Por Girolamo Savonarola
Ciertamente mi
mirada es parcial y dejaré cuestiones en el cajón, ruego sean estas completadas
en los comentarios.
1) Se han puesto de
manifiesto como narrativa dominante las estrechas vinculaciones
político-empresariales-medios de comunicación que sostienen el régimen
político español surgido de la transición.
Con la absoluta preeminencia del poder económico sobre los representantes políticos que actúan casi como testaferros. Lejos de ser un concepto nuevo[1], lo novedoso quizá sea como estos saberes han saltado de circunscribirse a grupos reducidos, de intelectuales y críticos a formar parte del discurso ciudadano, con datos y conocimiento de causa[2]. Por decirlo de otra forma: “la corrupción e inacción de unas instituciones ha ocupado la centralidad en el conflicto”.
Con la absoluta preeminencia del poder económico sobre los representantes políticos que actúan casi como testaferros. Lejos de ser un concepto nuevo[1], lo novedoso quizá sea como estos saberes han saltado de circunscribirse a grupos reducidos, de intelectuales y críticos a formar parte del discurso ciudadano, con datos y conocimiento de causa[2]. Por decirlo de otra forma: “la corrupción e inacción de unas instituciones ha ocupado la centralidad en el conflicto”.
Esto que no se le ha escapado a nadie,
seguramente preocupará en los despachos de la élite extractiva burgalesa. Acaso
este conflicto haya supuesto un punto de inflexión en su absoluto dominio de
los discursos.
2) La constatación
de las traiciones del poder institucional.
Aunque tampoco es nuevo,
vamos viendo cómo las instituciones en España se van degradando con rapidez, y
los individuos que las conforman, en
lugar de iniciar las reformas necesarias, marean la perdiz llevándonos a todos
a contextos de riesgo, en los que el sistema político pierda la necesaria capacidad
de maniobra. En Burgos, en este sentido ha quedado claro en dos instituciones:
por un lado, en el Ayuntamiento, que se ha convertido, para decepción de
los vecinos, en el brazo ejecutor de los intereses concretos de algunas familias
de la ciudad y pretende venderlo como interés general, utilizando de forma
espuria el sistema democrático para legitimarlo.
En segundo lugar, y en el
ámbito local se ha hablado menos de esto: la inoperancia de la Fiscalía.
Esto quizá sea más grave aún. Durante la última década ha habido hechos más que manifiestos (viaje del Concejal de Urbanismo, túnel de Islas Baleares, Nuevo Hospital de Burgos, etc...) para que el Fiscal Jefe tomara nota y se interesara por los “indicios” y el rastro que van dejando los “Hacedores” de la ciudad. Si estos indicios son conocidos por ciudadanos corrientes, no me puedo creer que el Fiscal que con certeza tiene acceso a más información no tenga alguna “sospecha” de actividad delicuescente. Y eso a pesar de las denuncias presentadas...
Esto quizá sea más grave aún. Durante la última década ha habido hechos más que manifiestos (viaje del Concejal de Urbanismo, túnel de Islas Baleares, Nuevo Hospital de Burgos, etc...) para que el Fiscal Jefe tomara nota y se interesara por los “indicios” y el rastro que van dejando los “Hacedores” de la ciudad. Si estos indicios son conocidos por ciudadanos corrientes, no me puedo creer que el Fiscal que con certeza tiene acceso a más información no tenga alguna “sospecha” de actividad delicuescente. Y eso a pesar de las denuncias presentadas...
Bien es cierto que
la Fiscalía no es un poder independiente y está sujeta a las órdenes políticas
de Madrid. Por tanto, ¿cuánto podemos confiar los ciudadanos en una Fiscalía
maniatada? Esto nos deja indefensos y culpables si contravenimos sus -de las
élites- objetivos de enriquecimiento ilícito a nuestra costa, pero también nos
obliga a actuar con nuestros medios, limitaciones y saberes, aun cuando
cometamos errores. Y eso es lo que han decidido los vecinos de Gamonal en sus
diferentes acciones.
3) En relación a lo
anterior, quedaría comentar el papel de los partidos políticos, como
actores institucionales, pero por su importancia y características propongo
separarlo del punto anterior.
