Por Lucas Mallada de Burgos Dijital
Sabemos que hay luces que destacan las
sombras. Esto mismo ocurre con los medios de
comunicación. Los medios locales,
muchas veces, son como las farolas del Polígono de Villalonquéjar IV,
iluminan aceras desnudas, carentes de interés. Nosotros conscientes de
portar limitadas linternas de campaña, nos vemos en la obligación
de echarnos al monte, sorprender a los malandrines entre la maleza de
informaciones inútiles que ocultan más de lo que muestran y si
tenemos suerte… mostrar lo que intuímos, lo que enmascaran, lo que
no se dice, porque en lugares como Burgos, lo que no se cuenta, lo
que no aparece escrito en los medios oficiales es lo realmente
interesante, es lo importante, la madre del cordero, veamos……
Nos levantamos una
mañana y nos sorprenden con la noticia de que han acusado a Santos
Llamas, de malversación y otros desfalcos financieros, este buen
hombre, no es nada menos, que la cabeza visible de Caja España,
ubicado en la vecina León. Con Miguel Blesa tratan de hacer lo
mismo, a pesar de las presiones que sufre el juez. Y en Pamplona
(Caja Navarra, ergo Banca Cívica) se han dedicado, quizá por
desavenencias internas, a denunciarse unos a otros...
Pero…en Burgos, ¿nadie
va a osar levantar la alfombra y barrer la mierda que oculta? ¿Acaso
aquí todo el mundo tiene cosas que esconder, o se guarda así
favores en el futuro? Si algo tiene de honorable la clase dominante
de la ciudad, es que es capaz de cerrar filas, apretar los dientes,
sonreír y pasearse con esa altivez tan rayana en el ridículo,
porque cada vez tienen menos de lo que presumir.
Iré al grano. Hubo una
vez en nuestra tierra -o será mejor decir suya, de ellos- dos Cajas
de Ahorros locales, una de ellas centenaria y sotanera, la otra
municipal. Hace como poco más de cuatro años. No queda más que el
recuerdo y alguna imagen corporativa en papeleras, bancos para
sentarse y algunos edificios, a pesar de que muchos sigamos
denominándolas como antaño, a fuerza de la costumbre. Esas entidades
financieras, cuasi-públicas, en cuyos consejos de Administración se
sentaba lo más granado de la Burgatti contaban con espléndidos
balances y cuantiosos recursos propios. Eso se evaporó, ahora su
valor es más bien escaso, tanto así que en las entidades en las que
finalmente han recalado o terminarán, cuentan con unos magros
porcentajes. Nadie ha explicado concienzudamente qué es lo que ha
pasado, y mucho menos se han asumido responsabilidades. Lo apunta con
dolor y clarividencia en su blog el profesor
universitario Carlos Larrinaga1. Y en esto tiene una buena responsabilidad la élite de la ciudad, y apunto a su clase empresarial, que ha manejado a gusto a politiquillos de cierto renombre pero de escaso empaque y menos responsabilidad por la "cosa pública".
universitario Carlos Larrinaga1. Y en esto tiene una buena responsabilidad la élite de la ciudad, y apunto a su clase empresarial, que ha manejado a gusto a politiquillos de cierto renombre pero de escaso empaque y menos responsabilidad por la "cosa pública".
En otros lugares está
sido un partido político nuevo, con escasas vinculaciones con las
clases dominantes quien ha levantado la liebre, me refiero a UPyD,
quien en otras ciudades ha denunciado situaciones irregulares2.
¿Por qué no en Burgos? ¿Acaso porque Roberto Alonso era el jefe de
la patronal local -presidente de FAE- después de haberlo sido José
María Arribas, curiosamente uno de los presidentes de Caja Burgos en
su momento de mayor descalabro? Es una hipótesis bastante plausible,
y que nos deja a los burgaleses lejos de comprender con nombres y
apellidos, quién, cómo, cuánto, con conocimiento de quién y
cuánto se han llevado de las entidades financieras. Y sobre todo nos
gustaría saber a dónde, por aquello de recuperarlo.
