trocito del último libro de una burgalesa que también parece que opina parecido...


    La urgente confluencia de miradas críticas

    Afi rma Eli Zaretski (2012) que la izquierda ha de estar presente con especial fuerza
    en los momentos de crisis para dotar de un sentido ético a los cambios de largo
    alcance. En un sentido similar, Zygmunt Bauman (2012) no da respuesta a la
    pregunta de si la izquierda tiene o no futuro, pero afirma con rotundidad que, sin
    izquierda, no hay futuro. Este texto nace de la convicción de que necesitamos una
    confluencia de miradas críticas ante la crisis civilizatoria. Y aspiraría a englobarse
    en esa izquierda que, en su diversidad, ha de activarse para evitar el desastre.
    ¿Izquierda? ¿Qué es la izquierda? Para Bauman hay una forma de izquierdas, de
    percibir «la condición humana, sus expectativas futuras y posibilidades imprevistas»,
    y se caracteriza por partir de dos supuestos básicos:

    Estos supuestos son la base para una izquierda asertiva que, en lugar de disculparse
    por su oposición a lo mayoritario, se esfuerce por crear y proteger valores que considera
    innegociables y por ser medida respecto a ellos. […] El primer supuesto es que
    la labor de la comunidad es asegurar a sus miembros individuales ante el infortunio
    individual. Y el segundo es que, al igual que la capacidad de carga de un puente se
    mide según la fortaleza de su apoyo más débil, la calidad de una sociedad debería
    medirse por la calidad de vida de sus miembros más débiles. Estos dos supuestos
    constantes e innegociables sitúan a la izquierda en un conflicto permanente con la
    realidad de la condición humana bajo el capitalismo. (Bauman, 2007: 8)

    Esta forma de pensar la izquierda guarda profunda conexión con los argumentos
    que estas páginas intentan desarrollar: el primer supuesto habla de que la vida es
    vulnerable y precaria y de que esa condición humana básica hay que resolverla en
    común, en interdependencia. Habla de asumir una responsabilidad colectiva para
    poner las condiciones de posibilidad del buen vivir; y dice que lograrlo es incompatible
    con el capitalismo, de otra manera, está nombrando el conflicto capital-vida.
    En el segundo supuesto, podríamos decir que se unifi can los criterios éticos,
    que aquí defendemos como irrenunciables, de universalidad y singularidad: buscamos
    un marco universal de buenos vivires en el que la diversidad no signifi que
    ni desigualdad ni exclusión.

    Diversas perspectivas críticas están confluyendo en la osadía de mirar de
    frente la crisis preguntándose por el cómo: cómo se rearticulan las instituciones
    socioeconómicas ante la crisis sistémica, cómo impacta en las condiciones de
    vida, cómo lograr una mejor organización social, política y económica, etc. Y también
    por el (para) qué: para qué esas instituciones, para qué estar juntxs; qué noción
    de bien-estar, de vida que merece la pena ser vivida, perseguimos en común. Este
    libro gravita en torno a una de esas miradas, la del feminismo, y se lanza con vocación
    de diálogo con otras perspectivas de izquierdas. Dentro de la diversidad
    de los feminismos, se sitúa en una posición marcada, sin lugar a dudas, por su
    condición anticapitalista, por estar cercana al ecofeminismo y por aspirar a haber
    aprendido algo del feminismo queer y postcolonial. Es desde ahí desde donde se
    busca aportar ideas que confluyan con otras miradas heterodoxas en la configuración
    de un horizonte de utopía frente a la crisis civilizatoria que estamos viviendo.

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  3. Pues tal y como se están moviendo las cosas, con una obsesión por la opción electoral "sea-como-sea", y con personajes que ya demostraron en el pasado que NO valen para nada, mal vamos. ¿Hay que sacar concejales, sin más, sin hacer un auténtico proceso de reflexión, solamente por la excusa de no dejar de pasar el momento? Me parece que más tarde que temprano habrá que lamentarse de la falta de unidad, de criterios flexibles y, sobre todo, de más de un personaje que lleva años esperando pillar poltrona, aunque se les conozca de sobra. Y encima si alguien les critica le dirán que se calle para no "dañar a la izquierda"... Muy mala pinta tiene esto de Ganemos Burgos.

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    1. Totalmente de acuerdo.Cuidadin con los pescadores, ya sacan sus cañas.Pero si ya pescaron antes y en coto vedado
      Queremos cambio.Las licencias antiguas ya no vale.

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    2. El único 'movimiento político' de raíz ciudadana es GANEMOS BURGOS.
      El único movimiento político que no está lanzando 'candidatos-as' es GANEMOS BURGOS.
      IU intenta 'ir de incógnito' para asegurar la liberación de sus 2 liberados actuales, y PODEMOS es la 'ceremonia de la confusión y la conspiración permanentes'. Con sus voceros que aspiran a cargos municipales.
      Dime de lo que 'presumes' y te diré 'de lo que careces'...

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