Por Asamblea Contra la Especulación
Hace más o menos mes y medio que la voz y la conciencia ciudadana se aglutinó y organizó en una sola, se organizó en una asamblea, en la Asamblea Contra la Especulación.
Su objetivo era claro: luchar y denunciar la obra corrupta y especulativa de la plaza de toros. Una obra adjudicada a dedo al cacique de la ciudad Méndez Pozo y su socio Sacyr.
Una obra teledirigida a compensarle por no haberse realizado la obra del Bulevar. Tan sólo 10 meses después la historia se repite, aumentando aún más si cabe la indignación vecinal.
Durante este tiempo hemos informado a Burgos y a todo el Estado de esta obra innecesaria e inmoral. Hemos dado charlas, hemos redactado informes y comunicados, nos hemos manifestado, etc.
Tras dar a conocer la naturaleza de la obra y nuestras reivindicaciones, el Ayuntamiento del PP, nos citó para una reunión. Está reunión fue una farsa. Se realizó un día después de que se empezaran las obras, dejando claro que a ellos les daba totalmente igual la opinión de los vecinos y vecinas. Fue una pantomima, pues ellos solo fueron allí a tratarnos como una pobre gente que no sabía lo que hacía, que estaban perdidos y desinformados, y que necesitaban la luz de sus congéneres más avanzados para ser guiados. Nos tomaron por tontos, otra vez.
Tras dejar claras nuestras reivindicaciones, y tras esperar una respuesta del Ayuntamiento a nuestras exigencias que nunca llegó, seguimos con nuestras movilizaciones. Nos seguimos manifestando, nos seguimos reuniendo, seguimos informando… Dejamos muy claro que no íbamos a parar hasta que se pararan las obras y se consultara a la ciudadanía si quería esa obra, o qué es lo que quería hacer con esos más de seis millones de euros.
Aumentamos la presión acudiendo a las mismas obras para intentar su paralización por medio de la presencia vecinal, pero su respuesta fue un despliegue policial totalmente desproporcionado e innecesario. Su respuesta fue la fuerza antes que el dialogo. Su respuesta fue la provocación de nuevo.
No solo eso. Esta semana han procedido al vallado de la plaza. Han vallado nuestro derecho a decidir. Han vallado nuestra legitimidad de elegir qué hacer con un dinero que la ciudadanía necesita para otras necesidades. Han dado por concluida la negociación. Van a realizar la obra diga lo que diga la gente, diga lo que diga el pueblo.
Durante este tiempo hemos informado a Burgos y a todo el Estado de esta obra innecesaria e inmoral. Hemos dado charlas, hemos redactado informes y comunicados, nos hemos manifestado, etc.
Tras dar a conocer la naturaleza de la obra y nuestras reivindicaciones, el Ayuntamiento del PP, nos citó para una reunión. Está reunión fue una farsa. Se realizó un día después de que se empezaran las obras, dejando claro que a ellos les daba totalmente igual la opinión de los vecinos y vecinas. Fue una pantomima, pues ellos solo fueron allí a tratarnos como una pobre gente que no sabía lo que hacía, que estaban perdidos y desinformados, y que necesitaban la luz de sus congéneres más avanzados para ser guiados. Nos tomaron por tontos, otra vez.
Tras dejar claras nuestras reivindicaciones, y tras esperar una respuesta del Ayuntamiento a nuestras exigencias que nunca llegó, seguimos con nuestras movilizaciones. Nos seguimos manifestando, nos seguimos reuniendo, seguimos informando… Dejamos muy claro que no íbamos a parar hasta que se pararan las obras y se consultara a la ciudadanía si quería esa obra, o qué es lo que quería hacer con esos más de seis millones de euros.
Aumentamos la presión acudiendo a las mismas obras para intentar su paralización por medio de la presencia vecinal, pero su respuesta fue un despliegue policial totalmente desproporcionado e innecesario. Su respuesta fue la fuerza antes que el dialogo. Su respuesta fue la provocación de nuevo.
No solo eso. Esta semana han procedido al vallado de la plaza. Han vallado nuestro derecho a decidir. Han vallado nuestra legitimidad de elegir qué hacer con un dinero que la ciudadanía necesita para otras necesidades. Han dado por concluida la negociación. Van a realizar la obra diga lo que diga la gente, diga lo que diga el pueblo.
