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lunes, 17 de febrero de 2014

Papá, ¿mamá es de la kale borroka?

Por Carolina Rueda Tenaz
DB 19-VIII-2005:  Extracto del editorial

Desde hace unos años, siempre que en España se quiere desacreditar y acallar a un  movimiento ciudadano se le relaciona con ETA.  Recientemente incluso la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, galardonada por la Unión Europea,  fue vinculada por Cristina Cifuentes, subdelegada del gobierno en Madrid, con grupos proetarras al tiempo que se hacían analogías entre los escraches y la Kale borroka.  La derecha política y mediática trata de tener la exclusiva del discurso contra ETA al pretender hablar en nombre de las víctimas.  Sin embargo  banaliza, y frívolamente utiliza un asunto que ha provocado mucho sufrimiento con el objeto de criminalizar a adversarios políticos. 

DB 19-VIII-2005: Un clásico: El turismo abertzale 
DIario de Burgos (DB) tiró de manual en la criminalización de los vecinos de Gamonal   ¿Por qué no hacerlo cuándo no les había dado malos resultados en los sucesos de Eladio Perlado en 2005?  Se trata de utilizar toda una serie de recursos lingüísticos y de propaganda como analogías, sinécdoques, metonimias, metáforas, aparte de un buen puñado de medias verdades y otro tanto de mentiras. Todo lo necesario para crear confusión y sugerir que el enemigo es el coco, el ogro, el mal absoluto.   El objetivo es anular la palabra del contrario de forma rápida impidiendo que se exprese.  Se pretende que el enemigo creado o dibujado sea tan abyecto y tan  nocivo para la sociedad, que no a ésta no le sea necesario apelar a la razón para eliminarlo, sino a una especie de instinto o acto reflejo que ha sido bien enseñado previamente, como el del perro de Pavlov. 

Eso es lo que ha hecho DB de nuevo en el asunto del bulevar de la Calle Vitoria, sugerir  que los vecinos de Gamonal que se oponían al bulevar eran filoetarras.  Esta vez no han conseguido su objetivo.  Han fracasado por varias razones.  Una de ellas es que la desinformación  de DB tuvo un sospechoso tufillo a déjà vu, y casi todos los vecinos podían anticipar que  su línea editorial  sería tan nauseabunda como la que esgrimió tras los sucesos de Eladio Perlado.  Les invitamos a hacer un repaso.

Nos hemos tomado la molestia de acercarnos a una biblioteca porque ha sido imposible encontrar las noticias relacionadas con Eladio Perlado en Internet.  En agosto de 2005 DB titulaba el editorial posterior a los disturbios de la siguiente manera: “Un problema vecinal desvirtuado por los radicales”.  La estrategia de criminalización era clara y sencilla: se trataba de utilizar contra los vecinos el léxico utilizado contra ETA, y luego mandar instrucciones y órdenes claras de cómo destruirlos.  De este modo los vecinos son denominados en todo momento como radicales  y definidos como bárbaros, salvajes, y cuyo objetivo es causar el mayor daño posible.  Prosigue el editorial afirmando que “Los radicales jamás respetarán el derecho de todos los ciudadanos a la libertad de expresión  y aquí, o en el País Vasco, o en cualquier parte del mundo siempre pondrán en la diana de su sectarismo a los periodistas que no se pliegan a sus pretensiones.”   En este punto es de todo punto necesario preguntarse  ¿Por qué esta referencia al País Vasco cuando se está hablando de un problema de Gamonal?  La respuesta a este escorzo periodístico parece evidente.

La cosa no quedó ahí.  Con el objeto de reforzar el mensaje y por si aún había algún lector con dudas, DB insiste en la estrategia de confusión y de desinformación al afirmar que “más de un agente había asegurado que en los disturbios intervinieron grupos de radicales de la ciudad y venidos del País Vasco”.  A Diario de Burgos esas declaraciones de agentes anónimos les debieron inspirar porque a partir de entonces empezaron a utilizar términos en euskera, en especial uno: “Kale borroka”En la página 7 un avezado periodista afirmó que los movimientos de los alborotadores “recordaban las tácticas de la “kale borroka”. Para, a continuación afirmar que,  “De las ventanas de las casas algunos vecinos lanzaron objetos de cristal, basuras, y hasta sartenes contra la policía.” El periodista dejó en evidencia que su estupidez sólo estaba a la altura de su mala fe. ¿Desde cuándo lanzar sartenes desde las ventanas de Eladio Perlado es una táctica de “Kale borroka”?  ¿Por qué decir Kale borroka cuando el castellano es tan rico?  Ahí están palabras como perturbación, revuelta, alboroto, bochinche, desorden, follón, motín, tumulto.  Eso sí, ninguno de ellos tiene las connotaciones que tiene “Kale borroka”..  Si lo que escribió el desatinado periodista hubiera sido siquiera verosímil en algunas casas de Eladio Perlado, se podrían haber escuchado preguntas como:  "Papá, ¿mamá es de la Kale borroka?"


