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domingo, 29 de noviembre de 2015

¿Cuánto vale la vida humana? reflexiones sobre los atentados de París

¿Cuánto vale la vida humana?

Por Juan Ángel Argelina Díaz

"Llevad la carga del Hombre Blanco.Enviad adelante a los mejores de entre vosotros; Vamos, atad a vuestros hijos al exilio Para servir a las necesidades de vuestros cautivos; Para servir, con equipo de combate, A naciones tumultuosas y salvajes; Vuestros recién conquistados y descontentos pueblos, Mitad demonios y mitad niños."

Rudyard Kipling. La Carga del Hombre Blanco, 1899.



Los imperios, como los adolescentes, piensan que siempre serán eternos. El poema de Kipling es el producto de la fascinación colonial. A lo largo del siglo XIX y buena parte del XX, las grandes potencias se extendieron por el mundo bajo el pretexto de su "misión civilizadora". Mientras las clases medias británicas y francesas disfrutaban de los productos exóticos más variados, admiraban el arte de los pueblos "inferiores" conquistados, saqueados y expuestos en los imponentes museos del Louvre y Británico, y mantenían un buen nivel de vida gracias a la explotación de todos sus recursos, se extendía incluso entre el proletariado la convicción de pertenecer a una raza superior, a una cultura evolucionada y claramente destinada a cambiar el mundo conocido, desterrando para siempre el salvajismo, propio de gente que no había sabido desarrollarse como ellos. 

La opinión pública, arrastrada por el nacionalismo y el patriotismo de las hazañas bélicas, y por una teoría "científica" que trataba de demostrar la jerarquización evolutiva de las sociedades y las clases, se regocijaba en la grandeza de su Imperio. 
Y personajes como Livingstone, Richard F. Burton, y otros exploradores inquietos eran llevados a la leyenda y a la nueva mitología del héroe capaz de enfrentarse a los peligros de ese mundo incógnito, lleno de seres humanos inconscientes del papel salvífico de su figura. Kipling, London, y otros escritores magnificaron en la literatura a esos "superhombres". 
Pero lo más importante fue que en el inconsciente colectivo occidental se grabó y perduró la idea de su superioridad étnica y cultural. 
Las viejas prácticas del imperialismo colonial se mantuvieron incluso después de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y de los claros mandatos de las Naciones Unidas sobre descolonización: Las antiguas metrópolis mantuvieron el control de sus antiguas colonias por medio de férreos tratados económicos y militares, que las ataron en sus políticas tanto internas como externas. Siempre tratadas como menores de edad, sus intentos de emancipación total casi nunca tuvieron éxito, y durante la Guerra Fría no pudieron optar más que por pertenecer a alguna de las áreas de influencia de las nuevas potencias dominantes, USA o URSS. 

Las viejas naciones de Europa no fueron sino comparsas en esa lucha sorda, limitándose a seguir los planes de Whasington o Moscú. Pero el fin del bloque comunista iba a modificar este panorama: no sólo resurgieron los antiguos nacionalismos, sino que dentro de la estrategia del Nuevo Orden Mundial, iniciado con la primera Guerra del Golfo en 1991, los tradicionales planteamientos del sistema colonial iban a resucitar con fuerza, aunque esta vez ya no con una excusa civilizadora, sino con el sacrosanto ideal de la democracia. 
Daba igual que Estados Unidos hubiera plagado de dictaduras América Latina durante la Guerra Fría, o sustentado las de Grecia, Portugal o España, y armado a las de medio Tercer Mundo. 
Ahora, la liberación de Kuwait daba comienzo al cuestionamiento del sanguinario sistema baazista de Irak, al que, curiosidades del destino, había apoyado en su cruenta guerra contra Irán en los ochenta (más tarde se sabría que también había vendido armas a Irán para financiar a la contra nicaragüense), y el propio presidente Bush padre, al igual que Clinton y Bush hijo, se congratulaban del fin del peligro rojo en el mundo, especialmente en Afganistán, donde habían, con la ayuda de Arabia Saudí, creado y financiado a los grupos fundamentalistas islámicos que tomaron el poder tras la retirada soviética. 

Éste es el prólogo necesario para comprender el estado actual de las cosas, sobre todo en el mundo árabe y musulmán en general. La posición dominante de Estados Unidos en los años 90 permitió dibujar una representación del sistema-mundo basado en un poder unidireccional, globalizado y marcado por la victoria del liberalismo económico, el mismo que había llevado a la expansión colonial depredadora desde el siglo XVIII. No había nacido un mundo nuevo. Se había despertado el viejo, pero ahora en forma de zombi.

La necesidad de materias primas y energéticas seguía siendo la prioridad para mantener ese nivel de vida que las clases medias occidentales disfrutaban desde entonces, y que servía como justificación para montar todo el engranaje de dominación mundial. 
No obstante, como iniciaba este artículo, los imperios siempre se niegan a abordar su propia situación de decadencia, y la adaptación de sus viejos modelos en un marco de relaciones internacionales diferente, no da los mismos resultados: En un mundo saqueado y con enormes problemas medioambientales, de escasos recursos y muchos competidores, las viejas estrategias traen problemas inesperados. 

Los atentados del 11-S en Nueva York fueron el primer aviso. Y con ellos la democracia sufrió el primer embate. Fueron la excusa idónea para firmar la Patriot Act, que recortaba los derechos ciudadanos hasta niveles impensables. El escenario del miedo, impulsado por el propio gobierno norteamericano, marcó el escenario de una manipulación de la opinión pública sin precedentes. 

