Volver. O crees en lo tuyo o no crees en nada. Yo soy feminista y capitalista y regento una peluquería (y tengo amigas lesbianas, oiga) ¡Ah! Pues yo soy Trotskista y vegetariana. ¡No jodas! Yo soy de la plataforma anti-hipotecas, de la plataforma anti-fracking y vivo en el pueblo del abuelo porque me han desahuciado de mi piso en la capital...¡Coño como yo! Que tengo una panadería ecológica y un primo magrebí y una pandereta... ¡Pues anda que yo....! Vegano, anarco-sindicalista, travesti y palestino (o cubano-venezolano.)...
¡Qué raro! Raro, entiéndaseme, en sus sendos sentidos, por extraño y por escaso.
A mí es que los
conciliábulos, salvo si son para degustar boletus en otoño o la
primera cosecha de marihuana (en otoño también), no me ponen. Yo,
para que me laman la oreja o el pijo o el alma, montaría una empresa
y un ERE al mismo tiempo. O un grupo/asociación/entidad/COLECTIVO de activismo social. Hijos no
tendría, que saben Dios y mi padre lo ingratos que son.
Nos queda, si no, ser
revolucionarios etimológicamente, la ropa lavada y la ruleta donde
empezó. Somos (y que me perdone a quien le he robado el chiste)
“laBanderas revolucionarias”, que siempre volvemos (o queremos volver) a donde
estábamos, rollo Lampedusa (el novelista italiano, no el atasco).
A veces, la lógica
falla. Como demostró Rusell con los barberos y yo conmigo, que soy anti anti-capitalista, y
cuando niego dos veces no afirmo, dudo (Y a veces bebo).
Paradójicamente.
A mí lo único que me
gusta es que todos estén a disgusto. No del todo y por todo, pero sí
un poco. De lo contrario, me veo yendo a ver a mi suegra, ese
espacio-tiempo en el que todo me parece bien y donde no tengo ideas
propias, ni sentido crítico, ni estómago. Aunque luego padezca
ardores y recene auto-reproches....pero de la conciencia no vamos a
hablar, que mañana es festivo.
Los aristócratas (y
Manolo Escobar) coleccionan arte y los pobres, ideologías. Y sí,
también estoy en contra de tantas pluralidades. Feminismos.
Ecologismos. Socialismos. Anarquismos. Onanismos grupales al fin y
al cabo. (Para que vean que no solo yo soy paradójica).
Detrás de mucha palabrería el "artículo" lo único que hace es faltar al respeto a mucha gente y no proponer ABSOLUTAMENTE NADA.
ResponderEliminarToda la gente que nos reclamamos trostkistas, anarquistas, activistas de la PAH, lesbianas o gays militantes o miembros de tal o cual movida solo tratamos ( cada cual desde su barricada y algunxs desde varias) de aportar nuestro granito de arena contra un mundo de mierda que mata a la gente y genera desigualdades; parece que a la que escribe le molesta mucho que existamos y que, aún más, nos consideremos dentro de una cultura militante, sea la que sea. ¡Coño, como a la derecha!
Bendita la gente que, viendo pasar las manis desde las aceras, pontifica desde su pulpito y da lecciones a lxs que marchan por un mundo mejor.
Oscar
Bueno, sinceramente, el autor o la autora del artículo se creerá muy "independiente" o "guay" políticamente hablando, pero ... sólo dice chorradas en un tono bastante soez. Y vamos, la ¿propuesta? de la ¿no-ideología?, por muy postmoderna que parezca, no sabemos a dónde nos lleva... bueno, sí, a la barra del bar a despotricar.
ResponderEliminara veces hay que decir chorradas también....no todo va a ser .....decir cosas serias...la cabeza no acepta tanta cultura junta...
ResponderEliminarQue si que me ha gustado, y te lo quiero transmitir a través de este medio.... a pesar de que a muchos lectores del blog les enfade, opino, que a veces necesitamso algo de desengrasante, y no estoy de acuerdo en que no se proponga nada, a mí hay tres frases que me han hecho pensar, que han desatado un bucle mental y eso me agrada, no es fácil, y esto es lo interesante no que nos den los platos cocinados. Otras son deleznables y me joden..., pero es que así es la vida, como dice el autor o autora, la fricicón, o el disgusto -pequeño- por algo puede ser constructivo...
ResponderEliminarVuelve otra vez, o no te vayas.... sinceramente.
Admirador literario.
Miembro del blog.