Por Burgos Dijital
Vamos con una de las últimas de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León: la Tarjeta Docente. Esta tarjeta es un documento que acredita la condición de personal docente de los centros sostenidos con fondos públicos dependientes de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León: es decir, acredita que se es profesor en centros públicos y concertados. Con ella, los profesores pueden acceder a bibliotecas y a algunos museos de forma libre, algo que se entiende que es útil para este colectivo en materia de formación permanente. Asimismo, se ha articulado la posibilidad de que la susodicha tarjeta, de manera voluntaria, pueda activarse desde un punto de vista financiero.
Vamos con una de las últimas de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León: la Tarjeta Docente. Esta tarjeta es un documento que acredita la condición de personal docente de los centros sostenidos con fondos públicos dependientes de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León: es decir, acredita que se es profesor en centros públicos y concertados. Con ella, los profesores pueden acceder a bibliotecas y a algunos museos de forma libre, algo que se entiende que es útil para este colectivo en materia de formación permanente. Asimismo, se ha articulado la posibilidad de que la susodicha tarjeta, de manera voluntaria, pueda activarse desde un punto de vista financiero.
¿Qué es lo que chirría de esta modalidad de tarjeta? Pues que
esa voluntariedad de activarla financieramente lleva trampa.
Para solicitarla hay que rellenar un formulario en línea en el que
aunque no desees dar de alta la función financiera, te pide tus
datos de una cuenta. Sí, aunque sólo quieras la tarjetita para ir a
la biblioteca y a los museos. Porque la van a domiciliar desde Caja
España-Caja Duero a cualquier otra entidad. Pero los datos los
tienen ellos. Digamos que la Junta ha regalado los datos bancarios de
todos aquellos profesores que quieran tener su carnet de profe a una
entidad bancaria privada, porque no hay posibilidad de solicitar la
tarjeta sin incluir tus datos bancarios. Que si lo que querían realmente era facilitarles las cosas a los
profes, podían haber creado el Carnet docente y listo. Porque hasta
ahora, cada centro realizaba un pequeño carnet para acreditar la
condición de docente del profesorado que impartía clases allí. Una
cartulina, con la foto y todo. Inconveniente: cada curso había que
renovar. Bien, pues hagamos un carnet que sirva para más tiempo.
Pero la Junta no; la Junta va y suscribe un convenio en el que
potencialmente ofrece como clientes del banco a los cerca de 34000
docentes con los que cuenta la comunidad.