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miércoles, 1 de julio de 2015

El centro de Burgos y los barrios

Edificio de Plaza de Vega antes de su demolición

Por Víctor Atobas


Burgos es como un conjunto de ciudades (o burgos). Barrios como San Pedro de la Fuente con mil dos cientos años de historia, otras periferias como El Crucero, San Agustín y San Cristóbal, o Gamonal, todas ellas con algo en común; han sido centros de uno de los movimientos sociales más punteros. Aparece el movimiento vecinal como arma de defensa frente a un mercado inmobiliario que se expande incontrolado, con las consiguientes consecuencias respecto al sistema de estratificación; todo el mundo lo sabe, hay barrios de ricos, y otros de pobres.
Esto lo podemos advertir cómo la clase trabajadora ha sido expulsada del centro, donde también se produjeron protestas vecinales. El centro de Burgos definido en relación a las periferias; para hablar del centro, nos fijaremos asimismo en el resto de la ciudad. Cualquier transformación supone la modificación total de la misma; actuar en el conjunto de relaciones y flujos que configuran el espacio social que es una ciudad, repercute en el precio del suelo, influyendo en las ganancias de los propietarios y los gastos de los arrendatarios, así como en la concentración social y el resto de flujos interdependientes: transporte, trabajo o comercio.

La inversión o el abandono de una calle, la expropiación o la demolición de un solo edificio, por ejemplo; actuaciones concretas que, sin embargo, cambian toda la zona mediante el flujo del capital especulativo y la expulsión de las rentas más bajas hacia otras zonas, a su vez transformadas. La ciudad se expande a través de la dinámica de desestructuración – reestructuración; el casco histórico ha sido reestructurado para albergar nuevas funciones, al igual que Gamonal ha sufrido profundas transformaciones; pero primero había que eliminar todo lo antiguo, el pueblo de los gamones.

Uno de los problemas de la planificación urbanística propia al capitalismo es que arroja una planificación espacial que trata de ordenar todo, constituida sobre la totalidad de la ciudad como si fuera una, cuando geográficamente Burgos no es más que un conjunto de parcelas privadas sobre las que es difícil intervenir de manera directa, aunque existe el recurso de la expropiación que, en numerosas ocasiones, ha sido utilizado para expulsar la clase trabajadora. Así, la mayor parte de la planificación urbanística es entregada al mercado. 

Que el centro haya perdido tanta población, que han ganado otras zonas, se entiende en la política sobre el suelo. Cuando vamos recorriendo Laín Calvo o cualquier otra calle del centro, nos encontramos con que la pequeña burguesía ha establecido allí sus comercios; el centro, dedicado al sector servicios, re-estructurado como un espacio de representación dedicado a los turistas. 

La inversión se ha canalizado hacia el centro de la ciudad, donde se encuentran los intereses comerciales; la peatonalización, las continuas intervenciones, restauraciones y dotaciones, las demoliciones de la Plaza Vega y la especulación, la política de incremento de precios en el barrio de San Esteban, entre otros ejemplos. 



La planificación espacial de la sociedad capitalista ha sido caótica; Burgos, ciudad conocida como mal ejemplo de ordenación urbanística, y el ejemplo más claro lo encontramos en Gamonal, que a partir de los años 40 y 50 se reestructuró de pueblo a suburbio; varias décadas después, algunas zonas del barrio parecen en transición, pero los cambios que ahora nos interesan se encuentran en cómo la relación centro-Gamonal definen los usos sociales en el espacio. 
La llegada de la industrialización, durante los años 50 y 60, supuso el florecimiento del “capitalismo urbano”, presa de una planificación caótica. Los capitalistas que invirtieron en la expansión urbanística de Burgos eran, por un lado, capitalistas productivos que tenían su inversión en las fábricas, pero que se convirtieron también en capitalistas especulativos; cuando la construcción pasó a “fondo seco”, los capitales se centraron en expoliar sectores públicos como la sanidad y la educación. 

Mientras los propietarios vivían lejos de sus fábricas y del humo, los obreros; que no disponían de vehículos ni de trasporte público, buscaban la vivienda cerca del trabajo. 

Al tiempo que Gamonal congregaba en sus calles y plazas, fábricas y viviendas de baja calidad, huertas y una falta total de aparcamientos, así como de servicios públicos o de dotaciones, el “segmento del centro” concentraba el poder político, institucional y social, concentrando a las rentas más elevadas. 
La clase trabajadora fue expulsada del centro de la ciudad y la mayor parte de los flujos; comercio, distribución, hostelería, transporte, ocio e inversión en dotaciones, se distribuyeron en el centro de Burgos, de modo que aumentó el precio del suelo y aumentaron los costes de los alquileres, a lo que habría que sumar el aumento del precio del transporte hacia los polígonos. 

De modo que el ayuntamiento de Burgos, durante los gobiernos del PP y el PSOE, ha apostado siempre por una planificación entregada por entero al mercado. En un barrio podremos encontrar casas desvencijadas y en mal estado, a las que se niega el mantenimiento y la reforma, porque precisamente cuando sea imposible vivir en dicha vivienda por las malas condiciones y los inquilinos la abandonen; entonces se producirá la especulación con el valor del suelo, incrementándose tanto que las rentas más bajas resultarán expulsadas de la zona.