Pero estamos hartos. Estamos hartos de que se nos ignore, de que se nos trate como imbéciles, estamos hartos de que nuestro dinero y sacrificio vaya siempre a la misma gente. Por todo esto, el jueves nos vamos a manifestar como no lo hemos hecho antes, vamos a gritar bien alto que no somos imbéciles y que no vamos a claudicar.
Y ante todo esto, el responsable vuelve a ser el mismo, el alcalde, Javier Lacalle.
El pasado día 21 de octubre, seis miembros de la Asamblea de Gamonal, se reunieron en el Ayuntamiento de Burgos con el alcalde Lacalle y el concejal Ibáñez. le expusieron la inviabilidad de las obras de la Pza. de Toros y su carácter innecesario e impropio. El dialogo de sordos dejó a las claras, cómo el Alcalde está manejado por espureos intereses que toda la ciudad conoce: los del Jefe de Burgos, Antonio Miguel Méndez Pozo, expresidiario indultado por el PP de Aznar por el Caso de la Construcción de Burgos que sentó un precedente de toda la corrupción sobrevenida. Un bochorno, una indignidad para la ciudad que ahora, se repite de nuevo.
ResponderEliminaren una burla sin precedentes, el ayuntamiento burgalés, en plena canícula, concede al citado delincuente Mendez Pozo la realización de las obras de acondicionamiento de la Pza de Toros, con un presupuesto desmesurado en comparación con otros presentados. Lo hace el ayuntamiento para compensar la frustrada mordida de las obras del bulevar de la calle Vitoria que el citado constructor tenía concedidas este mismo año. El escándalo que dio lugar a que el Gobierno interviniera cerca del melifluo alcalde burgalés, traspasó fronteras; delincuente y alcalde pasaron a los anales de las casta más vergonzosa que ciudad alguna puede albergar.. El pueblo de Gamonal, la gente de Burgos, de nuevo, se echa a la calle, poniendo de manifiesto su indignación por este despilfarro, que, ante las perentorias necesidades del barrio, no tiene explicación posible. Y lo hace civilizadamente. Muy al contrario, el alcalde moviliza toda la represión que puede y llena de policías el entorno del coso con una actitud, chulesca y amenazante, evocando los juicios de Eta en el Gobierno Militar aledaño a principios de los setenta.
El ayuntamiento realiza una encuesta telefónica para justificar su actitud. Lo hace a través del teléfono a 400 personas que escoge a su gusto para que le apoyen en la transformación de la plaza de toros. Esta parafernalia, nada tiene que ver con los millares de firmas presentadas por la Asamblea de Gamonal en contra de este despilfarro, nada que ver con las docenas de concentraciones y manifestaciones que se vienen haciendo sobre este asunto. Bien sea enfrente del Consistorio, del bunker mediático de Promecal, la empresa editora-constructora del capo burgalés, o del ático del alcalde Lacalle de procedencia sospechosa y de obras ilegales. Todo se ha desarrollado con serenidad y con los aperos lógicos de una manifestación.
En tanto que esto sucede, Gamonal padece la actitud impresentable de los policias locales, cuya chulería desemboca en multas y acoso en las lineas de carga y descarga, que impiden aparcar donde se hacía siempre y sin ningún problema. Trata el alcalde de vender su idiocia insultando a la inteligencia de los pobladores del barrio de Gamonal con las prebendas a las peñas, casas regionales, blusas y asociaciones por el estilo, cuando no instalando aparcamientos que nadie utiliza; otros que van a llevar como fin la linea azul para seguir esquilmando a los gamonaleros.
Ya está bien! Después de vallar todo el entorno de la plaza de toros y detraer a la policía de sus trabajos, imprescindibles como es la seguridad ciudadana, o quien sabe si entrar en el despacho del alcalde y levantar las alfombras, o requisar los ordenadores del Méndez y compañía, o del HUBU, o de Caja Burgos y tantos centros de mordidas impunes, y que algún juez ordenará tarde o temprano registrar.
El pasado día 23, el barrio de Gamonal, bajo la vivienda del alcalde Lacalle, gritó alto y claro que no quería gentuza de ese tipo en Burgos, que delincuentes como Méndez Pozo, no podían seguir llevándose su dinero, el de sus familias. No cabe el desánimo. Sabemos que muy pronto toda este peste de vividores desaparecerá. No les demos más tregua, más burla es una infamia.Hace diez meses se pararon las obras de la calle Vitoria. Lo mismo ya en la plaza de toros.