El crítico de cine Eduardo Nabal habla con el director Antonio Hens acerca de su última película “ La
partida”, rodada en Cuba
Eduardo Nabal -“La partida” es un proyecto que llevabas acariciando mucho
tiempo. ¿La rodaste en Cuba porque querías hacerla allí o porque la industria
española esta de capa caída?
Antonio Hens - la partida se rueda en Cuba porque es la historia de dos personajes
cubanos que no pueden escapar de su realidad social, es decir, que
obligatoriamente había que rodarla allí o en cualquier otro lugar donde pudiera
reproducirse esa realidad.
E.N. -Tu relación con el país y con las instituciones cubanas no sé cómo es ahora, pero tu punto de vista parece muy crítico. No obstante, está Mirta Ibarra la viuda de Gutiérrez Alea como un personaje importante.
A.H .-Yo he coproducido varias películas con el instituto de la cinematografía y las industrias audiovisuales de Cuba (ICAIC) y mi relación es buena. La película no es crítica ni deja de serlo, no es una película más que se posicione a favor o en contra del sistema allí establecido, es solo un retrato de dos personajes posibles. Son personajes marginales y creo que eso queda claro: que no todo el mundo vive como Yosvani y Reinier, más bien al contrario. Me interesa solamente este tipo de personajes que podrían encontrarse con otras características en las calles de San Francisco o en las de Sevilla. La elección de Cuba es por su peculiaridad y por mi conocimiento previo de la escena.
E.N. - Las calles de La Habana parecen una mezcla de infierno y paraíso. Sigue habiendo mucho turismo sexual?
A.H. -Sí, claro.
Aprovechando las necesidades de la población se ha desarrollado una gran
afluencia de turistas que buscan sexo. Eso no es infernal, pues no existe la
trata ni la explotación. es una cuestión voluntaria de quienes se prostituyen.
E.N.-Muestras de nuevo la mirada de un adolescente. Porque no te llevaste a Israel Rodríguez? ¿O querías un chico cubano?
A.H. - Reinier
Díaz es el Israel Rodríguez de la habana... de hecho después del rodaje invité
a Reinier a España y le presenté a Israel. Se cayeron de maravilla desde el
primer momento y trabaron amistad.
E.N.-“Clandestinos” causó mucha polémica y no tuvo la buena acogida de tu
corto "En malas compañías". No obstante las pocas imágenes que hemos
podido ver de "La partida" prometen no defraudar.
A.H. – “La
partida” no es un "boutade" como “Clandestinos”', es una película
mínima, un retrato de dos personajes. La mirada es contemplativa, menos
narrativa, y tal vez carezca de imágenes fuertes como “Clandestinos”. Tiene
situaciones muy fuertes, Eso sí. Tampoco es una película complaciente. A ver
cómo se lo toma el público aquí.
E.N. - -¿Por qué elegiste a Toni Cantó? ¿Fue antes o después de que el entrara en política y se metiera en polémicas?
A.H. - Elegí a Tony Cantó porque necesitaba construír el personaje de un entrenador de fútbol de un equipo nacional español. Es decir, necesitaba a alguien que jugara lo suficientemente bien al fútbol como para dar el pego por cámara, y Toni juega muy bien. Además necesitaba un cliente para Reinier que fuera lo suficientemente atractivo como para generarle dudas. Tony es el actor ideal. su elección como actor fue anterior (mayo de 2011) a su elección como representante de los ciudadanos.
E.N. -Es curiosa la reacción de la gente al ver gays masculinos, y los de
tu película lo son. Parecen más dispuestos a volar con "Los amantes
pasajeros" que a entrar en un mundo lleno de sexo, sudor y lágrimas. No
obstante el cariño que muestras hacia los personajes y la polémica vuelven a
estar servidas. Consideras "La partida" como una deuda contigo mismo?
con los cubanos? o una vuelta al cine por la puerta grande?
A.H. - No tengo ninguna deuda con nadie. Ayudé a dos directores cubanos con películas como "Boleto al paraíso" o” Verde, verde". Tampoco es una vuelta al cine por la puerta grande porque la elección del tema y la manera de narrarlo hacen de esta película un producto raro, marginal como sus personajes y, hasta cierto punto, de nicho estrecho. Es una historia que quería contar porque el personaje del prostituto masculino cubano es único en el mundo. También quería contar lo complicado de las relaciones amorosas entre los hombres en entornos muy machistas.
E.N.-¿ El futbol funciona como metáfora de algo? ¿Fetichismo, ganas de
escapar o de llevar una vida mejor?
A.H. - No es una
metáfora sino una posibilidad que uno de los dos personajes protagonistas tiene
para salir del círculo vicioso donde está encerrado. Es además una
circunstancia novedosa en la descripción de la realidad cubana donde el fútbol
comienza a cobrar importancia frente a la tradicional "pelota"
(béisbol).
E.N. - Hay imágenes muy hermosas de la Habana. No
obstante, en el ambiente se respira pobreza, extorsión y ganas de escapar
A.H. - La Habana
es así, testigo de un pasado esplendoroso, pero ajada por la falta de
reparaciones. Ese es el ambiente que habitan los personajes: La Habana de la
desolación, de la falta de esperanza...
E.N. -Al contrario que tus anteriores trabajos "La partida" deja
una sensación de tristeza que entronca con las primeras películas de Pasolini.
Cuando ahora vemos aquí situaciones
parecidas a diario,¿crees que es un factor a favor o en contra del éxito de
"La partida?
A.H. - El público dirá. Yo creo que siempre es dura
la contemplación de una tragedia, pero este es el destino que les espera a
nuestros personajes en la historia tal y como está planteada. No creo que la
catarsis marque el éxito de una película.
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