DB 19-VIII-2005.  Extracto periodístico-humorístico en el que un periodista burgalés dice que la gente que tiraba sartenes desde las ventanas de Eladio Perlado le recordaba a la  kale borroka.


La línea de DB respecto al bulevar se parece a la anterior como dos gotas de agua:  criminalización de los vecinos utilizando el tipo de discurso institucional anti-ETA; confundir para dividir a los vecinos ; y exigir a todos los representantes políticos que sigan los puntos de vista del editorial del periódico.

DB 19-VIII-2005.  Ejemplo de periodismo insidioso
Sin abandonar el término “radical” DB prefirió esta vez referirse a los vecinos como los violentos quienes son definidos como “un grupo de radicales que aprovecharon para destrozar un barrio”. Lo que de nuevo pretende es utilizar ese binomio repetido hasta la saciedad en la política del  País Vasco:  Violentos vs demócratas.  No hay puntos intermedios.  Si no estás de acuerdo con lo que dice Diario de Burgos estás con los violentos.  Este símil del discurso anti-ETA aplicado a los vecinos de Gamonal es utilizado en la Carta del director del doce de enero.  Briongos deja claro que no quiere un entendimiento entre las partes, sino que trata de poner firmes a todos los partidos políticos.  Ya en un editorial había apuntado que “todos los partidos están OBLIGADOS a condenar con dureza los violentos actos”.  Pero Briongos no se queda ahí sino que incluso lamenta las críticas de los partidos de la oposición a la torpeza de Lacalle-Ibáñez.  ¿Todo el mundo está obligado a condenar a los que DB llama violentos?   ¿Es eso lo que Briongos entiende por democracia? ¿Desde qué autoproclamada altura moral habla el señor Briongos?  En un ejercicio de perfidia sin precedentes, Briongos no sólo pide a Lacalle la mano dura de la que careció Aparicio, sino que llega a sugerir la idoneidad de un enfrentamiento entre vecinos al apelar a la acción a la ciudadanía silenciosa.

Si estaban esperando que de nuevo apareciera la omnipresente expresión eusquérica:  Kale borroka,  DB no les decepciona.  La consigna aparece repetida en varias ocasiones (1) (2)  casi siempre de forma postiza.  Es curioso que se repita en dos ocasiones por parte de periodistas distintos la expresión “recordaba a la kale borroka”.  Esta expresión, como hemos apuntado, ya fue utilizada de forma literal en el caso de Eladio Perlado.  La memoria es selectiva ¿Será la Kale Borroka la magdalena de Proust de los intrépidos periodistas burgaleses? Admitamos que esta reminiscencia colectiva resulta bastante sospechosa.  
Burgaleses y burgalesas manifestándose contra la manipulación informativa  frente a la sede de DB y PROMECAL
DB se sumaba de esta forma a la campaña de desinformación promovida por el Ministerio del interior para dividir a los vecinos.  El ministro del Opus pretendía vendernos otra lección del manual ya repetida:  que los responsables de los disturbios no eran los vecinos de Gamonal sino abertzales venidos del País Vasco.  El hecho de que en las masivas detenciones sólo se encontraran personas de Burgos dejó con el culo al aire a todos los componedores de esta mentira.  Como era de esperar, el cóctel de desinformación e intoxicación, fue bien aderezado con una selección de fotos cuidadosamente elegida.  Mucha gente joven, mucho fuego, y mucho humo, que siempre alimenta.

La táctica de criminalización de DB esta vez ha fracasado, y ha ocurrido por varias razones.  En primer lugar porque ETA, aunque algunos nostálgicos se empeñen en negarlo, ha desaparecido.  En segundo lugar, porque el Burgos del 2014 no es del 2005, el cuento de la transición, del progreso y bienestar consumista ya no cuela. En Burgos hay hoy al menos el doble de parados que entonces.   Hay rabia por la idea de vivir una estafa colectiva de la que los diarios son también culpables.  Miles de vidas truncadas por la falta de esperanza.  En Burgos la gente está cansada de ver cómo los contenedores que ardieron son cada vez más frecuentados por gente buscando comida sin que a nadie de DB pareciera molestarle.