En estos momentos, el Partido Popular,
mayoritario en la ciudad, y a la vez dócil representante de los intereses de la
élite extractiva está sorprendentemente a la defensiva, ha quedado en
evidencia. Su estrategia de criminalizar, ha fracasado estrepitosamente e
incluso ha tenido un importante efecto bumerán. Su posición es muy débil, y no
por los partidos de la oposición, sino porque han fracasado. Posiblemente
hayan dejado de ser útiles a los que mueven los hilos, e incluso su recuerdo
les sea molesto, porque desean pasar página cuanto antes.
Es muy probable, por
tanto, que el dúo protagonista Lacalle-Ibáñez sea sustituido por otros “representantes
de todos” más provechosos, y que incluso den la apariencia de menos dóciles,
para que se simule el entuerto. La imagen actual de condescendencia es
perjudicial, los sabios lampedusianos intentarán cambiar lo justo, para
que nada cambie.
Por otra parte, he
oído afirmaciones como “la culpa la tiene los del pesoe e izquierda unida,
que estaban detrás de los disturbios”. Nada más alejado de los hechos. Ya
les hubiera gustado a los representantes de estos partidos tener la capacidad
de galvanizar de esa forma a todo un barrio, y casi a toda una ciudad. En
realidad se han muerto de envidia, sobre todo en el PSOE. Y no sólo por
eso, sino porque también han tratado de ejercer de mediadores y tampoco han
conseguido ese papel, han ido a rastras de los hechos, y parece que siguen así.
El PSOE, en su destructiva bipolaridad, con el deseo permanente de ir a misa y
comer carne, va a llegar con la puerta cerrada en las narices y en ayunas...
Alcalde de Burgos en un Pleno del Ayuntamiento |
El tercer partido
de la oposición UPyD, se había apuntado hacía tiempo al bando que
rechazaba las obras, y, aunque me cueste admitirlo, acaso haya sido, por
oportunidad, acierto o convicción, el que haya demostrado una actitud más
coherente. A última hora ofrecía una salida negociada al Alcalde ¿negociaba en
nombre de qué vecinos? Me aventuro a pensar en el establecimiento de puentes,
pensando en un futuro pacto de Gobierno para una ciudad en la que no haya
mayorías...
Ni que decir tiene
que el concejal de IU ha participado en las manifestaciones y su clara
postura ha sido la de apoyar a todos los vecinos, pero carece de poder para
convencer a los miles que se unieron a las reivindicaciones; sin embargo en su
formación tampoco reman todos en la misma dirección, algún conocido dirigente
regional perdía el trasero antes de las elecciones en una visita a la sede del
Grupo PROMECAL con afectuosa foto incluida...
El efecto político
devenido de todos los hechos sería la convocatoria de elecciones en la ciudad
para que podamos recuperar algo de
confianza en nuestros representantes.
4) El papel de
la comunicación en la creación de discursos. Sabemos que la mayor parte de
ellos funcionan lanzando consignas repetidas hasta la saciedad.
Edificio del Grupo Promecal |
5) No me gustaría
terminar sin abordar los “discursos sobre la violencia”.
Este, como
viene siendo habitual y reiterado en exceso, ha sido el discurso oficial para
desprestigiar a los vecinos, tildándolos de violentos y con la consigna final
que huele a final de época: “no se puede ceder ante los violentos”.
Acerca de esto me gustaría aportar varios argumentos y, aprovechando la
brillante respuesta de Manuel Alonso, portavoz de la Asamblea vecinal a una
periodista de La Primera (Televisión), parafrasear su respuesta inquisitiva: “¿seguro
que lo más importante de lo que ha estado ocurriendo ha sido la quema de
contenedores y el ataque a cuatro sucursales bancarias?”. Una vez más y a
pesar de su delirante tozudez, su discurso sobre la violencia sólo ha llegado a
calar entre sus fieles. ¿Por qué? Probablemente porque es muy simple, porque
agarra las hojas del rábano y se deja lo que alimenta y porque trata de ocultar
más que aclarar. Y seguramente porque también los ciudadanos se estén empezando
a dar cuenta de que las manifestaciones pacíficas se las pasan por el arco del
triunfo, que si no se hace un poco de ruido (como expresa en su viñeta de esos
días El Roto) no consigues las repercusiones necesarias para ser escuchado.
Esto es precisamente lo que ha ocurrido; sin el ruido organizado por las
noches, no se hubiera logrado el objetivo de galvanizar a los vecinos,
demostrándoles que sí se puede y también, y a un tiempo, conseguir ser el
objeto de todas las miradas, incluso internacionales.