Desde entonces, cualquier acto contra los derechos humanos ha sido justificado de forma repulsiva, incluyendo la construcción de un campo de concentración en Guantánamo y la existencia de cárceles secretas en todo el mundo, donde la tortura se practica de forma sistemática a prisioneros sin juicio ni garantías legales reconocidas.

Es la guerra contra el terror, se dice desde entonces. Será una guerra larga, decía Bush, mientras su gobierno mentía sobre las supuestas "armas de destrucción masiva" que Saddam Hussein habría acumulado en un Irak suficientemente machacado por las sanciones impuestas desde la invasión de Kuwait; un Irak despedazado por las luchas internas entre facciones étnicas y religiosas, mientras la ocupación norteamericana no hacía otra cosa que beneficiar a empresas privadas y a políticos corruptos en un ambiente de saqueo sistemático. 
O un Afganistán igualmente ocupado tras los bombardeos que dieron fin al régimen talibán, que no ha logrado la estabilidad ni el desarrollo que se le prometía, al igual que Libia, cuyo dictador fue asesinado tras una guerra que se justificó por esa misma idea de democracia, que no es otra cosa que la nueva versión de la "civilización" de la época colonial. 

De este modo, Oriente Medio en llamas. Qué curioso que todo pase en el área con más yacimientos petrolíferos del mundo. Qué curioso que sólo haya que llevar la democracia a las regiones donde se encuentran los recursos energéticos que hacen posible nuestro modo de vida, aunque después se maten entre sí. Pero eso ya no es culpa nuestra. Son pueblos atrasados, salvajes. No han pasado por nuestra "ilustración". 

Nuestro lavado de cerebro ya es tan completo, que no sólo carecemos de empatía para comprender al otro, sino que hemos perdido la memoria. Los grupos islamistas ya estaban presentes entonces. Fueron financiados por los servicios de inteligencia de nuestra querida Europa. 
El Barclay's Bank, Lloyd's International, el National Westminster Bank y otras empresas y bancos británicos financiaron desde los años 40 al Consejo para el Entendimiento Árabe-británico (CAABU) y al Centro de Estudios Árabes del Medio Oriente (MECAS), que respaldaron y apoyaron significativamente a los Hermanos Musulmanes, principal y más antigua fuerza islamista de Oriente Medio, que logró el poder en Egipto en 2011. 
Creo, sin duda, que ningún movimiento yihadista hubiera podido desarrollarse en Oriente Medio sin la participación de los servicios de inteligencia occidentales, sobre todo tras la desastrosa aventura siria. 

Está comprobado que los gobiernos británico y francés apoyaron financieramente a los grupos anti-Assad, y que gran parte de ese dinero y armamento han ido a parar al nuevo "Estado Islámico" (ISIS). Es tan evidente, que ahora que el terrorismo golpea con fuerza el corazón de Europa, la única respuesta del gobierno francés, respaldado por el británico, es la misma que la que ofreció el presidente Bush tras el 11-S: golpear con fuerza al enemigo, declarar la guerra al mal, bombardear sus centros neurálgicos, fomentar el nacionalismo patriótico, proclamar la resistencia cerrando fronteras y anulando derechos ciudadanos al imponer el estado de emergencia. Será una guerra larga, dice Hollande. Hay peligro de un ataque químico, dice el primer ministro Valls. ¿No suena a déjà vu? 

Sin minimizar la tragedia y conmovido por la magnitud del desastre, no puedo dejar de preguntarme por las circunstancias y las causas de todo esto. Sobre todo porque yo mismo fui víctima de otro sangriento atentado: el 11-M (2004), y porque ya estoy escarmentado por la manipulación y uso mediático de la muerte y el dolor. Entonces la situación era diferente, y el gobierno no quiso admitir su relación con la guerra de Irak y el auge de los grupos islamistas que utilizaban la excusa de la intervención occidental para cometer el crimen.

En un contexto contrario a la guerra, no hubiera sido correcto promover reacciones patrióticas contra el islam radical, y, al contrario, el nuevo gobierno promovió la tan criticada "Alianza de Civilizaciones", en clara alusión crítica al "choque de civilizaciones" de Samuel P. Huntington
Desde entonces ha habido un fuerte desarrollo de la intercomunicación electrónica y los mass media alcanzan un poder de manipulación mucho mayor. 
Los atentados de París, tanto el de Charlie Hebdó como el del pasado 13 de noviembre, han tenido un eco mucho más profundo que los anteriores, y su difusión mundial ha logrado aumentar no sólo el apego sentimental con el dolor de las víctimas, sino que ha hecho posible la rápida comprensión de las medidas de fuerza del gobierno francés.

Prácticamente medio mundo ha usado la bandera francesa en sus perfiles de facebook. La Torre Eiffel se ha convertido en un símbolo de libertad, y las imágenes de la tragedia han copado con tanta frecuencia los espacios televisivos, que el resto de muertes producidas en atentados similares en el resto del mundo han pasado prácticamente inadvertidas. 

El centro de la civilización ha sido atacado y sus víctimas adquieren un protagonismo mucho más importante que el resto, en una jerarquización de la muerte intolerable. No podríamos comprender esto, si no hacemos un análisis histórico sobre lo que aludí al principio: en el inconsciente colectivo occidental se grabó y perduró la idea de su superioridad étnica y cultural desde la época colonial.