El resultado ha sido diferente también porque los hábitos de la gente joven para informarse no tienen nada que ver con los de entonces.  La prensa escrita es el dinosaurio que desaparece.  Los jóvenes de menos de 35 años no leen prensa escrita, y cada vez ven menos la televisión.  Han eclosionado formas de comunicación que el poder local no dirige, como las redes sociales.  DB reaccionó tarde sobre todo si lo comparamos con Twitter, Facebook y algunas aplicaciones para móviles.  Nada de eso existía en 2005.


Sin embargo, no conviene caer en triunfalismos estériles y absurdos.  DB, y el poder mediático en general, volverá a intentar destruir  todo aquello que cuestione la jerarquía en la ciudad.  Es necesario que entre todos tomemos conciencia del peligro que suponen para Burgos.  Tampoco estaría de más  que organizaciones políticas y sociales de izquierda dejen de  mendigar salir en las páginas de DB para crear un sistema de comunicación alternativo en la ciudad, que evite o atenúe los desmanes  de la vieja prensa burgalesa.   

Agur

miércoles, 12 de febrero de 2014

Gamonal: Del General Yagüe a la mafia del ladrillo

Capitanía General de Burgos
Por Alberto San Martín
Durante las décadas de los años 40 y 50, Burgos es una ciudad con escaso peso industrial, de carácter muy agrícola y con una fuerte herencia militar desde 1938, año en que Burgos es nombrada Capital de la Cruzada en plena Guerra Civil.  Finalizada la contienda y trasladada la capitalidad a Madrid, en Burgos queda aún una grandísima población reclusa de carácter político. 

Cientos de sus familias se desplazarán a Burgos desde muchos rincones del Estado español para estar cerca de sus familiares presos. Mujeres e hijas de los prisioneros trabajarán como criadas del hogar en casas de oficiales militares y en casas de los cuadros de mando políticos y económicos de la dictadura franquista. 
Son los años en que el general Yagüe ocupa la Capitanía General de Burgos (1943-1952). El tan extendido dicho de que Burgos era una ciudad de curas y militares es cierto sólo a medias, también lo era de familiares de presas y presos republicanos, de cientos de exiliados internos y de innumerables fosas comunes bajo nuestros pies.


¿Cómo diseñaron el espacio urbano en Burgos los vencedores? 
En el Plan de Urbanización de Burgos, redactado por Paz Maroto (1943), se refleja un diseño urbanístico donde la presencia militar juega un papel destacado en el trazado urbano. Se construirían nuevas instalaciones militares siempre, cómo no, con la participación del Ayuntamiento de Burgos ya que muchos de esos edificios castrenses se levantaron sobre terreno municipal.  Aquel plan de urbanización preveía una gran zona militar entre la ciudad y el término de Gamonal. El objetivo era ocupar, llenar el espacio existente entre los apenas tres kilómetros que separan el centro de la ciudad del pueblo de Gamonal. Cualquier persona nacida en los años cincuenta podrá recordar cómo la calle Vitoria se encontraba jalonada de edificios militares, algunos de ellos aun hoy en pie. Unos ya existían entonces, como los Cuarteles de Caballería o la Barriada Militar. Y otros de nueva planta como el Gobierno Militar, la Academia de Ingenieros, la Residencia de Oficiales, la Deportiva Militar, el acuartelamiento Dos de Mayo (frente a las piscinas descubiertas del Plantío) o los conocidos como Chalets de Aviación entre otros. Sí, Chalets para oficiales de aviación. Más allá de Gamonal aun se conservaba el aeródromo militar además del Parque de Intendencia.


Aquellos Chalets fueron quedando con el tiempo rodeados de edificios en el Barrio de Gamonal, absorbidos de la noche a la mañana por aquella vertiginosa transformación del pueblo de Gamonal en Barrio a partir del año 65. Sin duda aquellas dos expresiones arquitectónicas chocaban y eran resultado de dos concepciones bien distintas. Una, con fuerte huella militar, la del Plan redactado por Paz Maroto (1943), bajo la atenta mirada e influencia del Capitán General Yagüe. Y otra, que más tarde se implantaría en Gamonal a partir de la creación del Polo de Desarrollo Industrial en 1960, de marcado carácter especulativo forjado entorno al nuevo poder tecnocrático franquista. 