Calle de Vitoria

Estas mismas viviendas en deplorable conservación que referíamos, contrapuestas apenas unos metros más allá con lujosas viviendas, dotadas de cámaras de seguridad, y unas condiciones de vida que difieren mucho de otros que sufren nuestros queridos vecinxs. De ahí que el movimiento vecinal haya plantado cara a la dinámica de expansión urbanística, en casos tan conocidos como Eladio Perlado o el Bulevar de Gamonal. Luchando por su barrio; las dotaciones abandonadas por doquier: bibliotecas, guarderías y centros de salud en mal estado, goteras, falta de aparcamiento, entre otros ejemplos.


Con el Bulevar intentaban hacer de Gamonal una nueva centralidad. Pero ya conocemos las consecuencias de esto, una pista nos la proporciona la construcción de nuevas periferias para albergar a las rentas más bajas de las zonas depauperadas de Gamonal, frente a la que hubiera sido zona del Bulevar llena de comercios y de viviendas re-valorizadas. Pero entonces el barrio hubiera perdido sus habitantes oriundos; trabajadores y parados, pensionistas, niños, jóvenes precios, los recuerdos de los exiliados, desplazados ante las prácticas especulativas hacia zonas más asequibles, con malos materiales de construcción y en puntos dispersos al acceso a dotaciones y servicios públicos.

Pero no vamos a permitir que se lo entreguen todo al mercado. No lo podemos consentir  porque, mientras, nuestros familiares, amigos y conocidos sufren desahucios, no pueden pagar la calefacción, se les inundan los baños y revientan las cañerías, pierden la casa y se van donde los padres, o no pueden independizarse o hacer planes de futuro.

BARRIOS VIVOS, BARRIOS COMBATIVOS

Otros artículos de Victor Atobas:
Burgos no es de derechas
La frustración de vivir en una ciudad cerrada como Burgos






jueves, 5 de febrero de 2015

La ética sobre la política, la importancia de las formas


Por Lucas Mallada


Redundar en lugares comunes no suele ser un ejercicio demasiado estimulante, tomémoslo por tanto como una especie de construcción de una tradición oral, que no por sabida y reiterada, pierde actualidad.

Algunos afirman con emoción que estamos viviendo momentos históricos, momentos críticos, llenos de oportunidades y no exentos de temores y riesgos. De reojo, y de forma inevitable, sobre todo por los más talluditos, se echa una mirada a los tiempos de la llamada Transición, tiempos con los que es inevitable una comparación. Cuestión que exaspera a los más pimpolludos, porque lo perciben como un intento descarado de taparles la boca. Los que estamos entre Pinto y Valdemoro, a veces nos inclinamos por las razones de aquellos y las más por los últimos, ¡qué carajo, cada momento histórico es único!.

De cualquier modo, no está de más echarse al morral algunas de las enseñanzas que nos ofrecen los procesos históricos del pasado, de entre las muchas que podríamos escoger, me voy a centrar en la de los llamados “descamisados”. Sí, así creo que llamaban a los novísimos militantes de un PSOE ausente durante el franquismo, que crecieron como setas con las lluvias otoñales en todos los barrios y ciudades de España. Algunos de los novísimos cuadros socialistas de los setenta provenían de otras agrupaciones más militantes pero con escasas posibilidades electorales, es decir de llegar a pintar algo, más allá de una incendiaria pintada en una tapia desconchada.

Estoy resbalando por donde no quería, y no pretendía comparar al PSOE de la 2ª Restauración Borbónica (o Transición), con el PODEMOS, que lucha a brazo partido contra el bipartidismo del Régimen, no es éste fenómeno lo que quería contar. Traía a colación el asunto de los “descamisados”, y de los que aterrizaron oportunamente en el PSOE de la segunda mitad de los 70, para alertar. Todos sabemos que esto va a ocurrir, y tampoco será necesario establecer una caza de brujas frente a este fenómeno, tiene algo de natural, de agrupamiento de fuerzas, reconociendo quizá el discurso más clarividente, la necesidad de aportar y unirse a otros muchos que empujan en el proyecto de transformación.

Sin embargo, la comprensión hacia este fenómeno no nos puede convertir en seres acríticos, o que cerremos los ojos a cuestiones que tienen que ver con las posibilidades de transformación de la izquierda política. A medio plazo nos haríamos un flaco favor, porque toda transformación política y social se basa en principios éticos, que en esta ocasión, están claramente marcando el paso político. Tenemos que saber que la transformación social será ética, o no será, o desaparecerá como la niebla matutina, con el sol de la tarde. Efectivamente, ni todo vale, ni toda acción pesa éticamente lo mismo.

Me contaban la otra tarde, que en Segovia, se ha subido al carro de PODEMOS, un concejal díscolo del PSOE (¡cómo cambia el cuento!), pero añadían que no era muy recomendable, que sus actitudes vitales y las decisiones que toma no tienen nada que ver con su discurso, en fin apuntaban a su incoherencia, por tanto, este tipo de fichajes suponen un lastre para el cambio ético que necesitamos. Sin embargo, lo hermoso de todo es que la Asamblea de Segovia, o sea un sabio colectivo ciudadano, ha logrado esquivar sus ambiciones.