Recuerdo imágenes de la película de Gillo Pontecorvo "La Batalla de Argel" (1966): una bomba estallaba en un café de una de las calles de la zona "blanca" acomodada de la ciudad. En una rápida reacción del ejército francés, la Casbah era tomada, y se cercaba a los responsables en una de sus miserables casas. La diferencia étnica y religiosa ocultaba otra aún mayor relativa a su posición social y de clase.

Para el colonizador, el árabe era inferior. Siempre se le trató con desprecio, al igual que en todas las ocupaciones coloniales. Cuando emigraron a la metrópoli, su situación no cambió. Fueron ocupando el lugar de los antiguos proletarios nacionales, de tal modo que hoy les han sustituido en sus suburbios tradicionales. 

Se dice que no se quiere que los atentados traigan como consecuencia una ola de racismo, pero es que ya existe, y condiciona la misma estructura de la sociedad francesa, con sus reflejos mediáticos. O si no, echemos un vistazo a la hemeroteca, y recordemos lo que ocurrió el 17 de octubre de 1961 en París, cuando durante una manifestación pacífica de más de diez mil musulmanes que protestaban contra la represión francesa en Argelia, la policía asesinó a más de 200 personas, muchas de las cuales fueron arrojadas al Sena aún con vida desde el Pont Saint-Michel.
La escritora Marguerite Durás comparó entonces la situación de los argelinos con la de los judíos del gueto de Varsovia. "El origen de este drama se encuentra en el terrorismo islamista", se podía leer en Le Monde (19-11-1961). Aunque los hechos fueron reproducidos en la novela Meurtres pour mémoire, de Didier Daeninckx (1984), y se realizó posteriormente el documental Nuit noire 17 octobre 1961 (2005), de Alain Tasma, el gobierno francés no reconoció la matanza y no admitió su responsabilidad hasta el 17 de octubre de 2012, cincuenta y un años después. Unos hechos se olvidan y otros se magnifican. 
La opinión pública se moldea, y el "terrorismo islámico" sirve para justificarlo todo. 

Cuando la memoria falla se puede decir cualquier cosa impunemente. He oído a las autoridades francesas que los sucesos del pasado 13 de noviembre constituyen el atentado más grave ocurrido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Veremos las consecuencias a sus reacciones. Esto no es sino una de las muchas jugadas de la sangrienta partida de ajedrez librada en el nuevo orden mundial. 

Al igual que los millones de refugiados que llaman a nuestras puertas, las acomodadas poblaciones de Europa son igualmente víctimas de su propia ignorancia. Sus gobiernos han desestabilizado el mundo, y ahora es la propia Europa la que se desmorona, al igual que lo hizo el antaño invencible Imperio Romano.
También los civilizados romanos se consideraban superiores en todo a los bárbaros que rodeaban el Imperio, e intentaron contenerles en campos de concentración en la frontera del Danubio. 
Pero éstos aprendieron sus tácticas y superaron su estrategia, venciéndoles y asesinando a su emperador Valente en la batalla de Adrianópolis (378), para posteriormente saquear la propia Roma en el 410. Incluso entonces, historiadores como Hidacio hablaban ciegamente de un prometedor porvenir. Los imperios, como los adolescentes, piensan que siempre serán eternos.


Otros artículos de Juan Argelina:



sábado, 28 de noviembre de 2015

Manifestación contra el terrorismo, contra el odio y contra sus guerras


John Carlin nos ilumina: Liberalismo o Muerte

Imagen de archivo Manifestación en Burgos "No a la guerra" 2003


Por Basilio el Bagauda

Desde la brutal masacre de los atentados en París no se habla de otra cosa y se han borrado de un plumazo todos los asuntos que los medios del “sistema” metían en nuestra vida cotidiana para “obligarnos” a tomar posición. 
Ahora, en este peliagudo asunto, ni si quiera podemos opinar, ya que debemos alinearnos sí o sí a las tesis neoliberales sacándose de la manga una fea y estúpida palabra que llevaba tiempo poblando los espacios de opinión más ultraconservadores con la justificación de una pretendida rebeldía ante lo políticamente correcto: el “buenismo”.

Con ello se busca la identificación perversa y simplista de toda persona que no esté de acuerdo con todas las urgentes medidas que nos quieran imponer los gobiernos europeos, meros peones en el tablero de la OTAN.

Que quede claro, y este es mi punto de vista, que cuando tienes dentro de tu casa a unos cuantos matones fanáticos dispuestos a asesinarte a ti y a los tuyos no te queda más remedio que actuar. No es una cuestión ideológica, sino de supervivencia y, por lo tanto, un@ tiene hacerlo rápidamente con todos los medios a su alcance: servicios de inteligencia, tribunales de justicia y fuerzas del orden. ¡No van a servir siempre para reprimir y acabar subrepticiamente con los opositores a los poderes copados por la burguesía!

Sinceramente no tenía muchas ganas de opinar y aún menos de escribir sobre esto, pero tras leer el enésimo artículo de opinión en la misma dirección y realizado el 23 de noviembre por John Carlin, uno de los columnistas fijos de “El País”, no he podido evitarlo.

