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domingo, 19 de julio de 2015

Salarios y comisiones en Caja Burgos. "Corrupción y codicia de la mano del PP"

El sueldo de Jose María Leal, de Caja Burgos Fundation


Por CSR de Gamonal Burgos Dijital

Salarios y comisiones

Caja Burgos Corrupción y codicia de la mano del PP (Última Parte) 

Si entramos a hablar de los sueldos de los otros directivos, podemos comprobar que en medio de estos tiempos de crisis y recortes sus salarios no están a la altura del resto de la ciudadanía: su director general, Rafael Barbero, percibía en 2014 como presidente de la Fundación Caja Burgos la pequeña cantidad de 209.215 euros anuales; su secretario general, Andrés Carretón, que entendemos trabajará la mitad del tiempo de su Presidente, es “castigado” con 118.280 euros; la responsable de la Obra Social, Rosa Pérez, 128.471 euros, entendemos que parte de los mismos serán dirigidos a extender su inestimable labor “social”.

No contentos con estas retribución y mientras todo el país seguía tiritando, el señor Barbero subió las nóminas de la Fundación un 2%, ya que al parecer no les daba para pagar las facturas de la luz, de la misma manera que le ocurría a un ínclito político del PP gallego.

Por otro lado, el actual presidente de Caja Burgos, José María Leal Villalba, recibió de la nueva entidad dueña de esa caja 1,1 millones de euros para investigación universitaria sobre el cáncer - no el de la propia entidad, se entiende- a través de una sociedad ubicada en Santiago de Compostela, presidida por su mujer y dirigida por un par de colaboradores.

Al parecer, dos patronos de la Fundación Caja de Burgos denunciaron además que se les ocultan los sueldos de los empleados. E incluso han llegado a sospechar que con el beneficio de los ahorros de la mayoría de los burgaleses y burgalesas se pagan sueldos escandalosos, entre 30.000 y 60.000 € anuales.

También se denunció la percepción de dietas al margen de lo establecido en los propios estatutos a favor del expresidente de la caja, quien percibió en concepto de “trabajos de organización, preparación y coordinación61.056 euros entre febrero y junio de 2010. Parece que, por su parte, Ángel Ibáñez cobró 24.000 € por conceptos similares. Esto nos puede recordar a las famosas y recientes asesorías verbales del Diputado Pujalte y el embajador Trillo en la “trama eólica”.

Otros partidos no se libran tampoco de la quema. Por ejemplo, el exconcejal Luis Escribano (PSOE) cobró unos 12.000 euros anuales de 2004 a 2011. Quizás por eso de denunciar los escándalos anteriormente citados, nada. Quien sabe si el silencio no es más que un precio.

Para acabar con este ignominioso compendio de abusos, corrupción y despilfarro, citaremos el último escándalo. ¿Recuerdan las grandes controversias de la multimillonaria reforma de la plaza de toros, que originó duras movilizaciones y un conflicto por el que numerosas burgalesas y burgaleses tienen abiertos procesos administrativos y judiciales? Pues bien, para salvar la cara a Javier Lacalle y Ángel Ibáñez, los directivos de esta entidad han decidido dedicar cerca de un millón de euros a costear el diseño del proyecto e introducir mejoras adicionales
Todo esto para que el Partido Popular pueda presumir de que el Ayuntamiento no tendrá que pagar más de lo inicialmente previsto (en total, unos ocho millones de euros, de momento). Una vez más, los fondos de la obra social van destinados a una obra especulativa, de la que se beneficia el inefable Antonio Miguel Méndez Pozo, para cerrar el círculo.

La historia de esta caja nos muestra, en fin, que en buena medida su función ha sido la de enriquecer a sus directivos y favorecer la especulación urbanística, con la que se lucran. Hipócritamente, tratan de justificar la existencia de la caja con la “obra social”, mientras la nave nodriza a la que pertenecen no tiene escrúpulos para dejar a familias en la calle, tapiar locales públicos o saquear los fondos de la entidad. Siguen, eso sí, financiando la cultura, a su manera. Ante la falta de oportunidades de esta ciudad, las personas creadoras y vinculadas al arte se ven forzadas a colaborar con esta Caja, aunque sea con la pinza en la nariz.


CSR de Gamonal tapiado en diciembre de 2011



Los y las representantes del Centro Social Recuperado de Gamonal anunciamos  que no nos quedaremos de brazos cruzados, Seguiremos reafirmándonos en nuestra apuesta por la autogestión y el apoyo mutuo en el CSR de Gamonal, por mucho que los directivos de la Caja nos denuncien y quieran tapiar el  espacio, que es de todos, de nuevo.


