Anoche tuvo lugar el tradicional Entierro de la Sardina por las
calles del centro histórico, organizado por la
Asociación Burgos Centro y Cía. Se realizaron las siete paradas
evocando los Siete Pecados Capitales, entonando plegarias y letanías
rogando por su perdón, con principio y fin en la Plaza de La Flora rozando la medianoche.
Entre bromas y veras, las plegarias y letanías suponen un repaso en verso bien interesante a los acontecimientos destacados del año en la ciudad y tirones de orejas a los personajes que no han desarrollado correctamente sus funciones.
Así, en esta festiva revisión al año en clave de humor y sátira, no faltaron alusiones a la corporación municipal y algunas de sus desafortunadas intervenciones (deudas telefónicas como asunto estrella), a los problemas en infraestructuras sin resolver (N-1, aeropuerto), periodistas con falta de rigor en sus informaciones, despilfarradoras “inversiones”, etc.
Entre bromas y veras, las plegarias y letanías suponen un repaso en verso bien interesante a los acontecimientos destacados del año en la ciudad y tirones de orejas a los personajes que no han desarrollado correctamente sus funciones.
Así, en esta festiva revisión al año en clave de humor y sátira, no faltaron alusiones a la corporación municipal y algunas de sus desafortunadas intervenciones (deudas telefónicas como asunto estrella), a los problemas en infraestructuras sin resolver (N-1, aeropuerto), periodistas con falta de rigor en sus informaciones, despilfarradoras “inversiones”, etc.
Fue nutrido el grupo de acompañantes
debidamente vestidos de luto y con grandes antorchas que acompañó a
la sardina en el camino hasta su fatídico destino: la hoguera, digna
de las mejores películas de acción, que marca el fin de los
carnavales.