Lo titula “¿Por qué no podemos llevarnos tan bien?” y en él hace una crítica demoledora de los discursos mantenidos por el nuevo líder del laborismo inglés, Jeremy Corbin, y por el aspirante a la candidatura del Partido Demócrata americano frente a Hillary Clinton, Bernie Sanders. 
Al parecer a Carlin le han tocado en el reparto a los anglos y sajones en esta nueva batalla dialéctica iniciada por los y las defensoras más acérrimas de las virtudes de las democracias liberales: ésas que consisten en que votemos más o menos cada 4 años a un@s representantes que acaban ejecutando líneas y acciones políticas decididas en organismos supranacionales que no conocen el concepto de “soberanía popular”: la Comisión Europea, el FMI, la OCDE, la OTAN, la Comisión Trilateral o el Club Bilderberg…

El articulista comienza caricaturizando a estos líderes políticos poniéndolos en el lugar de un presidente norteamericano ficticio que apela a la paz y a la bondad entre los pueblos mientras una invasión marciana acaba violentamente con los habitantes terrícolas: se trata de la metafórica comedia estrenada en 1996 “Mars Attacks!!”

Mal argumento elige el creador de opinión cuando, en nuestro caso, quien ataca en nuestras calles no es el bloque tecnológicamente más poderoso, afortunadamente, y, por lo tanto, poco tiene que ver con esos malvados marcianos, sino es porque ambos, terroristas y extraterrestres, sólo quieren hablar un idioma que sólo ellos entienden.

Más bien los marcianos de la peli se podrían comparar a l@s amig@s de Carlin que son los que mienten y mueven todos los hilos, pues el verdadero poder lo tienen ell@s y lo utilizan sin dudarlo. 

Haciendo una comparación anacrónica y alucinada del presidente “buenista” y progre americano sería algo así como el jefe de una tribu indígena americana que se encontrara por primera vez al líder buscavidas procedente de una familia aristocrática de la vieja Europa y que pensara en un agradable intercambio comercial con banquete fraterno incluido, creyendo que los cañones de las armas que portaban eran simples objetos de decoración. ¡¡No somos tan ingenu@s como para pensar en semejante caricatura de cualquier Presidente del gobierno de cualquier nación europea!!

Por otro lado, se nos pide permanentemente que olvidemos las razones de que estos criminales sean mucho más que 4 suicidas dispuestos a inmolarse, que no justifiquemos nuestra negativa a tener un relato único con el análisis de los antecedentes que nos han hecho llegar a esta situación. 

Yo, desde luego, no picaré este anzuelo porque para mí lo sucedido hasta ahora tiene que ver íntimamente con decisiones políticas, económicas y militares que han tomado las grandes potencias para proteger intereses ocultos a la mayoría.

¿O es que acaso tenemos que pasar por alto que el gobierno español y muchos medios de comunicación mintieron impúdicamente para acudir a una guerra con más del 80 % de la población en contra? ¿Es democrático que el pueblo no sea informado, ni si quiera en sede parlamentaria, de los movimientos y los compromisos concretos en los que está involucrado nuestro ejército? ¿Por qué hay una absoluta opacidad en la información sobre la venta de armas? ¿Por qué se mantienen los instrumentos jurídicos que amparan el secreto bancario cuando éste sirve para que los criminales llenen sus alforjas de odio para usarlo contra la población que dicen proteger?

¡Claro que todo tiene que ver! No se trata de una ansiosa obsesión antiimperialista aunque, mal que le pese, la izquierda que acepta valores humanos más profundos que la ideología liberal debe de estar siempre con los más débiles y eso incluye, a escala planetaria, a los pueblos de los países que luchan ante gigantes por defender su soberanía ante la violencia externa.

Aún resulta usted más grotesco y peligroso cuando afirma literalmente que “el problema de ir por el camino de que la culpa la tienen los gobiernos de Occidente es que propone como eje original del mal a aquellos que en el fondo defienden lo que el Estado Islámico desprecia (…): la libre expresión, la soberanía de la Ley y los demás elementos básicos de la democracia que permiten que los Corbyn, Sanders, Podemos, Siryza, incluso el Frente Nacional francés (…) puedan competir en el terreno político (…)”. ¡¡Cómo no habíamos caído antes!! ¡¡Los y las  trabajadoras no nos hemos dado cuenta que todos nuestros derechos y libertades se deben a la burguesía conservadora y liberal!!

Si repasamos la historia comprobaremos que el sufragio censitario fue impuesto por las hordas marxistas en el s. XIX, que la burguesía concedió maravillosas condiciones de vida y de trabajo al proletariado a pesar de las huelgas y boicots que algunos agitadores realizaban y que las mujeres aristócratas españolas se inmolaban en el Retiro de Madrid en los años 20’ para pedir el voto femenino.

Pues mire usted, sr. Carlin. Para mí tengo que las libertades se consiguieron con sangre, sudor y lágrimas, especialmente de l@s más débiles en la escala social, peleando tanto contra aquell@s que de sus privilegios extraían beneficios como con l@s custodi@s de la moral que imponían violentamente conductas y comportamientos. L@s primer@s ya sabe usted quienes son y l@s segund@s se parecen mucho a los islamistas que matan en todos los continentes en nombre de Dios.

Por cierto, también se me ocurre, que puede hablarle a los y las trabajadoras sin ingresos que tanto abundan si pueden expresarse libre y públicamente, como lo hace usted en los medios, si de ello depende poder acceder al trabajo y, por lo tanto, al salario que les permita su supervivencia

Por quedarme en casa, dé una opinión amablemente liberal sobre el hecho de que un trabajador que ha demostrado sobradamente su profesionalidad y su rendimiento no pueda seguir trabajando en un astillero por pertenecer a Izquierda Unida, organización política legal, de esas que gracias a gente como usted puede intentar gobernar como el resto. ¡Qué ejemplo maravilloso de libertad liberal!

