A pesar de que las formas (apariencias) sobreviven frecuentemente a las esencias que las engendraron tampoco son eternas. También tienen fecha de caducidad. En definitiva, a todo cerdo le llega su San Martín, a todo imperio su Rómulo Augústulo, o si se prefiere, a todo muerto de hambre, su fallecimiento por inanición. Antes de esto es encuentra la agonía,en la que el desfase entre lo que se es y lo que se dice ser es tan grande que realmente lo que se aparenta es la propia existencia. En estos casos, la organización, persona, o estado son tan inofensivos, que quienes más interesados están en que el muerto parezca estar vivo son sus, en apariencia, propios enemigos. Es en la agonía cuando resulta casi imposible mantener el tipo sin incurrir constantemente en contradicciones cada vez más evidentes.
En plena agonía se encuentran las empresas sindicales más grandes del estado CCOO y UGT, y el congreso-festivalero de la federación del metal de UGT en Burgos la semana pasada la mejor prueba de ello. Se dio una imagen torpe y contradictoria que no fue capaz de ocultar la inutilidad real de los que dicen ser representantes de los y las trabajadoras, y adalides de nuestros derechos.
En plena debacle social, la empresa de márketing contratada por la UGT eligió el lema "Únete a la Resistencia". Un lema que evoca la lucha contra Hitler en una Europa ocupada, en los tiempos del IV Reich. Como lema resulta hasta pretencioso. Los de UGT, es de suponer, son los de la Resistencia: Intrépidos e idealistas generalmente jóvenes, unos 30 años menores que los delegados sindicales que nos visitaron y dispuestos a dar la vida por unos ideales en su lucha contra los tiranos. La empresa de marketing se inclinó por el romanticismo puro como lema del festival. Tal desfase entre lo que los lemas sugieren y la realidad, ya no engañan a casi nadie, y llaman al sarcasmo o la indiferencia.
¿Qué tienen en común el sindicato del régimen UGT con la clandestina Résistence? Dicho de otra manera ¿A qué se resiste la UGT? Hagamos repaso: No se resistió a pactar y firmar la bajada generalizada de las pensiones que propuso Zapatero como tampoco parece resistirse a la bajada de las pensiones de Rajoy; No se resistió a la hora de boicotear la huelga general que la propia UGT convocó al gobierno del PSOE, ni de aplicar la reforma de Rajoy a la hora de despedir a sus propios trabajadores; No hay noticia de resistencia alguna a la hora de entrar en los consejos de administración de las cajas, ni a la hora de oponerse a la gestión que las arruinó; En ningún sitio consta que se resistan a plasmar su firma en todos los nuevos convenios que empeoran las condiciones de las y los trabajadores; No se resistieron a pactar con la patronal el empeoramiento del convenio en Renault, y casi coincidiendo con el festival ugetista hicieron lo propio con el de Bridgeston en Burgos. Entonces ¿a qué se resiste la UGT? A lo único que parece resistirse es a plantear una batalla real para defender los derechos y los intereses de las personas que dice representar. UGT tiene hoy en día más de traidor colaboracionista que de resistencia.
Sin embargo, no sólo de cartelería vive la imagen sindical . Es, en la inefable prensa burgalesa, donde se han lanzado los mensajes formalmente más contradictorios y donde más se le ha visto la patita a la realidad de los sindicatos institucionalizados. En primer lugar llama poderosamente la atención que Pedro Luis Hojas, que ejerció de Cicerone de la verbena, presentara el evento a la sociedad burgalesa junto a Javier Lacalle, el alcalde más servil a los deseos de los empresarios que ha conocido la ciudad. A pesar de que los burgaleses hayamos subvencionado una verbena sindical que beneficia a ambos, sorprende el buenrollismo de los primeros espadas sindicales con los enemigos declarados de la clase trabajadora. Pero aún más sorprende que el líder del metal en Castilla y León organizara un besamanos al padrino de la ciudad, el gran mentor de la clase trabajadora Míchel Méndez, el condenado por el caso de la corrupción, el especulador inmobiliario, el que promueve la privatización de la sanidad y la enseñanza en toda la región. ¿De qué hablarían? ¿Le propondrían a él que también se uniera a la resistencia? ¿De que se rindiera porque la UGT volvía a galopar? ¿O hablarían de las cosas que les unen como los casos de corrupción? No. Seguramente les diría en persona lo que ya dijo en el congreso-verbena: que agradecía el "apoyo y colaboración de todas las administraciones, instituciones, empresas, medios de comunicación, que nos han apoyado y han colaborado con nosotros, y en especial al grupo Promecal, Alcalde de Burgos y al Presidente de la Junta de Castilla y León, que desde el primer momento entendieron la importancia de un evento así para la ciudad de Burgos". Es decir que agradeció a los gobiernos del PP y al mayor puntal del ultraliberamo en Castilla y León que subvencionaran el congreso de UGT, el mayor acontecimiento de un sindicato que dice ser de clase. Quedó en evidencia que la UGT es el monigote en manos de la patronal, situación que atracos sindicales como los de la semana pasada en la firma del convenio de Bridgestone corroboran. Los trabajadores de Burgos no nos merecemos que aquellos que dicen defender nuestros intereses se muestren tan asquerosamente serviles con aquellos que no desaprovechan la oportunidad para robarnos los derechos y los sueños.