También me ha llegado que en Burgos, un dirigente del PCE regional y de IU local abandonó estas formaciones por “motivos personales”, y que a las pocas semanas apareció en PODEMOS. En este caso lo censurable de la actuación no es el cambio de partido, si no las formas. Y es que en la “nueva política” las formas son el fondo. Pedro de Palacio, se marchó de IU sin explicar sus motivos, perdiendo una estupenda oportunidad política para cambiar ideas y estrategias, o al menos fomentar la reflexión desde aquellas, no ha mostrado mucha consideración por la formación en la que ha detentado puestos de responsabilidad. Ese fue su primer error. Sin embargo, a mi entender lo más grave, ha sido que su desembarco en PODEMOS no se ha hecho en la Asamblea local de Burgos, como un militante más, respetando a los que llevan trabajando meses. No sólo no se ha dignado a reconocer a sus “nuevos camaradas”, si no que ha tratado de cooptar a personas elegidas por la Asamblea de Burgos para la Ejecutiva Regional a la que él se ha postulado, con la candidatura “Claro que Podemos”. En su justa medida, podría retrotraernos al transfuguismo de José Moral y otras dos concejalas del grupo municipal de IU al del PSOE, conservando los galones en la transacción. Examinando las declaraciones de Pedro en la red, nos tropezamos con varias en las que reivindica la capacidad de la gente, del pueblo, para ejercer el poder democrático en las instituciones... no parece muy congruente con su actitud reciente... confiamos en que en su nueva formación política, de nuevo los ciudadanos que se han tomado muy en serio lo de que el poder surge de abajo a arriba, le exijan militancia de base, respeto al trabajo de los demás, reconocimiento natural de su pasado y explicaciones.

Y para terminar y regresando a los lugares comunes como una cantinela constante, no quisiera dejar pasar la oportunidad de recordar que cualquier organización tiende a crear estructuras, formales o informales, pero estructuras de cualquier modo. Lo importante es cómo son éstas, y cuán claro son las formas de acceso y de toma de decisiones. Es también muy importante que éstas sean transparentes y estén formalizadas. La aparente ausencia de reglas, oculta el poder y esto favorece siempre a las personas mejor posicionadas. El poder es como el aire que respiramos, tenemos que vivir con él y acostumbrarnos a sus efectos (Foucault), no es unidireccional y además en determinados momentos puede transformar en débil lo que otrora era poderoso. Por ejemplo, los militantes de base tienen la responsabilidad y el poder para decidir si les conviene lo que les proponen desde arriba. La legitimidad la dan o la quitan las bases, y esta tiene que ser la ley de hierro de las democracias, si no queremos caer en la otra ley de hierro de las oligarquías que expuso Robert Michels en su ensayo: “Los partidos políticos”, en 1911, por eso desde entonces esta cuestión lleva mucho manoseo a sus espaldas.....

sábado, 3 de enero de 2015

La vaca inapetente y el fiscal voraz

"La fiscalía de Burgos es la que más prevaricaciones y cohecho investiga"

Por Basilio El Bagauda

Quizás sea la primera vez que una vaca se atreve a dar su opinión en un blog, probablemente también quizás sea la primera vez que un mamífero de la familia Bovidae se atreva a realizar una habilidad típicamente humana, y no me refiero a la de pensar sino a la de escribir, ¡que no todo el que piensa escribe, ni todo el que escribe piensa! En cualquier caso sí debo decir en defensa de mis congéneres que yo soy una vaca inadaptada, extremadamente rara y de poco fiar para el resto, y ello debido a la peculiaridad de que la actualidad me afecta más allá de la falta o el exceso de pasto por la sequía o el aumento de las lluvias o del carácter del próximo perro que nos ponga en nuestro sitio.

Sí me parezco, sin embargo, a mis congéneres cuando miran al tren: me quedo cariacontecida, ojiplática, confusa y sorprendida cuando fugazmente y a toda máquina pasa el “presente” ante mis bovinos ojos.

Últimamente, y no sé porqué, las repentinas visitas de estos “trenes” aparecen con una asiduidad nunca vista y me provocan tal desasosiego, tal estrés, como ahora se dice, que “tranquilidad” es un estado que desapareció ya de mi rutinaria vida. Y ante semejante falta de paz mis digestiones se han visto resentidas.

De nada sirve que tenga cuatro “estómagos”: como y como, trago y trago, fermento y fermento, el bolo sale pero no hay quien lo rumie de nuevo. Ni sé ya cuantos bolos llevo sin masticar pero el tiempo pasa, me encuentro deprimida, tan famélica que ya ni leche doy. Y esto me preocupa aún más porque cada vez que nuestro dueño comprueba que nada sale de mis ubres, más posibilidades tengo de que me quite de en medio. Así que no sé si este impulso literario es una llamada de auxilio ante el estado de shock en el que me encuentro o un humilde pliego de descargos que a continuación detallo a la espera de que el granjero lo lea y entienda y perdone mi falta de utilidad sobrevenida.

