Por Burgos Dijital
El día 1 de agosto de cada año es una fecha clave en España para los responsables contables de las sociedades de capital. Se trata de la fecha tope en la que las sociedades mercantiles de todo tipo deben de haber cumplido el importante trámite de depositar sus cuentas anuales.
Tras ser informados por una fuente cercana a la concesionaria del Hospital Universitario de Burgos del nuevo y reiterado incumplimiento de esta obligación por parte de EFICANZA, nos pusimos en contacto el 6 de agosto con el Registro Mercantil de Burgos para pedir un certificado del Depósito de dichas cuentas y éste nos respondió que "En referencia a la solicitud de certificación de las cuentas anuales del ejercicio de 2014, nos hemos intentado poner en contacto con usted para hacerle saber que no se encuentran depositadas".
La Ley de Sociedades de Capital y el Reglamento del Registro Mercantil son claros en materia de publicidad contable. Las cuentas anuales deben ser depositadas, con la fecha tope susodicha, para pública consulta en el Registro Mercantil.
Al parecer, la Sociedad Concesionaria no sólo no hace el depósito de cuentas en el Registro Mercantil, sino que tampoco publica sus acuerdos en el BORME.
Es más, la Concesionaria nunca ha presentado las cuentas dentro de plazo y la primera vez que se le obligó, no fue el ejecutivo popular de Juan Vicente Herrera quien dio el paso en un más que evidente gesto de complacencia, sino que fue a raíz de la denuncia de una persona comprometida contra el desaguisado sanitario ante el ICAC del Ministerio de Economía y ante la Comisión Europea. En ese momento ambas instituciones dieron la razón al denunciante aunque finalmente se perdonó a Eficanza una multa cercana al millón de euros.
El perdón no sólo no ha servido para enmendar la conducta de la empresa dirigida por José María Arribas, imputado por la autoconcesión de créditos por valor de más de 27 millones de euros cuando era director de Caja Burgos, sino que ha incentivado la más que sospechosa conducta que persigue permanentemente la opacidad ante las innumerables denuncias por parte de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública sobre malversación de caudales públicos y otros delitos contra la administración pública.
Otras fuentes apuntan a Burgos Dijital que, tras esta absoluta falta de transparencia, no sólo hay un intento de evitar las responsabilidades políticas de altos cargos del SACYL sino también una grave gestión económica, puesto que al parecer, la Concesionaria estaría presuntamente quebrada, como en años anteriores, con una completa infracapitalización (un 4% del capital sería propio y el resto se habría convertido en deudas). Si todo ello se hiciera público, ésto debería dar lugar, según la legislación mercantil, a la disolución judicial de la sociedad, y a una investigación judicial por administración desleal e insolvencia punible.
De momento, y otro año más, no parece que lo de la disciplina económica que se autoexigen los ya inexistentes Estados-Nación con la excusa de los criminales recortes y lo del cumplimiento de las leyes que se nos exige a todos los ciudadanos, especialmente a los más políticamente activos, vaya con los liberales españoles.
De momento, y otro mes más, nada se mueve en las mansas y contaminadas aguas de la política castellana y leonesa tras la masiva manifestación del mes de abril, de las obligadas reuniones en período electoral de altos cargos del SACYL con representantes de la Plataforma y con el experto en dirección hospitalaria Alain Verret, y de las declaraciones realizadas por parte de los portavoces de UPD, IU, Ciudadanos, Podemos y PSOE acerca de la recuperación del Hospital para expulsar a Eficanza de la desastrosa gestión privada.
De momento, y otro día más, los avezados y espléndidos periodistas de El Diario de Burgos, dirigidos por otro de los accionistas de la Concesionaria, callan o se les calla, que todo puede ser, ante esta poco importante noticia. Absorbidos como están entre los eventos estivales de la provincia y las divertidas actividades deportivas, especialmente si están unidas a nuevas infraestructuras.
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Para que luego el diario de méndez publique lo caro que sale el mobiliario urbano dañado... si lo comparamos con estas fechorías del cacique que pagamos con nuestro dinero los burgaleses, se queda en calderilla
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