Lo primero es agradecer a las personas
que forman parte de Burgos Digital la oportunidad de expresarme en su
medio, que ya vengo comprobando, no es muy afín a las tesis
cristianas, que es la perspectiva desde la que voy a opinar.
A pesar de ello, como digo, aprovecho
la oportunidad. Muchas gracias.
Para nosotros los cristianos, e
incluso para los que no lo son, las fiestas de la Navidad forman
parte de un imaginario común, así en lo general. En los días más
cortos del año aprovechamos a celebrar el nacimiento del que creemos
es la persona que nos trae el mensaje más importante para iniciar
nuestra liberación personal y comunitaria: Jesús de Nazaret. Y que
mejor fecha que escoger el punto de inflexión que supone el
solsticio de invierno, es decir, el día más corto, cuando la
esperanza empieza a apuntar a la luz, a la primavera y al renacer de
la vida, porque a partir de este día los días comienzan a
prolongarse. Es algo así como una señal de victoria cuando la noche
parece más negra.
Si el día escogido representa un
importante símbolo, no lo es menos el lugar de nacimiento que
atribuimos a Jesús, siempre decimos que nació fuera de su pueblo,
como si fuera un emigrante, alguien vulnerable, y que fue a nacer en
un sitio poco propicio, un pesebre, nos dicen.
Estoy convencido que nuestro Jesús de
Nazaret, en el 2012, nacerá en una vivienda, también humilde, con
gente sencilla y común, inmigrantes quizá, con niños con pocos
juguetes, acompañados de un abuelo con problemas de salud que no
puede ir al médico porque no tiene papeles y han decidido denegarle
ese derecho; sus padres estarán en paro, habrán agotado las
prestaciones de desempleo, querrán solicitar la Renta Garantizada de
Ciudadanía (un salario básico que se concede a aquellas familias
que no tienen ningún ingreso) y como les pedirán una documentación
originaria de sus países y prácticamente imposible de lograr,
desistirán. Y lo que es más importante, el día 26 llegarán los
agentes judiciales para DESAHUCIAR a toda la familia, dejando todos
sus bienes en la misma acera, incluido el pequeño Jesús recién
nacido y su cuna prestada en una organización humanitaria.
Seguramente los que propician el
desahucio (banqueros), los que ordenan el desahucio (jueces), los que
participan (policías, agentes judiciales), los que miran para otro
lado y consienten (autoridades políticas, legisladores) y los que
callan (otros ciudadanos con capacidades) habrán estado cantando
villancicos la noche anterior en la Misa del Gallo o en belenes
improvisados, porque para muchos la Navidad es sólo de pandereta,
olvidan que Jesús de Nazaret aprovecha para nacer en los lugares más
oscuro e inhóspitos, precisamente para pregonar el inicio de su
lucha por la esperanza en un mundo mejor, por la construcción del
Reino de los Cielos entre los hombres.
Este niño que habrá nacido entre la
pobreza y la inclemencia social, alcanzará los arrestos suficientes
tras superar cuarenta días y cuarenta noches de travesía en el
desierto afectivo del consumismo para presentarse frente al Templo, y
echar a toda la caterva de fariseos, cumplidores de leyes injustas y
mercaderes. Imagino que Jesús de Nazaret, ya hombre erguido y
consciente de su misión habrá estado con los jóvenes y no tan
jóvenes que decidieron rodear el Templo de nuestra democracia, o sea
el Congreso de los Diputados, y como hizo hace dos mil año, expulsar
de él a los mercaderes que han comprado su voluntad.
Imagino que llegará el día en que
todos los Poncios Pilatos que nos gobiernan declinarán su
responsabilidad y entregarán a los Sumos Sacerdotes de nuestro
tiempo, es decir: el IBEX 35, BBVA, Banco Santander, Inditex, FCC,
Wall Street, Finalcian Times,... y lo sacrificarán con la misma saña
y satisfacción que se elimina a un perro sarnoso que ha osado
cuestionar la legitimidad de sus ganancias y de su estatus, y de la
apropiación de bienes que son de todos....
Hoy día queda tanta tarea para seguir
levantando el Reino de Dios, en el que todos seamos iguales, como
hace dos mil años. Pero como cristiano sigo celebrando con
esperanza el nacimiento del que me trae el mensaje de liberación,
que yo, entre otros haré vida.
FELIZ NAVIDAD.
Girolamo Savonarola.
La hipocresía de la religión.
ResponderEliminar¡¡¡FELIZ FALSEDAD!!! Y UN AÑO COMBATIVO, RE-SOLUTIVO, CONTUNDENTE... ¡E INAPELABLE! Como nuestras ruinas.
ResponderEliminarmucha navidad mucho amor,fraternidad...mucha ostia y si te pueden joder más no lo dudan.Hipócritas.
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