De cualquier modo, es
conocida -aunque en los medios de comunicación local se haya pasado
de puntillas- la deplorable actuación de José María Arribas
solicitando, de forma poco ética, un crédito de Banca Cívica para
su propia empresa, Industrias del Arlanzón, enfrascada en la
actividad de las curtidurías. Acaso se alarmaron en las alturas
¿sería Tomás Villanueva? Y así, definitivamente en Castilla y
León se modifica la Ley de Cajas regional, prohibiendo taxativamente
a los directivos de las mismas autoconcederse créditos para sus
propios intereses, claro, en estas transacciones ¿quién era el juez
y quién la parte? ¿en qué condiciones se daba el préstamo?
¿serían iguales que los préstamos hipotecarios, tendrían cláusula
suelo?.
Nuestro protagonista,
hombre de pro, viejo procurador en Cortes en tiempos de Aznar en el
Palacio de la Asunción de Valladolid, no contento con ello, decidió
saltarse el espíritu de la ley y del sentido común, y pedir un
crédito a Caja Navarra, directamente al señor Enrique Goñi3
-otro cuatrero, que ahora sí está con problemas-, cuando ya formaba
parte de Banca Cívica. ¡Manos
Arribas! (sic) se llevo más de dos millones de euros.
Dinero que parece haberse esfumado, o que al menos nadie ha aclarado
porque alcantarilla desapareció, si fue en las aguas del Arlanzón,
o a medias entre este río y el Arga4.
¿Tuvo esto que ver en las penosas y apresuradas condiciones en las
que se negoció la inserción de Caja Burgos en el fallido proyecto
de Banca Cívica? ¿Esas eran las costumbres de los gestores de la
nueva entidad? ¿Formó parte de la negociación el puesto de
responsable de la sucursal de Washington que le fue concedido a una
hijastra de José María Arribas, que no tenía ninguna experiencia
en la gestión financiera y que había fracasado en su propio negocio
por el Levante, creo? Pero, ¿por qué callaron
los demás cuando veían tomar este tipo de decisiones, esto era lo
normal? Sin embargo, cuando se
pregunta a cualquier prohombre de la clase dominante burgalesa, solo
tienen palabras laudatorias para el emprendendor que fue el señor
Arribas...y es que tras cerrar su empresa, y por supuesto contribuir
a la destrucción de empleo que tanto gusta a algunos emprendedores
porque es directamente proporcional al aumento de sus beneficios...
José María Arribas, figura encabezando una empresa tan principal
para la ciudad como Eficanza, el nombre tras el que se desdibuja su
real objetivo: Nuevo Hospital de Burgos S.A.
Y es que en Burgos,
siempre están las mismas cabezas al mando, aunque comentan errores
capitales o hagan trampas, siguen estando ahí, lo que no termino de
entender es por qué… y nuevamente quien puede aportar luz no lo
explica. Empezamos a estar hartos de los silencios cómplices. En
esta ciudad callar es participar en posibles prebendas,… o al menos
evitar desagradables consecuencias.
¿Quién va a poner el
cascabel al gato? ¿Quén va a pedir responsabilidades, o al menos
explicaciones al señor José María Arribas Moral? ¿Lo archivaría
la Fiscalía de Burgos, muy poco osada en cuanto se trata de
cuestiones que se impregnan de política?
Muchas preguntas,
algunas intuiciones y pocas, pocas respuestas. Las tinieblas
oscurecen, con ayuda de fuegos fatuos: los resplandores de El Correo
o de Promecal sirven para el propósito por el que fueron creados o
comprados, según su caso, deslumbrar la verdad para cegarla,
neutralizarla, diluirla...
1Profesor
de Economía de la UBU y vocal en la asamblea de Caja Burgos,
durante su última etapa hasta su desaparición. Buen conocedor de
la historia. Realiza comentarios muy jugosos en su blog. Muy
recomendable. carloslarrinaga.wordpress.com
2Es
cierto que también han llevado la iniciativa otras formaciones
políticas como I.U. o incluso movimientos ciudadanos como Kontuz!,
en Navarra.
3Presidente
de Caja Navarra, coétaneo de J.Mª Arribas, y principal muñidor de
Banca Cívica
4Río
de Pamplona