La década de los 50, pues, supone un transito, un gozne, entre un modelo de planificación urbana aun dependiente de intereses militares y el nuevo capitalista especulativo nacido al calor del desarrollo industrial de los años 60, y que tendrá como paradigma el caos constructivo del Barrio de Gamonal.

Esta orgía del ladrillo tiene un punto de inflexión importante en 1992 cuando la Audiencia de Burgos sentenció que el constructor Mendez Pozo había recibido un ilegal trato de favor por parte del Ayuntamiento y condenó no sólo al constructor y al alcalde sino también a tres concejales. Hecho insólito en este Estado donde aun costaba someter la actuación de responsables públicos a controles jurídicos, máxime cuando éstos venían de las filas del Movimiento en los años 60 y 70.

El ejercito español mantenía hasta hace pocos años algo más de dos millones y medio de metros cuadrados de instalaciones, muchas de ellas a lo largo, como ya hemos dicho, del corredor de la calle Vitoria. Progresivamente y de acuerdo a nuevos criterios de “modernización” el Ministerio de Defensa, desde 1995, decide ir vendiendo buena parte de esos terrenos al Ayuntamiento de Burgos con la condición de que fueran destinados a viviendas de protección oficial.


El resultado final ya lo conocen: recalificación y venta de esos terrenos al mejor postor, ofreciendo suculentos beneficios a la mafia del ladrillo. Y debo recordar que esos terrenos en origen fueron cedidos o aportados por el Ayuntamiento de Burgos al ejercito en tiempos de la Capitanía del General Yagüe en un contexto de miseria generalizada de la población burgalesa que contrastaba obscenamente con el tren de vida de la oligarquía local en los duros años de posguerra.  Con esto se evidencia el poder del General Yagüe en los años 40 que con su presión obtiene terrenos públicos para instalaciones militares y que décadas después pasan a manos de intereses y negocios privados. 

 Mientras, el problema de la vivienda sigue siendo un quiste para las exiguas economías familiares burgalesas que tienen que comprar su casa en uno de los mercados inmobiliarios más caros del Estado Español junto con Madrid, Barcelona o San Sebastián.

Aquellos chalets de los que hablaba, una vez abandonados por el ejército, fueron ocupados por jóvenes en 1996 siendo escenario de una de las tantas experiencias de autogestión y ocupación desarrolladas en Burgos por diversos colectivos y organizaciones antifascistas. 

Se visibilizaba ya una actitud en el Barrio de denuncia de la falta de espacios públicos y dotaciones y también de las dificultades de accesibilidad a la vivienda por los jóvenes de entonces. “La Okupa de los Chalets de Aviación” albergó en las Fiestas de San Pedro de 1996 las jornadas que llevaban por título “5 Años de Ocupación y Resistencia” (en el 91 se ocupaba la casa de la Llana de Afuera) organizadas por la Asamblea Ocupa de Burgos. Aquella noche los jardines de la Ocupa de Aviación rebosaban de gente viendo al grupo Def Con Dos.


Ese mismo año se ocupaba otro espacio abandonado, las dependencias de la fábrica de leche CELEBUSA, también en el corazón de Gamonal, en el actual parque Félix Rodríguez de la Fuente. Aquel verano en la Ocupa de CELEBUSA se hacía cola para ver a Reincidentes y Andanada 7.
La creación del Polo de Desarrollo Industrial en los primeros años 60 abre la puerta de par en par a iniciativas especulativas y a la búsqueda de rentabilidad inmediata para muchos constructores y políticos. ¡Hagan negocio señores! Era la consigna.  El reparto del suelo en Gamonal se hizo atendiendo a conveniencias particulares. Cualquier intento de planificación representaba un estorbo para los que se frotaban las manos esperando las altas plusvalías de las ventas de las casas nido de los altos bloques que se erigían de forma desordenada y abigarrada a lo largo y ancho del joven barrio de Gamonal.

