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martes, 30 de junio de 2015

El negocio de la pobreza y los bancos de alimentos



Por Plataforma Ciudadana En Pie

Si realmente viviésemos en un Estado democrático, se hubieran articulado, desde las instituciones públicas, medidas para evitar el sufrimiento de millones de personas en nuestro país afectadas por otra de las crisis del capitalismo.

Por el contrario, la clase trabajadora es objeto de un grave maltrato dado el número de personas desempleadas y la escasa cobertura que las presta el Estado, así como la precariedad del empleo y las pésimas condiciones laborales de quienes lo conservan en condiciones propias de la edad media. Se está dando prioridad a respuestas caritativas propias de un sistema de beneficencia, siendo buena prueba de ello los Bancos de Alimentos.

Los Bancos de Alimentos suponen importantes beneficios para algunas empresas distribuidoras que controlan el 70% del mercado de alimentos. Además de mejorar su imagen, las empresas que participan donando alimentos,  consiguen que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado; no tienen costes en la destrucción de excedentes; no tienen costes en la distribución, pues lo hacen personas voluntarias bienintencionadas; las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades; los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio; las campañas de donación de alimentos en las que las personas compran y luego donan, producen el aumento de las ventas de supermercados y otras empresas.

Iniciativas como la del Banco de Alimentos cumplen una doble función social. Por un lado, sirven para frenar la movilización tanto de la sociedad en general como de las personas en situación de exclusión social, ya que a éstas, se les acostumbra a la beneficencia como si fuera ley natural la existencia de las desigualdades sociales. Por otro lado, no cuestionan las causas de la desigualdad social, refuerzan la beneficencia y generan  dependencia en las personas receptoras, no facilitando procesos de toma de conciencia y empoderamiento personal.

El Director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), José Antonio Busto Villa, es del Opus Dei, así como otros muchos presidentes provinciales, (información que se puede contrastar en la propia página de FESBAL). La base ideológica de los Bancos de Alimentos es, por tanto religiosa, y se refuerza la resignación a las condiciones de vida impuestas, adormeciendo la voluntad de cambiarlas, ya que la recompensa estará en el paraíso.

FESBAL y sus bancos afiliados, recibieron en el año 2012, de las partidas sociales de los presupuestos de la Unión Europea, 81,11 millones de euros, dinero que de otra forma hubiera ido a prestaciones sociales. “Invierten”, por ejemplo, en comprar alimentos no perecederos a Nestlé, Heros, etc., empresas cuyas oficinas de tesorería están en Luxemburgo.


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