Para  terminar, el último valor al que apelan ustedes ahora es la unión: la de todos los países de Europa para disponer de todos los medios económicos y militares en búsqueda de un objetivo común, acabar con el Estado Islámico, y en última instancia de tod@s l@s europe@s para que sean comprensiv@s ante la posible extensión de estados excepcionales como los que ya sufren franceses y belgas.

Burgos 2003

Ahora l@s liberales, que gobiernan con mano de hierro la Comisión Europea, si quieren la empatía de todos los habitantes de la Unión, fraternidad que van a tener complicada cuando han sido agitadores, desde el inicio de la crisis provocada, del discurso del frentismo: países trabajadores frente a países vagos y desidiosos (los “PIGS” nos llamaban); maravillosos emprendedores frente a funcionari@s acomodad@s; sociedades responsables frente a derrochadoras; trabajadores luchadores frente a individuos antisociales cuya precariedad se merecen.

La unión, en definitiva, será necesaria por una sencilla razón que usted apunta al final: la muerte, como la violencia integrista, no preguntasi eres de izquierdas o de derechas, progresista o neoliberal, imperialista o antiimperialista” y, apunto yo, rico o pobre. Cumplirá su objetivo sin prejuicio y sin piedad.

La pena es que la pobreza no nos alcanzara a todos por igual, como la muerte. Quizá sería la única manera de que nos uniéramos para evitarla y el debate sobre la superioridad de nuestros pensamientos socioeconómicos no serían más que tertulias de bar.

P.D.- Querido John, cuídese de consultar mañana con su asesor de banca privada. No vaya a ser que el fondo financiero que tan bien le renta, esté financiando alguna actividad terrorista sin que usted lo sepa. Que ya se sabe que la “mano invisible” de la competencia la carga el diablo.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Burgos se concentra en la Plaza Mayor por los atentados de París


Por Burgos Dijital

La ciudad de Burgos se une en solidaridad por los más de 129 muertos y 352 heridos en la capital de Francia. Una gran concentración ha tenido lugar en la Plaza Mayor de la ciudad que ha unido a diversas personas y sensibilidades en solidaridad con las víctimas de estos horribles atentados.

Se ha leído un manifiesto de apoyo al país vecino y a los principios que fundamentan la República Francesa; sin embargo, no se ha realizado ninguna reflexión que conecte estos hechos de barbarie acontecidos en el país vecino con la situación actual que vive el mundo. 
La pena y el dolor es grande ante hechos de esta barbarie y magnitud pero también hay motivos para estar apenados por haber  perdido un momento clave para haber explicado a la ciudadanía que los refugiados, los civiles víctimas, tanto del terrorismo yihadista como de los bombardeos y los daños colaterales de las operaciones bélicas, son consecuencia de lo mismo: las guerras en Oriente Próximo, las intervenciones de las potencias mundiales en base al petróleo y a los recursos, así como las ansias de control o expansionistas de algunos estados y dictadores de la zona que con sus políticas fomentan el caldo de cultivo para la guerra y el terror.

Y en ese contexto sería un error eludir la responsabilidad que atañe a los países que participan y colaboran con las guerras, guerras amparadas en el pretexto de solución de conflictos en las que el paso del tiempo ha dejado ver un grave empeoramiento en la región y ha constatado el fracaso de las intervenciones armadas para solucionar conflictos violentos y de terrorismo. No quedan muy lejos las imágenes de desplazados por la guerra, ahogados en las costas de Turquía y Grecia, huyendo de ese mismo horror y barbarie; parecía que la muerte y el dolor tan solo se iban a quedar en ese papel reciclado de la prensa escrita, o en las pantallas de nuestros dispositivos. No ha sido así; como quiera que haya sido, ha llegado muy próximo.

Es un momento crucial para la ciudadanía, para hacer una lectura solidaria y al mismo tiempo crítica de la situación, es un momento para despertar y analizar de forma crítica nuestra posición desde las organizaciones supranacionales a las que pertenecemos, OTAN, Unión Europea, para demostrar nuestra valentía y solidaridad con las personas que huyen de las miserias y de la crueldad, para evitar la criminalización y el racismo. No se debe olvidar que aquellas víctimas que aparecieron ahogadas en las fotos de nuestros periódicos son víctimas del mismo odio y miseria que las víctimas de París.

domingo, 3 de agosto de 2014

"La UE y Estados Unidos son cómplices del terrorismo de Israel"

Por Burgos Dijital

Imágenes de la manifestación contra el genocidio en Gaza en Burgos 1-08-2014

Comunicado unitario de colectivos y partidos políticos de la Plataforma de Apoyo a Palestina

Nos despertábamos cada día sabiendo ya que el número de las nuevas personas muertas en Gaza ronda 100 y la de  las heridas ronda las 200: Es una rutina, ya no  choca, ya no  indigna. 
¿Cómo seguir explicando la rutina de la carnicería que Israel comete? ¿Qué más podemos contar? ¿Que  los bombardeos de la aviación y la artillería israelí se cebaron con los niños, mujeres y ancianos? ¿Que durante todo el día las ambulancias fueron incapaces de llegar a la zona? ¿qué hace días que decenas o cientos de cuerpos permanecen en las calles o bajo los escombros? ¿que los familiares comprueban una y otra vez los cadáveres en las morgues buscando sin éxito a sus seres queridos? ¿qué más necesitamos saber?. 