En resumidas cuentas, desde el responsable de la Matanza de Badajoz en el 36 Juan Yagüe, hasta los alcaldes de Burgos en tiempo de democracia (desde José María Peña hasta Javier Lacalle) el funcionamiento de la administración pública local está sujeto a una suerte de influencias personales, clientelas e intereses económicos que permiten el relevo de la corrupción a lo largo de los años. 
Ello queda muy bien expresado en el caso de la construcción en Burgos. Argumentos sobran para decir a los defensores del modelo de Transición que lo que hubo realmente a lo largo de los años 70 y 80 fue un continuum en lo que a corrupción se refiere. Pero también de represión hacia los movimientos que cuestionaran aquellas prácticas.

En Gamonal se lleva mucho tiempo sufriendo estos abusos, pero también tomando conciencia de que otro mundo es posible. El pueblo organizado paró el Bulevar pese a quien le pese. Hay una historia detrás. Aunque muchos tertulianos y periodistas al servicio de esos viles intereses sigan criminalizando a un pueblo que se empodera.

El Burgos de los señoritos está tocando fondo.



domingo, 9 de febrero de 2014

La prensa burgalesa: licencia para mentir, licencia para insultar, licencia para ocultar (II). Los errores de Diario de Burgos.

Por Carolina R. Tenaz

Manifestación frente al edificio de PROMECAL.
La revuelta vecinal de Gamonal ha demostrado que muchas personalidades de la ciudad no están a la altura del puesto que ocupan.  En primer lugar Lacalle e Ibáñez, pin y pon, ya han sido amortizados, prematuramente si tenemos en cuenta la edad de los finados.  No podemos olvidarnos del subdelegado del gobierno José María Arribas, a quien sólo le faltó llamar al ejército para aquilatar las noches de toque de queda en el barrio de Gamonal.  Raúl Briongos, es el otro gran perdedor de esta batalla.  La torpeza demostrada ha desvelado que tampoco él ha estado a la altura. El director de Diario de Burgos, capitán de agua dulce, ha dejado el navío tocado en la primera tormenta en alta mar.  El decano de la prensa en Burgos en papel está enfermo, como todos los demás.  Que desaparezca de los quioscos, es sólo cuestión de tiempo, pero los insultos vertidos desde su diario al veinte por ciento de la población de la provincia, y el hartazgo mostrado por los vecinos de Gamonal sin duda acelerará el proceso.

Raúl Briongos se ha cargado el trabajo de un lustro en una semana.  En los últimos años, Diario de Burgos se había caracterizado por moderar ese tufillo a tardofranquismo y nacionalcatolicismo  rancio.  Había dejado de ser la hoja parroquial para subirse al carro de la patronal rampante.  Aromas de neoliberalismo se conjugaban sin desentonar con  plumas  de progresía en las macilentas hojas del periódico.  También encontraron hueco bajo el ala de Briongos pesoístas ilustres de la carrera de la edad cansados.  DB era un periódico más centrado que el Correo, que no pasa de ser un sucedáneo diario de la revista Plaza Mayor.  Diario de Burgos incluso sacó a relucir un par de escándalos como los de la cafetería Espolón, o el de Eduardo Villanueva.  Al principio de la legislatura y ante la inoperancia de la oposición se lo podía permitir, de esa forma, además de enviar avisos y marcar el paso a Lacalle el breve, se presumía de independencia periodística.

Todo eso se vino abajo con la revuelta vecinal de Gamonal.  Briongos y el diario que dirige volvió a mostrar tics de otras épocas y alineó el discurso  del periódico con la ultraderecha y la caverna mediática.  El editorial de los primeros días lo podría haber firmado Intereconomía, la Gaceta o la Sinrazón de Marhuenda.  De las páginas de Diario de Burgos volvió a emerger un desprecio de clase atávico.   El mismo que profesaba el arzobispo Pérez de Castro quien no quería que se implantaran industrias en la ciudad para que Burgos  no se infectara de obreros que atraían el marxismo y la prostitución.  El que se intuye en el día a día en las caricaturas malintencionadas que se hacen de los vecinos de Gamonal. 

En efecto, como  el propio Diario afirmó, el bulevar fue un pretexto.  Pero lo fue tanto para el barrio que se oponía, como para la plutocracia burgalesa que lo apoyaba.  ¡Claro! Todo es un pretexto.  La  única forma de entender toda la absurda política del ayuntamiento en la última década es si la entendemos como pretexto de algo.  Sólo así se pueden entender la cantidad de obras estúpidas que no valen para nada, desde el aeropuerto hasta el paseo de la Isla, pasando por  el plan catedral.  El objetivo de la gestación y realización estás obras era repetir y así afianzar  ritos de poder que se justifican en sí mismos.  Era el ejercicio del poder para mostrar que puede.  Lo que se decidía en el Bulevar no era saber si los vecinos querían o no la enésima obra, sino si los aquelarres vecinales, como les denominó el otro diario de la ciudad, son sujetos políticos, o son objetos pasivos,   si son actores o espectadores de las políticas de la ciudad. 

