Por Matilde Tilde
Ya veis, tarde veraniega y me dispongo a refrescarme del calor bajo el árbol que dicen que mejor sombra da: la higuera. Y sí, estoy pirada, porque no se me ocurre nada mejor que sacar un periódico para leer un rato... ¡Vaya ideas!
Primera noticia: la responsabilidad del accidente de tren de Santiago es del maquinista, según casi todos los primeros indicios. Que no digo yo que a lo mejor el tipo estaba pirado y se le fue la mano con la velocidad. Pero que sospechosamente hay un montón de indicios que mi vida de usuaria del ferrocarril me dicen que igual no toda la culpa es de ese señor... Que si un tren acumula retrasos (y en estas fechas es lo más habitual, más viajeros, mucho equipaje...) para compensar el retraso y llegar a tiempo a destino (si no hay que indemnizar a los viajeros, oiga) el tren empieza a achuchar kilómetros por hora que es un gusto. Que se dice, se comenta... que las medidas de seguridad en las vías no eran las adecuadas para las características del tren... Que yo no sé por qué los trenes no llevan cinturones de seguridad (que imagino que a esa velocidad un golpe de esa magnitud hace que salga uno por los aires con asiento incluido, pero bueno)... Que me da la sensación de que los intereses de empresas extranjeras para que no sean empresas españolas las que construyan trazados de alta velocidad en medio mundo serán grandes y les interesará que parezca que la culpa es de fallos en la seguridad; y que a su vez a esas empresas españolas les interesará que parezca que los fallos fueron otros, porque no querrán perder la oportunidad que supone construir esas vías en el extranjero... Así que entre unas cosas y otras, lo que me parece que es que será difícil que sepamos de verdad por qué ha ocurrido una tragedia que se ha llevado por delante a un montón de buena gente que se disponía a pasar sus vacaciones. ¡Qué perra vida!
Segunda noticia: en un aeropuerto de Castilla y León (el de Villanubla) aterrizó esta semana en aterrizaje de emergencia un avión cargado de explosivos con destino Mauritania. Por lo que parece, el avión que venía de Ámsterdam tenía dos escalas previstas en suelo español. Las dos por seguridad y para repostar, creo. La primera, en Villanubla. La tuvo. Pero al salir para la segunda, en Canarias, el avión empezó a señalizar problemas de seguridad, y el piloto (hombre precavido, menos mal) dio media vuelta y retrocedió a Villanubla de nuevo. Ahí ha quedado el asunto, pero me ha dado por pensar lo que estará pasando por encima de mi cabeza en este momento, y me ha entrado un mal cuerpo...... que creo que lo primero que voy a hacer es dejar de leer el periódico, que además está bastante mal escrito (perdonadme si esto tampoco está bien escrito, pero es que yo no soy periodista, ¿sabéis?) y voy a ver si alguien se anima a tomar una caña. El próximo día me cojo un libro.