A diferencia de la ONU o la Unión Europea ya sabemos lo suficiente. Israel ha cometido, comete y seguirá cometiendo, si no se lo impedimos, los más despreciables crímenes que podamos imaginar. Mientras eso que llaman comunidad internacional se entretiene pensando si son "crímenes de guerra", "contra la humanidad" o simple "derecho a defenderse", nosotras lo tenemos claro: Israel es un estado genocida.


Ya no es noticia el genocidio en Palestina: La noticia hoy es que la UE es cómplice de terrorismo. Como lo es el gobierno español al no cancelar todos los tratados y convenios con Israel, al no expulsar inmediatamente al embajador del terrorismo israelí en el Estado Español. 
La noticia es que las dictaduras árabes son cómplices: Están dispuestas a pagar los gastos de la guerra a cambio de exterminar la Resistencia palestina. 
Sabemos que poco podemos esperar de estos gobiernos, instituciones y organismos internacionales que reciben con abrazos a sus amiguitos del gobierno de Israel, no nos creemos ni una palabra de aquellos que le venden armas para que siga exterminando al Pueblo Palestino. Por eso seguimos organizándonos desde abajo, con nuestras y nuestros iguales, para demostrar que la solidaridad con Palestina sigue más viva que nunca. Salimos a las calles, sentimos el dolor de las palestinas y los palestinos como si fuera nuestro, denunciamos a los criminales y a sus cómplices, boicoteamos al estado genocida de Israel y, en definitiva, hacemos la lucha de resistencia del Pueblo Palestino, la nuestra. 
Tras varias semanas de ataques continuos del ejército Israelí a la palestina Franja de Gaza, tras la cifra anunciada por los medios de comunicación de más de 1,500 muertos y más de 6,000 heridos, seguimos en Burgos demostrando nuestra indignación e ira ante tal genocidio. 
  
  El deber de manifestarse en favor de la justicia y la libertad de los pueblos, es un deber con el sentido común y con los principios sencillos y claros de paz y respeto entre las naciones. Es un derecho a la justiciera furia que como Burgaleses y burgalesas debemos ostentar, porque nuestros hermanos palestinos sufren hoy en carne propia lo que aquí  podríamos sufrir mañana. 
     Palestina, que ha sido múltiples veces asesinada por fuerzas militares superiores, auxiliadas por el Imperio de los Estados Unidos, es hoy la víctima mundial de nuestra más avanzada barbarie. 
    El vil asesinato de toda la población de Gaza que resiste en combate en una guerra desproporcionada, sorpresiva y genocida, invade nuestra remendada paz y nos agita en ira y rabia contra el ejército israelí, contra los gobernantes de Israel, contra el sionismo y contra todos aquellos que le apoyan en esta masacre, comenzando con el  Presidente de los Estados Unidos, pasando por las dictaduras árabes y terminando con las declaraciones de nuestros propios gobernantes. 
Desde la Plataforma, siguiendo el ejemplo de dignidad que nuestros hermanos y hermanas de Gaza y Cisjordania nos dan, seguimos comprometidos con la justicia y con la liberación de toda Palestina. Por eso Reafirmamos: 


Nuestro apoyo a la legítima resistencia de los combatientes palestinos.
•    Acusar a Hamas, legítimo representante del pueblo palestino, elegido por una amplia mayoría, en comicios controlados internacionalmente, de ser responsable de la matanza de su pueblo es una calumnia infame. Son los israelíes los que bombardean hospitales, prisiones, instalaciones gubernamentales, comisarías y edificios ocupados por personas indefensas. 
•    Afirmar el derecho a la legítima defensa de Israel, es ocultar que incumple sistemáticamente, con apoyo de Estados Unidos, todas las resoluciones aprobadas en defensa del pueblo palestino, y que, desde la fundación del Estado de Israel no ha hecho otra cosa que agredir y arrebatar su país al pueblo árabe palestino. 
•    Exigimos el inmediato cese del bombardeo y agresión del Estado sionista de Israel sobre Gaza y el resto del territorio palestino. 
•    Denunciamos el papel de las grandes empresas de Televisión y prensa que, sistemáticamente, invisibilizan la lucha del pueblo palestino y dan cobertura ideológica a los crímenes contra la humanidad del Estado de Israel. 
•    Llamamos a la población a sumarse al boicot económico y de desinversión contra los productos israelitas, intensificando la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones). 

Y en defensa del pueblo palestino pedimos al Estado Español: 
Sacar a HAMAS de la lista europea de organizaciones terroristas.

1. Dejar de vender armas a Israel. 

2. Impedir el almacenamiento en territorio español de armas, material y municiones destinados al ejército israelí. No permitir el uso de puertos y aeropuertos de escala y avituallamiento para barcos y aeronaves que lleven armas y suministros a Israel. 

3.Enviar ayuda masiva e inmediata de medicinas, material sanitario, alimentos, agua potable, combustible e instalaciones eléctricas a la franja de Gaza. 

