Unos 4.000 vecinos dijeron el viernes por la noche que no quieren oír hablar del bulevar de Lacalle. Gamonal está en contra de una obra que consideran caprichosa y frívola. La gente preguntaba en carteles quién iba a pagar la obra, qué tasa o impuesto subirían, qué puestos de trabajo recortarián. La pancarta que abría la manifestación no niega que se hagan inversiones en un barrio con tantas necesidades sino que se haga de otra forma. Los vecinos de Gamonal desconfían de los poderes locales. Es un barrio que ha sobrevivido y sobrevive a pesar de ellos, por eso quiere que si ayuntamiento mete la mano en el barrio lo haga escuchando y pensando en los vecinos, no poniendo los intereses de Gamonal al servicio propio de Lacalle y de la familia Arranz-Acinas. Eso es lo que manifestaron los vecinos ayer tanto en los lemas coreados como en las preguntas que este medio hizo a algunos de ellos. Resonó con fuerza el lema de "La calle es de Burgos, no Burgos de Lacalle", y el rechazo explícito a la obra "Gamonal, no quiere el bulevar". Algunas personas coincidían en señalar que la manifestación era un éxito aunque también otros estaban convencidos de que el autoritario gobierno del PP haría oídos sordos. Todos coincidían en señalar que tras la construcción del bulevar se esconde, en realidad, el favorecer un negocio redondo a una de las empresas constructoras que más ha maltratado al barrio en los últimos diez años.
Precisamente como se prevé la nula reacción del ayuntamiento la Plataforma ya ha programado otra asamblea para el día 4 de diciembre y otra manifestación para el 13 de diciembre.
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