DONDE LAS DAN, LAS TOMAN
CSR –GAMONAL

domingo, 2 de noviembre de 2014

¿Qué fue de la parte Social y Cultural de la Obra?

Por Matilde Tilde

He recibido noticias preocupantes de instituciones que venían realizando de forma habitual actividades en pro de la cultura contando con la colaboración de lo que hasta hace poco se llamaba Obra social de Caja de Burgos, y que ahora es la Fundación Caja de Burgos. No es la única Obra social que ha tomado el mismo rumbo; sabemos también que otras, como la de Caja España (hoy ya casi ni sabemos en qué otras fusiones de cajas / bancos se ha convertido) también han pasado a hacer lo mismo. ¿Y de qué hablamos?, se preguntarán... Pues de dinero. Antes, las obras sociales de las entidades bancarias cedían sus salas a multitud de asociaciones, organizaciones, instituciones, etc. para realizar actividades que tuviesen un fin social y/o cultural, siempre que fuesen sin ánimo de lucro. Pero lamentablemente, de un tiempo a esta parte, eso se terminó. Ahora cobran un “alquiler” por el uso de la sala. Ellos se justifican, supongo, en que tienen que pagar el sueldo de azafatas, vigilantes, luz, calefacción... Pero, ¿antes por qué no se cobraba y ahora sí? La tarifa más baja, por ejemplo en la Fundación Caja de Burgos, se aplica para reuniones o conferencias (200 €), mientras que el alquiler normal de la sala asciende a 350 €. También tienen una política de descuentos en función de si se “alquila” para varios días, y se aplica un 10% de descuento. Así las cosas, muchas asociaciones no se ven capacitadas para asumir los costes de disponer de la sala, y debe ser el público asistente a la actividad el que la costee.

Ante esta situación, me pregunto... ¿Los alumnos de los centros de la ciudad y la región tienen que pagar por asistir a actividades educativas realizadas en las salas de Caja de Burgos (que no tienen ni que preocuparse de organizarlas, que ya las organizan otros), pero la Fundación sí tiene dinero para financiar eventos elitistas como el último invento del Ayuntamiento que han llamado Foro de la Cultura (y en el que los asistentes como público también tienen que pagar), para subvencionar supuestas carreras solidarias o eventos de todo tipo, como fines de semana que se prestan a rimas de mal gusto (cidiano, pfff)? ¿A qué nos referimos con cultura? Naturalmente la estrategia responde a una rentabilización de la cultura; la cultura de la que no se puede sacar tajada obviamente ya ha dejado de interesarles: la cultura educativa, la cultura participativa, la cultura en los barrios. No estaría de más mencionar cuál es el interés por la cultura de barrio que tiene la ex-caja si observamos el lamentable estado de abandono que sufrió el Aula Caja de Burgos en Gamonal (actualmente Centro Social Recuperado por personas del barrio) y también podríamos hacer un análisis del desértico Centro de Arte CAB cuyo fracaso de público y su ubicación especialmente vinculada a la estrategia de revalorización de los inmuebles aledaños son de sobra conocidos por todos.


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lunes, 19 de mayo de 2014

Duro golpe de La Fundación Caja de Burgos a la pluralidad de opinión en el patronato

Por Burgos Dijital

Algunos de los patronos de la Fundación Caja de Burgos se enteraron a través del periódico Diario de Burgos, de lo que iba a suceder con la Fundación y su transformación en Fundación bancaria. Antes de que se reunieran para votarlo y decidirlo, el periódico ya lo daba por sentado y entre otras cosas explicaba cómo en el proceso se iba a reducir el patronato, pasando de las 16 actuales a 12 personas, y quiénes eran los candidatos.  Así acudieron al día siguiente a la votación y vivieron una especie de déjà vu.  Durante todo el proceso, que algunos califican de tropelía, ha habido ocultación de información, documentos y actas a los actuales patronos, que de hecho ha sido proporcionada a última hora y a cuentagotas. 

Antes de proceder a la votación, el señor José María Leal, ya tenía previsto lo que iba a suceder, para salirse con la suya y evitar la opinión contraria de los patronos "díscolos" que en otras ocasiones habían votado en contra de algunos proyectos. El director rompió el juego de las mayorías reforzadas para sacar adelante una reforma profunda utilizando una mayoría simple, la de sus amigos, y quitándose de en medio a la mitad de lo que hasta este momento ha sido el patronato.