4.Que el Estado español expulse al embajador israelí en Madrid, que defiende abiertamente el genocidio palestino. Que cierre de inmediato la representación diplomática en Israel. Que negocie con la UE y en la ONU el aislamiento de Israel, hasta tanto no abandone los territorios palestinos ocupados desde 1967, desmantele los asentamientos, devuelva las propiedades usurpadas y admita el regreso de los ciudadanos palestinos a su tierra, conforme a las resoluciones aprobadas por la ONU, y de acuerdo con las Normas del Derecho Internacional.

 5. Que retire las tropas españolas del sur del Líbano y Afganistán, porque, contrariamente a lo que se afirma, no están en misión de paz, sino apoyando la estrategia imperialista contra los pueblos árabes y musulmanes. 

Ahora y siempre, ¡Viva la lucha del Pueblo Palestino! ¡Viva Palestina Libre!

Ver también:
¿A quién le importa el genocidio de Palestina?
El genocidio de Gaza no es un videojuego

jueves, 31 de julio de 2014

Méndez Pozo, los huesos de Atapuerca y los asesinados en el monte de Estépar

Méndez Pozo mirando unos huesos descubiertos en Atapuerca
con los directores Arsuaga y Bermúdez
Por Juan Vallejo
Hiere ver a Méndez Pozo, delincuente del Caso de la Construcción, cacique por excelencia de Burgos: el Jefe  (así le apodan todos los que saben de sus tropelías), encarcelado y amnistiado, tocado con un casco de obra, en las páginas de su diario, con gran profusión de datos y fotografías, rodeado de los tres directores de Atapuerca, manejando los huesos de la prehistoria como jefe de la excavación. Esta vergüenza, impregnada del oropel que sobre ella vierte el gobierno, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Burgos y un montón de instituciones como la misma Diputación burgalesa, patinando las osamentas de bruñido oro que deslumbra por doquier, atapuerquizándolo todo, es un insulto para los ciudadanos que pagan con sus impuestos estas satrapías.  Estos vividores de Atapuerca, de los tres artefactos ubicados en el mejor solar de la ciudad, no son otra cosa que el exponente más preclaro de la miserabilidad que suele la Prima Voce et Fide.

El Méndez y su tropa, ya no tienen jefatura en donde hincar su desvergüenza: Cámara de Comercio, Abadía de Silos ( flaco favor a los monjes benedictinos hace este elemento, que han aceptado su presidencia como Jefe de los amigos de la abadía ) y tantas instituciones que creen que con la presencia de este codicioso personaje, van a encontrar las prebendas necesarias para formar parte del club de los despreciables con mitra, báculo o título de Príncipe de Asturias sí viene al caso.


Al lado del muermario burgalés, en sus páginas, los huesos de los asesinados en Estépar. Fotografías de los niños mayores despertando las miradas de los fusilados ( que bello despertar el de estos demócratas acribillados por el franquismo vil, al encontrarse con la ternura y la luz circular de los ojos de estos chavales de Aranzadi ). Qué admiración destilan Paco Etxeberría, su compañera antropóloga Lourdes Herrasti, el director de la excavación Juan Montero, los componentes de Espacio Tangente, los criberos de los adminículos aparecidos entre los restos.  
Tantos compañeros que, sin cobrar un duro, han padecido el sol de justicia de estos diez días; la maravilla de encontrar un paisaje humano comprometido con la libertad, la justicia, la reparación después de la noche eterna. Igual que los vividores de Atapuerca que trincan todo lo que se menea. Un solo fragmento de estos asesinados nos dice sin tanta parafernalia y laboratorio y publicaciones mundiales, cómo somos, de dónde venimos, lo que somos capaces de hacer: herencias criminales de un dictador asesino, rodeado de generales asesinos cuyos hijos todavía pregonan sus crímenes como necesarios para la vida de ciudades como esta Prima Voce et Fide, donde ni una sola oración de los herederos que sacaron bajo palio al genocida generalísimo del refugio de estos hechiceros. Ni una visita de los responsables institucionales de la Camera Regia a Estépar, ni un euro para los gastos: pareciera que son hijos de los fusiladores. Con su silencio corroboran la masacre. Entretenidos en extirpar las morcillas de las sinecuras e inaugurar chatarra bronceril por cualquier esquina, desprecian la Democracia obnubilados con la tarea de poner a sus familias en los pesebres municipales y en la indigna Diputación.

Pero el arte es largo y la vida corta; el oficio tan difícil...y el relevo de los asesinados en Estépar ya está en las sienes de los jóvenes de Tangente, de Gamonal, de la Universidad, de las asociaciones, de tantos hombres y mujeres, que entienden que la mafia de Burgos ya está en el desolladero.



Las personas eran asesinadas con arma de fuego y  algunas presentan el cráneo destrozado 

Fueron asesinados. Este crimen no prescribe nunca. Nunca les encontraremos a todos. En el momento que aparece un camarada ya sabemos de la vileza de su muerte, con qué bala le fusilaron, que tipo de individuo le mató, su edad, cómo le ejecutaron y remataron a culatazos, cómo la misión de todo asesinato de estas características es hacer desaparecer el cadáver. Por ello no les visitan, porque son hijos de los asesinos. A ellos la cal viva les delata como cómplices de tanta desolladura.


Emergen con el sueño fresco de una República fascinante en estas fosas de Estépar que a tantos nos indica que el ser humano puede mejorar la vida. Entre estas jóvenes encinas brotadas desde sus restos, cuyo dendros relata la edad interminable de la democracia, la metamorfosis del viento, del verde viento que aroma este deletéreo paisaje de sangre y tenebrismo por el que la razón expresa su locura y la función clorofilica hace posible nuestra-suya respiración.