Todo comenzó, o al menos eso creí, una mañana del 3 de noviembre de este año aunque pronto percibí que mis problemas digestivos, mis dificultades de rumia que hacían las digestiones interminables y que me provocaron en más de una ocasión desencajamiento de mandíbula, venían ya de lejos…

Esa mañana, como tantas otras, me sobresalté con un vagón de la actualidad que llevaba impreso a modo de grafitti este rótulo: “LA FISCALÍA DE BURGOS ES LA QUE MÁS PREVARICACIONES Y COHECHOS INVESTIGA”. En la pared del vagón estaba impresa una gran fotografía en la que aparecía un hombre circunspecto, con cara de sorpresa ante una visita inesperada, pulcramente vestido de americana y pantalón del mismo color a juego con la corbata, con pinta de alto funcionario pero con ganas de rumba dado su pelo rizado y largo, al modo jerezano. Decía ser el Fiscal Jefe de Burgos y su nombre era, y será, Santiago Mena.

A la fotografía le acompañaba una columna de estadísticas a la derecha y un artículo rodeando la imagen. Pues bien, el artículo venía a decirme que Burgos era la provincia de Castilla y León donde más diligencias se abrían por delitos fiscales y contra la administración pública, lo que ahora se ha dado en llamar “corrupción”, pero que prácticamente todas se cerraban sin ninguna investigación porque el señor del pelo jerezano no lo tenía a bien.

Sí, este fue mi punto de inflexión: pasé de digestiones cada vez más largas al límite de la úlcera a la imposibilidad absoluta de remasticar lo que sale de mi rumen, y desde entonces riego de bolos las verdes praderas por donde pazo…

En cualquier caso no me quedó clara cual era la intención del artículo: si era para destacar a Burgos por algo como antes se hacía en grandes portadas del DB por cualquier cosa, si era para decir que Don Santiago era un vago sin decirlo, si era para decir que la gente de aquí se ponía más quisquillosa con estos “asuntitos” que en otras partes, si era para apoyar alguna petición interna del señor fiscal de aumento de salario por la cantidad de trabajo acumulada, o si era simplemente para acabar de matar mi apetito. Nunca lo sabré aunque mucho me temo como vaca mal pensada que soy que tenía que ver con las dos siguientes decisiones del fiscal: el archivo del “enchufe masivo” en la Diputación y el sobreseimiento de la orden de pago de la factura de T-System de Angel Ibáñez.

En mi favor ante la descontrolada anorexia que sufro quiero recordaros brevemente los hechos. En el primer caso la denuncia se debió a que tras una gran oferta de empleo público en la Diputación Provincial de Burgos en la que se dio como pocas veces gran difusión y publicación de la misma, las pruebas serían organizadas por una empresa privada que concretó como prueba un único test, supuestamente psicológico, en el que no se realizaban preguntas acerca de los conocimientos de los trabajos a realizar y del que antes de celebrarse se supo que algunos cuantos aspirantes ya contaban con el cuestionario antes de ser examinados. Santiago “el Jerezano” defiende a todos los opositores archivando el asunto porque al ser un test psicológico no se podían saber las respuestas.

Querido Santiago: ¿y si soy una afortunada vaca que además de las preguntas sé las respuestas?  ¿No tiene nada qué decir ante un juez quien es responsable de custodiar unas pruebas y no lo consigue? ¿No hubiera sido mejor para la fiscalía de Burgos que la oposición aprobada por usted hubiera sólo constado de un test psicológico en vez de soltar un rollo de memoria como le parece bien que se le ahorre a las personas aspirantes a los puestos de Auxiliar de enfermería y de Enfermería? Sé que la opinión de una humilde vaca no cuenta para nadie pero si a mí me preguntaran quien sobra en los servicios públicos, sin duda y visto lo visto serían las fiscalías y no los servicios de salud: ¡¡Si ni si quiera se encargan de la salud ética!!

Y qué decir de la factura del Vicealcalde: el concejal botarate ordena el pago de una factura a una empresa por servicios informáticos realizados al Ayuntamiento. A sabiendas de que la factura está engordada 200.000 euros por encima de lo contratado, ordena pagarla. A sabiendas de que la Intervención no está conforme, ordena pagarla. A sabiendas de que hay informes técnicos exigidos para su pago contrarios al mismo, ordena pagarla. Tras anularla de pleno derecho por el consejo Consultivo de Castilla y León ni si quiera se le pasa por la cabeza dimitir. Y tras todos estos antecedentes, el señor Mena pide su sobreseimiento y lo consigue.


Estimado Santiago: ¿Por qué no ha explicado las razones para sobreseer la denuncia? ¿Se debe a qué se le acumula el trabajo y no puede conciliar la vida laboral y familiar, tan importante en estas fechas? ¿Quizás se deba a la falta de autoridad ya demostrada con la empresa Telefónica para que se le emitiera la dichosa facturita del gasto del Concejal Villanueva? ¿Lo de las facturas y el despilfarro de dinero público no va con su espíritu sandunguero?

Pues eso, que así como va a tener ganas una de comer… ¡Ay mi Santiago! ¡Si es que en el fondo eres un solete! Con todo el trabajo que te dan en Burgos como vas a tener tiempo para escuchar a la parte acusadora. Tú dedícate a lo tuyo, que ya te lo dirá mamá: ¡No te metas en fregaos, hijo! ¡Qué te ha costado mucho ganarte la oposición para que ahora lo tires todo por la ventana! ¡Mira que como te metas entre cosas de políticos, mal vas mal! ¡Tú haz caso a tus jefes, que son los que saben y la vida está muy mala!