Los denunciantes de este proceso, 7 patronos que han formalizado una denuncia para que el acuerdo no tenga validez, justifican que para llevar a cabo una reforma de este calado, que supone un cambio total en la Fundación, se debe hacer con la mayoría reforzada tal y como lo dicen los estatutos de la Fundación y no como se ha hecho.  No se ha dejado votar por teléfono al representante de la Universidad, Alfonso Murillo que se encontraba ausente y que es algo que los estatutos permiten, y lo flagrante del asunto es que también hubo fuertes presiones sobre al menos dos personas en la reunión: una de ellas terminó teniendo que votar a favor. Se produjo el abandono de estos patronos de la sala e incluso alguno exigió la dimisión de José María Leal. Según fuentes de Burgos Dijital, se negaron participar en lo que consideraron una comedia de gran calibre. La maniobra de José María Leal es indecente por la mala fe con la que se ha procedido. 

Los patronos de la fundación no cobran ningún sueldo por pertenecer a la misma, reciben algún tipo de comisión y se llevan entradas para diversos espectáculos gestionados por la Fundación Caja de Burgos por valor de unos 400 euros aproximadamente. Suele haber un patronato al mes y a veces las negociaciones son largas, cuestión de horas e incluso asuntos que llevan varias reuniones. Es normal que muchas veces se extiendan las horas de votación para decidir cómo se gestionan los fondos puesto que varias veces no se dejan pasar según qué proyectos. Los patronos tienen su propio trabajo y esta actividad es algo extra que incluso a alguno de ellos le ocasiona dificultades.

Según nuestras fuentes se considera que esta forma de proceder al cambio a Fundación Bancaria esconde intereses ocultos y personalistas por una sencilla razón, reduce el número de patronos a 12, mientras que la ley y los estatutos dicen que debe haber 15. Teniendo en cuenta al Presidente y a los tres patronos que tiene el Ayuntamiento (dos del PP y uno del PSOE) al reducir el número de patronos que puedan votar u oponerse a según qué planes de gestión, da un margen de maniobra perfecta a Jose María Leal y al Ayuntamiento de Burgos para financiar sus propios planes (obras del Ayuntamiento) y pagarle los platos rotos como sucedió en su día cuando esta institución acudió a la Caja para solucionar la financiación del Plantío. También se entiende que esta medida tiene esa razón de ser porque reducir su número no supone ningún tipo de ahorro puesto que los patronos no tienen ningún sueldo.

La cosa no solo se queda ahí, se sospecha también que rompiendo este juego de mayorías consiguen un patronato donde no se diga que no a nada y no haya espacio para el debate, especialmente cuando se propongan operaciones de préstamo a empresas y programas de financiación a empresas privadas de capital de riesgo, una nueva tendencia a la que la fundación quiere otorgar mayor protagonismo. Muchas de estas operaciones suelen ser llevadas por Rafael Barbero, de quien se sospecha que con iniciativas de este tipo está labrándose un buen currículum en la ciudad.   En muchas ocasiones este tipo de iniciativas son vetadas por el patronato no sólo por ética sino también por cuestión de riesgo e inviabilidad, puesto que la Caja de Burgos ya no tiene producto financiero (ya no es una caja de ahorros) y por tanto no puede asumir este tipo de operaciones (algunas de ellas ni siquiera son bien vistas por La Caixa).

La estrategia de Leal se redondea colocando como patronos a personas elegidas por ellos “a dedo”, a amigos “de los suyos” como la  presidenta de la Asociación de Empresarias Angélica Herrero que pertenece al Partido Popular y también incluyendo a un par de representantes de asociaciones maleables como Aspanias, o la Asociación Síndrome de Down, que no dejan de ser asociaciones sujetas a subvenciones y en cierto modo influenciables por la voluntad del Director y del Ayuntamiento.

Los denunciantes también se quejan de que el Patronato no cuente con al menos una persona experta en Restauración, Historia del Arte o Bellas Artes dado que muchos fondos de la Obra Social se dedican a estas materias. No están todos de acuerdo en que la Fundación tenga que convertirse en Fundación Bancaria, pero si tiene que hacerlo consideran que debe hacerse por el buen camino, cumpliendo la legalidad y sobre todo los estatutos (que hasta la posterior conversión, son los que valen), dando validez a un acuerdo de mayoría reforzada y creando un nuevo patronato con el visto bueno y las votaciones del anterior patronato y no colocando amigotes a dedo.