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| En la ciudad de Burgos la presidenta de la Fundación Yagüe, hija del llamado "carnicero de Badajoz", patrocinará un homenaje a algunas víctimas del terrorismo. "¿Alguien se imagina en Alemania una Fundación Goebbels?" I.A. |
Por Juan Vallejo
El próximo día 24 de octubre, tendrá lugar en el Teatro Principal de Burgos un homenaje a determinadas víctimas del terrorismo. Este acto, patrocinado por María Eugenia Yagüe presidenta de la Fundación Yagüe, hija del General Yagüe. el llamado carnicero de Badajoz, considerado por Paul Preston uno de los principales genocidas del gobierno asesino de Franco. Esta mujer, ya pretendió homenajear a este sanguinario militar, en su día, en los claustros del Monasterio de san Juan, lo que contó con el beneplácito del IMC, de su ínclito y desdichado director, el concejal Fernando Gómez. La ciudad se echó a la calle ante tamaño despropósito, reunió firmas y la exposición del "salvador"de España se fue al traste. Pero el concejal le prometió a la señora Yagüe que una vez que se aplacaran los ánimos, la muestra del medallerío y los alfanjes, sables y demás quincalla fascistoide, se celebraría.
Ahora, con los dineros de nuestros impuestos, otra parafernalia de los que no piden perdón a los familiares de los asesinados por los sublevados franquistas que originaron la mas triste historia de este país maldito, va a tener lugar en la ciudad donde el asesino Franco reinició la Cruzada maldita.
Un Ayuntamiento este de Burgos, caracterizado por la impertérrita corrupción de sus ediles de cultura. Por la constante y cavernaria actitud de sus alcaldes del PP que jamás han aludido a estas víctimas en sus actos y sí han acompañado a las otras, a estas que ahora van a tener homenaje con su consenso.
Un país sucio que alimenta la negra noche de España, una ciudad miserable rodeada de fosas, no merece dignidad alguna. Pero no se asombren ustedes por la continuidad de esta desgracia desde las filas de un partido lleno de delincuentes y presos que ha llevado a España al sufridero, a la abyección y al suicidio, porque ahora uno de sus senadores, José Joaquín Peñarrubia Agius, acaba de afirmar que en España ya no hay fosas. Todo ello cuando se discutían los Presupuestos del Estado para el 2016, en los que el PSOE contemplaba una cantidad para la Memoria Histórica.
El ministro Montoro, en las últimas horas, acaba de vomitar en el Congreso, un soliloquio espeluznante. Ministros de su Gobierno, deben de explicarse, dice. Decir lo que han hecho, el daño que han causado al pueblo con su gestión. Él mismo debería explicar tantas cosas...La soberbia que le caracteriza a este dañino personaje, le delata como un mentiroso compulsivo que trata de encubrir con estas declaraciones la gran corrupción del PP, un partido herido de muerte desde diversos vectores; uno de ellos la gran perversión de azuzar las dos Españas negando el holocausto del que fueron creadores sus fundadores. Estos que ahora vienen a Burgos a fragmentar más el país.
La miseria del PP, impregna este homenaje. "Hay compañeros míos que se avergüenzan de ser del PP", dice Montoro, principal bufón de Rajoy. ¡ Cómo tratan de disfrazar la realidad ante el cambio que se avecina, ante la crisis de los dos viejos partidos que están en las lindes del precipicio ! Un homenaje que se nutre de un partido que repugna a sus mismos representantes esenciales y que elige una ciudad proclive a la fascitocracia desde donde se increpa a los que no asisten a festines sobre el aniversario del Americanicidio del Descubrimiento, en tanto que en su despacho el ministro del interior recibe a un pájaro de cuidado como Rato.
Burgos debe decir no a este circo del próximo día 24 en el Teatro Principal. No con nuestros impuestos. No con nuestra memoria. No con nuestro dolor. Todavía estamos esperando de estos avergonzados de si mismo, el dinero necesario para enterrar con la dignidad que les robaron a nuestros camaradas. Porque a estos, a los del homenaje del día 24, les han colmado de indemnizaciones, de fastos y procesiones.
Este miserable, desvela con esta afirmación, que en España, país después de Camboya donde más desaparecidos existen en el mundo por actos de guerra, que es hijo, nieto, pariente o amante de los asesinos franquistas; o que aplaude el holocasuto fascista de Franco.
En otro caso que explique dónde están Lorca y Antonio José, pongo por caso. Pero esto no debe desviar nuestra atención ya que sabemos la calaña de este Partido Popular que ha instituido una banda criminal para nutrir sus existencias. Eso dicen los jueces. Eso justifican los delincuentes de alto rango que tiene en las cárceles, en los juzgados y en los millones de folios de las audiencias en donde se dirimen las tropelías de esta auténtica mafia seudopolítica.
El Ayuntamiento de Burgos hiede por doquier. Este evento de aplaudir a determinadas víctimas en sus espacios de arte, mientras a sus hijos más preclaros, les ha despreciado e insultado. No es otra cosa que la elongación del genocidio que Franco instaló en la memoria de sus crueles generales como Yagüe, Mola, Queipo y demás calaña con gran predicamento en la ciudad y provincia. Un hachazo a la memoria viva de los que estamos exhumando centenares de cadáveres en Estepar, la Pedraja , etc, un desprecio a sus hijos, padres y familiares.
Claro. Las dos Españas todavía omnipresentes. A pesar de que la ONU haya requerido al Gobierno de Rajoy el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica por tres veces; de que la jueza Servini reclame desde Argentina, a los asesinos aún vivos que se pasean por nuestras calles para escarnio de jueces y democracias europeas que nos miran como un país aciago en donde nada germina.
Cuatrocientas personas llegadas de toda España, doce colectivos, asistirán el día 24, si las gentes sensatas de la ciudad no se oponen a ello, como un día lo hicieran ante la esperpéntica y vergonzosa exposición sobre el General Yagüe, a un acto que tiene una sibilina lectura: seguir denigrando e insultando, despreciando y escupiendo a la España democrática que dio su vida por la Libertad.
Ya está bien de alimentar este festín, con los dineros que los ganadores reciben del erario público, de las familias de los asesinados por los golpistas, entre otros. Llevan así ochenta años. Ni una palabra para ellos de recuerdo, de perdón por parte de estos incalificables personajes.