Intento recordar cuando empezaron mis problemas de digestión y seguro que tienen mucho que ver con los consejos maternos que parece seguir a pies juntillas: quizás fue cuando el hijo de un empresario agradecía públicamente los favores prestados con un espléndido regalo a un concejal de urbanismo en esta ciudad y usted no dijo ni “muuuuuuu”; quizás fue cuando un alcalde mintió en su declaración de bienes por las características de un ático de dudosa procedencia y tampoco usted mugió; quizás cuando resultó ganador un proyecto de obra pública explicado meses antes en un diario de la ciudad y usted ni estaba ni se le esperaba; quizás cuando un concejal montó una empresa a la que se le adjudicaban contratos públicos y usted estaba en asuntos más serios; quizás cuando otro concejal se gastaba decenas de miles de euros en llamadas telefónicas…


Sólo una última pregunta de una humilde vaca a todo un Fiscal provincial de Burgos: ¿Qué le va a aconsejar su mamá acerca de los 47 detenidos en el conflicto del Bulevar de Gamonal a los que se les imputó delitos de desórdenes públicos, daños contra bienes públicos, atentados y lesiones?

Después de comprobar su ecuanimidad y justicia ante la presunción de inocencia de nuestros representantes institucionales y dado que todos los individuos del género “Homo Sapiens” son iguales ante la Ley, esta insignificante vaquita intuye que archivará o pedirá el sobreseimiento de las causas abiertas de los acusados por tamaños delitos ante el hecho de no poder demostrarse relación entre las acciones de los detenidos y su ánimo de lucro, o quizá debido a que las empresas proveedoras de contenedores y papeleras no pueden proporcionarle las facturas del coste que supuso el mobiliario urbano, o quizá porque la gravedad de los hechos imputados no es proporcional al peligro social de los infractores.

Mejor lo sabe una oveja que una vaca, “oveja que bala, bocado que pierde”. Lo malo es que mientras usted y una buena parte de la administración de injusticia  de Burgos siga a sus bocados y no bale, la vaca que le suplica no va a ser la única que deje de tragar y de rumiar sin más…



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sábado, 18 de octubre de 2014

La dictadura del PP en la ciudad de Burgos y la Plaza de toros


Por Burgos Dijital


El ayuntamiento de Burgos que niega la participación ciudadana haciendo oídos sordos al sentir de las personas que esta ciudad habitan, solo se deja llevar por los consejos empresariales del constructor Méndez Pozo que debió de aprender alguna habilidad más mientras estuvo en la cárcel ya que es casi el dueño de la sanidad de Burgos con su hospital y aúpa en su periódico y medios de comunicación vulgares, mentirosos, manipulados y sin clase al Partido Popular para publicitar un prestigio que no tiene.

Este ayuntamiento anula las voces de personas que claman por la inversión en servicios sociales, sanidad, comedores escolares, viviendas para desahuciados, barrios periféricos que desde hace años necesitan adaptarse a los años que vivimos, ayudas a la dependencia...despreciando su presencia en los plenos municipales con gestos prepotentes y de poca educación, en pro de beneficiar al "dueño de la ciudad", que después del "caso de la construcción en Burgos" salió reforzado y su constante control del dinero público para la adjudicación de obras a sus empresas es como un cáncer, no deja desarrollar la ciudad como quieren sus habitantes.

No es de justicia que se inviertan más de 6 millones de euros, mil millones de pesetas, en una obra inútil como es la remodelación de una plaza de toros utilizada 10 días al año, cuando los comedores de Cáritas están desbordados no solo por la población de siempre sino por personas que la crisis les ha llevado a usar este recurso para poder comer al menos una vez al día, cuando continúa el aumento del paro en la ciudad, o cuando por la gestión privada que Eficanza, de la cual come también "el jefe", hace que en el hospital se den altas prematuras para recortar gastos, provocando reingresos a los pocos días, y los pacientes hagan frente a sus dolencias en sus casas.

Inyectar seis millones de euros para poder hacer un balance menos negativo en la cuentas millonarias de este empresario, y acabar la legislatura del PP con un regalito al Méndez, apodado "el jefe"  ¿a cambio de qué? ¿que en sus medios de comunicación que maneja salga siempre victorioso el gobierno del ayuntamiento a pesar de su nefasta política social?.
No hay clásico seguramente de la política más neoliberal y destructora por muchos años que retrocedamos en recordar esta película de terror.
La dictadura política del gobierno del PP en este ayuntamiento, con miembros que no prosperan después de 40 años de la muerte de su ideólogo, existe en Burgos, con políticos cobardes que no pasean libremente por las calles para recibir esos aplausos que nunca van a tener de los ciudadanos, políticos sin talla como Lacalle, Ibañez, Gómez, Foronda o el artistilla con sueño Cristino que no sobrepasan la suela de una sandalia.

Para hacer política hay que bajar a las calles, y la política no es vuestro fuerte, os equivocasteis de carrera, volved a hacer fórmulas químicas o reformular el agua oxigenada o a repasar aquellas asignaturas de Derecho que se os atravesaron y aprobasteis en convocatorias avanzadas...o perded el tiempo en preparar unas oposiciones.

viernes, 3 de octubre de 2014

¿Qué ciudad queremos los Burgaleses y Burgalesas?

