Empresas públicas: La administración paralela (parte II)

Parece que aquí, en Castilla y en León para situarnos, tampoco se estaban atando perros con longanizas, y como a todo cerdo le llega su San Martín poco a poco se le han ido viendo las vergüenzas escondidas tras el golpe de corneta despótico y represivo del Comandante Herrera. También aquí la complacencia de sindicatos, el individualismo de la mayor parte de la masa informe de empleados públicos, la complacencia de los electores, el repugnante calado ético de los responsables de las instituciones, y el golferío de los que dirigen nuestros destinos ha hecho posible que se extendiera otro tumor cancerígeno más en la administración, SÍ LA DE TODOS, la que pagamos sí o sí.

En todo el estado español se lleva hablando del déficit público desde hace tiempo, y por supuesto también en este reino de Taifas… Ahora que todo el mundo ya sabe, aunque los cuatreros sigan intentando ensuciarnos con el mensaje contrario, que el problema no es tanto de gastos, sino y sobre todo de ingresos... Ahora, que por fin sabemos que el problema de ingresos tiene que ver con una carga impositiva injusta y desigual deciden hacerla más injusta y desigual cargando todo el peso en los impuestos indirectos para que los más ricos sigan sin pagar… Ahora, que poco a poco vamos descubriendo que una parte importante de los gastos se van en financiaciones ilegales de los partidos mayoritarios, en corruptelas “comisionistas” y extrañas modificaciones presupuestarias, y, cómo no, en los vertederos que han resultado ser la multitud de empresas públicas, fundaciones, agencias e institutos varios.
Sí, realmente me jode tener que hablar en su puñetero lenguaje economicista, pero lo voy a hacer para que se entienda que incluso con su reprobable modo de ver el mundo y con sus parámetros socioeconómicos también nos engañan, y probablemente incluso delinquen.

Parece ser que ya está demostrado que las empresas públicas han sido el escudo elegido por las administraciones para esquivar los límites de endeudamiento impuestos por los lobbys neoliberales (= Bruselas) y aceptados de buen grado por las alimañas de este lado del Missisipi. ¿Cómo lo hacen? Pues fácilmente: los balances de estas sociedades no consolidan con los presupuestos de la Administración de turno, lo que permite ocultar temporalmente las cuantías reales de déficit. Esta práctica escapa a su vez de los controles políticos e internos, pero al final acaba perjudicando las cuentas y la eficiencia de las administraciones, que ven como sus ratios económicos empeoran paulatinamente. Es decir que cuando el pastel se descubre lo pagas TÚ, IMBÉCIL, y no voy a hacer ahora ejercicios de recuperación de la memoria para que sepáis lo que ello supone.
Y mira tú por dónde que la Comunidad que más ha aumentado su deuda en el sector de las empresas públicas en el año 2011 es Castilla y León, con tan sólo un 631,5 %. Así desde 2010, tras 2 reducciones salariales y una congelación en los empleados públicos, un aumento de su jornada, y lo que es peor un gran número de recortes en educación, sanidad y gastos sociales, el ciudadano Herrera, que se comprometió en aquel año a eliminar empresas y fundaciones, sólo ha conseguido suprimir una, la cual tenía 10 empleados que han pasado a otra empresa pública, de nombre APPACALE: Agrupación de Productores de Patata de Castilla y León. Y que nadie me pregunte que hacían porque no lo sé ni yo… ni ellos.

Ahora, para seguir engañándonos y estafándonos se están inventado una nueva estrategia: suprimir a golpe de fusión. Así el mismo Consejero de Presidencia José Antonio de Santiago Juárez ha adelantado que se va a crear una nueva empresa pública llamada “Infraestructuras y Servicios de Castilla y León” con la integración de “Provilsa”, la ”Sociedad Pública de Medio Ambiente” y la “Fundación de Patrimonio Natural”, o también la fusión en una nueva Agencia de la “Agencia de Inversiones y Servicios”, “ADE Financiación” y “ADE Europa”, y lo mejor de todo es que adelanta su desconocimiento sobre el impacto económico que ello va a suponer¿¿¿??? Ya respondo yo por él: NINGUNO.

No va a ser bueno para vuestra salud mental ni para la mía hacer un recordatorio exhaustivo de los 52 organismos creados o soportados por la Junta, pero quiero permitirme algún desahogo:

•    ¿Sabíais que hay 18 delegaciones comerciales de la Junta que nadie sabe muy bien que hacen en Bucarest, Bruselas, Casablanca, Düserdolf, Estocolmo, Lima, Lisboa, Londres, Los Ángeles, Miami, Madrid, México D.F., Nueva York, Panamá, París, Sao Paulo, Shanghai y Varsovia? Ríete tú de las embajadas de la nación catalana…

•    ¿Sabíais que la Viceconsejera de Política económica de empresa y empleo Begoña Hernández Muñoz es a su vez Directora general de la Agencia de Innovación y financiación empresarial, y Presidenta de ADE Internacional Excal, de ADE Parques tecnológicos y empresariales, de SIEMCALSA, de la Fundación Santa Bárbara y de la Fundación Patrimonio Histórico de Castilla y León? Y lo mejor de todo es que la mayor parte de ellas han sido creadas por la señora Begoña: como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como…

•    ¿Sabíais que SOTUR no sirve más que para contratar campañas publicitarias al margen de las normas de contratación pública?

•    ¿Sabíais que PROVILSA (Promoción de Viviendas e Infraestructuras) fue creada por el imputado en el caso Gürtel Jesús Merino para realizar obras a un coste muy superior a las que realizaría directamente la administración autonómica por su elevado coste financiero?

•    ¿Sabíais que CYLSOPA (Castilla y León Sociedad Patrimonial) fue creada por Pilar del Olmo, actual Consejera de Hacienda y Función Pública, para realizar edificios administrativos que podía licitar directamente la Junta y cargar sus elevados gastos de representación?

•    ¿Sabíais que mientras los empleados públicos destinados en los diferentes órganos administrativos de Cultura están prácticamente mano sobre mano, la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León tiene un gasto de personal de 7.175.000 € a repartir entre 151 trabajadores? Echad la cuenta porque yo ya la he perdido…





ALONSO QUIJANO