El festival ugetero tuvo además el tino de contar con la participación de dos chicos que empiezan en esto de la música. Gente joven, acaso con la intención de captar savia nueva, tan necesaria en la resistencia. Concierto también subvencionado por Teleméndez y el bollante Ayuntamiento de Burgos. Víctor y Ana se llaman, y cantaron sobre mineros muertos, amores imposibles, luchas obreras, abuelos picadores, libertades sociales, revoluciones asturianas... Concierto emotivo. A buen seguro se derramó en él más de una lágrima. Quizás porque alguna de las canciones le recordó a alguien el momento en el que accedió a ser liberado sindical. Quizás algún otro la echó por la caridad puesta en marcha, al donar el dinero de las entradas al banco de alimentos. Tampoco descartamos que hubiera algunos militantes honrados que lloraran de vergüenza al comprobar en qué se ha convertido un sindicato, que otrora fue digno defensor de la clase trabajadora. Hoy ni es digno ni lo parece.
Carolina R. Tenaz
UGT basura vendida.
ResponderEliminarSon parte del problema, y no son sino un obstáculo para la verdadera resistencia. Son la resistencia a nosotros.
ResponderEliminarLo de Víctor y Ana es como para vomitar, y lo de que sea un concierto benéfico me producen náuseas. Dentro de poco les vemos poniendo pegatinas del dómund.
ResponderEliminarQue se lo pregunten a los depedidos de la BRIDGESTONE como son estos sindicalistas .
ResponderEliminarPues haber si los trabajadores se van dando cuenta que las siglas no son las malas, y si el modelo sindical de subvenciones, elecciones y liberados, creado en la transicion por los partidos politicos y la burguesia, porque de este modelo sindical en el que participan y por tanto legitiman viven muchos sindicatos que se las dan de anticapitalistas.
ResponderEliminareste sindicato está amaestrado por los políticos....no se meten con ellos para nada...no solo se demuestra con las huelgas,...la lucha es día a día en instituciones, congresos, plataformas....ya nadie quiere saber de este sindicato...huele a rancio....
ResponderEliminarLa UGT es un sindicato servil, que como institución no vale para nada, hay que dar gracias a determinadas personas que todavía viven el sindicalismo como un derecho de agrupamiento de trabajadores que luchan contra las injusticias laborales, pero el sindicato en sí es puro marketing y fachada....más cerca de los políticos que de los trabajadores....
ResponderEliminarlos liberados viven muy bien y solo les preocupa no perder " ese empleo" con bobadas que no llegan a mojar al sindicato.
ResponderEliminarPor que se empieza el artículo generalizando el mal hacer de CCOO y UGT pero, sólo se aportan datos sobre el último. Deberíais de respetar más al lector, algunos sabemos distinguir organizaciones y malos "periodistas" que escriben demasiado tendenciosamente.
ResponderEliminarPor qué se nombra al principio del artículo a CCOO si todo lo que se cuenta es sobre la UGT? Se desprestigia sin aportar, así, porque si. Respeten a sus lectores, algunos sabemos distinguir entre organizaciones y también entre "periodistas".
ResponderEliminar