Por Burgos Dijital

Este septiembre de 2014 hemos cumplido cuatro años. Desde nuestros inicios, allá por la Huelga General de 2010, sentimos la necesidad, al igual que muchos otros ciudadanos, de asumir parte de la responsabilidad colectiva en la construcción de nuestras sociedades. Sentíamos un profundo desapego al modo en cómo se contaban las cosas y cómo se construían las presuntas realidades a través de los medios de comunicación controlados por las corporaciones y las élites. En nuestro contexto local de Burgos, esto es tan evidente que ofende la inteligencia. Así que aprovechando las facilidades brindadas por las nuevas tecnologías optamos por ofrecer nuestro punto de vista e intentar contrarrestar el pensamiento único que reduce la democracia al papel de un pelele, que se agita a conveniencia de la agenda de intereses corporativa.


Porque creemos en una democracia participativa, apostamos por la polifonía, como garante de una pluralidad amenazada. Desde el principio nos identificamos con las sensibilidades y perspectivas reunidas en lo que podríamos definir como izquierda crítica, por así decirlo, una mirada arrinconada en una ciudad en la que los intereses corporativos establecen las prioridades de agenda de arriba a abajo, y apuntan desde el monólogo de los medios de comunicación que controlan: qué se debe hacer, cómo y también quién. Había que abrir ventanas y ventilar.

En este sentido, hemos asumido una actitud de crítica y denuncia, tratando de desvelar, en todo momento, los intereses que se esconden tras el enunciado de actuaciones, aparentemente buenas para los burgaleses. El secuestro del “burgalesismo”, o de lo que significa ser burgalés, por parte de una determinada minoría que decide lo qué es correcto y lo que no, también ha sido, y es, objeto de nuestro cuestionamiento continuo.

Desde nuestra humildad, hemos cumplido largamente, acaso no en todas las cuestiones, con la labor de denuncia ciudadana que nos hemos adjudicado. Y es, en este punto, repasando los cuatro años que llevamos cabalgando, donde nos tropezamos con el muro de nuestras limitaciones, y siendo conscientes, no hemos sido capaces de superarlas, de momento.

En septiembre del 2010, ante las agresiones económicas y sociales que dejan maltrecho el contrato social acordado entre los ciudadanos y un sistema político que evidencia sus carencias, era necesario organizar la resistencia, así también fueron naciendo el 15M y muchos movimientos ciudadanos (mareas, etc...) que mostraban su estupor ante una embestida concertada entre élites mundiales neoliberales y sus tentáculos de intereses locales con los que comparten una ideología sencilla de describir: “¡qué se jodan!”, expresada con magistral oratoria por la diputada por Castellón, Andrea Fabra.

Ha pasado el tiempo, mostrándose cada vez con mayor contundencia el fracaso del sistema económico, dejando al descubierto las enormes carencias del Régimen político que lo envuelve y sostiene. Los movimientos sociales y políticos que fijamos nuestro horizonte en la transformación de las realidades, de repente hemos sido conscientes de nuestro potencial, por una vez hemos sentido la posibilidad de hacer realidad algunos de nuestros sueños. La prueba palpable de este cambio es percibir como el miedo ha cambiado de bando, y algunos no parecen sentirse tan seguros en la posición de poder que ocupan y llevan ocupando décadas.

Sin embargo, frente a esta realidad, que nos sitúa con responsabilidades imprevistas, la crítica, aunque necesaria, se muestra completamente insuficiente. En BDj somos conscientes de esta carencia, nos lo han hecho saber amargamente algunos de nuestros seguidores. No podemos adoptar eternamente posturas defensivas, dejando la iniciativa en manos de aquellos a los que criticamos. ¿Somos capaces de ofrecer alternativas, ideas, un proyecto de ciudad para Burgos?

Sin embargo, con ser importante para nosotros, lo fundamental, no es que nosotros demostremos tener escasas ideas, lo realmente alarmante es que este mal se extiende al grueso de los partidos y personas que se mueven en la izquierda, y que sueñan con una ciudad diferente. Venimos constatando, con cierto dolor y creciente frustración, cómo parece que estamos siendo incapaces de traducir nuestros valores, nuestro modo de entender la vida, la sensibilidad de “izquierdas” de la que hacemos gala, a una propuesta ilusionante y realista para Burgos y para los burgaleses, en definitiva no estamos siendo capaces de construir, ni de ofrecer suficientes respuestas.

Observamos con cierto estupor, como han surgido diversas estrategias de política que embarran en la elección de las personas que tienen que llegar a representarnos a los burgaleses, cuando, si somos coherentes con lo que profesamos desde la “izquierda”, lo verdaderamente esencial y prioritario, sería desde nuestro punto de vista ofrecer ideas, un plan, un proyecto de ciudad que atrajera a los ciudadanos más que el actual, fundamentado en obras públicas de cuestionada rentabilidad social. Nos atrevemos a pensar que hasta Javier Lacalle podría haber sido un buen alcalde, no nos importa tanto la persona, como el modelo de ciudad y el estilo en la toma de decisiones, esto es lo neurálgico si apostamos por una democracia viva y palpitante.

