Por Lucas Mallada
Los
calores del verano me nublan el entendimiento y retuercen mis
razones. Donde algunos ven prohombres patrios o emprendedores
talentosos, yo solo percibo personas que en el mejor de los casos han
aprovechado una oportunidad y una posición ventajosa.
Por ejemplo, el Sr.
Julián Alfonso Alonso, de Autos Julián, heredero del negocio de su
padre: Julián Alonso García, que inició en 1966, o sea, que no
empezó de la nada, ni es un hombre hecho a sí mismo, mas bien es un
heredero con fortuna y cabeza, pero que juega con la ventaja del
negocio abierto por el padre.
Además
se trata de un empresario SUBVENCIONADO, porque... ¿Qué es el Plan
PIVE? Resulta que por cada automóvil que compramos al señor Julián,
-y a otros del sector: Sr. Andrés, por ejemplo-, percibe 1000 euros
donados por todos los españoles, vía presupuestos del estado. Así
se montan los negocios, con subvenciones y ayudas públicas.
Y en
tercer lugar, se celebra su emprendimiento porque se plantea invertir
en Perú, quiere abrir concesionarios de automóviles en ese país en
expansión. O sea que con el dinero subvencionado va a generar
negocio y riqueza a miles de kilómetros....en
roman paladino,
se lleva la pasta donde pueda generar más duros, no confía mucho en
la Marca España, vamos un patriota de los que guardan los millones
en Basilea.... Aunque según aparece en el BORME (Boletín
Mercantil), Julián Alfonso Alonso y José Ignacio Llorente Ibañez
(ligado con anterioridad al semanario Gente) han registrado una
sociedad el 27 de marzo de 2013, como apoderados solidarios cuyo
nombre es: INVERSIONES 2012 PERÚ S. L.. Lo sorprendente del registro
es que el objeto de la empresa no alude a nada automovilístico como
se había publicitado si no que trata otros temas de lo más variado:
inversiones, edificaciones y construcciones, capitales mobiliarios,
tratamiento de productos alimenticios, exportación e importación…,
en definitiva un popurri que permite dedicarse a casi todo. ¿estarán
preparando la expansión para al tercera generación lejos de Burgos,
con muy pocas perspectivas comerciales?
¿Cómo se quedan con
mi punto de vista? ¿Será que soy muy retorcido? ¿No aportaré
algo, aunque sea infinitésimo que merezca la pena ser reflexionado o
tenido en cuenta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario