Por Eduardo Nabal
SEJO CARRASCOSA, VETERANO MILITANTE LGTB Y ANTISIDA, ACTIVISTA SOCIAL Y COAUTOR DE “POR EL CULO. POLÍTICAS ANALES” (Editorial Egales) junto a JAVIER SAEZ.
“No nos olvidemos que detrás de las practicas sanitarias y de salud pública se encuentran intereses monetarios muy grandes y que no van a renunciar a sus ganancias”
Hola Sejo. Para empezar una pregunta un poco simple 1 de Diciembre del 2015. ¿Algo que celebrar?
Sejo Carrascosa: No creo que se trate de celebrar nada, creo que es más bien una fecha para el recuerdo y la concienciación. Para recordar que siguen habiendo millones de personas que no tienen acceso a los tratamientos antirretrovirales con lo que desarrollaran mas tarde o mas temprano SIDA y les conducirá a la muerte, además de que se seguirán produciendo transmisiones, ya que en la actualidad se ha demostrado que con un uso adecuado de los fármacos el virus pierde su potencia de infección.
-Uno de los primeros y más salvajes recortes del Gobierno del Partido Popular fue contra la Sanidad y Contra las Campañas y el Plan Contra el SIDA. ¿Crees que la respuesta fue suficiente o fue la que se pudo hacer?
Yo lo enmarcaría en el conjunto de recortes que el PP ha realizado en sanidad. En la actualidad, y gracias a los tratamientos, el VIH no es una condena a muerte por lo que no creo que se pudiera hacer mayor respuesta. Podíamos decir que ya no hay una urgencia vital en cuanto al VIH. Pero hemos visto como si ha habido una respuesta y presión en cuanto al VHC y los nuevos tratamientos que habían aumentado mucho la posibilidad de eliminarlo y evitar la muerte. Creo que se ha conseguido que se dispensen en alguna que otra medida y que se siga cuestionando el precio de los fármacos y su prioridad frente a otros gastos que no repercuten en el bienestar y salud de la sociedad en su conjunto.
-Me comentaba un activista y enfermero de Zaragoza que nos va a “volver a tener que tocar hacer la prevención”. Pero el clima es distinto al de principios de los noventa. ¿Cómo ves tú el presente en prevención y en facilidad de acceso a los nuevos medicamentos?
Creo que hay que cambiar radicalmente el paradigma del modelo de prevención.
Desde el principio de la pandemia, y gracias al activismo y a la investigación sobre virus, se ha sabido más y más sobre los mecanismos de transmisión y las prácticas que la posibilitaban, esto ha repercutido en formas de acercar la información preventiva a más sectores y con mejores resultados. De hecho en su momento el concepto de Hombres que tienen sexo con Hombres, HsH, sirvió para adecuar la información y la intervención, pero no fue acompañada de medidas contra la homofobia, ni de un cuestionamiento de las identidades sexuales generadas por una práctica. Pero ya no se puede hacer mas, es absurdo seguir haciendo estudios sobre los HsH, que casi siempre recaen sobre personas que se consideran gays, ya que dentro del paraguas HsH se encuentra un amplio número de personas que no van a reconocerse ni como gays, ni como bisexuales, porque sencillamente están en el armario y esas prácticas se hacen en el anonimato. Estudios que buscan encontrar la “verdad” sobre una práctica de riesgo que es sabida y que aun así se hace. ¿Acaso se hacen estudios sobre los embarazos no deseados en las parejas heterosexuales que conocen perfectamente cómo se produce un embarazo?
No hay que olvidarse que, a pesar de la buena fe de muchas personas que trabajan en prevención de VIH, no se puede llegar a mas sin cuestionar el modelo hegemónico y jerárquico de la sexualidad y sin tener en cuenta un mayor rigor científico al hablar de las prácticas sexuales, todavía se sigue hablando de transmisiones sobre sexo oral, cuando ya se sabe que son mínimas y con unas condiciones extraordinarias.
Seguir repartiendo condones, me parece bien, pero eso no hace que se usen en todas las penetraciones ni que evite transmisiones de otras ITS, que son otra puerta mas a la entrada del virus en el organismo. En la actualidad hay quien plantea, y esto no es ajeno a la sociedad medicalizada en la que vivimos, tomar medicación antes de tener relaciones sexuales susceptibles de transmisión. ¿De que políticas hablamos entonces? ¿Si hay que medicarse para no infectarse y hay que medicarse una vez estas infectado de que prevención hablamos? No nos olvidemos que detrás de las practicas sanitarias y de salud pública se encuentran intereses monetarios muy grandes y que no van a renunciar a sus ganancias, políticas en la ausencia de políticas que luchen contra la homofobia y cuestiones el modelo heterocentrado de la sociedad.
-El aumento de la esperanza de vida de vida de algunas personas seropositivas ha llevado a un nuevo descuido en la población joven apuntalado por una falta de campañas serias, al menos donde yo resido. ¿Ves que esto tiene que cambiar?
Sejo Carrascosa: Insisto en que el descuido sobre las consecuencias de una practica sexual es una constante histórica, sabidos lo riesgos que conllevan, los jóvenes siguen siendo machistas, heterocentrados y homofóbos y estas ideologías de odio determinan sus prácticas, Quizás la inclusión de otras formas de pornografía o de sexo explicito en la educación sexual podría ayudar a cambiar ideas y comportamientos, pero seria necesaria también políticas activas que cuestionen el modelo heterocentrado, cosa que de momento veo lejana.
-La pandemia del Sida, además de la diversificación de las identidades en los noventa pusieron el cuerpo en el eje de los debates identitarios y post-identitarios. ¿Crees que es necesario seguir ese camino?
S.C: Creo que es el único camino, el cuerpo atravesado por deseos y medicinas, por necesidades no cubiertas y placeres, por rechazos y estigmas, convertido en vulnerable, sigue siendo un campo de batalla por una vida que merezca la pena ser vivida.