Las personas, desde luego, son importantes, pero lo es más el guión sobre el que tienen que trabajar, un proyecto que tiene que ser resultado de un trabajo colectivo, y sobre el que tienen que rendir cuentas. Definitivamente, si van a ser servidores públicos, su compromiso con los ciudadanos no puede quedar reducido a la pobreza de unas jornadas electorales. La democracia se ejercita los 365 días de los cuatro años de gobierno. Nos atrevemos a pedir generosidad a algunas personas y organizaciones que militan en la izquierda burgalesa, que tienen la responsabilidad de compartir un proceso constructivo e ilusionante, evitando pequeñas mezquindades que evidencian la falta de fe en las propias ideas que se defienden en los discursos.

Asimismo, y pensando que todos podemos ser útiles, llamamos la atención sobre algunos curtidos militantes que pudieran tener la tentación de ocupar posiciones significativas; el tiempo político no pasa en balde, y la renovación no puede ser creíble con rostros de la década pasada. Sin embargo su capacidad y experiencia puede ponerse al servicio de un proyecto en el que sus ideas sí salgan adelante. Seguramente las cicatrices políticas convenientemente cerradas serán más útiles ayudando a evitar errores que repitiendo los mismos en una nueva oportunidad.

Faltan ideas sobre, cómo queremos que sea el urbanismo en Burgos, la política de movilidad, los servicios públicos, las prioridades en el deporte, en la cultura, e incluso una postura frente a competencias de las que las ciudades han sido desposeídas y pertenecen a la tradición de la organización urbana desde siglos pasados. Sobre estas cuestiones, y seguramente otras, nos parece que no hemos ofrecido suficientes alternativas que enamoren, que arrastren a la ciudadanía, que sean de verdad transformadoras, esta es nuestra asignatura pendiente. Este es el debate que va a interesar a la ciudadanía, y no las sopas de siglas que no saben digerir.

No queremos mencionar organizaciones, ni mucho menos personas, sólo pedimos reflexión y generosidad, y apelamos a actuar con coherencia con los valores que profesamos, recordando que la forma es el fondo, en definitiva, no pueden estar disociadas, o sólo lograremos sembrar desconcierto, incredulidad y a larga otra frustración. Creemos que los partidos políticos, e incluso nosotros tenemos que tener la vocación de “medio para”, y no de constituirnos en un fin en sí mismo. Si logramos entender esto haremos un gran favor a las ideas que decimos defender.

Las elecciones municipales de mayo del 2015 van a ser una prueba importante, pero tampoco definitiva, los procesos de transformación política necesitan su tiempo, su maduración, aunque de repente parezca que se aceleran. Si nos atenemos a principios de ética, justicia social y democracia directa, lo que implica participación y responsabilidad, seguramente mantendremos el norte. Y si es así y además somos lo suficientemente generosos, acaso, a partir del mayo del año que viene tendremos la enorme responsabilidad de recordar a todas las personas de Burgos que el destino colectivo nos pertenece a todos, que ningún cacique por muy dueño que sea del altavoz más grande puede seguir decidiendo dónde vivimos, cómo, y que pagamos por la vivienda, por el aparcamiento del hospital o por entrar en el futuro Pabellón Arena, o cómo decidan bautizarlo. Tenemos la oportunidad de tomar las riendas de nuestro destino, podríamos decir, que ante el fracaso continuado de sus proyectos, casi es nuestra obligación ciudadana.

sábado, 24 de mayo de 2014

Burgos no es de derechas


Por Víctor Atobas

Entre los estereotipos más frecuentados; Burgos es una ciudad de derechas y  siempre lo ha sido; por tanto, para la izquierda y la lucha de los oprimidos, intentar cambiar esto resultaría inútil. 
Los pilares que sostienen esta argumentación: una ciudad erigida en el desierto castellano y dominada por una red, heredera del franquismo, que se desarrolló no sólo a través del aparato político, sino también mediante la Iglesia, que sigue ocupando un papel fundamental a la hora de preguntarse por la realidad política de la ciudad. Si a esto le añadimos el envejecimiento de la población, la juventud expulsada y apartada de sus raíces ante la falta de oportunidades, la deslocalización y el cierre de la industria, podríamos pensar que Burgos es de derechas.

 Dicho estereotipo beneficia tanto a los intereses de la derecha como a la oligarquía local, puesto que ambas constituyen una unidad que “sujeta”. Además, este estereotipo se aleja de la realidad material, aquella que se encuentra en constante transformación mediante la lucha de opuestos; con el surgimiento de contradicciones y la batalla dialéctica que, en el caso del movimiento de Gamonal, supuso la victoria de la clase obrera frente a los intereses de la burguesía.

 Más bien, lo que ocurre es que la sociedad reproduce los valores y las ideas que han dispensado los aparatos ideológicos del Estado: la Iglesia y la familia patriarcal, el sistema político basado en la falsa paz social o la educación autoritaria, entre otros. Hablamos de la hegemonía de los valores e ideas autoritarias, propias a la clase dominante; en el movimiento de Gamonal, advertimos cómo el péndulo oscilaba al tiempo que avanzaban la lucha y sus correspondientes contradicciones, habiéndose inclinado de parte de la clase trabajadora gracias a la toma de conciencia, las movilizaciones y  contra-ofensivas.