Gracias incontables gente de Aranzadi, de Espacio Tangente, gamonaleros y componentes de la Memoria histórica, periodistas de este medio "dijital" que con tanta diligencia mostráis la información adecuada al tiempo que nos toca vivir. Y a tantos visitantes familiares de los fusilados, cuyo olvido y perdón, jamás formarán parte de vuestra-nuestra libertad.


Relacionado:
César Rico ignora las víctimas del terrorismo franquista
Los crímenes del franquismo en el monte de Estépar

jueves, 24 de julio de 2014

Las fosas comunes del monte de Estepar

Por Burgos Dijital

Fueron muchas las personas asesinadas y llevadas a la fosa común del monte de Estepar (Burgos) durante la guerra civil, la mayoría sacados de la prisión de Burgos.  Esta fosa común posiblemente sea la que más restos contiene de Burgos y es posible que de España. 

Se han encontrado también casquillos de bala.

Los investigadores calculan que puede haber aproximadamente unas cuatrocientas personas enterradas, hoy ahondadas por más tierra procedente de las excavaciones para la construcción del AVE.

La localidad de Estepar situada a unos 20 minutos de la ciudad de Burgos, es un claro ejemplo del desprecio histórico de las autoridades a estos ciudadanos y a sus familias.

Una de las personalidades más relevantes allí enterradas es el músico burgalés Antonio José , compositor musical que introdujo la recuperación de los ritmos tradicionales castellanos así como las técnicas vanguardistas de la época y un profundo estudio de la recopilación de las músicas populares de Burgos.Fue detenido, encarcelado y fusilado en Octubre de 1936, sus restos fueron llevados al monte de Estepar para ser enterrados en la fosa común.

La fosa de Estepar representa una de las grandes muestras de la represión y desapariciones forzosas de personas mediante el "paseillo" y la " saca". "Desde la cárcel provincial y la prisión de Santa Agueda de Burgos hacían las "sacas" y se escuchaban los disparos al amanecer desde la celda, nunca más sabíamos de ellos."
No se sabe cuántas fosas hay.
Existe un listado de otros tantos enterrados en estas fosas comunes.
Listado 

Ver también:
Las fosas del franquismo: monte de Estépar
Balada triste para un republicano

Se puede observar la dentadura en buen estado de personas relativamente jóvenes

El equipo trabajando
El profesor Francisco Etxeberria 

Empiezan a definirse algunos cadáveres

Botones de las prendas que llevaban 
Echaban cal viva para acelerar la descomposición de los cadáveres







viernes, 1 de noviembre de 2013

El Bumerán de Javier Lacalle


Por Lucas Mallada

Apunto a Javier Lacalle, porque representa, a mi modo de ver la máxima autoridad en
la ciudad, pero esta saeta podría ir dirigida a otros muchos, también en otras muchas capitales de provincia, e incluso de las diferentes plazas Colón.

La técnica del bumerán, ancestral, representa la tradición de una cultura milenaria ensayada en la caza como fuente de sustento, o en la defensa.

Cuando se lanzan a los cuatro vientos proclamas incendiarias, guerracivilistas y que pretenden, más que ofender a los contrarios, agrupar a los propios dentro de un círculo de axiomas identitario e irrenunciable, que juega con el argumento de la ciudadanía aproximándolo al siempre vísceral e irracional sentimiento nacional, frente a “otros” que han tomado el sanguinario camino de la lucha armada asimétrica, tienes que asumir consecuencias inesperadas. Abrir la Caja de Pandora.

El dolor, como sentimiento, siempre es respetable, y su manifestación como incomprensión también; al menos nos queda eso como ciudadanos. Sea cual sea nuestra identidad política, religiosa o nacional.

El domingo, 27 de octubre, en la Plaza Mayor, bien iluminada, se juntaron un buen puñado de personas y la mayor parte de los representantes electos del Partido Popular local, eso sí, como ciudadanos, o eso decían. Algunos quieren estar en misa y repicando; no tienen remedio, como Javier Lacalle. Y, desde fuera, parecía un burdo intento de utilizar, una vez más el dolor y la incomprensión de los otros para fines electorales, una vez más. O lo que es peor, tratar de neutralizar, con su masiva presencia (también estaba Juanvi), las críticas y el rechazo, justificable o no, que nacía de muchas gargantas. Voces que, con razón, se sienten manipuladas por una opción política que siempre ha jugado con el hecho terrorista y las reivindicaciones de otros nacionalismos, al Santiago y cierra España.

La apelación a los sentimientos es eficaz e indispensable cuando las razones de la convivencia y la ciudadanía son insuficientes para unos objetivos políticos. Siembran lo que recogen. Hablan de imposibles, generan expectativas que no se podían cumplir y, ahora, algunos ciudadanos desengañados exigen lógicamente lo que creían les pertenecía moralmente: ¡el castigo eterno para los desalmados!.

En este caso las manipulaciones, las elipsis explicativas, las informaciones sesgadas, el echar en cara siempre a los otros, se les ha vuelto en contra. Las torpes explicaciones de Javier Lacalle a los medios de comunicación eran un claro ejemplo de eso. Por una vez, su propia receta, su avieso bumerán les ha dado en los morros, y puede que les deje una cicatriz por la que supure su afición…

            Agur violentos, agur manoseadores de la opinión pública….