ENTREVISTA A MAURI CIX
Por Eduardo Nabal
Aliado contra las
violencias de este tiempo. Habito Rafaela, una ciudad sumamente católica de la provincia
de Santa Fe (Argentina) en la que estudio Profesorado de Educación Superior en
Ciencias de la Educación en el ámbito formal y desde los márgenes activo las
reivindicaciones de nuestra sexodisidencia.
Fundé en 2011 VOX Rafaela participando hasta 2013 y en 2014 lanzamos Revuelo Disidencia desde donde aún
resistimos colectivamente.
Hola. Mauri. Hace poco
una chica de allá me dijo que pensar (como yo pensaba entonces) que los
estudios feministas y LGTB en Latinoamérica están emergiendo es una visión
eurocéntrica y algo colonialista. Pero supongo como en todas partes dependerá
de zonas, países e incluso de quien o cómo gobierne.
Mauricio Cix: Me
atrevería a decir que en lugar de emerger se están reinventando como en muchos
lugares generando impactos diferentes y, de no ser así, correrían grave peligro
nuestras resistencias. Seguramente cada abordaje tenga sus propias
particularidades ya que el feminismo nos interpela respecto de nuestra propia
historia de dictaduras, colonialismo y, como vos mismo mencionas, también respecto
de quién gobierne.
Muchxs activistas feministas han ingresado al Estado en los últimos
diez años por lo que ha limitado muchas de las demandas, produciendo un
estancamiento en la circulación de los saberes. Aún así, en los últimos 3 años,
con el elevo de un conjunto de críticas a las gestión de gobierno de Cristina Fernández
y con el agregado del último acercamiento a la iglesia católica, podría decir
que se dejaron claros las posturas potenciando nuestras microresistencias que
prepararán el terreno para la venida de una derecha rancia hipercatólica.
Respecto al activismo habéis
conseguido el Matrimonio Igualitario, que aquí supuso visibilidad pero también
cierta parálisis del movimiento en un logro de mínimos. ¿Ves que tu gobierno
sigue con los derechos sexuales y reproductivo o no ha nunca o casi nunca un
tema prioritario?
Mauri Cix: En cuanto a la estrategia que consolidó Matrimonio
Igualitario en Argentina en 2010 posibilitó un puente enorme para el avance de
legislaciones que, por aquel entonces, parecían lejanas como lo fueron la Ley
de Identidad de Género (2012), la Ley de Fertilización Asistida (2013), entre
otras. Aún pudiendo leer como operan lógicas normativas en estas leyes como la
binarización sexo-género y/o reforzando el régimen monogámico, siendo evidentes
las conciliaciones con el Estado que les han otorgado viabilidad y relevancia antes
que otras como, por ejemplo, la legalización del aborto que aún espera
impaciente un debate serio.
Existe claramente un impacto de todo esto en las
políticas de Estado que han ampliado las concepciones con las que se piensan
los derechos sexuales y reproductivos. De todas formas, y acá nuestras
insistentes denuncias, es enorme el
tramo restante para que las políticas públicas transformen la práctica
cotidiana por lo que nos hace entender que no se presentan con la vehemencia que
requieren, no ocupando una referencia prioritaria.
Además, la migración o captación
de activistas a las plantas laborales del Estado han disminuido la potencia
crítica hacia el desempeño de estas acciones que también, por otro lado, se
reducen y puntualizan en las grandes ciudades capitales.
Hace algunos meses (Junio 2015) se dio a conocer la
actualización de un protocolo de interrupción voluntaria del embarazo para los
abortos no punibles (ANP) que son aquellos que actualmente constituyen un
derecho en Argentina cuando se trata de alguna de las causales, Salud o
Violación. Este protocolo que se presenta como aplicación obligatoria se basa
en las consideraciones del fallo F. A. L. de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación del año 2012 y clarificando los alcances del Código Penal argentino para
estandarizar la práctica y evitar obstáculos.
Este protocolo fue celebrado
constituyendo un avance interesante a pesar de que en el tiempo transcurrido
existieron innumerables casos a la deriva en todo el país. Situación que
demuestra una vez más, la importancia de que las nuevas disposiciones sean
acompañadas de políticas reales e inmediatas.
En este tema aún hoy muchos médicos
se siguen imponiendo, estirando los plazos e instalando justificaciones que
lleven a evitar los ANP a lo que dé lugar, muchas veces, hasta pasando
desapercibidos si no se cuenta con la suerte de un médicx amigable u
organización que permanezca cercana y que, al menos, podamos denunciar
públicamente para que las presiones obliguen a cumplir con la ley. Esto me deja
concluir que no existe tal integralidad en las acciones de Estado y el
ejercicio de los derechos sexuales está supeditado a la presencia de algún
aisladx médicx amigable.
La llamada
"crisis" en Europa (que ha llevado al corralito "griego") y
por extensión en el resto del mundo ha afectado particularmente a los sectores
cuya vulnerabilidad social puede ser
mayor como inmigrantes, gente LGTB sin recursos y en general a todas las mujeres.
¿Ves que hay cosas del activismo que debemos recuperar ante expresiones de
violencia o recortes en ayudas sanitarias y educativas?
M.C: Hace unos días ví la película Pride de Matthew Warchus en la que, a grandes rasgos, Gays y
Lesbianas instaban a un todo un colectivo LGBTIQ a expresarse contra la
represión minera en un pequeño pueblo de Gales. Tal conjunción enriqueció y
fortaleció ambas luchas reavivando el espíritu de resistencia e instalando
nuevamente que la represión en la vía más clara con la que se expresan y se
ensanchan los poderes.