Al director de Diario de Burgos o le entró el pánico o no fue consciente de lo que tenía frente a las narices, y tomó una decisión que posiblemente le pesará durante años:   la de cerrar filas con el equipo municipal más incompetente de la historia.  Su torpeza, no le pesará por haber criminalizado a los vecinos del barrio más grande de Burgos, ni por haber sugerido de forma infame sus relaciones con el mundo abertzale de otras épocas.  El error del que posiblemente ya se esté arrepintiendo es el de haber dejado demasiado expuesto a su jefe,  Méndez Pozo.  La torpeza de Briongos al alinear tan claramente Diario de Burgos con la obra querida de Lacalle e Ibáñez ha promovido un juicio mediático que ha dejado maltrecha la imagen y la reputación del dueño del mismo.  En una obra en la que la familia no tenía muchos intereses, Raúl Briongos ha conseguido dilapidar la falsa imagen de empresario-filántropo para convertirla de nuevo en la del  empresario-cacique de la ciudad.  Bravo.


domingo, 2 de febrero de 2014

La Convención Nacional del PP en Valladolid se salda con una carga policial indiscriminada


Por Burgos Dijital

Este fin de semana ha sido movido en todo el país. Numerosos actos se han producido a lo largo y ancho de nuestra geografía. Protestas por las cargas policiales de la semana pasada en Zaragoza; protestas en Moratalaz por la llamada a declarar a un bombero por sus comentarios en redes sociales; protestas en Alcorcón por la pretensión de privatizar el servicio de recogida de basuras y reciclaje por parte del Ayuntamiento de la localidad; la llegada del Tren de la Libertad a Madrid con multitud de personas llegadas de numerosas Comunidades a favor de la libertad de decisión de las mujeres con respecto al aborto. 
También se han convocado movilizaciones en Valladolid con motivo de la celebración en el Centro Cultural Miguel Delibes de la Convención Nacional del Partido Popular. Con el lema " España en la buena dirección". Los populares se han reunido; representantes, afiliados y simpatizantes del partido del Gobierno en la ciudad de Valladolid, en el Palacio de Congresos que se ubica en el Centro Cultural al que da nombre el escritor vallisoletano.  Han elegido bien las fechas; el viernes se celebraba el Día del Docente en Castilla y León, y así los actos no interferirían en la impartición de las clases en el Conservatorio Profesional de Música y Danza de la ciudad, que se encuentra en el mismo edificio (el sábado no hay clases). Del mismo modo, se han suspendido ensayos y otras actividades que de forma habitual se celebran allí durante el fin de semana, trastocando la normalidad.

Movilizaciones 
El viernes 31 tuvieron lugar varias movilizaciones que confluyeron frente al edificio donde se congregaban los asistentes a la Convención. Miles de manifestantes clamaban en contra de la reforma de la Ley del aborto del Ministro Gallardón, pero también contra los recortes en Educación, Sanidad, contra la Reforma Laboral, contra el paro, etc. La fuerte presencial policial impidió que los manifestantes se acercaran al edificio. A la salida de la Convención, algunos participantes del PP salían de la misma provocando a los presentes, aumentando la tensión, que en cualquier caso se acabó sin incidentes destacables.

Al día siguiente, había convocadas dos manifestaciones. Por la mañana, la Marea Verde por la Educación pública, laica y gratuita no podía completar el recorrido previsto porque la policía había acordonado la zona e impedía el paso.  Los manifestantes, que partían de la sede de Educación de la Junta de Castilla y León, tenían la intención de terminar su protesta frente al Conservatorio. Pero la presencia policial impedía acercarse a menos de 200 metros de la parte delantera del Miguel Delibes (¿quizá para impedir que los gritos y las protestas llegaran a oídos de los invitados a la Reunión?).  Se produjeron algunos momentos de tensión cuando algunos otros manifestantes empujaron las vallas, siendo inmediatamente reprimidos por las porras de los policías apostados frente a ellos. Varios manifestantes eran requeridos para identificarse por el hecho de haber sido vistos en las protestas del día anterior y eran amenazados con ser denunciados por atentar contra la autoridad.  Posteriormente, otro grupo de manifestantes intentaba acercarse al edificio por otra zona, pero los escuadrones policiales movían las vallas según avanzaba la protesta.  Hemos sido testigos de empujones a algunos viandantes que caminaban por la zona (es frecuente ver a personas haciendo ejercicio a diario por allí) que intentaban seguir su camino, pero algunos policías les impedían el paso.

