Miles de personas volvieron a salir ayer a la calle para celebrar el primer aniversario del 15M en Burgos. Gente de todas las edades pero mayoritariamente jóvenes revivieron los
cánticos y el espíritu del mayo del año pasado. Armados con cientos de
pancartas individuales y colectivas volvieron a gritar que "lo llaman
democracia y no lo es", "que no nos representan", y que "no hay pan para
tanto chorizo". La banca, y la monarquía tampoco salieron indemnes.
Los
actos programados comenzaron a las seis de la tarde. A esa hora la
Plataforma de afectados por la hipoteca, grupo vinculado a Democracia
Real Ya, aprovechó la cita para instalar una zona de recogida de firmas
con el objeto de promover la aprobación parlamentaria de la dación en
pago. Un poco más tarde, escoltados por un exagerado y coercitivo
aparato policial comenzaron su marcha hacia la Plaza Mayor la gente de
la Asamblea de Gamonal. Poco a poco se fueron congregando en la
Plaza Mayor y después de las ocho de la tarde comenzó la manifestación
que transcurrió en un ambiente festivo, reivindicativo y pacífico.
Al
contrario de lo que escribe la prensa del régimen, la de ayer no es una
prueba de lo vivo que está el movimiento surgido hace un año. Es un
tanto absurdo probar lo obvio. Los diferentes grupos vinculados al 15M
tanto en nuestra ciudad como en el resto del Estado, han contribuido a
la revitalización del tejido social. Cientos de personas trabajan todas
las semanas en las variadas causas que defiende el movimiento, y han
promovido a través de asambleas más o menos informales la politización
de la sociedad. Lo que ayer quedó en evidencia es que a pesar de los
múltiples ataques recibidos por la prensa casposa, la patronal, y los
partidos mayoritarios, el 15M sigue contando con el apoyo de mucha
gente y que es el movimiento con el que más se identifica la juventud de
Burgos.