Ficha técnica:
Título
original: Fight ClubDirección: David Fincher
Intérpretes: Edward Norton, Brad Pitt
y Helena Bonham Carter
País: Estados Unidos y Alemania
Año: 1999
Producción: Art Linson, Ross Grayson Bell
y Cean Chaffin
Basada en: “Club de lucha” de Chuck Palahniuk
Guión: Jim Uhls
Música: Dust Brothers
Fotografía: Jeff Cronenweth
Montaje: James Haygood
Duración: 139 min.
Género: Drama
“Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no
necesitamos”, así es como se presenta la filosofía de Tyler Durden en esta
película de culto, que no fue bien aceptada ni por la crítica ni por la
taquilla, a pesar de ser una joya del cine contemporáneo.
David Fincher nos regala esta oportunidad de reflexionar
acerca de nuestra sociedad esquizofrénica actual y de las obsesiones que está
nos crea con su publicidad y sus medios de comunicación. Por una parte, se nos
promete que seremos ricos y famosos, pero por otro lado, ya sabemos que esto
nunca va a ocurrir.
Con estas premisas, Tyler aparece en la vida del
protagonista (del que no se menciona nombre), que tiene una vida monótona y
consumista, con un empleo en una compañía automovilística, en la que no se
encuentra cómodo, ya que su función es anteponer el beneficio económico de su
empresa, a las vidas de los consumidores. Durden, en cambio, se dedica a crear jabón a través de las grasas de liposucciones,
y así, el protagonista opina: “Les revendíamos a las mujeres ricas sus propios
culos celulíticos”.
Por eso, Tyler, que se deja guiar por el nihilismo, le
muestra al protagonista como obstaculizar esta sociedad del despilfarro. En la
película se pone de manifiesto la frustración del ser humano ante este sistema
social al que pertenecemos, y que padece el narrador. Es por ese motivo que
sufre insomnio, y que tan solo se siente cómodo cuando se libera
emocionalmente, ya sea en terapias en grupo, o a través de dar escape a su violencia
acumulada.
Así, Tyler Durden junto con el protagonista, crean el Club
de la Lucha, una organización anticapitalista y anticorporativa, donde los hombres
pueden liberar su odio hacia el sistema luchando con otras personas.
El objetivo del Club de la Lucha es romper con todo para
poder empezar de nuevo, o en palabras del personaje central: “únicamente cuando
se pierde todo somos libres para actuar”. El personaje de Marla tiene una vital
importancia en la historia, ya que representa la superación del miedo a
autodestruirse, que es lo que constantemente retiene al protagonista.
Fincher tiene una tendencia a la ostentación técnica que
muestra con maestría, con la multitud de mensajes subliminales que se dan en la
cinta, como por ejemplo, cuando aparece durante milésimas de segundo Brad Pitt
en el plano o en el momento en el que el relator no quiere pensar en las palabras
punzante y carne, y estas aparecen definidas
en un solo fotograma. Además, podemos ver como Tyler es un genio de introducir
este tipo de acciones en las películas que proyecta. Cabe destacar, que el
director utilizó tres veces más de negativo de lo que se usa en la mayoría de los
rodajes.
Así que, ¿a qué personalidad alimentamos: a la esclava
del consumismo, o la que pertenece a la lucha?