Todas las violencias son las nuestras porque nos
atraviesan y las visibilidades que habitamos con cierto grado de legitimidad
deben presentarse en su contra, generando coaliciones con los grupos excluidos,
estigmatizados, vulnerados sublevándonos contra el ordenamiento de sus
privilegios.
En este sentido entiendo que los recortes se encuentran en
los ejes que no se presentan prioritarios y evidencian sin matices el resguardo
de los intereses verdaderos.
Es preferible para muchas gestiones de gobierno
recortar como ha pasado en España y también en Argentina, ante la avenida de
una crisis económica se recorta el gasto público que hace a obstaculizar el
ejercicio de los derechos antes que disminuir la innecesaria mantención de la
iglesia católica, apostólica, romana.
Inevitable hablar del
"Papa bueno". Gustavo Pecoraro nos recuerda que colaboró con la
dictadura y llamo a la guerra santa contra el matrimonio entre personas del
mismo sexo. ¿Como ves tú el polémico papel de la Iglesia o, mejor dicho, las
iglesias en el continente?
M-C: Las iglesias continúan funcionando como siempre lo han
hecho y esto es claramente contra todo lo que se diferencia de sus doctrinas. No
existe “papa bueno” que revierta el rol criminal que han ocupado a lo largo de
la historia por más argentino o latinoamericano que sea.
El término que otorgo
es “crímenes de lesa humanidad” que por aquí se usa bastante respecto de la
última dictadura argentina y que, por cierto, constituye una época en nuestro
país en las que bastante claras se observan las complicidades de las
referencias católicas.
El mismo Papa Francisco, que para nosotrxs es Jorge
Bergoglio por su fuerte oposición al Matrimonio Igualitario, permanece
denunciado por vinculaciones con esta época de horror, desaparición de
personas, torturas, asesinatos, etc. Y cuando menciono la oposición de
Bergoglio traigo justamente lo que te ha recordado Gustavo Pecoraro, convocó a
toda la iglesia contra matrimonio igualitario por la “pretensión destructiva
del plan de Dios” denominándole como la “guerra de dios” y hasta organizando
movilizaciones en diferentes provincias Argentinas.
Con todo esto y el intento de lavar la imagen de Bergoglio y,
por sobre todo, la del Vaticano, a la par de un sinnúmero de estrategias
publicitarias nos insta a afirmar “Francisco
es Bergoglio”.
No creo haya sido nada inocente ni azarosa su repentina designación
en 2013, claramente para frenar los avances que se venían dando en américa
latina, ante la pérdida de fieles y el creciente desprestigio en medio de
innumerables denuncias por corrupción y violaciones sexuales por parte de
curas, entre otras cuestiones. Hasta no hace tanto teníamos que lidiar con sus
declaraciones que a favor de “la
homosexualidad” dejando entrever su negativa a lo que él denomina “lobby gay” referenciando al trabajo de
cientos de organizaciones que interpelan constantemente los poderes del Estado.
El discurso sólo se tiñó de falso progresismo para sostener las mismas ideas,
estar a favor de “la homosexualidad”
no significaría avalar el avance de derechos introduciendo una ficción
peligrosa, pronunciarse por el libre ejercicio de la sexualidad sin necesidad
de políticas que las contemplen, lo que muchas organizaciones llaman políticas
de igualdad, pretendiendo perpetuar las vulneraciones hacia nuestras vidas,
nuestros cuerpos y placeres.
Al mismo tiempo esto generó una enorme brecha
entre personas LGBTIQ pertenecientes a organizaciones y las que no, muchas de
las cuales reivindicando la homosexualidad como una enfermedad motivando el
acercamiento a la iglesia.
Por otro lado entre las personas LGBTIQ que al mismo
tiempo entablan una relación militante con algún sector partidario avalaron la
introducción de pilares religiosos dentro de las plataformas electorales,
siendo que en pocos meses elegimos nuevx presidentx de Argentina y la figura de
Bergoglio, dos años después de su designación, cobra un peso enorme para la
promoción de candidatxs.
Personalmente
encuentro anticuados esos llamamientos al humanismo, la igualdad, comprensión, la tolerancia. ¿Crees
que siguen siendo necesarios o tenemos todo el derecho a reivindicar
subjetividades diferentes como han hecho ya las mujeres en la historia?
Mari. Cix: Me parece interesante esta pregunta respecto
también a como la heteronorma opera a través de estos discursos que se
presentan vacíos pero encantadores, discursos que se han solidificado tras la
lucha de los movimientos de derechos y hoy en día se han estatizado.
El Estado
le ha quitado la potencia transformadora a muchas de nuestras herramientas de
lucha, herramientas y saberes que se han construido desde las luchas populares,
entre ellos, los discursos de nuestras resistencias. Veo un activismo
estancado, normado y otro que sigue resurgiendo de sí mismo, de sus disidencias,
con una fuerza des institucionalizada y se me viene un claro ejemplo español,
lo que es la marcha del orgullo crítico,
en Argentina las contramarchas.
Nuestras energías no caminan oponerse a esto directamente,
van hacia construir continuamente nuevos lenguajes de resistencia que nombren
nuestras irreverencias sin circunscribirnos al conjunto de normas propuestas
por el propio Estado.
Las luchas se enriquecen permanentemente en este abortar
constante y resultan nuevos mundos ahí detrás, que necesariamente
requieren nuevas formas de habitarlos y
nombrarlos, por más innombrables que resulten.