 L@s manifestantes de Gamonal eran pertenecientes, en su mayoría, a la clase trabajadora; personas que habían estudiado y mamado la ideología autoritaria, que habían sido presionadas y condicionadas no solo para soportar la enajenación, sino para reproducirla en su propia familia, con sus hijos y allegados; entonces, los valores cambiaron. Durante la lucha por la hegemonía de las protestas, dichas manifestantes fueron combativas, arrojadas y valientes, honradas y dignas; comportándose de forma contraria a lo que suelen hacer en sus trabajos, o respecto a su vida, aceptando el “estado de las cosas” porque no son conscientes de que, en realidad, éste se encuentra en constante transformación y en su mano está cambiarlo. 

 El estereotipo de Burgos es de derechas perpetúa la falsa convicción de que, los valores y las ideas conservadoras y autoritarias, hegemónicas en la sociedad burgalesa, lo son de forma constante y lineal; sin que se produzcan cambios ni saltos cualitativos, como ocurrió en Gamonal. Dejemos de repetir los estereotipos que, además de faltar a una interpretación seria de la realidad, nos perjudican.

Lucha de clases en una ciudad industrial.

La supuesta “recuperación” se ha traducido en un empeoramiento de las condiciones de l@s trabajador@s. Los conflictos desarrollados en fábricas como Ara, Matutano o Kronospan; aun habiendo aumentado los ingresos de las empresas, gracias sobre todo al comercio exterior y al descenso de los salarios; peores condiciones para l@s trabajador@s. La crisis económica se origina por la acumulación de capitales, canalizados en expoliar los servicios públicos y en ensanchar la diferencia entre las rentas del trabajo; refiriéndonos a la suma de los salarios de todos los trabajadores, y las rentas del capital: dividendos, intereses y beneficios especulativos.

 En la distribución de la composición del PIB por sectores económicos, Industria […] tiene, en proporción, un mayor peso en Burgos que en el resto de Castilla y León. (1)

Frente al carácter industrial de Burgos, donde la clase trabajadora es mayoritaria, las instituciones han potenciado aquellos sectores económicos que permitieran “disgregar” a la clase, precarizándola de modo que sea aun más complicado construir lucha sindical. 
En este sentido, recordaremos las presiones de la Iglesia frente a la instalación de los polos industriales, que “acabarían con la familia” y pervertirían a la sociedad, en clara referencia a la irrupción de la clase proletaria.

El sector servicios [equivalente a precariedad] continúa incrementando su peso en la estructura empresarial de la provincia, como viene ocurriendo en los últimos años. En 2012 el número de centros de este sector económico es de 12.321, un 15,90% más que el año anterior.

Más del 75% de los contratos se formalizan para  trabajar en el sector servicios. Las actividades  económicas más representativas de esta  contratación son: actividades administrativas y servicio auxiliar; hostelería; industria  manufacturera; agricultura, silvicultura, ganadería y pesca y comercio al por mayor y menor.

Respecto a la temporalidad de los contratos, datos de 2012: el 91,10% de los contratos realizados fueron  temporales. El número de indefinidos se elevó a  9.166, el 8,90%, incluyendo las conversiones. (2)
En el siguiente gráfico, observamos el peso de los distintos sectores productivos. El sector servicios ha sido claramente impulsado por las instituciones políticas, lo que supone empleo precario.

Entre las ocupaciones que más empleados concentran en Burgos; ocupaciones de baja cualificación y peones de industrias manufactureras (43,14%),  personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares (7,00%); peones agrícolas (5,62%); vendedores en tiendas y almacenes (4,14%); empleados domésticos (4,10%) y monitores de actividades recreativas y de entretenimiento (1,79%). (3) Estos son algunos de los trabajos propios de la clase trabajadora.

En Burgos, la brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en un 23,3% (24% en el sector industrial), según apuntaron los sindicatos. Como podemos deducir de los datos, a los que podríamos añadir otros que hubieran indicado “por qué apuesta la burguesía”; por ejemplo, la “ideología de los emprendedores”, esto es, el neoliberalismo.

Los datos señalan a Burgos como una ciudad industrializada, en cierta medida. Y a la clase trabajadora como mayoritaria y presa de sus propias contradicciones; el aumento del paro y del empleo precario,  así como la pérdida progresiva de los servicios y las prestaciones sociales, además del empobrecimiento de los trabajadores, “empujan” en un sentido determinado si van acompañadas de la toma de conciencia y la movilización, pero los aparatos ideológicos que hemos mencionado antes, “contra-prestan” este empuje.

El próximo 12 de junio se celebrará una movilización en defensa de la sanidad pública, y por el rescate público del HUBU. Porque una serie de empresarios y explotadores; entre los que se encuentran enemigos ya derrotados en Gamonal, como Méndez Pozo o Arranz Acinas, se han asegurado una tasa interna de rentabilidad del 6,9%, mientras aumenta la mortalidad hospitalaria. Lo que conllevan los recortes en sanidad, es la muerte y el retroceso de la esperanza de vida.

Carolina Blasco declaró que, “si por algo se caracterizaba la ciudad de Burgos era por la ausencia de conflictividad y la paz social”; hablando en pasado, puede que, por una vez, no se haya equivocado. (4)

 NOTAS:

(1) , (2) y (3) Datos extraídos del Informe del Mercado de Trabajo de Burgos, 2013. Observatorio de las Ocupaciones. Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Apunte: La diferencia es que la primera cita se refiere a datos de 2010, haciendo referencia el resto a 2012. (descargar)
(4)Bochornosa entrevista en el Diario de Burgos. Fuente.