Hay otras cosas que no entiendo, como lo de las ofrendas de los títulos
a las vírgenes. Me parece frívolo, y de
mal gusto, pero como soy una ateaza, según palabras literales de mi madre, pues
me doy mus. La única explicación que
encuentro es que las vírgenes de cada ciudad trabajan part-time como patronas
de la ciudad, y casualmente las directivas de los equipos deportivos están plagados
de patronos.
Miguel Ángel Benavente, es presidente del Autocid Ford, y de la
Federación de empresarios. Como Presidente
de la FAE, es además, el martillo pilón del liberalismo de la ciudad, una especie de
Esperanza Aguirre masculinizada y también más sosa. Si de
él dependiera, la sanidad y la educación pública se financiarían mediante la
colecta del Dómund. En unas recientes declaraciones a RadioArlanzón, Miguel Ángel Benavente decía apoyar las medidas “destinadas
a controlar el gasto”, porque las administraciones deben “ser austeras” y para ello “eliminar todo lo superfluo”. Pues bien, le ha faltado tiempo, tras visitar a la virgen para ir a todas las administraciones, Ayuntamiento, Diputación y Junta de Castilla y León a pedir su dinerillo... ¿Estamos ante un caso de bipolaridad? ¿Acaso de esquizofrenia?¿Quizás de leydelembudismo agudo?
¿Sabe la directiva del Autocid Ford que la ciudad está arruinada? ¿Que gracias a Lacalle se deben 600 millones de euros? ¿Que han sido despedidos trabajadores del ayuntamiento, medida probablemente aplaudida por Benavente y compañía, para reducir gastos? ¿Que no hay dinero ni para pagar proveedores? ¿Ni para encender las farolas? ¿En quién piensa Miguel Ángel Benavente cuando pide este dinero? ¿Acaso en los desempleados de Burgos que pagan impuestos para que se subvencione un espectáculo al que jamás podrán acudir?
Posiblemente no logre reunir los cerca de los 10 millones de euros para poder hacer un equipo en ACB. Y conste que me gusta ver buen baloncesto, incluso jugué en el Alfa de juveniles. Lo hacía muy mal. Es, sin embargo, una frivolidad inaceptable en momentos de tanta urgencia social que un chiringuito con vocación de sociedad anónima deportiva sea subvencionado por todos. ¿Dónde queda su liberalismo? Que lo pague quien lo disfrute, no una ciudad que está arruinada, en cierto sentido por ser demasiado frívola con el gasto público, recordemos sin ir más lejos a Herzog y de Meuron, o de obras innecesarias como la Isla. Lo consiga o no, es usted definitivamente un frívolo, ni la princesa de la boca de fresa le iguala. El modelo que usted propone es el de que la mayoría viva en la precariedad más absoluta y que paguen los impuestos para que usted y sus amigotes, normalmente los jefes y jefas puedan tener espectáculos y ocio de calidad subvencionados. La lideresa tenía a bien llamar a las subvenciones mamandurrias. Bonita distopía, a este paso vamos a acabar añorando la Roma imperial. Al menos ahí había pan y circo para todos. Aquí sólo para los elegidos.
Posiblemente no logre reunir los cerca de los 10 millones de euros para poder hacer un equipo en ACB. Y conste que me gusta ver buen baloncesto, incluso jugué en el Alfa de juveniles. Lo hacía muy mal. Es, sin embargo, una frivolidad inaceptable en momentos de tanta urgencia social que un chiringuito con vocación de sociedad anónima deportiva sea subvencionado por todos. ¿Dónde queda su liberalismo? Que lo pague quien lo disfrute, no una ciudad que está arruinada, en cierto sentido por ser demasiado frívola con el gasto público, recordemos sin ir más lejos a Herzog y de Meuron, o de obras innecesarias como la Isla. Lo consiga o no, es usted definitivamente un frívolo, ni la princesa de la boca de fresa le iguala. El modelo que usted propone es el de que la mayoría viva en la precariedad más absoluta y que paguen los impuestos para que usted y sus amigotes, normalmente los jefes y jefas puedan tener espectáculos y ocio de calidad subvencionados. La lideresa tenía a bien llamar a las subvenciones mamandurrias. Bonita distopía, a este paso vamos a acabar añorando la Roma imperial. Al menos ahí había pan y circo para todos. Aquí sólo para los elegidos.
"Ante el defecto de pedir, la virtud de no dar" solía decir mi madre, no nos caerá esa breva. Lacalle e Ibáñez, o pin y pon, harán su papel de tontos útiles de la patronal mientras engordan sus cuentas personales. Nos pondrán la muleta del burgalesismo. Una muleta que ya ni siquiera es la rojipardilla del escudo sino azul, el color corporativo de Ford. Nos hablarán de impacto económico que es el ciento volando mientras se da el único pájaro que nos queda en las manos. ¿Alguien recuerda el impacto económico del aeropuerto? ¿o el del Fórum? ¿Cuántos miles de puestos de trabajo se iban a crear? Como hace veinte años con el Real Burgos, el impacto económico volverá a tener la forma redonda de un balonazo en mitad de la cara de los burgaleses: de la suya, de la mía, de la Rosa su prima, de la de la abuela Aurora, mientras otros se dedican a la mamandurria frívola de las subvenciones. Vuelvo a repetir la pregunta, si finalmente se juega en ACB ¿Cuánto nos va a costar esta vez señor Benavente?
Carolina R. Tenaz
Otros artículos que tratan el mismo tema: http://sombrasenlaciudad.wordpress.com/2013/04/23/politica-deporte-y-el-ascenso-de-autocid/
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