Por la tarde, otra manifestación, esta vez con el lema "Lo vais a pagar caro: contra los recortes y el capital" y a favor de la lucha popular, convocada por CNT, CGT y Bloque Obrero, congregaba en el centro de la capital a unas dos mil personas. La marcha salía de la plaza de Zorrilla y recorrió sin incidentes las calles del centro de la ciudad acabando en la Plaza de la Universidad. No se acudió al Centro Miguel Delibes porque por la tarde no había actos allí. Se produjeron algunos altercados tras la manifestación, como un escrache improvisado a dirigentes del PP que estaban tomando algo por el centro.

Sucesos tras la manifestación del domingo


El domingo 2 por la mañana se había convocado una nueva manifestación, esta vez "Por el empleo digno. Contra los recortes. Por la renta básica. No a la institucionalización de la pobreza" que ha aglutinado a 25 colectivos. Varios millares de personas se han dado cita para recorrer una vez más el centro de Valladolid.

Entre los colectivos convocantes, varias asocaciones de parados de Valladolid, Gamonal, Segovia, Palencia, Ávila, Medina, Laguna de Duero, 15 M Valladolid, Adicae o Este pueblo no se vende. Ademas, indignados no adscritos a ningún colectivo se han unido al recorrido que salió de la Plaza de Colón, para concluir en la Plaza Mayor, donde se ha leído un manifiesto que invitaba a "seguir luchando todos unidos" y se ha hecho alusión a Gamonal, lanzando como consigna "Gamonal, orgullo nacional".

Al concluir la manifestación, un improvisado grupo de manifestantes se ha dirigido hacia una de las zonas de pinchos más conocidas de la ciudad, en la que se presuponía que podría haber participantes de la Convención del PP tomando el vermú o comiendo tras la clausura del cónclave.

Primeramente han dado una vuelta clamando "Fuera ladrones de Valladolid", "Fuera fascistas de Valladolid" o "Vuestros sobres son nuestros recortes", y posteriormente se han dirigido a la puerta de un conocido restaurante de la ciudad donde presumiblemente se hallaban comiendo representantes del Partido Popular. Ha sido aquí donde, a pesar de que la protesta era pacífica, han acudido numerosos miembros de la UIP de Valladolid y dos furgones, de los que han comenzado a bajar policías (muchísimos, no sabemos con certeza cuántos están autorizados a ir dentro de cada furgón), y se han colocado delante de los manifestantes, a pesar de que en ningún momento éstos han pretendido entrar en el restaurante.

Había casi más policía que gente de a pie. Y ha sido en ese momento en el que han empujado a los manifestantes y en un momento de confusión ha comenzado la carga indiscriminada. El sonido de las porras ha invadido el ambiente y los gritos de las personas golpeadas se ha hecho ensordecedor.
Varios manifestantes han sido reducidos en el suelo y los policías han golpeado a señoras, jóvenes, transeúntes que se lo han encontrado todo de repente...
La carga se ha saldado, al menos, con cuatro detenidos y varias personas heridas.
Varias personas que pasaban por el lugar se han escandalizado por la agresividad de los agentes, tan inesperada como sorprendente. No se ha permitido acceder al lugar de los hechos a ninguna persona en los momentos posteriores a la carga, con la amenaza de tener que identificarse. A los pocos fotógrafos que estaban en ese momento les han requerido la documentación. Y en los momentos en los que escribimos esto, fuentes del 15-M Valladolid informan de que una de las señoras detenidas, compañera de una plataforma contra los desahucios que estaba enferma del corazón, ha sufrido un ataque y ha tenido que ser hospitalizada.

Las UIP se supone que deben actuar en el caso de manifestaciones que deriven en actos violentos o que alteren el orden público y los protocolos se basan en el principio de «intervención mínima de la fuerza y de menor lesividad» y de «uso progresivo de la fuerza». Pero en este caso, como en muchos otros, creemos que el uso de la fuerza ha sido desproporcionado e indiscriminado, ya que en ningún momento se habían producido actos violentos.