En ese sentido tenemos las de ganar, a ellos no les gusta ese tipo de publicidad, quieren que domine la sensación de que todo está bien, o que lo parezca. No les gusta despeinarse, y a nosotros, cuando nos enojan, ya nos da igual, tenemos menos que perder, y nuestra dignidad también nos importa. Además ¿cómo se puede utilizar todo el poder de la ley para condenar a algunas personas por la quema de contenedores y el ataque a cuatro sucursales bancarias y mirar para otro lado cuando se mete mano en la caja con descaro? ¿Dónde está la medida de la justicia y de la convivencia, dónde los valores que guían este presunto sistema democrático?
En ese sentido tenemos las de ganar, a ellos no les gusta ese tipo de publicidad, quieren que domine la sensación de que todo está bien, o que lo parezca. No les gusta despeinarse, y a nosotros, cuando nos enojan, ya nos da igual, tenemos menos que perder, y nuestra dignidad también nos importa. Además ¿cómo se puede utilizar todo el poder de la ley para condenar a algunas personas por la quema de contenedores y el ataque a cuatro sucursales bancarias y mirar para otro lado cuando se mete mano en la caja con descaro? ¿Dónde está la medida de la justicia y de la convivencia, dónde los valores que guían este presunto sistema democrático?
Los
ciudadanos saben que los antisistema institucionales, los que organizan los
concursos de obra y los que ponen el dedo autoritario en un punto del plano de
la ciudad no necesitan salir a la calle a manifestarse, ni tan siquiera quemar
contenedores de basura, pero de alguna manera, son los que echan la gasolina y
prenden la cerilla, para señalar más tarde, indignados, el fuego, eso sí, a una
buena distancia de seguridad.
En este sentido el discurso que reivindica el
“ruido”, o la violencia controlada como parte de un contexto conflictivo en el
que no nos han permitido otra salida, ha ganado también. Los vecinos han estado
a una, unidos, independientemente de su acción en los hechos de Gamonal, porque
saben que el PODER, desgraciadamente, no ha entendido otro lenguaje. Este cambio
de paradigma respecto al uso de la fuerza, y su narrativa popular, en un
sistema que se resquebraja, precisa de más leyes de represión de la
participación ciudadana, ergo de represión de la democracia.
Más pronto que
tarde cada uno se retrata como lo que es, los autoproclamados defensores de la
democracia y que vociferan contra los “violentos”, alientan una exposición en
la ciudad sobre el General Yagüe, conocido como el “carnicero de Badajoz”,
general golpista contra la democracia.
Esta se realizará, si el sentido común no lo impide, en el Monasterio de
San Juan: o sea, en instalaciones municipales... ¡¡ay, estos demócratas, ellos
solos se quitan la careta!!
[2] Conocidas por todos, y
expresadas en privado o en lugares seguros, a partir de este momento vuelven a
sonar con fuerza y en la calle -y en algunos medios de comunicación de todo el
país- las amistades y relaciones entre la élite burgalesa y los gestores
políticos, protagonizado en este caso por los constructores de siempre: Arranz
Acinas y Méndez Pozo (Río Vena), y los representantes/peones del Partido
Popular, que en este caso se llaman: Javier Lacalle y Ángel Ibáñez, pero
podrían haber sido otros.
[3] Aunque ya sea conocido
conviene recordar la propiedad de los medios de comunicación locales. El Grupo
PROMECAL: Diario de Burgos, El Día de Valladolid, Diario Palentino, Díario de
Ávila, Onda Cero, Rtcyl (Televisión Castilla y León), al 50%, y agencia de
noticias Ical, son propiedad de la familia de Antonio Méndez Pozo, siendo
dirigidos por su hijo: Gregorio Méndez Ordóñez.
El Grupo El Mundo de Castilla y León, que
publica El Correo de Burgos, Rtcyl (Televisión Castilla y León), al 50%, y
Castilla Léon Radio, son propiedad de José Luis Ulibarri, implicado en
la trama corrupta Gürtel y muy amigo de Isabel Carrasco, la cacique de la
provincia de León. ¿Puede haber democracia sin medios de comunicación
independientes?
[4] Un reportero de La Primera
llegó a afirmar que se habían quemado coches.