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“El Ayuntamiento congela los impuestos
municipales” titula la publicación municipal, indicando a
continuación: “Con el fin de ayudar a las familias burgalesas en tiempos de crisis, el
Ayuntamiento congela los impuestos y propone una actualización del IPC en la
mayoría de las tasas” … JA.
Ésto, además
de ser (como decíamos) propaganda política y una inadecuada gestión de lo público,
es sencilla y llanamente un intento de manipulación de la realidad. Con este
artículo (incluido en el número del mes de diciembre de la mencionada publicación)
el Ayuntamiento quiere transmitir la idea de que paraliza los costes
impositivos que gravan a los ciudadanos y que se limita únicamente a actualizar
las tasas por los servicios prestados, adecuando estas últimas a la subida
experimentada por la vida durante el último año; cuando la realidad no es ni mucho
menos así. Veamos.
Si
verdaderamente el Ayuntamientos quisiera informar adecuadamente debería confesar
que los impuestos suben (y tanto que suben) pero que esta subida no se debe en
ningún caso al aumento del tipo impositivo de los mismos, el cual efectivamente
se mantiene. Que éstos se incrementan debido, como por ejemplo en el caso del
impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por el ascenso escalonado que ya se inició
el pasado año y que se prolongará durante los próximos 8 años hasta lograr la corrección con respecto al valor catastral establecido en el
año 2007 (antes de la crisis), cuando el valor de los inmuebles flotaba con el
viento. Decirlo de otra forma es tergiversar la realidad.
Hacer ver al
ciudadano que las recaudaciones municipales han de distinguirse entre
‘impuestos’ y ‘tasas’ tampoco es ser fiel a la realidad sino un intento de
crear confusión, puesto que lo adecuado es llamar a todo por su nombre: ‘Tributos’
municipales; y de hacer una distinción entre diferentes tipos de tributación,
habría que añadir a las anteriores también los llamados ‘precios públicos’ (los
cuales también suben).
Vamos con las
‘tasas’. A éste respecto el Ayuntamiento a través de los medios de comunicación
y de su “Propaganda Mayor” divulga la idea de que únicamente las ajusta al
incremento anual experimentado (IPC: 3,2%), cuando no es cierto. Así de las 22 ‘tasas’
existentes: 12 suben ajustando el IPC y 4 no varían, mientras que 6 de ellas
suben por encima de este índice. Lo mismo sucede con los ‘precios públicos’ por
el disfrute de servicios municipales que de los 8 existentes, sólo a uno se le
ajusta el IPC, porque 5 de ellos suben por encima de éste y uno resulta de
nueva creación (por añadidura).
Por otro
lado, habría que analizar qué ‘Tributos” se mantienen y cuáles se ven
incrementados y en qué cuantía. Por ejemplo y sobre todos ellos destaca el IBI
(el más gravoso y del cual depende el 20% de los ingresos municipales), el cual
experimenta –y lo seguirá haciendo durante los próximos años- un incremento
anual superior al 5%. Es decir, en los próximos años los burgaleses seguiremos
viendo incrementada continua y sucesivamente la partida de nuestro presupuesto destinada
a este concepto, además de la posibilidad de que con el tiempo también aumente el
tipo impositivo sobre el que éste se calcula (sólo es cuestión de tiempo).
Nada se hace
mención tampoco (vaya despiste, ¿cómo se les habrá pasado?) de la tremenda
subida de la tarifa del agua que a partir del 1 de enero se incrementará hasta
en un 80%, con un subida anual que supondrá de media en su factura unos 50€ más
por familia. Lo mismo que sucederá con el transporte público que apreciará
el coste del billete ordinario en casi un 12% y de prácticamente un 6% en el
caso de las tarjetas de transporte (no se nos ocurre mejor manera de fomentar
su uso).
De los demás
’tributos’ que experimentan subida por encima del IPC anual (Recogida y
Depósito de vehículos, Instalaciones Deportivas municipales, etc.) cabe señalar
los que afectan a los servicios sociales, es decir aquellos dirigidos
precisamente a los menos favorecidos, que irónicamente sufren un especial
aumento por su disfrute. Así, la Ordenanza reguladora del ‘precio público’ por
prestación, talleres formativos y ludotecas (CEAs) sufre una subida de un 10%,
la de prestación de servicios de ayuda a domicilio un 4,5%. También los precios
de las escuelas deportivas suben un 15% y las de la Ordenanza de precios de las
Escuelas Infantiles Municipales (0-3 años) y los servicios de cuidados
infantiles municipales un 12%.
Queda claro
que los ‘Tributos’ municipales no se “congelan” como anuncia tramposamente el
Ayuntamiento. Ni mucho menos y muy al contrario, podríamos decir que su subida
nos deja más bien “tiritando” de frío (jugando con la misma analogía). Visto
así ahora no sabemos cómo encajar el barato eslogan navideño que nos quieren
vender de: “ayudar a las familias
burgalesas en tiempos de crisis…”; ¿Cómo? ¿Subiendo la mayor parte de los
“Tributos” por encima del incremento del IPC? Puede que debieran cambiarlo por
un eslogan mucho más sincero como: “Les
mentiré hasta que se lo acaben creyendo”; que resulta más cínico, pero al
menos mucho más honesto.
Tampoco es
que esta subida nos pueda pillar, a estas alturas, desprevenidos y con la
guardia bajada. De lo contrario no se entiende cómo podría afrontar los mil y
un frentes en inversión pública que tiene el Ayuntamiento abiertos en estos
momentos (Consorcios varios, ARIs, Auditorio, Depuradora de aguas, etc.) y los
faraónicos proyectos que nos esperan como el “LACALLE-ARENA” y la
transformación de la calle Vitoria en bulevar. Para ésto no hay grandes
misterios, se recauda más o se reduce la partida de gastos, y este Ayuntamiento
–con su alcalde a la cabeza- no está por la labor de dejar pasar la ocasión de
ser recordados por las grandes obras que dejarán a la ciudad. Aunque al ritmo de
endeudamiento que llevamos, podría más que se les recuerde por la situación de
bancarrota y de quiebra técnica a la que condenaron a la ciudad de Burgos.
Sigo reivindicando que A-lacalle debe ser llamado Quimby.
ResponderEliminarhttp://fansdelrotten.blogspot.com/2011/12/lacalle-ahora-sera-quimby.html